jueves, junio 27, 2013

Charles Krauthammer. UN ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA INCONSECUENTE



UNA AMÉRICA INCONSECUENTE.

 (AMERICA SIDELINED, BARELY RELEVANT)

Por Charles Krauthammer

Traducción de Alfredo M. Cepero


La confrontación en Siria, que empezó como una guerra civil, se ha convertido en un conflicto regional donde luchan dos bloques beligerantes. De un lado el bloque radical chiita liderado por Irán que vuela sobre Irak para suministrar ayuda a Bashar al-Assad y manda a combatientes de Hezbollah como sus mercenarios. Detrás de ellos se encuentra Rusia, que ha desplegado buques de guerra frente a las costas sirias, proporcionado al régimen toneladas de armamentos y, esencialmente, reclama a Siria como un protectorado ruso.

Del otro lado se encuentran los estados sunitas del Golfo que se muestran aterrados ante la hegemonía iraní, tanto territorial como nuclear. En el mismo plano se encuentran Turquía y Jordania. Turquía, aunque no es un estado árabe, atraviesa por un intenso conflicto interno. Jordania, todavía más frágil, ha sido arrastrada al conflicto por la fuerza de la geografía.

¿Quién se encuentra detrás de estos últimos? Nadie en absoluto. Algo así como la repetición de la Guerra Civil Española, con la excepción de que, en este caso, solamente se presentaron los fascistas. El aliado natural de lo que empezó como un levantamiento libertador, espontáneo y secular por el pueblo sirio eran los Estados Unidos. Durante dos años los Estados Unidos no movieron un dedo.

La excusa del Presidente Obama fue una línea roja sobre la utilización de armas químicas. En un conflicto que demandaba la conducta enérgica de un verdadero estadista, Obama optó por practicar ciencia forense, agonizando sobre si los informes de gas venenoso eran evidencias creíbles y suficientes como para justificar tomar medidas firmes. Un libreto digno de un episodio de "CSI Miami".

Mientras Obama perdía tiempo hablando sobre "cadena de custodia", Irán y Rusia, asombrados ante su propia suerte, se dieron a la tarea de alcanzar una hegemonía regional. Los clérigos iraníes consolidaron su "cuarto creciente chiita' y Vladimir Putin aprovechó la oportunidad para desplazar a los Estados Unidos de su hegemonía regional. Una influencia lograda por los Estados Unidos hace cuarenta años bajo el liderazgo de Henry Kissinger.

Y cuando finalmente se vio obligado a admitir que su línea roja había sido cruzada, Obama dijo en tono sombrío que el "juego había cambiado" . ¿Qué hizo entonces? Prometer municiones y armas de pequeño calibre a los rebeldes. Un gesto totalmente vacío si tenemos en cuenta que los estados del Golfo ya están proporcionando a los rebeldes precisamente ese tipo de armas.

Y, como una prueba más de su indecisión, Obama transmitió la noticia por medio de su Asesor Auxiliar de Seguridad Nacional. Ni siquiera su principal asesor sobre el tema. Obama ha pronunciado por lo menos 40 discursos sobre la reforma del sistema de salud. Sin embargo, ¿cuántos ha pronunciado sobre el conflicto regional en Siria, en el cual ha involucrado ahora a los Estados Unidos? Cero.

Una política seria dictaría que nosotros tomásemos medidas que alteraran drásticamente el curso de la guerra o, sencillamente, no hagamos nada al respecto. En su lugar, Obama ha optado por limitarse a hacer lo suficiente para dar la impresión de que estamos haciendo algo.

Pero, la cosa se pone peor. A pesar de su firme compromiso de inercia absoluta, los acontecimientos han obligado a Obama a enviar a Jordania aviones F-16, misiles Patriota y una unidad del cuartel general de la Primera División Blindada. Un indicio de que, Jordania, el mejor aliado árabe de los Estados Unidos en la región, necesita una protección inmediata. Esta amenazado no solamente por una invasión de refugiados sino por el creciente poderío del bloque chiita con base en Irán. Las ambiciones de este bloque se extienden más allá de Siria y llegan hasta Jordania, El Líbano y Yemen. La semana pasada se conoció que Irán está proporcionando armamentos a los separatistas yemenitas.

Por lo tanto, Obama se ha visto forzado a operar en el vacío creado por él mismo. Con el agravante de que ahora se encuentra en una total desventaja. Nos vemos obligados a improvisar festinadamente algún tipo de presencia en Jordania como una medida defensiva frente al bloque de Irán-Hezbollah-Rusia.

La tragedia es que una vez teníamos la oportunidad de ganar, pero Obama la desperdició. El presidente todavía piensa que su retirada de Irak fue un triunfo de su política exterior. De hecho, su incapacidad para negociar con los iraquíes un tratado que nos permitiera destacar allí tropas norteamericanas le obliga ahora a destacar tropas en Jordania.

Independientemente de la opinión que tengamos sobre la guerra de Irak, el hecho indiscutible es que, cuando Obama llegó al poder en 2009, la guerra ya estaba ganada. Al-Qaida había sido expulsada. El gobierno chiita de al-Maliki había desplazado de Basra a los extremistas de Sadr. Las estadísticas de muertos y heridos las más bajas de todo el conflicto y la guerra civil había llegado a su final.

Teníamos la oportunidad de oro de recoger los frutos de una sangrienta guerra estableciendo una relación estratégica con un Irak que se encontraba todavía bajo la influencia norteamericana. Por ejemplo, mientras nos preparábamos para organizar una fuerza aérea iraquí, el espacio aéreo de Irak se encontraba todavía bajo control de los Estados Unidos.

Sin embargo, nuestra retirada de Irak ha dejado el espacio aéreo iraquí a merced de la fuerza aérea de Irán. Esa es la ruta que utiliza actualmente el régimen de Teherán para suministrar asesores y armamentos al régimen sirio en su guerra brutal contra los rebeldes. Los equipos y las bases aéreas norteamericanas fueron dejados atrás como un regalo a los iraquíes. Ahora nos vemos forzados a presentar batalla en Jordania.

Obama está aprendiendo demasiado tarde que la inacción de una superpotencia es una forma de acción. Tú puedes abdicar de tus responsabilidades pero no te puedes esconder. Tarde o temprano la historia dará contigo. Finalmente, la historia ha encontrado a Obama.