jueves, junio 13, 2013

Marta Menor: LENIN Y LA NO INJERENCIA, SUS COMEMIERDAS Y GILIPOLLAS



LENIN Y LA NO INJERENCIA, SUS COMEMIERDAS Y GILIPOLLAS

Por Marta Menor

Como todos sabemos Lenin no era ni cubano ni español. Por lo tanto, aquellos individuos que los cubanos categorizan de comemierdas y los españoles de gilipollas, los leninistas los llamaban valioso y útil idiota. El término lo utilizaban para los defensores aliados de la Unión Soviética que se creían muy sabios pero no se daban cuenta de que eran utilizados cínicamente como propagandistas para apoyar una causa que no entendían y una doctrina política, económica y social dirigida por una dictadura basada en el colectivismo.

El escritor Edvard Radzinsky en su libro “Stalin” conjetura que parte del testamento original de Lenin decía que los elementos culturales de Europa y los Estados Unidos eran incapaces de comprender asuntos internacionales. Por lo tanto para aplacarlos, la Unión Soviética tenía que declarar que la Internacional Comunista era un grupo político independiente. Eso permitiría expresar su deseo de reanudar relaciones diplomáticas sobre la base de no injerencia. Los capitalistas, en su deseo de ganar el potencial económico del mercado soviético, cerrarían sus ojos y abrirían sus puertas suministrando créditos esenciales del exterior para realizar futuro ataques a los proveedores. “En otras palabras, ellos trabajarán para preparar su propio suicidio”.

En el jargón político cubano de hoy, el término del día es diálogo y reconciliación sin injerencia. Los voceros de la Arquidiócesis de la Habana, en el artículo "La Verdad no se Ensaya. Cuba: el Socialismo y la Democracia" en la revista Espacio Laical dice: “hay que incrementar la participación de la ciudadanía en el sistema estatal cubano para potenciar la preminencia de la soberanía popular y de esa forma, los rumbos de los cambios que están en curso hoy, afirmar la radicalización democrática del socialismo en Cuba ...la magnitud de estos desafíos aconsejan enfrentarlos a través de un constituyente nacional. La transferencia de soberanía puede evitarse con la legitimación de otros sujetos - por ejemplo un numero calificado de ciudadanos - capaces de activar el referendo nacional.

En otras palabras, hay que buscar unos cuantos individuos dentro de la Isla dispuestos a seguirle el juego al régimen y llevar a cabo un referendo nacional espurio sin ingerencias de afuera - léase exilio - y de esa forma alcanzar una imagen de legitimidad para poder obtener esos créditos esenciales del exterior de que nos habla Lenin. Imaginámos que por recato no parafrasean a Lenin y dicen a lo cubano: No se preocupen, que como Chacumbele, ellos mismitos se mataran.

Los comemierdas, gilipollas o valiosos tontos útiles políticos abundan en todas las sociedades y tienen un mismo denominador. Sea por buena fe, ignorancia o intereses creados, colaboran y promueven cambios y reformas de regímenes que solo conducen a perpetuar tiranos en el poder. En el caso de Cuba, hay que recordar aquel refrán español: De amigo reconciliado y de fraile colorado, guárdate con cuidado.