viernes, julio 12, 2013

Darsi Ferrer: Normalización entre gobiernos a espaldas del pueblo cubano. Sin cabos sueltos y friamente calculado.

Sin cabos sueltos y friamente calculado

 
Por Dr. Darsi Ferrer

Los alabarderos del régimen y los empresarios inescrupulosos y aprovechados que andan por ahí cazando oportunidades para lucrar con ventaja, intentan ponernos plumas y vendernos como guanajos. Tratan de colar el lengueteo que se traen los Castro con los EEUU, como el avance en la normalización de las relaciones de ambos pueblos.

Es más fácil que entre el camello por el hueco de la aguja que tragarse esa guayabota. Ninguna medida adoptada por los Castro va en dirección de garantizar el libre ejercicio de las libertades y derechos de los cubanos. Siguen las cárceles abarrotadas de padres de familias que solo intentaron dar de comer a los suyos. La policía continúa con su impune actuar represivo. Quien disienta de la política oficial sabe que recibirá el mazazo de la jauría castrista.

A los exiliados les están ofreciendo que viajen a Cuba con bastantes dólares, que disfruten de la compañía de muchachitas hambreadas de 16 o 17 años, que resalten y se sientan como exitosos en medio de la miseria atroz de los de la isla. Lo que no incluye el paquete es que puedan disponer de los derechos que debería reconocérsele a todos los ciudadanos. No pueden llegar a Cuba y formar un partido para participar de la vida política del país. Tampoco organizar sindicatos de trabajadores independientes. Menos protestar por las políticas del gobierno aunque sean injustificadas. La esencia de los Castro es: traígame dinero que los dejare disfrutar mientras se acojan a la idea inmutable de que nosotros mandamos y somos los dueños de la casa.

¿Derecho a votar en las elecciones, a postularse a un cargo político, a cuestionar lo que esté mal, a invertir en la economía como lo hacen los empresarios extranjeros...? Ese cuento es más largo.
La supuesta "normalización" no tiene nada que ver con la regularización de las condiciones del pueblo cubano de dentro y fuera de la isla. Se trata de la intención del régimen de que los EEUU le brinde legitimación, reconocimiento y la posibilidad de que les ingresen los billetes que andan buscando como locos. Nada de reclamos o cuestionamientos que pongan en peligro su control totalitario del poder.

En fin, que ellos sigan con todo el rejuego indecente que se traen entre manos. Los cubanos de a pie lo que deben prepararse cada día es para sacarlos a patadas del poder y quitarles hasta el último centavo que se han robado descaradamente, además de hacerles pagar en los tribunales todo el sufrimiento y el dolor que han infligido en el medio siglo de dictadura totalitaria.

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Normalización entre gobiernos a espaldas del pueblo cubano

Por Darsi Ferr

Resulta más que obvia la jugada simplona del castrismo. La sobrevivencia del régimen a toda costa es lo único que les interesa. No responden a ideologías, sino a la lógica de no soltar el control del poder. De ahí que ocurran situaciones como la de estos días, donde se escucha al cónsul cubano en Miami invitando a los exiliados a invertir en Cuba, y sugiriéndoles que compren casas y disfruten de sus jubilaciones en la isla, por supuesto, llevando la chequera del Medicare.

Para la Casa Blanca el propósito es diferente y también muy claro. Su prioridad es la estabilidad en Cuba, por encima de la libertad del pueblo cubano. Pensar otra cosa es dejarse engañar inocentemente.

La muerte de Chávez ha dejado a los Castro muy mal parados. Se sustentan del subsidio multimillonario que reciben de Venezuela, pues las remesas representan una entrada de dólares importante pero no es la principal. El nuevo gobernante del chavismo, Nicolás Maduro, no ofrece garantías y la tiene difícil al frente del poder. Su falta de liderazgo e ilegitimidad conllevan a que pueda terminar siendo derrocado. No obstante, aunque no sea así, la economía venezolana está en franco colapso y con tendencia a empeorar, por lo que de una u otra manera la carga de Cuba tendrá que ser desengachada, pues el dinero ya no da para sostener ambos regímenes.

Todo ese rejuego de intereses y propósitos, que no repara en los anhelos de libertad y democracia de los cubanos, propicia que se estén dando negociaciones por debajo de la colcha entre el castrismo y el gobierno de EEUU.

Las medidas de los Castro, que permiten mayores facilidades de viajes a los cubanos de ambas orillas, deja sin sentido la Ley de Ajuste Cubano, sin embargo, no será eliminada, pues es un modo de quitarle presión a la dictadura en momentos donde se tambalea. Sin Venezuela, al régimen solo le queda la opción de ser apuntalado de trasmano por los EEUU. Y es que los Castro se están moviendo con la ficha del chantaje a los norteamericanos.

Una Cuba inestable obligaría a los EEUU a intervenir militarmente en la isla, algo que los aterra por el costo politico que les traería. Y es que el descontrol ante un colapso de la dictadura desataría un éxodo masivo desestabilizador de la Florida, en momentos donde se libra una guerra contra el terrorismo. También la inestabilidad en la isla llevaría a la posibilidad de que Cuba sea utilizada como refugio y base operativa del narcotráfico y del terrorismo internacional. O sea, el litoral que comparten Cuba y EEUU se volvería más incontrolable y complejo que la propia frontera de EEUU con México. A los EEUU se le pone la piel de gallina tan solo de pensar en esa situación. No se oponen a un cambio de régimen pero lo desean gradual y ordenado, bajo negociaciones.

Toda esta pelicula demuestra que hasta ahora el pueblo de la isla no es considerado parte protagónica de los acontecimientos que están teniendo lugar. Es hora de que los cubanos de a pie se construyan el futuro con sus propias manos o quedarán excluidos a merced de la voluntad e intereses de terceros.