Dos de Esteban Fernández: LA TROMPETILLA DE ESTEBITA Y VAMPIROS Y "CHUPACABRAS"
¿Cuando se van a dar cuenta los que le hacen "forward" a escritos sin el nombre del autor que están enviando anónimos?. En mi pasado escrito "46 AÑOS EMBORRONANDO CUARTILLAS" embullé a mis compatriotas a imitarme y emularme. Sin embargo un amigo me escribe diciendome: "¡Estebita "tu'taloco, ya los escritores cubanos son más que suficientes!"...
Y casi tengo que darle la razón -a medias- a este lector porque ¿Es idea mía o la mayoría de los cubanos en el destierro somos escritores? Yo no sé, yo me acuerdo que en Cuba había escritores famosos como Baquero, Medrano, Tamargo, Carbó, pero me parece que aquí hay MAS ESCRITORES que los que había en Cuba. Yo creo (y esto es simplemente un cálculo) que menos de un por ciento de los cubanos eran escritores allá.
Pero en el exilio yo creo que el 80 % podemos hacer nuestros garabatos. Es increíble. ¿Eso no es un don (como pintor o poeta) con el cual se nace? O por lo menos ¿no es algo que se descubre cuando uno tiene 20 o 25 años? No señores, dentro del exilio yo veo que hasta cubanos que tiene más de 70 años, que nunca han escrito, y de pronto descubren, o descubrimos, que son escritores.
Un cubano discrepa de un escrito, no está de acuerdo con algo publicado, y en lugar de enviar una nota con 10 palabras señalando el error, lo que hace es enviar cinco páginas. Es decir, responde al escrito con otro escrito. Porque el que no es un escritor público entonces es un escritor frustrado. Vaya, el que no es periodista quiere serlo. En realidad casi siempre mis críticos no son mis enemigos (esos saben que conmigo no hay arreglos ni claudicaciones en mis ideas) sino que mis discrepantes son los que quisieran ocupar mi espacio y hacer una columna mil veces mejor que la que yo hago. Y a veces yo se los creo.
Tal parece que los cubanos nos hemos dado cuenta que nos podemos hacer famosos más rápido y con menos peligro NARRANDO LOS HECHOS que corriendo riesgos produciendo los acontecimientos... O ¿será que cuando se llega a cierta edad eso es lo único que podemos hacer?...
Pudiera ser porque cuando yo era telegrafista junto a Vicente Méndez y Edel Montiel e intentaba jugarme la vida en Cuba NADIE ME CONOCÍA. Ahora que escribo por 46 años me conoce hasta el gato. Y muchos (erróneamente) creen que soy más patriota ahora que cuando tenía 20 años. Pero ese no es el verdadero motivo y se los diré al final.
Créanme si les digo que casi no conozco personalmente a ningún cubano que en determinado momento no ha publicado, o ha tenido la tentación de publicar, o me ha mandado un par de páginas para que yo intente ponerlo primero en La Prensa de Los Ángeles y después en “20 de Mayo” y ahora en Nuevo Acción, en Libre, en Ideal, en Baracutey , en "Todo el Mundo Habla" o en el blog de Adri Bosch...
Y la Internet ha incrementado la cantidad de “escribidores cubanos”. Vaya, esos no son escritores sino “escribidores”. Porque, en primer lugar, las computadoras vienen con DICCIONARIOS que automáticamente arreglan, mejoran y componen los escritos.
Y además- como les dije al principio de este trabajo- el plagio está “al tolete”. Sinceramente, no pasa un solo día sin que me llegue un escrito mío “bajo la autoría de otra persona”. Ayer mismo recibí uno donde le quitan mi nombre y le cambiaron el título a "Ejercitando la memoria cubana"...
Lo cierto es que tal parece que todos y cada uno de los cubanos pueden hacer un escrito. Y si no lo hacen por lo menos pueden componer un artículo de cualquiera que escriba y agregarle un par de párrafos, y quitarle cinco líneas. Y usted se preguntará ¿será porque pagan muy bien esta profesión y todos queremos ser bien remunerados?
Nada de eso. Pero tengo que poner una de cal y otra de arena. Y no estoy completamente de acuerdo con el lector que piensa que SOMOS DEMASIADOS porque a mi me parece que el principal motivo de la gran cantidad de escritores en el exilio cubano -los que son HONESTOS Y SINCEROS- es el deseo de que todos se enteren de la tragedia que vive nuestra nación y atacar al régimen asesino.
No nos basta con hablar en nuestros hogares, en una esquina, o en un acto, y necesitamos expresar nuestros sentimientos. Todos sufrimos escuchando en la radio, viendo en la televisión, leyendo en los periódicos tantos errores, tanta incomprensión, tanta injusticia con nuestra causa y entonces NOS DESESPERAMOS porque se lean nuestras opiniones y nuestra defensa de la libertad de Cuba. Y entonces, si son bien intencionados ¡Ojalá hubieran un millón de escritores patriotas y anticastristas!...
En otras palabras: los buenos son bienvenidos, y a los ladrones y plagiadores hay que denunciarlos públicamente...
La primera vez que tuve nociones de lo que era un infiltrado castrista tendría yo unos 15 años. Nuestras actividades contestatarias en el Instituto eran de poca monta: criticas, protestas y negativas a participar de la Campaña de Alfabetización, etc.
De pronto se apareció en nuestro centro de estudios -de no sé donde- un joven de unos 18 o 20 años de facciones chinas y drásticamente “subió la parada” instándonos a realizar actividades bélicas y subversivas de mayor envergadura.
Me lo presentaron, me estrechó la mano, y me dijo con mucho misterio: “Puedo hablar contigo en privado”. Jamás olvidaré ese instante, nunca antes -a mi edad- nadie me había pedido hacer un aparte conmigo.
Como había comenzado a admirar la "valentía" de ese muchacho, me fui a un rincón a conversar con él. En sus manos tenía un cartucho, lo abrió y me enseñó un par de petardos y me informó que eran para poner en los salones del segundo y tercer año de bachillerato. Y me dijo algo que despertó en mí una desconfianza que hasta el día de hoy me ha acompañado: “El domingo, al amanecer, antes de las seis de la mañana, quiero vayas al 'Brage Yacht Club' con tus amigos y les voy a dar nueve ametralladoras Thompson para que ataquen la jefatura de policía que está al frente del parque”...
Eso me dio muy mala espina, me sonreí, no le contesté ni una palabra y está demás decirles que al “Brage” no fui en largo tiempo. Antes de un mes este beligerante chinito se apareció en el Instituto junto al presidente de la "Asociación de Alumnos" llamado Ibrahim Rivero, vestidos ambos de verde olvido y con los grados de teniente en los hombros.
Los infiltrados han sido una plaga de desmadrados que superan en culpabilidad a los Comités de Defensa, a las tropas guardafronteras, al ejército y hasta a los generales castristas. Nadie ha hecho más daño, a través de cientos de años de historia cubana, que ellos.
No existe un solo esfuerzo contra el régimen, afuera y adentro de la Isla, que no haya sido penetrado por esta banda de hienas. Al principio nos decían a los cautelosos que éramos unos exagerados y que veíamos fantasmas en todas partes. Después, el tiempo y la hecatombe provocada por ellos - con la estela de muertos, de fusilados, y los largos años de prisión cumplidos por miles de patriotas- nos han dado la razón.
Ahí está la historia contada en un libro desde Francia por uno de esos grandes culpables llamado Dariel Alarcón, alias “Benigno”, sobreviviente de la guerrilla del Che, donde nos informa del tiempo que estuvo infiltrado entre los combatientes entre los combatientes del Frente Norte de Las Villas y las guerrillas de Arnoldo Martínez Andrade y que cuando fue detenido por poco lo fusilan si no hubiera sido por la intervención del general Raúl Menéndez Tomasevich que salió en su defensa y le indicó a sus subalternos que él era un agente del castrato.
Ya les he hablado de Enoel Salas que desembarcó en Cuba junto a Eloy Gutiérrez Menoyo, que cumplió largos años de cárcel y al final de la jornada resultó ser un topo castrista. Se colaron en el M.R.R., en el M.R.P., en las prisiones, en las iglesias, en todas las religiones, en la masonería, participaron en los ataques comandos, y hoy hacen olas dentro de los movimientos de disidentes y opositores.
La lista de los conocidos- los desconocidos suman miles- desde 1959 hasta Juan Pablo Roque en Hermanos al Rescate, David Manuel Orrio, Carlos Serpa y muchísimos más en la actualidad haría interminable este escrito. Sin olvidar al agente "Gerardo" José Manuel Collera Vento.
Quede claro que ninguno de ellos es un "Superman" ni son infalibles, son simplementes unos vampiros y "chupacabras" que se han nutrido de la sangre de nuestros mártires.
Y quizás usted que me lee, como persona misericordiosa que es, sea de los que desean que algún día todos estos
3 Comments:
Esteban sigue siendo un radical. Todo lo critica pero no admite criticas a El...es un Fidel Castro cualquiera cuando ejercia.Para El Don Francisco y el "Gordo" de la TV son unos "pesaos" que NO sirven..Sin embargo el primero cumplio 50 a de exitos y ...continua..y el otro, JUNTO a la flaca,pues ahi continua. Su problema es que el mismo es un FRACASADO a quien nadie le hace caso,solo sus "guatacas" como el mismo llama. Por favor,reconoce que,como una vez te dije,CUBA sera dirigida por los que alli viven...y tendra un mejor futuro con los necesarios cambios,pero hechos por ellos mismos :STEP BY STEP...Cuando no querias a Obama te dije que seria PRES de nuevo y ahi ESTA...Tu radicalizacion de nada sirve,la fuerza ya no funciono en Cuba ni funcionara..Soy anticomunista pero tambien veo que USA esta destruido economicmt y moralm..asi que ..QUE ejemplo pueden dar con tanta matazon,drogas y corrupcion..Eso no lo quiero para Cuba..by by STEVITA..
Señor Ezequiel Sánchez
Cuba no está dirigida por los que allí viven; Cuba está mandada y oprimida por un par de tiranos y sus secuaces, que son una minoría pero tienen las armas y en Cuba solamente la gente afín a la tiranía tiene escopeta de caza deportiva. Los soldados del MINFAR no pueden portar armas y los del MININT solamente cuando están de servicio. Antes de 1959 eso no era así.
Aquello no requiere cambios sino una transformación estructural y total de raíz. LA FUERZA SÍ FUNCIONA EN CUBA, pues la tiranía se mantiene a la fuerza. Tanto la oposición violenta a los Castro y pandilla, debido a que los Castro cerraron los espacios de debate político pacífico, como la oposición pacífica no han derribado a la tiranía, pero tanto unos como otros han salvado la verguenza y el honor de un pueblo, que como todos los pueblos, se mantienen ajeno a la lucha cuando el precio de ella puede ser la muerte real o la muerte icivil o incruenta.
Señor Ezequiel Sánchez, si es que ese es su nombre: usted no es anticomunista, eso es evidente.
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