viernes, marzo 14, 2014

Eugenio Yáñez sobre: Mentirosos, cojos y azúcar prieta

Publicado en Cuba Encuentro.com

Mentirosos, cojos y azúcar prieta

Comisión de la ONU informa que el régimen violó sanciones a Corea del Norte


Por Eugenio Yáñez

Miami

Más pronto se agarra a un mentiroso que a un cojo, reza el refrán. Y el mentiroso régimen cubano cojea más que cojos famosos como Tamerlán, Shakespeare o Talleyrand.

Lo señaló la Comisión de Expertos de la Organización de Naciones Unidas a cargo de la investigación del contrabando de misiles, aviones y motores de avión escondidos debajo de diez mil toneladas de sacos de azúcar prieta en el buque norcoreano Chong Chon Gang en julio del 2013, que hizo público hace un par de días un informe de 127 páginas sobre el hecho. Otra parte del reporte, secreta, fue enviada al Consejo de Seguridad de la ONU sin que se conozca todavía el contenido.

En los últimos tiempos, tanto el régimen como sus sicarios verbales alabaron a la ONU cuando aprobó por vigésimo segundo año consecutivo la resolución de la Asamblea General titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, o cuando eligieron a La Habana para un escaño en el Consejo de Derechos Humanos de esa entidad, o cuando presenta reportes sobre pobreza o violaciones de derechos humanos en Estados Unidos.

Si entonces la ONU parecía al régimen una organización respetable, confiable y citable, sería de suponer que ante este informe sobre contrabando de armas y violación de sanciones internacionales mantendría los mismos criterios sobre esa organización.

Sin embargo, creer eso sería vivir en el País de Las Maravillas de Alicia, la luna de Valencia, o zonas congeladas de Miramar, Nuevo Vedado, Siboney, o los alrededores de Punto Cero y La Rinconada.

La doble moral no la inventaron cubanos de a pie, que aprendieron a adaptarse a ella y sacarle provecho, sino los de zonas congeladas que viajan en Lada 2106, Chaika, Mercedes Benz, BMW, Audi, VW y Hummer. Esos que no saben donde paran el P-1, los taxis ruteros de Cooperativas No Agropecuarias, o los almendrones privados, ni les interesa, porque ese transporte, como el picadillo de soya, el café mezclado con chícharos y las croquetas de claria, es solamente para “las masas”, y ellos son “dirigentes”.

Así que veremos decir ahora que a veces la ONU es “buena gente” y otras un instrumento al servicio del imperio. Y al canciller del régimen, Bruno el Breve, explicar lo malos que son esos tipos de New York. Tal vez resuciten al tronado Ricardo Alarcón para hablar de eso, aunque sin mencionar aquello de la congestión aérea.

Sin embargo, hay mucho más. Antes que fuera pública la captura del barco por Panamá, el régimen había enviado a ese país al viceministro de Relaciones Exteriores, el mismo que este miércoles estaba en Chile acompañando al Vicepresidente Primero para Asuntos sin Importancia, a darle seguridades al gobierno del Istmo de que en el barco norcoreano no se transportaban drogas, lo cual era cierto. Pero decir esa verdad, sin decir toda la verdad -proceder que le encanta a Raúl Castro, según sus propias palabras públicas no en uno, sino en varios discursos- pretendía confundir y engañar al gobierno panameño, y eso podría catalogarse como cualquier cosa menos decente y seria.

(El hoy fallecido General Pedro Mendiondo  Jefe de la Defensa Antiaérea y Fuerza Aérea Revolucionaria (DAAFAR) cuando se  apresó al  buque norcoreano Chong Chon Gang en julio del 2013)

Cinco semanas después de conocerse el incidente del buque norcoreano, falleció en un accidente de tráfico en La Habana el Jefe de la Defensa Antiaérea y Fuerza Aérea Revolucionaria (DAAFAR), quien por su cargo y tipo de armas ocupadas era el encargado de dar la cara a los enviados de la ONU a la Isla para investigar el caso. Falleció a las seis de la tarde y fue cremado al día siguiente, mientras que de los otros pasajeros, su esposa se encontraba en grave estado en el Hospital Naval y los padres de ella ya eran cadáveres. No hubo autopsia conocida ni informes de investigación del accidente. Una situación, cuando menos, interesante.

Del otro lado del planeta, en la oscura Pyongyang, el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas norcoreanas, que había viajado a La Habana para coordinar el contrabando de armas en el buque capturado, desapareció sin dejar rastros. De estar “tronado” en su casa podría considerarse afortunado y feliz, porque lo más probable es que haya sido pasajero en la barca de Caronte hace algún tiempo.

¿Qué sanciones propondrá la ONU contra la dictadura? Se sabrá en algún momento, pero es probable que aparezca una declaración del gobierno señalando que esa comisión de la ONU “no tiene ninguna autoridad moral” para condenar a Cuba. Si esa expresión suena conocida, que quede claro que no es por pura coincidencia.

Estos acontecimientos no cambiarán ni la conducta de La Habana, ni su desprecio a las normas de convivencia internacional, ni mucho menos sus simpatías por los gobiernos más brutales de este mundo.

Por lo tanto, siempre seguirá siendo mucho más fácil agarrar mentirosos en La Habana, aunque se escondan debajo de azúcar prieta, que a cojos.