domingo, enero 25, 2015

De americanos, espías y otras yerbas. Tania Quintero en el marco de las conversaciones entre el gobierno de EE.UU. y la tiranía encabezada por Fidel y Raul Castro


 De americanos, espías y otras yerbas.

 Por Tania Quintero
enero 24, 2015

Los gobiernos, sean del color que sean, tratan de colar a sus espías en todas partes, dentro y fuera de su país. Pero en las cancillerías y embajadas lo excepcional es encontrar a funcionarios que no sean o no hayan sido espías. Mientras más anónimo, mejor es un espía.

Puede que además de su curriculum oficial, Roberta Jacobson tenga otro. Pero como hasta ahora no se ha sabido que pertenezca a la NSA, la CIA o el FBI, aceptemos que es diplomática de carrera y como tal, claro, tendrá que hacer informes a malanga y su puesto de viandas, algo normal en la esfera diplomática.

No es el caso de Josefina Vidal ni de su segundo Gustavo Machín, de quienes se ha divulgado sobre su labor en el espionaje, un oficio tan viejo en el mundo como el de la prostitución. Y quienes tienen más datos sobre ellos es precisamente Estados Unidos.

A pesar de los truenos, los americanos se han sentado a negociar con espías. Lo acaban de hacer en La Habana y lo harán dentro de dos semanas en Washington. Es de esperar que conversen con cien ojos y cien oídos, sabiendo que pisan un terreno en el cual Cuba lleva 56 años metido, con agentes que en Moscú han aprendido de la KGB y de la Stasi en el Berlín de la RDA. Más lo que por su cuenta han podido aprender de los servicios secretos de Estados Unidos, Reino Unido e Israel, considerados los mejores del planeta.

Me parece bien que a partir del 17 de diciembre, fecha de arrancada del Obamacastro, los Estados Unidos sigan siendo consecuente con su política de derechos humanos y no marginen a los disidentes y periodistas independientes residentes en la isla y que son tan cubanos como los que más, porque la cubanía no la da un carnet rojo del partido. Ellos representan mejor a la sociedad cubana que esos mencionados por Josefina Vidal, quien ya ha dejado ver por dónde van los tiros de los representantes de la autocracia verde olivo.

Al margen de las conversaciones oficiales, creo que los americanos además de leer sitios que a diario reportan sobre Cuba y sus opositores, y que permite saber quién es quién dentro de la oposición y el periodismo independiente, debieran tener una fuente neutral y objetiva en la disidencia. Para que inviten a quienes vale la pena invitar, bien por su trayectoria o por su labor en ese momento.

Una anécdota. En los ocho años que fui periodista de Cuba Press, nunca vi con buenos ojos a una serie de personajes, intuía que eran chivatos, los evitaba y trataba de no coincidir con ellos en ningún lugar. Cuando en junio de 1997 violentamente arrestaron a los cuatro redactores de La Patria es de Todos, Martha Beatriz Roque Cabello, Félix Bonne Carcassés, René Gómez Manzano y Vladimiro Roca Antúnez (primo mío por parte de madre), me pareció sospechoso que solo hubieran detenido por unas horas, en Villa Marista, a Odilia Collazo, alias Lili, quien había inventado un ‘grupo de apoyo a la disidencia interna’, para estar a toda hora cerca de los cuatro

Por Ariel Tapia, vecino nuestro de la Víbora y periodista de Cuba Press, Iván y yo sabíamos de la pata que cojeaba la Lili, su partido pro derechos humanos y su ala juvenil, a la cual Ariel pertenecía. Si llamaba la atención que solo la hubieran detenido unas horas en Villa Marista (dijo ella, porque a lo mejor ni eso). más inexplicable fue que ella hubiera decidido casarse con un marido policía que tenía, por los mismos días que el Departamento de Seguridad del Estado (DSE o G-2), decidió arrestar a Martha, Félix, René y Vladimiro.

Odilia Collazo era cúmbila fuerte de los americanos: con el paripé de su partido pro derechos humanos, enseguida sabía los nombres y apellidos de los opositores detenidos, en la capital y en el resto del país, y si los iban a enjuiciar o no.

Cuando en abril de 2003, a raíz de la primavera negra, el DSE decidió ‘quemar’ a varios de sus agentes infiltrados en la disidencia y el periodismo independiente, entre ellos la Collazo, nos dimos cuenta que toda esa información sobre opositores detenidos y esos reportes que hacía sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, y que ella de inmediato se lo soplaba a los americanos, por teléfono o en la SINA (Sección de Intereses, a la cual entraba y salía como Pedro por su casa), era porque el G-2 se lo informaba con lujo de detalles.

La Collazo era punto fijo en todos los convites de los americanos celebrados entre 1995 y 2003, cuando decidieron incinerarla. No sé cómo se comportaría en la SINA, porque me fui de Cuba sin nunca haber estado allí, pero las pocas veces con coincidí con ella en la residencia del jefe de la SINA o de la agregada de prensa y cultura, a los pocos minutos de llegar, enseguida buscaba la manera de hacer un ‘aparte’ con los americanos, en el patio, la terraza o una sala.

Recuerdo que el día que a mi primo Vladimiro le dieron la primera visita en Villa Marista, fui hasta su casa, en Nuevo Vedado, para que su mujer me contara y escribir una nota o decirlo por Radio Martí.

Unos diez minutos después llegó Tim Brown, entonces consejero político en la SINA y que por su aspecto, grande, gordo y colorao, parecía un cowboy. Nos sentamos a la entrada, pero la hija de la mujer de mi primo nos dijo que iba a hacer café y nos invitó a entrar y sentarnos en las sillas alrededor de la mesa del comedor.

Cuando la joven se fue a la cocina, aproveché y le dije a Tim Brown que era evidente que Odilia Collazo había estado infiltrada y probablemente hubiera sido una de las que delató a los cuatro (en el 2000, cuando por motivos de salud a Martha Beatriz la excarcelaron, a Arnaldo Ramos y a mí, Martha nos contó que durante uno de los interrogatorios en Villa Marista, le preguntaron por cosas que solo pudieron saberlo porque se los hubiera dicho alguien que estuvo presente y ya en su celda, recordó que había sido en la embajada de España y que la Collazo a su lado puso su bolso, donde con claridad pudieron grabar todo lo conversado).

Tim Brown reaccionó como suelen reaccionar muchos diplomáticos y extranjeros, diciendo que “los cubanos somos paranoicos”, que donde quiera vemos informantes y espías. Le dije que si me quería creer, me creyera, si no, ése era su problema, que el tiempo daría la última palabra. Y así fue. Llevo once años en Suiza y no sé si actualmente en la SINA hay uno o varios diplomáticos estilo Tim Brown.

Pero por lo que cada leo por internet, tengo la impresión de que la fuente que tienen dentro de la oposición parece está ‘contaminada’ y no es imparcial, pues están suministrándoles aquellos nombres de disidentes y periodistas independientes que al DSE les cuadra, sobre todo en estos momentos, cuando el régimen quiere ser el ganador en el match Obama-Castro, para que antes de que termine el actual mandato demócrata, levanten el embargo, eliminen la ley de ajuste cubano y quiten a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, entre otras demandas de los Castro y sus espías.

En Cuba, ya se sabe, no hay una oposición verdaderamente fuerte ni ha surgido un verdadero líder opositor, con poder de convocatoria entre la población, que llene espacios y no cuatro gatos. Pero en toda la isla hay gente que debía ser tenida en cuenta a la hora de conformar listas de invitados, bien para conversar con congresistas o desayunar, almorzar o cenar con un alto funcionario de la Casa Blanca.

Y que no sean siempre los mismos. Miriam Leiva escribe de pascuas a san juan y ahora vive del cartelito de viuda de Chepe, con mi mayor respeto para ella y su esposo. Estuvo en el teque con los seis congresistas el domingo pasado y el viernes en el desayuno con la Jacobson, en la foto se ve, de espaldas. Ok, fue el domingo con los congresistas, pero a ese desayuno debió haber ido Jorge Olivera, el único periodista independiente del Grupo de los 75 que se ha quedado en Cuba. Otro ejemplo, Elizardo Sánchez, que allá le dicen ‘el camaján’ o el ‘agente juana’, por el libro que le hizo la Seguridad.

Elizardo quiere estar como dios, por todas partes, y eso me recuerda a Odilia Collazo, que no se perdía una y era amiguísima de los americanos y en particular de Tim Brown, quien a cada rato se aparecía en su casa de San Miguel del Padrón (según las malas lenguas era para vacilar a la hija de la Collazo, que tenía tremendo cuerpo). Ok, fue el domingo con los congresistas, pero a ese desayuno, en vez de Elizardo, debió haber ido Sonia Garro y su esposo Ramón Muñoz, el más cojonudo de los actuales activistas, que se subió con un machete en la azotea de su casa y mandó al carajo a los Castro. Sonia y Ramón estuvieron más dos años injustamente encarcelados y su excarcelación, el 9 de diciembre, forma parte de los acuerdos Obamacastro.

Otro que por su trayectoria debió haber ido al desayuno con la Jacobson es Oscar Elías Biscet, otro de los disidentes más cojonudos. Es una lástima que la prisión le haya pasado factura, algo que hicieron a propósito, porque Biscet sí tenía madera de líder, mucho más que otros que ahora están pa’la foto y el figura’o.

Los americanos debieron haber invitado a Biscet porque ellos mismos le entregaron la Medalla por la Libertad. Las personas no son chiclets, que cuando te cansas de masticarlos los tiras. A la gente valiosa, como Biscet, no se le puede olvidar ni tirar pa’la tonga. Tampoco podemos olvidar a Orlando Zapata Tamayo, Laura Pollán y tantos y tantos cubanos que en 56 años han muerto, enfermado o dado los mejores años de su vida para que Cuba sea una nación democrática.

Berta Soler no quiso ir al desayuno, tampoco al coctel de despedida a Roberta Jacobson y según he sabido, dice que no va a ir ningún convite más de los americanos. Espero que lo haya dicho en un momento de calentura, pues si además de Sonia y Ramón hay alguien ante quien hay quitarse el sombrero es ante las Damas de Blanco, cuando Laura Pollán estuvo al frente y después con Berta, a quien han tratado de serrucharle el piso con toda clase de serruchos.

A Antonio Rodiles también están queriendo mandarlo pa’la fábrica de mondongos, encabronándolo para que le dé un infarto, que a su edad puede ser mortal, retirándole el pasaporte o con jugadas sucias. Como la de ayer, que a última hora Elizardo convocó a una rueda de prensa a la 1 de la tarde en su casa, para joderle la conferencia de prensa que con tiempo había convocado Rodiles, para las 2 de la tarde en su casa. Los dos viven en el municipio Playa, pero con tan poco tiempo entre una conferencia y otra, no le resultaba fácil estar en las dos ni los periodistas extranjeros y a los independientes.

Iván ayer cubrió la conferencia de prensa de la Jacobson y después estuvo en casa de Elizardo y de Rodiles, hoy cuando mande las dos notas que me dijo iba a enviar, sabré más detalles, pero cuando hablé con él por el celular, me dijo que la conferencia de prensa de Rodiles no solo fue más numerosa, con más periodistas y disidentes, si no más contundente.

Cinco semanas después del lengueteo obamista-castrista, en Cuba ya está en la candela, en una cocina de carbón, un ajiaco. Sin carne de res, como lo hacían en Camagüey, y sin malanga o ñame, entre otras viandas, pero donde no faltan estos ingredientes:

- El régimen, contento con el regreso de sus espías e ilusionado porque va a poder metérsela por detrás y sin vaselina a los americanos.

- Una mayoría de cubanos soñando ya con Mc Donald’s y autos Ford, o apurando los papeles o las balsas para irse echando, temiendo que eliminen la ley de ajuste (prefieren ver los cambios desde la Florida).

- Campesinos, profesionales y trabajadores por cuenta propia, esperando créditos y abastecimientos que les permita convertirse en pequeños empresarios de verdad y no de mentiritas.

- Militares, segurosos, policías y chivatientes, preocupados porque un día tengan que rendir cuenta de sus actos represivos.

- Los opositores, a priori, divididos en dos grandes bandos: unos a favor del Obamacastro, otros en contra, aunque con matices. Y no descarto que surja un tercer bando que esté con dios y con el diablo, y un cuarto, que le dé lo mismo chicha que limoná.

Si antes del 17 de diciembre no había espiritista, babalao o cartomántica que pudiera adivinar el futuro de Cuba, ahora menos.

Tania Quintero

Postdata.- Por si el viernes en la conferencia de prensa o en el coctel de despedida, Iván tenía oportunidad de hablar con Roberta Jacobson, le mandé a Iván un email con lo que a mí me hubiera gustado preguntarle o decirle. Lo titulé Dos posibles preguntas y una sugerencia a Roberta Jacobson:

Por ley de la vida, a Fidel y Raúl Castro les queda poco. Los cubanos piensan que ya ellos han preparado las condiciones para que la dinastía Castro siga gobernando. ¿Piensa también lo mismo Estados Unidos? Como la oposición cubana no está preparada para gobernar, cuando llegue ese momento, se podría crear una situación de inestabilidad política en Cuba. ¿Que usted opina al respecto?

En las negociaciones secretas que durante año y medio han llevado a cabo Cuba y Estados Unidos, ¿estuvo presente la Base Naval de Guantánamo? Tengo la impresión de que por ahora Cuba no quiere tocar el tema de la devolución de la Base, a diferencia de otros temas en los cuales insiste, como eliminar la ley de ajuste cubano, quitar a Cuba de la lista de países terroristas y, por supuesto, el levantamiento del embargo.

Una sugerencia: que delegaciones de congresistas, políticos y personalidades estadounidenses, no solo hablen con el gobierno y la disidencia, si no también con la gente en las calles habaneras y de otras provincias, porque siempre todo se queda en la capital y La Habana no es Cuba.