Andrés Oppenheimer: Cuba, mucho ruido y pocas nueces
Por Andrés Oppenheimer
as negociaciones del presidente Barack Obama con Cuba para normalizar las relaciones entre ambos países han generado gran entusiasmo en círculos empresariales y casi no pasa día sin noticias sobre grupos de inversionistas y emprendedores estadounidenses que llegan a la isla. Sin embargo, me temo que muchos de ellos van a perder hasta la camisa.En tercer lugar, a pesar de la orden ejecutiva de Obama de abrir el turismo y algunas inversiones en Cuba, la dura realidad es que sólo el Congreso de Estados Unidos puede levantar el embargo comercial de Estados Unidos a la isla y no es probable que eso ocurra en el corto plazo.
Aunque algunos políticos republicanos de los estados agrícolas estadounidenses quieren el levantamiento del embargo para poder exportar a Cuba, el sentimiento mayoritario de los republicanos en el Congreso será negarle a Obama una victoria política que le permitiría pasar a la historia como el hombre que "abrió" Cuba, así como Nixon "abrió" China. "No veo que el embargo estadounidense pueda ser levantado durante el mandato de Obama -me dijo Price-. No creo que pase nada en los próximos dos o tres años."
En cuarto lugar, aunque entrarán más dólares del turismo y las remesas de familiares a Cuba, este ingreso podría ser neutralizado por una caída de los subsidios petroleros de Venezuela, el gran benefactor de Cuba en los últimos años, cuya economía ha caído en picada.
En quinto lugar, como lo han aprendido tantos empresarios españoles y canadienses cuyas empresas fueron confiscadas, Cuba no tiene un sistema judicial independiente que les dé garantías a los inversionistas. Y el propio mandatario cubano, el general Raúl Castro, está diciendo que nada de eso cambiará.
Mi opinión: en el futuro próximo, creo que va a pasar lo que está pronosticando el profesor de negocios de la Universidad Internacional de Florida Jerry Haar, quien dice -sólo a medias en broma- que los únicos que van a ganar dinero haciendo negocios en Cuba son quienes organizan conferencias y seminarios sobre oportunidades de negocios en la isla.
Obama ha hecho bien en ofrecer negociar una normalización de relaciones con la dictadura militar cubana, aunque debería haber puesto más condiciones en materia de derechos civiles y humanos. Pero el gobierno estadounidense, ávido de una victoria en política exterior, debería evitar levantar demasiadas expectativas sobre las oportunidades económicas en Cuba. Por varios años, éstas serán muy limitadas.
Twitter: @oppenheimera.









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