viernes, octubre 02, 2015

¡Un Nobel para Raúl Castro!. Andrés Oppenheimer sobre las peticiones de Raúl Castro en su discurso en la ONU

Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

El supuesto daño  del Embargo norteamericano a la tiranía Castrista   ha sido producto del robo de las propiedades norteamericanas mediante una estatalización pura y dura  mal llamada nacionalización. El  monto y las formas de pagos en las nacionalizaciones  debían dirimirse , según la Constitución Cubana de 1940, en los tribunales de las República de Cuba. La  supuesta restitución de la Constitución de 1940 fue una de las banderas que las fuerzas que luchaban contra el régimen de Fulgencio Batista  enarbolaron  para derrocar a dicho régimen, aunque hay personas que afirman que durante el régimen de Fulgencio Batista, después de las elecciones presidenciales de noviembre de 1954,  se restituyó la Constitución de 1940; es más,  después del golpe del 10 de Marzo de 1952, a petición de 25 personas,  se llevaron al Tribunal de Garantía Constitucionales  los  estatutos provisionales impuestos por el régimen de facto de Fulgencio  Batista y éste tribunal determinó (votación de 10 votos contra 5) que los mencionados estatutos no eran inconstitucionales. Es interesante puntualizar que  los jueces habían sido nombrados por el  gobierno que había sido derrocado por  dicho golpe y que los 5 jueces que votaron afirmando que los estatutos eran anticonstitucionales no recibieron represalias alguna por parte del nuevo régimen.

Ejemplifiquemos más sencillamente la situación: si a usted un ladrón lo asalta   le roba a usted  la billetera  y usted en represalia  golpea duramente al ladrón ¿Usted tendría que pagar la cuenta, recibo o bill de los gastos del hospital donde fue asistido clínicamente el ladrón?
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¡Un Nobel para Raúl Castro!

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El dictador cubano pidió compensación por el embargo de EEUU
Cuba expropió propiedades de estadounidenses por $7,000 millones
Las compensaciones serán el principal escollo entre Washington y La Habana
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Por Andrés Oppenheimer

El dictador cubano Raúl Castro merece un Premio Nobel por caradurismo político: está exigiendo compensaciones económicas por el embargo comercial estadounidense, sin mencionar que la medida fue impuesta después de que Cuba expropió propiedades de estadounidenses por valor de hasta $7,000 millones, y fusiló a miles de personas cuyos familiares nunca han sido compensados.

En su discurso ante las Naciones Unidas a principios de esta semana, Castro exigió “que se compense a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que aun sufre” como consecuencia del embargo. En un informe dirigido a la Asamblea General de las Naciones Unidas el año pasado, Cuba afirmó que tales daños acumulados alcanzan los $117,000 millones.

Yo estaba en la Ciudad de México cuando Castro hizo su discurso en las Naciones Unidas, y los periódicos llevaban grandes titulares sobre la exigencia del gobernante cubano, sin mencionar que las sanciones comerciales de Estados Unidos fueron impuestas en respuesta a las expropiaciones realizadas por Cuba. Como si solo una de las dos partes estuviera en falta.

egún la Comisión para la Solución de Reclamaciones en el Extranjero de Estados Unidos, una agencia semiindependiente del Departamento de Justicia, hay cerca de 6,000 reclamaciones certificadas de propiedades de estadounidenses expropiadas en Cuba, por valor de $1,900 millones, sin contar intereses. Con una tasa de interés anual del 6 por ciento, la cifra total alcanzaría alrededor de $7,000 millones.

Entre las demandas estadounidenses están las de unas 900 grandes empresas, incluyendo Office Depot (que se quedó con los reclamos de la Compañía Cubana de Electricidad), ITT Corporation, Exxon, Texaco, Coca-Cola, Colgate-Palmolive, Firestone y General Motors. Otros miles de reclamos son de individuos estadounidenses que tenían propiedades en Cuba.

La cuestión de la indemnización de Cuba por sus expropiaciones será un gran obstáculo en la luna de miel del presidente Obama y el régimen de Castro. En su discurso en la ONU, Castro dijo que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba no se normalizaran plenamente hasta que el Congreso de Estados Unidos levante lo que queda del embargo comercial contra la isla. Sin embargo, es poco probable que se levante el embargo sin que antes se solucione el problema de las propiedades confiscadas.

Raúl Valdés-Fauli, un abogado de la firma Fox Rothschild en Miami que representa a empresas con reclamaciones en Cuba, me dijo que los legisladores cubanoamericanos en el Congreso “están utilizando el tema de la compensación por las expropiaciones como su principal excusa para impedir el levantamiento del embargo de Estados Unidos”.

Y añadió: “Estados Unidos hace negocios con países totalitarios como China y Vietnam, a pesar de sus problemas de derechos humanos. La diferencia en el caso cubano son los reclamos de propiedades sin resolver”.

Richard Feinberg, un ex funcionario de la Administración Clinton y autor de un estudio de la Brookings Institution sobre los reclamos estadounidenses en Cuba que será dado a conocer en noviembre, me dijo que la exigencia de Castro de que Estados Unidos pague por los daños causados por el embargo “es, en parte, un tema de política interna: Castro quiere mostrarle a su pueblo que no se está doblegando ante las presiones de Estados Unidos, y que está defendiendo enérgicamente los intereses cubanos”.

Feinberg agregó: “Pero también, sin duda, es un arma de negociación: los cubanos están tratando de reducir los pagos de compensación por las propiedades estadounidenses, sobre todo disminuyendo intereses”.

Mi opinión: el discurso ante la ONU de Castro sería un chiste, si no fuera por el hecho de que Cuba es una tragedia, en la que una dictadura decrépita sigue condenando al pueblo a estar entre los más pobres y oprimidos del continente.

Tarde o temprano, si Cuba quiere terminar con la última excusa de quienes defienden el embargo y gana acceso a los préstamos y a las inversiones internacionales, tendrá que negociar las compensaciones por las propiedades expropiadas, al igual que lo hicieron Alemania y Vietnam cuando se reinsertaron en la economía global. Mientras tanto, Castro merece un Nobel de hipocresía política.

Siga a Oppenheimer en Twitter: @oppenheimera

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 Sobre el carácter legal de la Base Naval de Guantánamo de los EE.UU. en Cuba

Por Pedro Pablo Arencibia
1 de octubre de 2015
  La  Base Naval de Guantánamo de los EE.UU. en Cuba ha tenido siempre un carácter legal. También estoy en total  desacuerdo con un nuevo tratado  entre EE.UU. y Cuba, mientras que en Cuba haya un régimen ilegítimo que se ha robado la soberanía que le pertenece  al pueblo cubano.
 
Un nuevo tratado y la permanencia o no de dicha base debe negociarse después que se haya demostrado con los años  que el gobierno  cubano que exista en ese momento  es un gobierno que representa  a la voluntad libre e independiente del pueblo cubano y que no existan otros países, potencias o no, que amenazen su estabilidad y soberanía.  Seria una ingenuidad hacer un tratado con un régimen que no cumple ni respeta los acuerdos, declaraciones y tratados  que firma como son, por ejemplo:   declaraciones   firmadas en las cumbres Iberoamericanas, como es  la Declaración de Viña del Mar sobre gobernabilidad, el no cumplimiento de los tratados comerciales con los entonces países socialistas, en particular con la URSS y la violación de Resoluciones de la Organización de las naciones Unidas, ONU,  como fue violar  el embargo de armas a la tiranía de Korea del Norte  al capturarse el barco Chong Chon Gang  en julio de 2013   en Panamá. A la tiranía  Castrista le conviene que los EE.UU.  desocupen esa base para arrendársela a  Rusia y así  garantizar la estabilidad del Castrismo en Cuba en caso de que el Castrismo se encuentre en peligro de ser desalojado del Poder en Cuba. A Rusia le conviene esa base para eliminar una base que puede detectar los submarinos silenciosos que se pueden ocultar en la grieta oceánica que existe en el Paso de los Vientos (entre Cuba y Haití) y en la muy profunda Fosa de Battle a la vez que sirve de apoyo a su esfera de influencia en América Central y parte de Sudamérica. Es probable que  la condonación a Cuba del 90 % de varias decenas de miles de millones de dólares con la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, deuda  que heredó Rusia, tenga que ver con la base Naval de Guantánamo de los EE.UU..

Repasemos un poco la historia para demostrar el carácter legal que posee  la Base Naval de Guantánamo de los EE.UU..
 
 Don Tomás ha sido, incluyendo a los hermanos y tiranos Fidel y Raúl Castro Ruz,  el único mandatario cubano que ha expulsado de Cuba,  declarándo persona non grata,  a un embajador norteamericano; al embajador H.G. Squiers. El  gobierno de Don Tomás negoció de tal manera lo relativo a las bases carboneras, o estaciones navales militares norteamericanas en Cuba,  que de cuatro carboneras que pedían los norteamericanos, incluyendo una en la bahía de La Habana, las redujo a una sola en Guantánamo, no permitiendo la compra de los terrenos, sino solamente el arrendamiento de ellos; el Tratado de las Relaciones Permanentes entre EE.UU. y Cuba del 29 de mayo de 1934, que abroga en su artículo 1 el Tratado del 22 de mayo de 1903, plantea con relación a las bases carboneras que ellas continuarán bajo las condiciones del Tratado de 1903 (bajo el arreglo referido a las bases carboneras del 2 de julio de 1903) hasta que EE.UU. abandone la base o  ambas partes contractantes  determinen de mutuo acuerdo sus límites, etc,

Tomado de http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/5/2141/22.pdf

Los textos de la Enmienda Platt en 1901  y los tratados de 1903 y 1934  sobre las relaciones con los EE.UU.   se entenderán mejor cuando los veamos bajo  eventos de la época, pues ellos limitaron significativamente la posibilidad de una agresión extracontinental por parte de las potencias europeas como la efectuada por Alemania, con la ayuda de Inglaterra, a Venezuela en 1901 mediante los bombardeos a La Guaira, Maracaibo y Puerto Cabello, por ésta no pagar las deudas adquiridas con un poderoso consorcio alemán. Anteriormente, en 1897, la marina alemana ya había realizado demostraciones de fuerza en Haití. Pero con las bases carboneras se aseguraba también la protección del Canal de Panamá; un ejemplo es que  el imperialismo japonés planeó la captura del Canal de Panamá durante la II Guerra Mundial; quizás en los archivos de otras potencias militares  se encuentren planes similares. Algunos estrategas militares subestiman el papel de la base Naval norteamericana en Managua, como quiizás dieron por obsoleta, en determinado momento por las armas de hoy en día, la base rusa en Crimea y que provocó que Rusia se anexara a parte de Ucrania. No sólo hay que ver los triunfos o derrotas políticas, sino los triunfos y derrotas militares en un mundo cada vez más convulso e impredecible.