Informe: Cuba deriva sus mayores ingresos del tráfico de personas ejercido por el Estado
Informe: Cuba deriva sus mayores ingresos del tráfico de personas ejercido por el Estado
**********
Cuba no solo practica la trata de personas, sino que obtiene la mayoría de sus divisas de dos formas de esta: la exportación de sus profesionales en condiciones de servidumbre, y la emigración promovida pro el Estado, asegura un informe de Human Rights Foundation y Archivo Cuba.
**********
[Esta nota se basa en un informe de HRF
Cuba no solo practica la trata de personas, sino que para obtener divisas depende de dos formas de tráfico humano ejercidas desde la cúpula: la exportación de los servicios de sus profesionales en condiciones de servidumbre, y la migración forzosa o estimulada por el Estado, cada una de las cuales deja más dividendos contantes y sonantes que la primera industria del país, afirman Human Rights Foundation (HRF) y Archivo Cuba en un informe a la relatora de las Naciones Unidas (ONU) sobre el tema.
El documento fue remitido el pasado viernes a Maria Grazia Gianmarinaro, la relatora especial sobre el tráfico de personas, quien se convirtió la semama pasada en la primera funcionaria de derechos humanos de la ONU en ser recibida en la isla en los últimos diez años.
El informe elaborado por María Werlau, Directora de Archivo Cuba, y Mark Lagon, ex Embajador de Estados Unidos para la lucha contra la trata de personas, asegura que “Lejos de luchar contra el tráfico humano, el gobierno cubano es probablemente uno de los mayores y más lucradores traficantes del mundo”, dice el reporte. “Lo que hace el caso cubano único –y sorprendente─ es que el tráfico humano es una operación dirigida por el gobierno, frecuentemente con cómplices, participantes y promotores de todo el mundo”.
El documento asevera que el tráfico de seres humanos en Cuba ha crecido exponencialmente en la última década y consta de cuatro facetas diferentes: I) exportación de servicios de trabajadores profesionales temporales; II) emigración forzosa o patrocinada por el Estado; III) Trabajo forzoso y tráfico sexual; y IV) Exportación de sangre y órganos humanos
Las dos primeras constituyen las dos principales fuentes de ingresos del gobierno.
Profesionales en servidumbre
En el caso de los servicios profesionales, trabajadores de la salud, pero también maestros, entrenadores deportivos y técnicos de todas clases son despachados por meses o años a otros países por cerca de 90 entidades estatales bajo el auspicio del Centro de Promoción del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, un negocio enorme y creciente
(El ex ministro de Economía José Luis Rodríguez reportó recientemente que el promedio anual de ingresos derivados de la exportación de servicios profesionales entre 2011 y 2015 fue de 11.543 millones de dólares, la mayor fuente de divisas del país)
El documento precisa que junto con sus trabajadores, el régimen cubano exporta ─incluso a países democráticos─ su habitual represión en materia laboral y contra los derechos humanos.
Los trabajadores deben dejar atrás a sus familias y, mientras se encuentran en el extranjero, deben aceptar la entrega de la mayor parte de su salario al Estado cubano. A los trabajadores de la salud, incluidos los médicos, se les impide obtener sus registros educativos o sus credenciales profesionales, y si desertan, durante años se les impide reunirse con sus familiares; los seres queridos dejados atrás sufren a su vez represalias y hostigamiento sistemáticos.
Entrevistas con trabajadores de la salud y reportajes en medios de comunicación de diferentes países indican que, mientras prestan servicio en el extranjero, muchos de estos trabajadores enfrentan considerables dificultades; normalmente deben trabajar largas jornadas sin descanso, soportar restricciones arbitrarias de movimiento, se les prohíbe socializar con los lugareños, y se les retienen sus pasaportes.
En algunos lugares, son enviados a vivir en lugares remotos, inseguros e incluso peligrosos; sus alojamientos carecen de privacidad, higiene y comodidades elementales, y sus estipendios son insuficientes para cubrir las necesidades más básicas. Son por otra parte sometidos sistemáticamente a vigilancia y control por parte de agentes y espías enviados por el gobierno de Cuba o que trabajan para Cuba en el país anfitrión.
Estas prácticas que comprenden a más de 64.000 profesionales cubanos, constituye según concluyen Archivo Cuba y HRF, una forma de esclavitud, y violan las normas internacionales sobre la prohibición de la servidumbre.
Sobrevivir, emigrar, enviar remesas
Mientras tanto la emigración "forzada" o "promovida por el Estado" no es una forma típica de tráfico de personas, pero está teniendo lugar a gran escala y resulta, según el informe, de las prácticas directas e indirectas de la sociedad cubana, que empuja y / o hace posible que sus ciudadanos desesperados emigren por decenas de miles cada año.
La práctica busca aliviar la presión política y económica sobre el gobierno, al tiempo que genera a corto o más largo plazo miles de millones en ingresos.
El informe menciona evidencia anecdótica sobre planes presuntamente dirigidos por operativos o agentes encubiertos del régimen, en particular del Ministerio del Interior, quienes fingen ser agentes libres, y facilitan documentos de viaje o emigración a los cubanos, o les conducen por aire mar y tierra, poniendo sus vidas en peligro, y exigiéndoles unos $ 10.000 por cabeza.
Parte del mecanismo que propulsa la masiva corriente migratoria ─que se fortaleció desde que una reforma legal interna en 2013 eliminó el llamado permiso de salida─ es el mantener a la población en la supervivencia y el hostigamiento.
El estudio señala que al menos 389.000 cubanos llegaron a los Estados Unidos (de manera legal e irregular) en los ocho años de la Administración Obama (2008-2016).
Una vez que los cubanos llegan a otro país, particularmente a los Estados Unidos, donde hasta el 12 de enero pasado podían ingresar casi automáticamente, comienzan a enviar remesas, mercancías y todo tipo de asistencia a sus familiares.
Según expertos, las remesas familiares y la asistencia en especie que fluyen a Cuba solo desde los Estados Unidos superan los $ 5.000 millones al año.
Los ingresos de Cuba en 2016 provenientes de la industria turística, a menudo considerada la locomotora de la economía cubana, fueron estimados por el ex ministro Rodríguez en $ 2.800 millones.
[Esta nota se basa en un informe de HRF y Archivo Cuba]
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home