martes, abril 18, 2017

Esteban Fernández: ¡GLORIA ETERNA A LOS INVASORES DE LA BRIGADA DE ASALTO 2506 QUE COMBATIÓ EN BAHÍA DE COCHINOS EL 17 DE ABRIL DE 1961 PARA LIBERAR A CUBA DE LA TIRANÍA CASTRIO COMUNISTA!

¡GLORIA ETERNA A LOS INVASORES!
 

Por Esteban Fernández
17 de abril de 2017

Ocho aviones B26 salían de Puerto Cabeza Nicaragua hacia Cuba. Era el paso inicial de la liberación de Cuba. Por la mañana del sábado 15 de abril del año 1961 recibimos las primeras noticias de que aviones prometedores de que la libertad se avecinaba atacaban el aeropuerto de Columbia, la Base Aérea de San Antonio de los Baños y el aeropuerto de Santiago de Cuba. Brincos de alegría dábamos. Era el preludio de lo que sería dos días más tarde LA GLORIOSA INVASIÓN DE PLAYA GIRÓN.

Existen dos expresiones mágicas que nos dividen a nosotros en “cubanos de mentes libres” y en “cubanos adoctrinados”. Solamente tenemos que referirnos de una forma o la otra a los miembros de la Brigada 2506 y ahí mismo nos definimos. Para los que han sido víctimas del adoctrinamiento, y les han lavado el cerebro el castrismo, los brigadistas fueron “unos mercenarios” mientras para nosotros fueron “los bravos de la película”.

Pero la verdad es una sola: los Brigadistas fueron unos leones. Solamente mil y pico de patriotas que se batieron con una fuerza extremadamente superior (yo creo que como de 200 a uno) y que no ganaron esa desigual batalla simplemente porque no tuvieron el apoyo aéreo que requería la situación.

Nada me repugna más en el mundo, ni me hace sentir más triste que cuando un compatriota mío se refiere a quienes fueron, son y siempre serán UNOS PATRIOTAS como “mercenarios”. Eso me hierve la sangre.

Y me entristezco por quienes se manifiestan así porque me demuestran con una sola palabrita que han sido vilmente engañados, que sus cerebros han sido lavados, y que son unos ignorantes de lo que verdaderamente pasó en nuestra nación a mediados del mes de abril de 1961.

¿A que no saben y nadie les ha dicho (y eso lo vi yo personalmente) que fueron los fidelistas los que cobardemente corrieron a quitar de las puertas de sus casas los letreros de “Gracias y esta es tu casa Fidel” y que eliminaron los cartelones de COMITÉS DE DEFENSA de sus hogares? Y que cuando se enteraron que habían triunfado las hordas castristas entonces corrieron a ponerse unos recién estrenados uniformes de milicianos. Dios bendiga a todo el que participó de una manera u otra en este esfuerzo supremo por lograr nuestra libertad. Cien abrazos y mil aplausos a todos los Brigadistas aún vivos, y a los muertos GLORIA ETERNA.

Acto seguido del fracaso de Playa Girón vino la hecatombe. Simplemente les cuento lo que pasó en mi entorno después del descalabro de la invasión. Y muchas veces he notado al paso de los años, que todo lo que sucedió en mi terruño estaba siendo simplemente una copia de lo que ocurría en el resto de la nación que iba a paso de conga hacia la esclavitud.

De madrugada se sintieron gritos de “¡Viva Fidel y Viva la Revolución!”. Eso me dio mala espina porque hasta ese instante los miembros de los Comités lucían amedrentados y quitando los carteles y consignas de sus puertas. Y esa euforia colectiva de los esbirros me dio a entender que habían sido informados de la victoria castrista en Bahía de Cochinos.

Esa noche sentí inmediatamente una gran tristeza y una abrumadora decepción. Desde luego, esa desilusión no me llevó, como a muchos, a traicionar mi sincero anticastrismo.

Si haber perdido esa oportunidad de ser libre era frustrante peor fue la actitud asumida por una tonga de descarados. Ya el próximo día al salir para la calle noté que determinadas personas con las cuales siempre compartía mis críticas contra la recién instalada dictadura al saludarlos me daban “de lado” y esquivaban responder a mi saludo. Hasta evitaban mirarme a los ojos.

Tremenda sorpresa que recibí cuando dos días después iba caminando por la calle Pinillos y me topé con un “amigo” considerado por mí como un furibundo anticastrista y de pronto pude verlo de completo uniforme de las milicias con una metralleta checa en sus manos. ¿Había sido un infiltrado? No lo creo, era un simple oportunista. Nos ignoramos mutuamente. Yo estaba muy bravo y él lucía apenado. Mucho tiempo después nos encontramos en Miami y yo actué como si nunca lo hubiera visto en mi vida.

Los ingresos en las milicias rompieron récords y miles y miles de compatriotas comenzaron a iniciar los trámites para abandonar a Cuba. Inicialmente yo consideré un grave error salir del país pero mis padres me convencieron que era la opción correcta para mí. Eso o la cárcel.

La presentación de algunos brigadistas por la televisión ayudó a que la derrota fuera más amarga. Dios bendiga eternamente a Felipe Rivero, Tomás Cruz y a varios más que lograron levantarnos la moral.

Fidel Castro nos dio la razón a quienes considerábamos que la revolución era comunista y no “tan verde como las palmas” como sostenían los apapipios. Rugió la bestia: “Somos marxistas leninista y lo seremos hasta los últimos días de nuestras vidas”… Y todo el estiércol ambulante de la nación respondió: “¡Si Fidel es comunista que me pongan en la lista!”.

Los principales líderes internos de la verdadera oposición fueron pasados por las armas en La Habana. Fueron llegando a mi pueblo los güineros que habían sido apresados.

Exactamente 16 meses más tarde abandoné aquel infierno Atrás quedaron muchos patriotas y muchísimos H.P. Hoy en día a Tirios y Troyanos nos los podemos encontrar haciendo los mandados en cualquier Sedano.