miércoles, julio 19, 2017

Esteban Fernández: LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

Por Esteban Fernández
18 de julio de 2017


Me las doy de ser muy observador, sin embargo, he aprendido que en la vida muchas observaciones a primera vista chocan contra una célebre frase que dice “Las apariencias engañan”.

Ted Bundy, un tipo bien parecido, alto, elegante, fino y cortés al hablar, brillante estudiante de Derecho, graduado de sicología, pero les estoy describiendo a uno de los peores asesinos en serie que ha dado esta nación.

¿Quiénes fueron mis mejores clientes durante los 14 años que estuve de manejador de una casa de cambios de cheques? Casi todos fueron los que en un principio prácticamente -y a primera vista- yo hubiera deseado que desaparecieran del negocio.

Tuve dos “Hells Angels” que llegaron separadamente y en diferentes momentos a la casa de cambios. Tatuados, haciendo un escándalo con sus motocicletas, uno venía con un perro pastor alemán que asustaron (el perro y el motociclista) a los clientes.

En ambos casos hice esfuerzos descomunales por no cambiarles sus cheques. Entre los dos dediqué casi media hora tratando de demostrar que los cheques eran falsos. No encontré nada malo con ellos. Y a regañadientes y con temor se los cambié. Una semana estuve asustado esperando a que los cheques rebotaran. No fue así.

A la segunda vez que regresaron ya no tenía excusas para evitarlos como clientes. Los dos estuvieron llegando al establecimiento más de cinco años. Y resultaron estar entre los mejores clientes que tuve en California Quick Check.

Mientras tanto llegaron hombres en trajes, con portafolios, agradables, atentos, educados y muchas veces metieron cheques sin fondos.

Tuve una muchacha preciosa, rubia, de ojos azules, parecía una princesa. Piense en Ivanka Trump y es el mejor reflejo de esta joven. Resultó ser tremenda delincuente y estafadora. Y les digo -hasta con pena- que era tan bella que todavía me enternece el recuerdo de esta bandida.

Se apareció un detective encargado de fraudes. Me preguntó por ella, le di la descripción que ya les di a ustedes sobre la estafadora. Le dije: “Cuando la conozcas en persona te va a costar mucho trabajo querer tirarla en prisión”. Se sonrió y me dijo “No se preocupe, yo soy un profesional que no se lleva por las apariencias personales”. ¿Me creen si les digo que terminó casado con ella?

El racismo también es una tontería que choca con la misma brillante expresión de “las apariencias engañan”. Hay quienes se creen que ser negro es sinónimo de ser malo. Y mi experiencia tratando con el público me permite asegurar que también entre MIS MEJORES, FIELES Y HONRADOS CLIENTES tengo un montón de negros. Hoy en día han dejado de ser mis clientes (trás mi retiro) pero siguen siendo mis amigos.

Conozco un compatriota que es multimillonario, es dueño de varios negocios. Fue al dealer de la Cadillac, con un pulóver empercudido, un pantalón de mezclilla que tenía como cinco años y unas sandalias viejas. Ningún vendedor se le acercaba, todos lo ignoraban, sólo logró la atención de una mulatica vendedora y esta le señaló donde estaban los carros usados y viejos. Y él sacó la chequera y le dijo: “Quiero esos dos Cadillac nuevos de paquete, el rojo y el negro, uno para mí y otro para mi mujer”. Y todos los vendedores le cayeron en manada para congraciarse con él.

Personalmente yo vi a un joven faltarle el respeto en la pista de baile de la Casa Escobar de la Ciénaga, en Los Ángeles, a un infeliz ancianito que estaba con una escultural muchacha. Y tremendo susto que pasó el atrevido cuando los guardaespaldas del viejo mafioso casi lo sacaron a patadas del lugar.

¿Ustedes no han visto a famosísimos artistas de cine que van a entrevistas televisivas y lucen unos andrajosos? El que no los reconozca pensará que son unos homeless.

Sí, mis estimados amigos, es magnífico ser buen observador, pero siempre hay que estar claros en que un chinito flaquito y desgarbado puede ser cinta negra de Karate, una enanito puede usar una ametralladora y un limosnero puede ser un Howard Hughes en potencia.