Esteban Fernandez: RESPUESTA A UNA IGNORANTE (Y A TODOS LOS QUE PIENSAN COMO ELLA.)
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La Cabaña, Cuba Abril 17 de 1961 A mis compañeros estudiantiles y al pueblo de Cuba en general:
En estos momentos me encuentro esperando la sentencia del tribunal que me juzgo. La muerte no me preocupa, porque tengo fe en Dios y los destinos de mi Patria. Mi muerte será otro paso atrás de los que creen que pueden ahogar con sangre las ansias de libertad del pueblo cubano.
No le temo, que venga la muerte; yo voy feliz porque ya veo libre a mi Patria, ya veo como suben jubilosos mis hermanos la gloriosa Colina, ya no habrá más odio entre hermanos, ya no habrá gargantas que pidan paredón. Todo será amor entre cubanos, amor de hermanos, amor de cristianos.
Pobre Cuba, cuanto has sufrido, pero la Cuba nueva surge del odio para sembrar el amor, de la injusticia para sembrar la justicia, justicia social, no demagogia engañadora de pueblo; una Cuba madura porque ya conoce todos los engaños y a los farsantes; una Cuba para los cubanos y “con todos y para el bien de todos”.
A ti, estudiante, te cabe la gloria de liberar a la Patria y de levantar esa Cuba nueva.
¡VIVA CRISTO REY!
¡VIVA CUBA LIBRE!
¡VIVA EL DIRECTORIO REVOLUCIONARIO ESTUDIANTIL!
Firma: Virgilio Campaneria Ángel
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Queridos viejos:
Acabo de recibir hace unos momentos la ratificación de la Pena de Muerte y es por eso, ahora que estoy en el final, que les escribo estas líneas. No me creerán pero puedo asegurarles que nunca he tenido tanta tranquilidad espiritual como en ese momento: me siento con sinceridad muy contento presintiendo que dentro de poco estaré con Dios , esperando y rezando por Uds.
Hoy en el juicio vi a mis hermanos y padrinos llorando Y eso por que? No y mil veces No. Se que lo de hoy es doloroso para Uds., pero quiero que se sobrepongan y piensen que Dios en su infinita bondad me ha dado esta gracia de ponerme a bien con El, y todos deben de agradecérselo.
Adiós viejucos, tengan mucha fe en la Vida Eterna que yo intercederé por todos Uds.
! VIVA CRISTO REY !
Besos y abrazos, no lágrimas, a todos.
Adiós hermanos, padrinos y familia
FE EN DIOS.
Alberto
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Tomado de http://www.hermanos.org
20 de abril de 1961
Queridos padres y hermanos:
Sé lo que representa para ustedes el momento en que reciban la noticia de mi muerte encontrándose ustedes lejos de donde yo estoy. Quiero decirles que esto fue siempre lo que yo le pedí a Dios. Creo que hubiera sido para ustedes un sufrimiento mayor moral y quizás físico si hubieran estado aquí y hubieran tenido que pasar por todo este tiempo que entre mi prisión y mi muerte duró 32 días.
No tienen en ningún momento que abochornarse de mi prisión y fusilamiento, al contrario, espero que estén orgullosos de su hijo y que sepan adoptar una postura correcta en el momento en que Dios y la Patria pedían el sacrificio de su hijo. Quiero que sepan que era la única postura que podía tener en situaciones como la que está atravesando la patria en estos momentos.
Esto lo estoy escribiendo a las 2 a.m. del día 20 de abril. Estoy en una celda que le dicen capilla, ya que mi muerte es cuestión de minutos. Quiero que de esta manera sepan ustedes que mi último pensamiento en la tierra fue para ustedes y mis queridos hermanos.
Padres, hermanos, sólo tengo una terrible preocupación, pero confío que siendo mi última voluntad esta preocupación deje de serlo y se convierta en una gran alegría, ella es la vida espiritual, la vida religiosa de ustedes. Saben que siempre mi preocupación fue la Religión Católica y tratar de hacer la voluntad de Dios; en estos momentos estoy seguro que la estoy cumpliendo y quiero que esta muerte mía, de la cual deben de estar orgullosos, sirva para que ustedes papá y mamá, me hagan la promesa de ir a misa todos los domingos y de confesar y comulgar los dos y después hacerlo regularmente.
Que mis hermanos Manolito e Isidro hagan ejercicios espirituales, anualmente, que se confiesen y comulguen mensualmente y vayan a misa todos los domingos. Traten de ser buenos esposos con esas dos joyas que tienen, Laurita y Fifí, a las cuales también les pido mejoren su vida espiritual. Para mi sobrín Carlos Manuel que le digan lo mucho que su tío lo quería, que murió para que tuviera una Cuba digna y católica y por favor que vaya a un colegio católico. Recuerden que es más importante salvarse que saber inglés. A mi ahijado y mis dos sobrinas muchos besos. Que vayan a colegio católico y que sean buenos hijos todos.
En estos momentos en que la muerte toca a la puerta sabrán, padres y hermanos, que estoy con gran tranquilidad, lo mismo que todos mis compañeros, ya que ello me abre las puertas del cielo y de la dicha eterna. Además, me lleva al lado de abuelito y de mis abuelos donde, si Dios quiere, los espero a todos.
Recuerden, no lamenten, esto es lo mejor. Recuerden que los espero en el cielo, que tengan fortaleza como yo la tengo en estos momentos y que me voy con una sola preocupación de su vida espiritual. Por favor, no la abandonen, que en ningún momento mi problema vaya a afectar al catolicismo de ustedes, al contrario, lo fortalezca.
Sin más, esperándolos en el cielo, queda su hijo, que nunca los olvida y los espera con los abuelos,
Rogelio
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TESTIGO DEL SACRIFICIO
(HACE 50 AÑOS)
Por Tomás Fernández-Travieso
El sol se ponía cuando salimos del juicio. Luis Fernández-Caubí fue el único abogado que se atrevió a defender nuestra causa. El juicio demoró sólo 20 minutos; lo interrumpió varias veces el ruido de los tanques de guerra destacados en La Cabaña corriendo hacia Playa Girón: era el 17 de abril de 1961.
Cuando iban a fusilar, dejaban solamente en capilla a los condenados a muerte. El único que sabíamos que ya estaba allí era Carlos Rodríguez Cabo. A su compañero de causa, Efrén Rodríguez López, le pidieron 30 años. Lo habíamos dejado en la galera y cuando vino a despedirse de nosotros, muy apenado, dijo: “Miren, perdonen que les pida esto, pero seguro que ustedes no regresan. Salúdenme a Carlitos allá”. No pudo seguir hablando. Nos abrazó llorando. Caminando esposados cruzamos el puente levadizo. Abajo, en el foso, un palo solitario se alzaba delante de unos sacos de arena. Virgilio Campanería Angel y yo íbamos esposados juntos. Alberto Tapia Ruano venía solo.
Al llegar a la prisión, desde el patio al otro lado del rastrillo, muchos compañeros nos saludaron en silencio. Nos pasaron a través de una galera donde dormían los guardias, hasta llegar a la capilla (galera interior dividida en cuatro celdas con un pasillo central). Continuamos caminando por un largo pasillo. Cuatro guardias nos escoltaban. Atravesamos tres rejas con gruesos candados. Al entrar en la capilla, desde una de las celdas, la voz de Efrén, fuerte y decidida, nos saludó: “Parece que me quieren tronar (fusilar) también. Me elevaron la condena de 30 a paredón. Además, Carlitos estaba muy solo y no podía abandonarlo”, agregó riendo Efrén. Compartimos la información que teníamos del desembarco por Playa Girón que apoyaría el movimiento clandestino. Efrén y Carlitos eran de Rescate Revolucionario; Virgilio, Alberto y yo del Directorio Revolucionario Estudiantil. Nos metieron en una celda iluminada por una lámpara de luz fría con dos literas sin colchón y un hueco en el piso que servía de inodoro.
Al poco rato trajeron a Lázaro Reyes Benítez y a Filiberto Rodríguez Ravelo, ambos de Güines. Filiberto se había ganado el apoyo de “el marciano” ya que desde que llegó a La Cabaña insistía en que él era un extraterrestre y que estaba en contacto permanente con los marcianos. Después llegó José Calderín, quien junto a Lázaro y a Filiberto fueron a otra celda. Por último, Carlos Calvo Martínez; al igual que Virgilio y Tapita tenía 21 años. Lo acusaron de poner la bomba de El Encanto. Lo metieron en nuestra celda.
Ya estábamos todos. Un guardia trajo las sentencias. A mí me conmutaron la pena de muerte por 30 años de prisión “porque esta gente no va a fusilar a un menor de edad”, me explicaron todos. Ya no pude seguir compartiendo los cantos y los chistes de los demás. Me convertí en el depositario de sus recuerdos, el enlace con la vida. Yo sería el testigo de su sacrificio. Pasaron horas. No sé, ahí no existe el tiempo. Rezamos el rosario, todos teníamos rosarios. Por fin las tres cerraduras crujieron y pasos de botas resonaron en la capilla. El sargento Moreno llamó el primer nombre: “Carlos Rodríguez Cabo”. “Presente”, gritó con voz firme. Dos guardias con fusiles lo escoltaron hasta la puerta de nuestra celda. Nos abrazamos a través de los barrotes. Me encomendó a su hija, le dejaba su sortija y dijo: “ánimo, que tengas suerte”. Al rato el sonido de los fusiles FAL llenó la capilla, seguido de un tiro de pistola. “El sargento Moreno es el que da los tiros de gracia”, me habían dicho. Las tres cerraduras se abrieron otra vez, ahora para Efrén. Respondio: “Presente”.Me abrazó entre las rejas, le dejaba su fosforera a la esposa Los FAL sonaron cerca, seguidos de un tiro de gracia. El tercero fue Virgilio. En el último abrazo me dijo: “Tommy, voy a gritar un Viva Cristo Rey, Viva Cuba Libre, Viva el Directorio, que le va a traquetear los cojones. Alberto (Tapita) se abrazó a mí: “Ojalá que yo vaya después”. Abrazados escuchamos a Virgilio cumpliendo su promesa, sonaron los FAL y después tres tiros de gracia. “Alberto Tapia Ruano”, llamó Moreno. “La Virgencita me oyó”, dijo Tapita con alegría. Salió rápido. Quedamos Carlos Calvo y yo en la celda. “¿Crees que Tapita contó los tiros de gracia de Virgilio?... Fueron tres. De todas maneras él lo va a ver en el suelo, no hay tiempo de quitar los cuerpos entre uno y otro…”, dijo.
El cuarto fue Filiberto, quien, reconociendo su broma, me confesó: “Ya ni los marcianos pueden salvarme del trueno (paredón)”. Salió cantando el Himno Nacional. Le dieron dos tiros de gracia. “Lázaro Reyes Benítez”. “Presente”. Me abrazó y salió. “José Calderín”. “Presente”. El penúltimo abrazo y salió. Carlitos Calvo fue el último. Ya yo conocía toda su vida. Antes de que abrieran las rejas, me pidió: “Cuenta mis tiros de gracia y me lo dices allá arriba”.
Fueron ocho en La Cabaña, hace 50 años.
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EN ESTE MURO ME LIMPIO CON LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DE LOS IGNORANTES Y MAL INTENCIONADOS.
Por Esteban Fernandez
2 de marzo de 2018
Con respecto a mi respuesta a la ignorante que hizo un video atacándonos estoy recibiendo cientos de "like" en Facebook y un montón de comentarios positivos para mi escrito y criticando a la atrevida. Sin embargo, unos pocos comentaron en defensa de la adoctrinada basándose en la libertad de expresión.
Y la mayoría de mis discrepantes pregunta: ¿Y...qué lograron con todas esas acciones? La respuesta es muy sencilla: Logramos poder sentirnos orgullosos con la tranquilidad que solo produce el deber cumplido. ¿Pueden ellos decir lo mismo?
Es decir, gente que jamás protestó por la falta de libertad de expresión cuando estaban en Cuba vienen a bailar en la casa del trompo. Borré los comentarios favorables a esta atrevida y me tomé el trabajo de bloquear a sus autores.
Yo soy un selectivo defensor de la libertad de expresión, y para ser sincero, me duele y me molesta la libertad de expresión cuando la libertad de expresión se usa en contra de la causa cubana. Porque ese exilio histórico cubano, según yo, TIENE LA RAZÓN EN TODO y cuando está en mis manos nadie puede discrepar de ellos. Me incomoda de sobremanera la libertad de expresión cuando, en determinados casos, considero que va en contra de LA LIBERTAD TOTAL Y ABSOLUTA DE CUBA.
¿Qué en los Estados Unidos existe la libertad de expresión y que los patriotas cubanos deben aceptar y acatar las críticas? Yo estaría de acuerdo si todos acataran eso.
Pero no es así, y al que discrepe de mí yo le pido que vaya a Los Angeles Times o a cualquier periódico de este país y trate de que le publiquen un escrito diciendo que es incierto (o una exageración) el holocausto cometido por Hitler en contra de los judíos. Y si se lo publica alguien (que lo dudo) entonces usted verá la reacción brutal de todos los judíos del mundo en contra de ese escrito. A ver si alguien se atreve a llamarle públicamente TERRORISTA al africano Nelson Mandela.
Me molesta la libertad de expresión, cuando sirve para que los miembros del exilio glorioso cubano tengan que aceptar que donde quiera que vayan tienen que ver a gente con camisetas con la efigie del Che Guevara. Y yo pregunto ¿Sirve para que algunos puedan andar por ahí con camisetas con la foto de Adolfo Hitler? Al que haga eso lo hacen picadillo.
Mucha gente critica a los viejos patriotas exiliados, y cuando se defienden los llaman “intransigentes” pero yo quisiera ver (en el país de la libertad de expresión) que alguien se atreva a escribir un editorial defendiendo al Ku Klux Klan.
El exilio cubano, el verdadero, el anticastrista, tiene la razón en todo, y es más TUVO LA RAZÓN DESDE EL MISMO MES DE ENERO DE 1959. Y con ese exilio no se debe discrepar sino pedirle consejos.
Si todos les hubieran hecho caso, desde el principio, se hubieran evitado ríos de sangre en Cuba y se hubiera evitado la destrucción de Cuba. Y hoy el Exilio Patriótico cubano dice una cosa y tiene toda la razón: No hay arreglo entre los cubanos mientras quede vivo un solo fidelista y quede vivo un solo patriota cubano.
Cuando se oponen a que los Van Van toquen en los Estados Unidos los llaman “cavernícolas” pero me encantaría ver a un grupo de músicos defensores del nazismo tocando en un barrio judío de los Estados Unidos, o unos defensores de la “Supremacía Blanca” cantando en Compton o en Watts o en Harlem.
Quieren cerrarles el paso siempre con esa matraquilla de “la libertad de expresión”. Sí, se trata de libertad de expresión para llamarles a los patriotas “Mafia de Miami”, para llamarle a Luis Posada Carriles y a Orlando Bosch “terroristas”, para que tengamos que aceptar equipos de béisbol representando a la Cuba castrista.
Libertad de expresión para llamarle “presidente” a Raúl. Y yo pregunto: ¿Existe en los Estados Unidos un lugar, o una publicación, donde se permita la libertad de expresión de defender o justificar a los blancos que tenían a los negros como esclavos en el pasado? No jodan, los hacen picadillo.
Entonces, la verdad es que no soporto cuando alguien intenta llevarle la contraria, como esta atrevida, y faltarle el respeto a los que han TRATADO POR TODOS LOS MEDIOS DE DARLE LA LIBERTAD AL PUEBLO CUBANO.
Ah, y yo pregunto a ¿en qué parte de mi respuesta le falté el respeto a esta mujer?
Le llamé “ignorante y atrevida” y expuse en forma condensada la labor realizada por los anticastristas en el exilio TRATANDO DE SALVARLOS A ELLOS, TRATANDO DE SALVAR A CUBA. Eso fue todo. Al que le moleste eso no tiene cabida en mi página. Y los saqué de aquí sin contemplaciones.
Para hablarles en el idioma que ellos entienden y conocen, el de su máximo líder: ¡Aquí en mi página no los queremos, no los necesitamos!
Y cualquier queja contra este escrito va a durar lo que un merengue en la puerta de un colegio.
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