martes, marzo 13, 2018

Tres perspectivas del asalto al Palacio Presidencial de Cuba el 13 de marzo de 1957 que difieren de la versión oficialista Castrista, la única que se difunde en Cuba

Nota del Bloguista de  Baracutey Cubano

Es extremadamente muy frecuente que  se obvie al escribir sobre  el asalto al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957 la participación de la Organización Auténtica  (OA), el brazo armado del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico),  pese a que de los 42 asaltantes al edificio del Palacio Presidencial 36 pertenecían a la OA y solamente 8 pertenecían al Directorio Estudiantil.
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VIDEOS DONDE SE MUESTRA LAS VERDADERAS RELACIONES ENTRE:

  • José Antonio Echeverría y Fidel Castro
  • Frank País y Fidel Castro
Y OTRAS GRANDES REVELACIONES ...

Streaming - presentación del libro: “FIDEL CASTRO Y EL DIRECTORIO REVOLUCIONARIO




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 Palacio Presidencial




Desmintiendo las manipulaciones: Ataque al Palacio Presidencial, 13 de marzo de 1957

(Correo enviado por Roberto Torricella a Zoé Valdés)

Por Roberto Torricella
julio 7, 2014
Parte I
En diciembre de 1956 se reunieron el Dr. Tony Varona, en sustitución del Dr. Prio, que volvió al exilio, el Dr. Blanco Santana por la Organización Auténtica, que estaba bajo el mando del Dr. Aureliano Sánchez Arango que era el brazo armado del Dr. Prio y los doctores Menelao Mora, Norberto Martínez y Ricardo Madam, con el propósito de concertar un plan para matar al Presidente Batista. El plan consistía en rodear el Palacio Presidencial e impedir que nadie saliera.
La intención de los miembros de la Organización Autentica el 13 de marzo de 1957, encabezando el grupo asaltante Menelao Mora con la ayuda estratégica de José Antonio Echeverría del Directorio Estudiantil Universitario desde Radio Reloj, fue no solamente asesinar al Presidente de la República, General Fulgencio Batista, sino también asesinar y liquidar a toda su familia. Esto quedó confirmado por el plano de Palacio Presidencial usado por los asaltantes que se encontró, proveniente de las oficinas de prensa del Palacio, y las anotaciones que contenía, verificando la macabra intención de asesinar a toda la familia presidencial ya que al revisarse dicho plano marcaba las habitaciones de los hijos de Batista con esta nota: “para que no quede ni la semilla”. ¿No les recuerda esto la ejecución comunista de la familia del Zar de Rusia?
(Camión donde se transportaron los atacantes)
En la planta baja del Palacio Presidencial se encontraban las Oficinas de Prensa. Los periodistas acreditados por sus respectivos rotativos, entraban y salían libremente para cumplir su trabajo, sin ningún escrutinio.
El Presidente Batista hace público en su discurso del 10 de Marzo de 1957 “Castro y su revolución obedecen consignas comunistas” y ya en la Sierra Maestra estaban practicando tácticas y métodos comunistas donde fusilaban a algunos de sus propios hombres. También el Presidente recibe información confidencial de un planeado ataque al Palacio Presidencial encabezado por Menelao Mora. El Presidente pide al Coronel Orlando Piedra le lleve esa información al amigo congresista Cándido Mora para evitar dicho ataque y su consecuente derramamiento de sangre pero debido a la fuerte enemistad existente entre ambos hermanos, Menelao y Cándido, éste último hizo varios intentos para comunicarse pero no lo pudo lograr.
El Comandante Armando Acosta, Jefe del Departamento de Represión del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), ordenó se patrullara Palacio 24 horas al día por dos carros del SIM dando vueltas, el primero en un círculo más cerrado (pegado al Palacio) y el otro en un círculo un poco más amplio, relevándose continuamente. El día del asalto eran los carros 72 y 69. El carro 72, al mando del Cabo Eustacio Morales Cruz, se había estacionado cerca de la esquina sureste del Palacio. A uno de sus hombres, quien fue entre los primeros en repeler el ataque, le partieron la garganta de su arma de un balazo. El carro 69, al mando del Sgto. Fidencio Delgado, llegó y se estacionó en la esquina suroeste del Palacio cerca de los cigarros Partagás, cerrando así el envolvimiento. Ambas unidades repelieron la agresión.
(Verja trasera  del Palacio Presidencial por el que entraron los atacantes)
El General Roberto Fernández Miranda, sin conocimiento y aprobación del Presidente, instaló de forma escondida dos ametralladoras calibre 30 debajo de las escalinatas del Palacio y principalmente, la ubicada a la derecha, cubría también la entrada trasera del Palacio por donde entraron los atacantes. Las municiones para éstas fueron adquiridas con una amplia donación hecha por un conocido amigo ingeniero cubano al constarse que las municiones dadas por órdenes del Jefe del Estado Mayor Conjunto, no servían y eran viejas.
En la oficina central del SIM había un oficial encargado de monitorear las transmisiones radiales y en cumplimiento de sus funciones, escuchó cuando José Antonio Echeverría tomó los estudios de Radio Reloj en Radiocentro y vomitó su asquerosa y mentirosa arenga anunciando que en ese momento se estaba atacando el Palacio Presidencial y que acababa de ser ajusticiado el tirano Fulgencio Batista. Batista no había sido asesinado. El gran error de José Antonio Echeverría que permitió contrarrestar el ataque y evitar su siniestro propósito, fue que él se adelantó e hizo su alocución-anuncio radial como unos 20 minutos antes que el ataque efectivamente comenzara.
El oficial del SIM, al oír la alocución de Echeverría, inmediatamente se comunica por la radio móvil con los carros del grupo de Represión incluyendo a los que estaban patrullando Palacio y pregunta si hay alguna novedad. El carro 72 que estaba en una de las esquinas norte contesta que todo estaba tranquilo y el carro 69, que se encontraba haciendo la circunvalación más amplia, contesta “informaré cuanto antes”. Al acercarse a la esquina opuesta es cuando ve que empiezan a atacar el Palacio y apresuradamente así lo reporta y comienzan a repeler la agresión. Este reporte es oído por muchos otros carros del SIM que comienzan a responder.
Viajaba por la Calzada de Columbia hacia La Habana el Comandante Armando Acosta en su vehículo del SIM que escucha el informe del ataque e inmediatamente da órdenes al SIM para que manden inmediatamente todos los carros del Depto. de Represión (eran como unos 20) al Palacio. El Jefe del SIM en esos momentos considera la orden “muy amplia” y solo manda 4 o 5 carros. El carro de Acosta inmediatamente viaja veloz hacia Palacio con las luces encendidas, sirena y un control remoto para cambiar las luces de los semáforos.
(Instantánea. En un sitio web se afirmó que estas personas eran policías o del Servicio de Inteligencia Militar (SIM). Fotos y comentarios añadidos por el bloguista de Baracutey Cubano)
Como a siete minutos de empezado el ataque, el radiotelefonista del SIM trata de comunicarse nuevamente con el Comdte. Acosta pero ya éste no contesta pues había llegado a Palacio. Acosta llama al telefonista de Palacio Presidencial y pregunta por donde es el ataque a lo que éste responde que por la Calle Colón (la que pasa por detrás del Palacio y frente al Parque Zayas) y también informa que el Presidente y su familia estaban bien. Acosta, acompañado de un soldado y de su chofer, el soldado Toral, bloquean la entrada norte de Palacio parqueando el auto frente a la puerta principal, calle Refugio (entrada de Embajadores), por donde el vigilante de dicha puerta les da acceso y comienzan a repeler el ataque.
Los atacantes se precipitaron por la salida de atrás del camión, muy bien armados con carabinas americanas M2 semi-automáticas, con dobles magazines de 25 tiros “enteipados” en pares lo que les ahorraba tiempo cambiando los magazines. Asesinaron sorpresivamente a los tres soldados que custodiaban la puerta de la Calle Colón, Mario Verdesia Romero, y los cabos Carlos Hernández Cobo y José Rodríguez Lago, pero tuvieron la sorpresa que los dos carros del SIM le dieron la bienvenida. Muchos, al tirarse del camión, ya habían fallecido. En el piso del camión se encontraron como 8 o 10 pomitos de vidrio transparente, como de media pulgada de diámetro por dos pulgadas de largo, embadurnados por dentro de un polvo blanco, al parecer cocaína, suposición al saber que Eloy, hermano de Carlos Gutiérrez Menoyo, era dueño del bar “Eloy” en la calle Calzada en el Vedado, donde se vendía cocaína y por el enloquecido comportamiento de los atacantes. La naturaleza del referido polvo fue comprobada más tarde en el laboratorio.
Otro de los grupos de los atacantes fue neutralizado por el Sgto. Armando Alemán Gómez, de la guarnición de Palacio, que los contuvo cuando trataban de subir la escalera que conduce del segundo piso al tercero.
El Comdte. Rams desde el tercer piso con la familia presidencial pudo repeler la agresión eficazmente y evitar que tomaran las instalaciones del teléfono y así mismo ordenó al ascensorista que detuviera el elevator en el tercer piso de manera de cerrar el acceso a dicho piso. El elevador solo bajó al segundo piso cuando el General Fernández Miranda pudo llegar a dicho lugar, comunicarse directamente con el Presidente quien, después de confirmar ciertos datos de seguridad, autorizó al ascensorista bajara a recogerlo.
De los 42 asaltantes de los cuales 34 eran del partido auténtico y 8 estudiantes. Veinte y seis pudieron escapar y los 16 restantes perecieron en combate. Las bajas de los oficiales fueron 5 muertos y 28 heridos. No hubo necesidad de operación de limpieza ya que los que quedaron vivos fuera de Palacio huyeron, algunos de ellos heridos.
Lo que salva la situación es que el Presidente, complaciendo la solicitud de su esposa, permaneció con ella acompañando a su hijo menor, Fulgencito, que estaba enfermo con fiebre alta, y se encontraba desde la mañana en el tercer piso (área residencial del Palacio) ya que nunca bajó ese día a su oficina presidencial del segundo piso. Con el Presidente durante el ataque estaban, además de los mencionados familiares, el Comdte. Alfredo Rams Puente, Ayudante Presidencial, y el soldado Martín Pimentel.
El Presidente Batista, visiblemente compungido, bajó y salió de Palacio a la calle donde se preparaban para recibir otra posible ofensiva. El Presidente llegó frente al Comdte. Acosta y dijo: “Teniente, es triste que pasen estas cosas, especialmente cuando estamos haciendo esfuerzos tan grandes para ir a unas elecciones”.
Parte II
Leí un artículo que me han mandado esta mañana (ayer) sobre este tema del Asalto a Palacio. El ataque no fue preparado por el Directorio Estudiantil. Fue preparado por la Organización Auténtica, quien usó a algunos miembros del Directorio, entre ellos a José Antonio Echeverría, que gracias a que se adelantó 20 minutos anunciando el ataque por Radio Reloj, dio tiempo al Comandante Armando Acosta para dar instrucciones a los dos carros patrulleros que custodiaban Palacio y tomar la acción ya que todas las transmisiones eran monitoreadas en el SIM. Aunque no te lo puedo asegurar, entiendo que Aureliano Sánchez Arango no aceptó involucrarse en este ataque y pienso que pueda haber algo de cierto en esto ya que tengo en mi poder la nota a puño y letra del General Batista fechada Septiembre 6, 1961, donde donaba $1,000 a Aureliano, ya en el exilio, para ayudarlo en su organización contra Fidel y el comunismo. La nota del General Batista dice: “Manifiéstale que me satisface su cambio de actitud pues son muchos los amigos nuestros que se inspiraron en sus primeras declaraciones”.
Alfredo Sadulé es hijo del chofer de siempre que tuvo en General Batista. Creo que su padre se llamaba Armando y siempre me malcriaba pues conocía mis sentimientos hacia Batista principalmente por ser el padre de Rubén (mi hermano de toda una vida prácticamente). Alfredo, entiendo que solamente sirvió como ayudante del Presidente los últimos meses del año 1958, seis u ocho meses solamente, puesto que su trabajo principal de siempre era ayudante de Marta, la primera dama. También entiendo que Alfredo no estuvo en Palacio durante el ataque ni participó en el mismo. La persona clave que estaba en el tercer piso con la familia fue Alfredo Rams que aparece en la foto publicada de los ayudantes conjuntamente con Armando Acosta. Fue Alfredo Rams quien bajando en el elevador, subió a Roberto Fernandez Miranda al tercer piso en el medio del tiroteo una vez que Batista confirmó que Roberto estaba solo y no “obligado” ya que los atacantes no podían subir puesto que el elevador fue detenido en el tercer piso.
(Fulgencio Batista y su esposa Martha en el Palacio Presidencial)
Hay un comentario que no recuerdo si me lo dijo Batista o me lo dijo el Coronel Orlando Piedra. Llegó información al Presidente del plan de atacar Palacio y se le dijo que el ataque lo dirigía Menelao Mora. Como el hermano de Menelao, Cándido, era amigo y miembro de la Cámara, Batista le mandó un mensaje con Piedra para que hablara con su hermano y no hicieran el ataque y se evitara el derramamiento de sangre. Piedra fue a ver a Cándido Mora inmediatamente y éste le dijo que no se trataba con su hermano pero que intentaría hacerle llegar el mensaje (es por esta razón que yo pienso que Menelao adelantó la fecha de ataque a la originalmente programada). Batista estuvo opuesto a aumentar la seguridad de Palacio a pesar de la noticia, pero a escondidas de él y sin su aprobación, Roberto Fernández Miranda escondió dos ametralladoras calibre 30 debajo de las escaleras de la entrada principal (entrada de Embajadores) y una de ellas tenía tiro directo a la puerta trasera por donde entraron los asaltantes. Las balas que se pidieron al Gral. Tabernilla para estas dos ametralladoras estaban viejas y se dudó de su efectividad. Entonces un amigo de todos, contratista, donó $20,000 y con eso se compraron las balas para ambas ametralladoras. La del lado derecho fue la más efectiva en detener la entrada de los maleantes al Palacio.
No se si se transgredía el pacto de Fidel y José Antonio hecho en México pero si entiendo que Fidel no estuvo de acuerdo con el ataque porque entonces perdería él el liderazgo ÚNICO que en realidad es lo que lo convirtió en dueño de Cuba. Al salir Jose Antonio de Radio Reloj y tomar un carro (mal parqueado en dirección opuesta en la Calle 23), tomó rumbo a la Universidad y en el camino se toparon con un carro de la policía haciendo la patrulla normal en el área. José Antonio le abrió fuego -la policía nunca lo inició pues desconocía quienes iban en el auto- pero cuando recibieron los tiros del auto donde viajaba Echeverría, respondieron y murió en combate, no asesinado como insinúa el artículo.
Batista nunca bajó a su despacho pues Marta le pidió se quedara acompañándola ya que Fulgencito estaba enfermo con fiebre alta. El General se quedó en su despacho del tercer piso todo el tiempo. De hace muchos años entiendo que había una escalera que comunicaban el segundo y tercer piso con una reja con llave pero el General siempre usaba el elevador que le quedaba casi al lado de su oficina. No recuerdo en mis visitas a Kuquine y a la casa del General en el Campamento de Columbia que se hablara a nivel familiar de una “puerta secreta”, pero reconozco no tenían que decírmelo a mi.
(Fulgencio Batista hablando en un discurso)
El plano de la parte interior del Palacio fue pintado por uno de los periodistas asignados a Palacio. Armando Acosta lo tuvo en sus manos al confiscarlo y marcaba las habitaciones de los hijos del General y Martí diciendo lo que digo en el artículo adjunto.
El 10 de marzo de 1952, Batista nunca ordenó una “embestida” contra el Palacio ya que cuando los militares llegaron, desde Palacio fueron recibidos a tiros y uno o dos de elos murieron. Como ya sabes y te lo adjunto de nuevo, el golpe de estado nunca fue organizado por Batista. Fueron los tres profesores ortodoxos de la Escuela Superior de Guerra quienes con la aprobación de Eduardo Chibás lo organizaron con la ayuda dentro de Columbia del Capt. García Tuñon. Chibás lo encabezaría como líder populista que los militares necesitaban para evitar el derramamiento de sangre pero cuando ve que su popularidad aumenta a nivel electoral, decide no apoyar el golpe y dice a los tres profesores que lo detengan. Ellos lo hicieron pero García Tuñón no pudo detenerlo con los oficiales dentro de Columbia y exigieron se buscara otro líder populista. Escogieron todos ellos a Batista que rechazó encabezarlo a pesar que Carlos Prío le mandó un mensaje con el Dr. Juan J. Remos que él estaba listo para entregar su mandato a los militares por haber perdido autoridad y por la infiltración comunista dentro del Partido Ortodoxo. En la última visita que García Tuñón hace a Batista en Kuquine en Febrero de 1952 (después del asesinato del Dr. Alejo Cossío del Pino), éste le dijo que con él o sin él los militares darían el golpe. Es ahí donde Batista acepta ponerse al frente. Es el 7 de marzo de 1952 donde Rubén y yo estamos comiendo en casa de su hermana Mirta con Batista, cuando llegan tres personas, el General habla con ellos 5 minutos, y después nos enteramos que ese día fue que se decidió el golpe el día 10. Nos enteramos después que los tres visitantes fueron Colacho Pérez, Rodríguez Calderón y García Tuñón.
Batista no fumaba tabaco en su oficina. En la papelería personal del Presidente -que Roberto Batista conmigo, ayudamos en distintas ocasiones a Rubén a organizarla para donarla a la Universidad de Miami- nunca vi nada sobre la “puerta secreta” y repito, el General tenía por costumbre subir y bajar en el elevador. Si los asaltantes hubieran encontrado las escaleras, también hubieran tenido dificultad en subir puesto que las rejas estaban bajo llave y candados, según entiendo por las explicaciones que he recibido de personas muy confiables en el tema. Repito: Batista usaba el elevador, no necesariamente las escaleras.
Le mando copia a Roberto Batista para que me corrija cualquier error que considere o que conozca mejor que yo.
Un beso.
Roberto Torricella.
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Acto de desagravio a Fulgencio Batista por el asalto al Palacio Presidencial. El acto se efectuó en abril de 1957 y dicen que asistieron  más de 250 000 personas.





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Tomado de http://www.cubaencuentro.com/

13 de Marzo: crisis del golpe arriba

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La acción armada del 13 de marzo de 1957 fracasó, pero generó consecuencias trascendentes
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Por Arnaldo M. Fernández
Broward
13/03/2017

Según Faure Chomón, el Directorio Revolucionario popularizó la estrategia de “golpear arriba” y junto con Menelao Mora Morales y su gente buscó “la eliminación física del tirano en el Palacio Presidencial” (1). La acción armada fracasó, pero generó consecuencias trascendentes:
  •     La inseguridad entre las clases medias y altas, sobre todo al aparecer muerto al día siguiente el opositor pacífico Pelayo Cuervo. Cada vez más muertos aún en las calles despertaron a muchos a comprar bonos, esconder a rebeldes y conspirar de otro modo contra Batista, a la vez que se atizaba la militancia anti-batistiana en el exilio
  •     La confirmación de que el pueblo seguía masivamente al vencedor actual o al menos en cierne, esto es: que no sigue a las víctimas. El 7 abril de 1957, decenas de miles de cubanos se congregaron frente al Palacio Presidencial en desagravio a Batista, tal y como harían el 8 de enero de 1959 para vitorear a Fidel Castro a su entrada en La Habana
El 22 de enero de 1959, Castro explicó a casi 400 periodistas reunidos en el salón Copa Room del hotel Havana Riviera, entre otros temas, que golpear arriba era uno de los “conceptos falsos sobre la revolución” porque “la tiranía no es un hombre; la tiranía es un sistema (…) Nosotros nunca fuimos partidarios del tiranicidio ni de los golpes de Estado militares, [que tendían] a inculcar al pueblo un complejo de impotencia” (2).
(Jose Antonio Echeverria Bianchi y Fidel Castro Ruz; fotos y notas del Bloguista de Baracutey Cubano)

El lugarteniente de Castro al mando de los asaltantes del cuartel de Bayamo, Raúl Martínez Ararás, confirmó que Castro había rechazado la idea de que, como Batista asistiría el 26 de julio de 1953 a unas regatas en Varadero, era más lógico y fácil ultimarlo allí que atacar cuarteles en Oriente. Según el Dr. Antonio de la Cova, Castro sabía que de este modo quedaría encumbrado quien acribillara al dictador antes que el jefe del movimiento, quien sí se empinaría por continuar la línea histórica de alzamiento en tiempo de carnavales, que venía marcada por Narciso López en 1948, José Martí en 1895 y Antonio Guiteras en 1933 (3).

Tras estudiar en la cárcel “los grandes movimientos políticos contemporáneos: socialismo, fascismo,” Castro concluyó que sin “movimiento de masas” no hay revolución posible (4). Para llegar arriba sacaría provecho del capital simbólico —adquirido al exponerse a la muerte junto a su grupo político el 26 de julio de 1953— y se despegó así de la politiquería cubiche. Castro convocaría a la acción colectiva y dio pie a ese fenómeno histórico denominado revolución cubana (5), que desovó al Estado totalitario o autoritario que ya va para 60 años.

Llegar arriba versus golpear arriba

Esta propensión se columbró ya al desautorizar Castro a los militantes de su MR-26-7 que habían firmado el Pacto de Miami (1957). La coalición anti-batistiana resultante (Junta de Liberación Cubana) declaró que buscaría la condición beligerante ante la ONU y la OEA; Castro advirtió el peligro contra la hegemonía de su grupo político y el 14 de diciembre de 1957 tocó a degüello contra los Señores dirigentes del Partido Revolucionario Cubano, Partido del Pueblo Cubano, Organización Auténtica, Federación Estudiantil Universitaria, Directorio Revolucionario y Directorio Obrero Revolucionario (6).

En contra de la transición propuesta por la junta —un gobierno provisional por año y medio como máximo para organizar los partidos políticos y convocar a elecciones generales— Castro se apeó con concentrar los poderes en el candidato a la presidencia del MR-26-7 y reclamó para su movimiento “la función de mantener el orden público y reorganizar los institutos armados”.

El Fondo 1952-1958 de la Biblioteca Nacional atesora cómo “El Directorio Revolucionario hace pública su posición ante las declaraciones del Doctor Fidel Castro que dan por terminadas las labores de la Junta de Liberación Cubana”. Faure Chomón replicó:
(Fructuoso Rodríguez, Joe Westbrook, Faure Chomón y Juan Nuiry en México. Algunas personas apuntan a que Juan Nuiry era una persona que realmente respondía a Fidel Castro)

Debía el doctor Castro ser más prudente y responsable al hablar. Debía el doctor Castro recordar que aquí estamos los hombres del Directorio Revolucionario y que a ninguno nos puede dar lecciones de civismo, sacrificio, patriotismo, valentía ni desprendimiento. Debía el doctor Castro recordar que mientras él estaba en México y los Estados Unidos nosotros librábamos nuestra lucha con José Antonio Echevarría siempre al frente, en las calles de La Habana; que aún él no había arribado a playas cubanas y ya nuestro Rubén Aldama caía asesinado, en el mes de mayo de 1956, trabajando con el Directorio Revolucionario. Debía el doctor Castro recordar que todavía no había llegado él a Oriente y ya el Directorio Revolucionario atentaba a los coroneles Blanco Rico y Tabernilla, mientras él desde México lamentaba la muerte del primero. Debía recordar el doctor Castro que mientras él estaba en las empinadas sierras orientales, nosotros en La Habana tiroteábamos el Castillo del Príncipe, propiciando la fuga de varios compañeros, le tirábamos al coronel Orlando Piedra, quemábamos 15 perseguidoras en la Ambar Motors y a pecho descubierto fuimos en plena capital a ajusticiar al déspota en su propia madriguera” (7).

No en balde Castro regañó por carta al Che Guevara por haber firmado con Rolando Cubela, lugarteniente de Chomón en la guerrilla del DR-13-3 en Escambray, el Pacto del Pedrero. La carta está fechada en Palma Soriano el 26 de diciembre de 1958 y su pasaje crucial reza:

Estás cometiendo un grave error político al compartir tu autoridad, tu prestigio y tu fuerza con el Directorio Revolucionario. No tiene sentido aupar a un grupito cuyas intenciones y cuyas ambiciones conocemos sobradamente, y que en el futuro serán fuente de problemas” (8).

Nada más que huyó Batista, el DR-13-3 ocupó el Palacio Presidencial y extraoficialmente se difundió que permanecerían allí “hasta que llegase [el Presidente] Urrutia para discutir con él sus proyecciones futuras”. Urrutia llegó y su gobierno provisional, pre-configurado por Castro, no incluyó a ningún militante del DR-13-3. Su fuerza militar se disolvió, Chomón clamó por “la unidad sincera de la revolución cubana” (9) y Castro lo mandó a la URSS como embajador.

Coda

Tras fracasar todos los intentos de golpear arriba, el Estado desovado por Castro prosigue sin que se avizoren líderes opositores capaces de mover a las masas para llegar arriba.

Llamadas

(1) “El ataque al Palacio Presidencial”, en La Sierra y el Llano, Casa de las Américas, 1969, 97.
(2) “En Cuba”, Bohemia, 1ro de febrero de 1959, 104.
(3) The Moncada Attack, Universidad de Carolina del Sur, 2007, 50, 80, 252).
(4) Cf.: Mencia, Mario: La prisión fecunda, Editora Política, 1980, 7, 31.
(5) Vid.: López Rivero, Sergio: De los Clubes Patrióticos 26 de Julio al Consejo Revolucionario Cubano… Tesis doctoral, Universidad de Valencia, 2014. En línea.
(6) Tradiciones Combativas, Dirección Política de las FAR, 1969, I, 39 ss. Desde Yara hasta el Zanjón, Edit. de Ciencias Sociales, La Habana, 1990, pp. 90-91.
(7) López Rivero, Sergio: Ob. cit., 156 s.
(8) Castro, Fidel: La victoria estratégica, Ediciones Akal, S.A., 2012, 566 s.
(9) Bohemia, enero 18-25 de 1959, 72.