Ramón Muñoz Yanes: Epístola o bandada de letras libres. al Sr. Miguel Barnet, presidente de la UNEAC:
Epístola o bandada de letras libres.
Por Ramón Muñoz Yanes
25 de julio de 2018
Sr. Miguel Barnet, presidente de la UNEAC:
Le escribe un traidor, según el léxico marxista oficial, epíteto que por estos días, en que una vez más se atribuyen el derecho de corregir la mal llamada Constitución de la República, usted se ha empeñado en modificar. Honestamente se le agradece el teatral gesto, de pretender atenuar la violencia verbal ejercida durante décadas, con los que decidimos buscar allende el océano lo que carecíamos en nuestra patria, el derecho a decidir, opinión propia y libertad de expresión. Le escribo en nombre de tanto cubano que no emigró por obedecer al instinto de alimentarse, sino por hambre de espíritu y libertades, que es el hambre más atroz.
Resulta cuando menos hilarante que a estas alturas de la historia de despropósitos, vejaciones, agresiones, prisión y exilio a que hemos estado sometidos, usted decida ahora alzar la voz para reducir la condena al cubano que disiente, más aún cuando usted dirige un organismo que cercena y censura la expresión vital del hombre, la cultura.
Usted forma parte del vil engranaje que traza la geometría social cubana, diseñada como una sólida unidad de pensamiento único, no ha sido colaborador sencillo, evoca usted al verdugo. Entre toda la élite a la que pertenece han dispuesto de cincuenta y nueve años para destruir la diversa y rica nacionalidad cubana, con el único propósito de preservar el fallido proyecto revolucionario al que hoy pretenden suavizar moralmente, en una constitución que no les pertenece. Desde 1959 no se efectúan en Cuba elecciones democráticas, dónde se postulen pensamientos y proyectos diversos. ¿Usted como intelectual no se lo cuestiona? ¿Bajo que preceptos se consideran ustedes, con la fuerza moral necesaria para redactar una Constitución para todos los cubanos, incluido ese cuarto de la población que vive en el exilio? Usted es falso, su régimen es falso y su Constitución es falsa.
Ahora puede usted tirar del acostumbrado lenguaje agresivo y tildarme de traidor, siempre lo han hecho, desde que me fui de Cuba y me privaron del abrazo a mi familia. Como decía Tagore, me siento afortunado de pertenecer a aquellos que aplasta la rueda de la historia, pero usted ha sido conductor moral de la vileza, somos los cimarrones de su novela. Soy cubano, título que me honra, otorgado por treinta años de manigua frente a la metrópoli española, el título honorable de traidor me lo otorgó un sistema donde reinó desde el Punto Cero Fidel Castro, por más años que el emperador Augusto en Roma. Usted le llama Comandante, yo sátrapa.
Me dignifica el título de traidor que me impone la bestia, de la que usted es al menos una pezuña. No pretenda suavizar el lenguaje represivo de la dictadura que usted representa. Los cubanos buenos nos sentimos orgullosos del camino elegido, la libertad de todos los cubanos sin distinción de credo o pensamiento. La historia juzga pero no penalmente, no le interesan las atenuantes y los crímenes contra los pueblos son la expresión máxima de la vileza, usted debía saberlo.
Ayer mismo veía a un parlamentario vuestro, planteando que la Constitución no ponía directrices al Partido. Es alucinante contemplar la ignorancia más absoluta de los valores democráticos, que tales bestias políticas me tilden de traidor, señor Barnet, es todo un halago. Ustedes como bien decía Luca de Tena, son los renglones torcidos de dios.
Hasta que mi Cuba sea libre,
Dr. R. Muñoz
Gran Canaria, España.
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