LOS VIEJOS PERICOS, ¿VERDADEROS CREADORES DE LA ROBOLUCIÓN?
Por Roberto Luque Escalona
Fuente Exclusivo de “Libre”
Viejos Pericos”: así se les llamaba en Cuba a los miembros del Partido Comunista, no el creado por Esteban Dido, sino el que fue fundado dos años antes de que el tal Esteban naciera.
Otro Esteban muy distinto, el de Güines, me envía una especie de reseña del libro
El Soviet Caribeño escrita por el propio autor, César Reynel Aguilera, y me pide que lo comente, lo cual hago con gusto, no sólo por complacer al popular Estebita, sino también porque me parece necesario. Se trata de uno de los textos más disparatados que yo haya leído jamás. Todo lo que aparezca entre corchetes son comentarios míos.
El autor es hijo de dos jóvenes “cuadros” del Partido Socialista Popular en los años 50’. Su padre “fue secretario general de la Juventud Comunista [Entonces se llamaba Juventud Socialista] en la Universidad de La Habana desde inicios de 1957 hasta enero de 1959 [Durante todo ese tiempo la Universidad estuvo cerrada] y su madre estuvo infiltrada en Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de
Julio. Al parecer, su casa era muy visitada por Viejos Pericos, que no eran necesariamente viejos, y de ellos aprendió una versión distinta de nuestra historia que se puede resumir así, en sus propias palabras:
“A partir del año 1925 no hay un solo evento de la historia de Cuba… que pueda ser explicado sin tener en cuenta la organización política más importante del país. Me refiero al viejo Partido Comunista de Cuba, a la organización que fue fundada en 1925 [No: en 1924] y que en 1944 -siguiendo órdenes de Stalin- cambió su nombre por el de Partido Socialista Popular [No. El cambio se produjo a fines de los años 30’]”. Insisto: nunca he leído o escuchado un disparate como este. Y disparates no faltan entre nosotros.
No todo es humo de marihuana intelectual. Dice que el Partido Comunista a veces tenía que tomar decisiones digamos controversiales “para mantener su esencia pro-soviética y estalinista, y cita “tres errores garrafales: “la expulsión de Julio Antonio Mella del PCC en 1926, la negociación con el tirano Machado durante la huelga general de 1933 y la alianza con Fulgencio Batista en 1938”.
Nunca supe que Mella fuese expulsado. En 1926 ya estaba en México y allí fue asesinado en 1929. Durante todo ese tiempo se impuso a la natural xenofobia de los mexicanos, se convirtió en un dirigente de primer orden, participó en importantes eventos internacionales promovidos por el Komintern y cuando Stalin creyó que se inclinaba al trotskismo no ordenó su expulsión, sino su asesinato.
Desde que se fundó el Partido Comunista en 1924 hasta que fue absorbido por las ORI (Organizaciones Revolucionarias Integradas) en 1962, Julio Antonio Mella fue la única personalidad relevante entre los comunistas cubanos. Era demasiado líder para tan poco partido. ¿Los otros? Juan Marinello era un escritor mediocre, cuya lentitud de pensamiento hacían recordar al pueblo donde nació, llamado Jicotea. Lázaro Peña, Jesús Menéndez y Aracelio Iglesias (hermano bastardo de Ramón Grau San Martín) eran sólo líderes sindicales, y en aquella Cuba no había lugar para ningún Lula Da Silva. Aníbal Escalante resulto ser un arrogante comebolas que, al ser nombrado Secretario Organizador de las ORI, quiso disputarle el poder a Fidel Castro y terminó en la cárcel. Joaquín Ordoqui, el hitman del Partido, también terminó en el talego castrista por proteger a un supuesto delator. Blas Roca fue, en mi opinión, el más anodino de todos ellos, una especie de pru aguado; como el refresco de ese nombre, era oriental.
Los únicos notables eran figuras secundarias: Salvador García Agüero, un gran orador parlamentario, pero nada más, y la ensayista Mirta Aguirre, a quien Marinello no le llegaba ni al borde de la falda, pero que se desordenaba ante las muchachas en flor. Lo dicho, Mella y sólo Mella, que ya era conocido como atleta antes de fundar la FEU y el Partido Comunista. y que llegó a ser tan importante que Stalin lo mandó a matar. Muchos crímenes cometió Stalin, pero casi todos en la unión Soviética. En el exterior, que yo sepa, sólo León Trotski y Julio Antonio Mella.
Volviendo a los errores que señala Aguilera, el entrar en tratos con Machado para tratar de detener la huelga general fue o bien una demostración de estupidez política por parte de Rubén Martínez Villena, pues el Partido Comunista ni había convocado a la huelga ni la controlaba, o una nueva muestra de locura del poeta devenido en líder, que años antes había venido a la Florida para hacerse piloto con el objetivo de dejar caer una bomba sobre el Palacio Presidencial, ocupado entonces por el pacífico y democrático Alfredo Zayas.
Lo de la alianza con Fulgencio Batista en 1938 no fue un error. Batista había pacificado el país después años de bombas y tiroteos, y lo que les dio a los comunistas, ya convertidos en socialistas populares, no fue poca cosa. Incluía dos cargos de Ministro sin Cartera, o sea, sin ministerios, pero que daban acceso a las reuniones ministeriales. Aunque lo más importante fue facilitarles el control de la Central Obrera (que incluía los millones de la llamada Cuota Sindical Obligatoria), e importantes sindicatos como el Azucarero y el de Marítimos & Portuarios. Todo ello les permitió armar un periódico competitivo, Noticias de Hoy, y una más competitiva aún emisora radial, La 1010. Casi na’.
¿Un error la alianza con el general (siempre lo llamaban así) Batista? En su puta vida estuvieron mejor. Además, ¿qué de particular tienen los elogios a Batista si ellos, los Viejos Pericos, no conocían limites cuando de elogiar a Stalin se trataba? Para terminar (por ahora) los dejo con unos versos de Nicolás Guillén, poeta mayor de los Viejos Pericos, dedica- dos a Joseph Vasirionovich Yugazbili, alias Yugazbili the Kid:Stalin,
Capitán- A quien Changó proteja-Y a quien resguarde Ochún- Los hombres que despierten- Junto a ti soñarán.
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Señalamientos a LOS VIEJOS PERICOS, ¿VERDADEROS CREADORES DE LA ROBOLUCIÓN?
Por Pedro Pablo Arencibia Cardoso
28 de agosto de 2018
1) Raúl Roa García, posteriormente Canciller de la tiranía de los Castro, les llamó a los miembros del Partido Socialista Popular ¨focas amaestradas de Moscú¨ en su librito ¨En pié¨, escrito en contra del aplastamiento soviético del levantamiento húngaro en 1956; he oido que Fidel Castro escribió un artículo en contra de ese aplastamiento. Aclaro que Raúl Roa en su juventud fue del Ala Izquierda Estudiantil, pero no era comunista stalinista y el PSP era estalinista.
2) Antes de la reunión del 14 de agosto de 1925 en el edificio de Calzada No. 81, se había intentado hacer o vertebrar un partido comunista de carácter nacional, pero esos intentos ¨no cuajaron¨ , Apunto que antes de esa fecha ya existían agrupaciones comunistas que habían surgido de grupos pantallas creados con ese objetivo.
3) La reseña del libro que le envió Estebita a Roberto Luque Escalona pudiera ser disparatada para unos y para otros no, aunque los errores que en ella aparecen sean admitidos por ambas partes. Para
valorar a todo un libro hay que leerse el libro y posiblemente se presente la misma situación un tanto subjetiva aunque hayan errores objetivos admitidos por todos.
(El Partido Socialista Popular, PSP, un partido comunista stalinista)
4) En efecto, el nombre era Juventud Socialista y no Juventud Comunista, pero el cierre de la Universidad de La Habana no eliminaba que se mantuvieran las responsabilidades dentro de la Juventud Socialista y del Partido Socialista Popular, pues esas responsabilidades permitían y ayudaban a desarrollar el activismo de esas organizaciones, el cual nunca desapareció del todo aún cuando tuvieron que ir a la clandestinidad. Una de las tareas desarrolladas por ese activismo era la distribución de la Carta Semanal.
5) No fue un error del partido comunista hacer coalición con Batista, además de lo escrito por Roberto Luque Escalona, se puede añadir que Carlos Rafael Rodríguez desde su posición en el
gabinete situó a comunistas en puestos importantes. Entiendo que debo señalar que esos dos Ministros comunistas sin carteras, no ejercieron al mismo tiempo; uno sustituyó al otro.
6) En 1939, al ser legalizado el Partido Comunista, toma el nombre de Unión Revolucionaria Comunista que es con el nombre con el que los comunistas hacen coalición con Batista en la Coalición Socialista Democrática que era una abigarrada coalición donde, por ejemplo, estaban los liberales y sus archiadversarios encabezados por Mario García Menocal y Deop . El 22 de enero de 1944 es que el partido toma el nombre definitivo de Partido Socialista Popular (PSP).
7) Sí, Julio Antonio Mella, que era un gran agitador y movilizador, pero de endeble ideología y formación comunista, fue expulsado del Partido Comunista pues pese a pertenecer a su Comité Central (en la reunión de conformación del partido asistieron solamente 17 personas, incluyendo varios extranjeros, y se conformó un Comuté Central de 9 miembros) había ido primero a huelga de hambre cuando estuvo preso por ser sospechoso de hacer un atentado terrorista y después se había ido a México
sin pedirle permiso al partido. En este blog se ha publicado, en varias ocasiones y desde hace más de 10 años, la documentación de esa expulsión y lo que sucedió después con su militancia. En la revista
Cuba Socialista y en un número de su Tercera Temporada, en 1997, hay un artículo, si mal no recuerdo, donde Raúl Valdés Vivó abordó esa expulsión.
DOCUMENTOS SOBRE LA EXPULSIÓN DE JULIO ANTONIO MELLA DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Textos imborrables: El caso Mella
Nota de la redacción:
En
la dirección de Internet www.cuba-urss.cult.cu investigadores cubanos
han colocado 15 documentos relativos al caso en que Julio Antonio Mella
fuera expulsado del Partido Comunista de Cuba a finales de 1925, tras
la controvertida huelga de hambre que protagonizó al ser encarcelado.
Hemos seleccionado para publicar en nuestra sección Textos Imborrables,
la sentencia, una carta del Partido Comunista de Cuba dirigida al
Partido Comunista de México, la Resolución sobre Cuba del Secretariado
Político de la Internacional Comunista y la carta del PCC a la
Internacional Comunista readmitiendo a Mella en el partido. Al final de
esta selección indicamos los títulos de otros documentos que aparecen
en este expediente, pero que no reproducimos aquí para no extendernos
demasiado.
Documento Nr. 3: La Sentencia, En: RGASPI,
Fondo 495-105-2, folio 22
(enero 26)
(3-15 secr. i.p)
Los
miembros del Jurado que firman abajo, proponemos al CCE del PCC la
siguiente sentencia, en vista de los descargos hechos por el compañero
Mella y habiendo investigado la verosimilitud de los extremos no probados plenamente en el acto del juicio, la siguiente
SENTENCIA
El
compañero Julio Antonio Mella, miembro efectivo del Partido Comunista
de Cuba y Secretario de Agitación y Propaganda en el CCE ha cometido
faltas de: 1. indisciplina; 2. insubordinación a los acuerdos del CCE;
3. equivocación de las tácticas, nocivas a los intereses del Partido; 4.
nexo personal con la burguesía y contra el proletariado y 5. falta de firme sentimiento de solidaridad.
El Jurado del Partido,
designado por el CCE propone la siguiente pena, teniendo en cuenta para
atenuarla, lo joven que es el compañero Mella en el Partido y la clase a
que pertenece:
1. Separación total de toda actividad pública, por tres meses.
2. Separación de las actividades del PC por dos años, a contar ambas penas de la notificación oficial del CC al compañero.
3.
Reconvención privada y pública. Ésta en la prensa del Partido y
después de ser firme [sic] por las instancias superiores esta
sentencia.
De lo cual damos veracidad:
Presidente del Jurado: A. Ruiz
Vocal: V. Felix
Vocal: J. Pedrín
Vocal: Rosky
Secretario del Jurado: Lucas Chacheiro
El
Comité Central Ejecutivo aprobó la anterior sentencia en sus partes 2)
y 3) reformándola en lo que se refiere a la primera en la siguiente
forma: 1) Separación total de toda actividad pública por dos meses.
De todo lo anterior doy fe,
Por el Comité Central Ejecutivo del Partido Comunista de Cuba,
Francisco Pérez Escudero, Secretario General.
Documento Nr. 5: Carta del PCC a Rafael Carillo, secretario general del PCM del 23.03.1926 En: RGASPI, Fondo 495-105-2, folio 23
Rafael Carillo
Apartado 613
México
Habana, 23 de Marzo de 1926
Camarada Secretario del CC del Partido Comunista de México
Estimado camarada:
El
CC del PC de Cuba, en junta celebrada ha considerado en todo su valor y
consecuencia para el prestigio y auge de los ideales comunistas en
Cuba, la labor que viene realizando desde vuestro país el Sr. Mella,
expulsado de este P. En nombre de los deberes internacionales por que
están vinculados los P. de la IC, pedimos a vosotros no olviden que el referido ex-militante es un perfecto y descarado saboteador de los ideales comunistas,
a quien le tenéis que negar toda relación, y mucho menos ofrecerle
tareas como si fuera un comunista acreedor a servir los ideales de los
cuales ha renegado en Cuba vergonzosamente.
Nosotros
estimamos y así lo hacemos comprender a los camaradas de México, que un
PC por joven que sea y por modestos que resulten sus efectivos, ha de
merecer siempre la atención, y sus comunicados han de considerarse que
revisten toda la seriedad, cuya verdad y la honradez en los hechos, no
deben ponerse en duda, y oír a un P. antes que la opinión de un líder extraviado que no descansa en sabotear, por infinitos medios, nuestra heroica labor;
esto no quiere decir que neguemos a vosotros, apreciables camaradas,
sus esperadas y sabias apreciaciones referentes al enojoso asunto; pero
en la forma que se manifiesta el Sr. Mella, y de la que hace alarde
como desautorizando nuestro legítimo y ineludible prodecer, parece a la
vista de él y de sus amigos, que para desgracia del comunismo en Cuba,
que vosotros apoyáis esa infame labor con el propósito de utilizar
algunos miembros de este P., haciendo ver que es una cuestión personal,
lo que a las claras se deduce que es un caso bien definido de tácticas y
doctrina comunista, apareciendo también entre ellos, individuos que
nada tienen de proletarios ni de comunistas, "que no han roto el puente
aún“, que no sólo tratáis de desautorizar a dignos militantes, sino
que con vuestra acogida cordial a un renegado comunista, hábil
simulador, estáis despreciando internacionalmente a un PC digno de que
se le enseñe y oriente en cuantos le sean necesarios; pero no merecedor
a que lo obliguen hacer un ridículo papel ante las masas trabajadoras,
inutilizándolo para crear un poderoso sector de combatientes
disciplinados, ganando la confianza y la dirección del proletariado de
este país.
El Sr.
Mella se viene dedicando a solicitar de algunos organismos obreros que
nada tiene de conciencia ni de espíritu de clase, ni son capaces de
apreciar lo hecho por él, que le remitan copias de certificados que le
acrediten que no es "traidor“, por lo que se ve, es una pregunta
capciosa con que sorprende con su confusionismo, pretendiendo lograr de
los Comités de Organizaciones indiferentes y enemigas del comunismo la
patente de que no es "traidor", siendo nuestra acusación de oportunista
y desertor y ahora, después del juicio del P., de un traidor de
nuestras ideales, cuyas
pruebas han de conocer por las cartas insultantes que nos ha remitido,
negando suficiencia y honradez para juzgarlo, burlándose del P. para
quien no tuvo valor de enaltecer con la rebeldía de un conciente
revolucionario. Además
se dedica a escribir a individuos pretendiendo crear un núcleo
mellista para inclinarlo contra el P., comenzando ya a verse los
fatales intentos, así que, su labor es negativamente comunista.
También
nos extraña como el Secretario del CC del PC de M. haya entregado al
Sr. Mella el secreto confidencial de nuestra dirección, pues dicho
individuo escribe a dicho lugar, siendo ustedes los únicos conocedores
de la tal secreta dirección.
Así
que, a reserva de enviarle copias de los documentos que acreditan al
Sr. Mella como un perfecto y condenable renegado de nuestros ideales, el
CC del PC de C., en nombre de
los deberes internacionales, reitera a ustedes que consideren a Mella
como un expulsado de nuestro P., a quien hay que tratar como tal,
contribuyendo, con vuestra benévola acogida a que los individuos
oportunistas no burlen de las tácticas y principios, base de nuestros
Partidos y fundamento, de solidez internacional a que todos aspiramos. Quedando gustos y con deseos de oír vuestros oportunos consejos.
Fraternalmente,
Por el CC Ejecutivo
Secretario General
Documento
Nr. 9: Fragmentos de la „Cuban Resolution” del Secretariado Político
de la Internacional Comunista (Traducción al español) del 28 de enero
de 1927.
En: RGASPI, Fondo 495-105-5, folios 14-21
Resolución sobre Cuba
(…)
4.
El gobierno cubano, agente servil y ejecutor de las órdenes del
imperialismo norteamericano, no puede permitir el desarrollo de un
movimiento obrero revolucionario y de una organización
anti-imperialista. Ha intervenido brutalmente contra organizaciones que
han existido sólo unas pocas semanas, disolviendo a aquellas
a las que no pudo corromper, deportando a los líderes, expulsando a
revolucionarios extranjeros e ilegalizando al partido comunista. Las
organizaciones obreras eran muy jóvenes y estaban poco preparadas como
para resistir esta oleada de la reacción.
El
partido comunista se reorganizó a sí mismo en la ilegalidad, pero
perdió contacto con las masas. Sólo la Liga Antiimperialista mostró
signos de vitalidad al comienzo del período de represión, cuando tuvo
éxito en realizar en torno a uno de sus líderes, Mella, que se declaró
en huelga de hambre en la prisión, un vasto movimiento de protesta de
las masas anti-imperialistas.
5. En el curso de este
período de represión, se cometieron errores que pueden explicarse por la
falta de preparación y la juventud del partido comunista y de la Liga
Anti-imperialista. El individualismo era un peligro para el Partido
Comunista de Cuba, debido al hecho de que tenía un origen doble en el
partido: 1) la tradición de anarco-sindicalismo que se encuentra en los
movimientos obreros de todos los países latinos, especialmente en los
países que poseen una lengua y cultura española o portuguesa, y 2) la
mentalidad de los intelectuales, especialmente de los estudiantes. Entre
este último elemento, que ha jugado un importante papel en la Liga
Anti-imperialista de Cuba, Mella se unió al Partido Comunista sin
entender la necesidad de una disciplina colectiva estricta,
especialmente en momentos en que las persecuciones policiales obligaban
al partido a organizarse en la ilegalidad.
Por
el otro lado, el Comité Central del Partido, con una visión correcta
de contrarrestar el individualismo que, bajo las circunstancias
existentes en el partido, podría conllevar el peligro de disolución,
aplicó una disciplina estricta y a menudo mecánica, sin comprender
suficientemente bien que en un partido joven, bajo las circunstancias
que existen en Cuba, su papel era el de aplicar la disciplina con el
objetivo de agitar a los miembros, y no de purificar al partido con una
expulsión que le diera al partido un carácter sectario y que
involucrara a un cierto número de elementos fuera del partido. El caso
de Mella es característico de este doble error de los elementos
intelectuales que se inclinan al individualismo, y del comité central
del partido que, como reacción, se ha deslizado hacia el sectarismo.
No
hay ninguna duda de que Mella actuó individualmente, y sin tomar en
consideración al partido, el cual tuvo una tendencia a subordinarse a su
personalidad, y que careció del espíritu de disciplina que deben tener
todos los miembros del partido comunista. Pero la sanción de expulsión
del partido no guarda relación ni con la importancia de su infracción
de la disciplina, ni con las exigencias de la situación política, pues
la tarea del partido comunista en ese momento no era sólo el protegerse
a sí mismo contra el individualismo y establecer una firme disciplina
interna, sino también, y sobre todo, la de mantener el contacto con las
masas que habían sido movilizadas para la defensa de Mella, utilizar
este vasto movimiento popular para el partido comunista, para su defensa
y para su Liga Anti-imperialista. Si el partido hubiera reconocido
estas tareas políticas esenciales, habría tratado este caso de
infracción de la disciplina y de individualismo de Mella con más
elasticidad, sin disminuir de ninguna manera su autoridad.
La
rígida política seguida por el Comité Central tuvo una repercusión
política contraria a aquello que el partido quería alcanzar. Lejos de
hacer que Mella y sus amigos intelectuales de la Liga Anti-imperialista
entendieran y aceptaran la disciplina, la
expulsión de Mella dio lugar a manifestaciones repetidas de
individualismo de parte de los elementos intelectuales en la Liga, y
creó una situación de malas relaciones entre el partido comunista y la
Liga Anti-imperialista, que Mella y sus amigos han intentado convertir
en una organización rival del partido. También condujo a un aislamiento
del partido comunista respecto de las masas populares pequeño-burguesas
que apoyaban a la Liga Anti-imperialista e incluso de ciertas
organizaciones sindicales que Mella logró exitosamente movilizar en su
defensa. La política seguida en el momento actual por Mella y sus
amigos, de convertir a la Liga en una organización rival del partido, es
un nuevo error que pervierte el carácter que la Liga tiene que tener:
una organización de masas anti-imperialistas, y que es dañina tanto
para el desarrollo del movimiento comunista y el movimiento
anti-imperialista, los cuales en los países de América Latina deben
trabajar mano a mano, y no en organizaciones competidoras y rivales.
6.
Pese a estos errores tácticos cometidos por el CC del PCC en este
período, la Internacional Comunista enfatiza el hecho de que, bajo
difíciles circunstancias, y sin conexión directa con ello, el PCC se ha empeñado en desarrollar una actividad comunista revolucionaria y en seguir las instrucciones de la Internacional.
El ejecutivo de la Internacional Comunista reconoce que la causa del
PCC con la IC no tuvo relación con sus intenciones, y después de oír a
los representantes del PCC, el ejecutivo ha decidido admitir al PCC como
una sección de la Internacional Comunista.
(…)
8. Como
uno de los primeros pasos en su actividad, debe plantearse el problema
del desarrollo de la Liga Antiimperialista en una organización de masas
que incluya a obreros, campesinos, intelectuales y a la pequeña
burguesía rural y urbana. Es
absolutamente esencial reestablecer la relación normal entre el partido
comunista y la Liga Antiimperialista, y resolver el caso de Mella y sus
seguidores, tomando en consideración los requerimientos de nuestra
política general en América Central en el momento actual. El CC
permitirá su readmisión en el partido bajo la condición de que se someta
a la disciplina.
(…)
Documento Nr. 10: Carta del
PCC al EKKI: Comunicación sobre la readmisión de Mella en el Partido,
del 29.05.1927. En: RGASPI, Fonds 495-105-8, folio 3
Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista
Copias: Secretariado Latino-Americano de la IC
Comité Central del PC de México,
c. Julio Antonio Mella
La Habana, 29 de Mayo de 1927
Compañero:
Hemos
recibido la resolución de la Internacional recaída en la cuestión
cubana, en la que se soluciona el "caso Mella". Se nos ordena
reconsiderar nuestro dictamen confirmatorio de la sentencia impuesta por
el juicio del Partido de fecha 10-13 enero de 1926.
El Comité
Ejecutivo ha estudiado de nuevo el asunto y CONSIDERANDO: Que habiendo
guiado al CCE del Partido Comunista de Cuba, en todo lo relacionado con
la actitud del c. Julio A. Mella, un solo motivo y un solo fin:
mantener el prestigio y la disciplina del entonces naciente Partido de
Cuba, y estando ambos
garantizados por nuestra afiliación a un organismo superior – la IC –
que no permitiría se repitieran actos de igual o parecida índole a los
cometidos por Mella, y pareciendo, asimismo, que el citado compañero,
ha rectificado, por lo menos en el extremo de la disciplina, su manera
de pensar y proceder, y no olvidando, desde luego, que debemos
acatamiento a las instancias superiores del Partido.
RESUELVE: Dar entrada de nuevo en el Partido Comunista de Cuba, Sección de la Internacional Comunista, al c. Julio A. Mella,
restableciéndolo en todos sus derechos y deberes de afiliado; haciendo
constar que cada vez que se repitan las mismas condiciones con
cualquier compañero, este CCE aplicará los fueros disciplinarios que le
conceden los estatutos, las resoluciones y los precedentes de la IC de
los Partidos hermanos.
Por el Comité Central Ejecutivo
G. Cortina
Secretario General
Otros documentos que aparecen en el expediente:
Documento Nr. 1: Dos cartas de Mella, que envió en diciembre de 1925 al CC del PCC y a uno de sus miembros.
En: RGASPI, Fondo 495-105-2, folio 34
Documento Nr. 2: Protocolo del juicio del PCC a Julio A. Mella.
En: RGASPI, Fondo 495-105-2, folios 13-22
Documento Nr. 4: Comunicación a la Internacional Comunista sobre la expulsión de Mella del partido.
En: RGASPI, Fondo 495-105-2, folio 48
Documento
Nr. 6: Carta del PCC a los miembros del Comité Central del PCM del
31.05.1926 En: RGASPI, Fondo 495-105-2, folios 44-47
Documento Nr. 7: Carta del secretario general del Partido Comunista de los EE UU, Ruthenberg, al PCC del 15.07.1926
En: RGASPI, Fondo 515-1-635, folios 66-68
Documento Nr. 8: Fragmentos del Informe sobre el PCC del camarada Automayor, delegado del PCC en Moscú, del 31.12.1926
,En: RGASPI, Fondo 495-105-1, folios: 39-55
Documento Nr. 11: Carta de Mella a Willi Münzenberg del 06.05.1927.
En: RGASPI, Fondo 534-2-108/542-1-18, folio 19
Documento
Nr. 12: Cartas de Victorio Codovilla al Secretariado Latinoamericano
de la Komintern del 21.08.1928. Tema: el “Caso Mella”.
En: RGASPI, Fondo 503-1-19, folios 29, 32-33, 34
Documento
13: Carta del Partido Comunista de México, Sección Mexicana de la
Internacional Comunista, Comité Central Ejecutivo, Secretaría, dirigida
al Secretariado Latino de la Comintern, Moscú, URSS, del 14.06.1928
En: CEMOS, Fondo PCM, Caja 3, Exp. 17 y RGASPI, Fondo 495-108-84, folio 42
Documento 14: Tren Blindado, Nr. 1, editado por la Asociación de Estudiantes Proletarios, México D.F.
Documento 15: Circular No. 295. Urgente. Reservada. Al Comité Central del PCM. Dado en Moscú, 8 de julio de 1928
En:
Archivo General de la Nación (México D.F.) AGN, Dirección General de
Investigaciones Políticas y Sociales. Secretaria de Gobernación.
Departamento Confidencial. Año 1928/Julio. Tomo I. (III. Internacional).
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