Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
José Martí escribió:
"... La independencia de un pueblo consiste en el respeto que los poderes públicos demuestren a cada uno de sus hijos. En la hora de la victoria sólo fructifican las semillas que se siembran en la hora de la guerra. Un pueblo, antes de ser llamado a guerra, tiene que saber tras de qué va, y adónde va, y qué le ha de venir después. Tan ultrajados hemos vivido los cubanos, que en mí es locura el deseo, y roca la determinación, de ver guiadas las cosas de mi tierra de manera que se respete como a persona sagrada la persona de cada cubano, y se reconozca que en las cosas del país no hay más voluntad que la que exprese el país, ni ha de pensarse en más interés que en el suyo." ("Carta a J.A. Lucena.", New York, 9 de octubre de 1885. Tomo 1. Página 186.)¨
Para Martí la independencia no solamente no existía cuando una Metrópoli no respetaba los derechos de los habitantes de la Colonia; tampoco se era independiente cuando los poderes públicos de una nación, desempeñados por nacionales o por extranjeros, no demostraban respeto hacia cada uno de sus hijos. Observemos que ese respeto, según Martí, debía ser para cada uno de sus hijos y no para una parte, pues el concepto de pueblo para Martí no era sectario. Siguiendo ese concepto martiano de independencia, a partir del 1 de enero de 1959 y hasta el día de hoy, Cuba ha sido como República menos independiente que nunca.
José Martí también expresó:
¨Y no quiero a mi patria ¡no! víctima de capataces. La prefiero esclava de los demás a verla esclava de sus hijos.¨ (citado por Hortensia Pichardo en su libro José Martí-Lecturas para los niños, página 189, Ciudad de La Habana. Editorial Pueblo y Educación, 1990. Tomado de la Edición de la Editorial Oriente, 1985) ya que la experiencia latinoamericana en lo relativo a las luchas intestinas y fratricidas que siguieron a la liberación del yugo español de ciertas naciones de América del Sur y la desconcertante experiencia de ver que varios de sus libertadores se convirtieron posteriormente en dictadores de sus pueblos, dejaron en Martí una impronta tal, que él prefería que Cuba siguiera siendo colonia española, antes de que cayera en manos de caudillos: Luego José Martí, que era antianexionista, prefería que Cuba no fuera independiente a que a ella la sometiera una satrapía de cubanos.
Finalmente una advertencia de José Martí que por no hacerle caso el pueblo cubano ha sufrido 60 años de la peor dictadura que ha existido en el hemisferio occidental:
El 20 de octubre de 1884, y después de un incidente desagradable con Máximo Gómez, Martí le escribió al dominicano su determinación de: ¨ ...no contribuir en un ápice por el amor ciego a una idea en que me está yendo la vida, a traer a mi tierra a un régimen de despotismo personal, que sería más vergonzoso y funesto que el despotismo político que ahora soporta y más grave y difícil de desarraigar, porque vendría excusado por algunas virtudes, establecido por la idea encarnada en él, y legitimado por el triunfo¨ (José Martí. Obras Completas. Tomo 1, 177)
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Igual o peor 150 años después
Por Juan Gonzalez Febles
9 octubre, 2018
Lawton, La Habana, Juan González, (PD) El 10 de Octubre de 2018, se cumplen 150 años del inicio de nuestras guerras de independencia. Comenzó la Guerra de los Diez Años. Entre el 9 al 10 de octubre de 1868 en el ingenio La Demajagua, Carlos Manuel de Céspedes dio inició a la Guerra de los Diez Años. Desde ese lugar, se dio a conocer, el Manifiesto de la Junta Revolucionaria de la Isla de Cuba, las ideas y los fines del movimiento que buscaba la independencia basado en la igualdad de todos los hombres, blancos o negros, cubanos o españoles, mantenida primeramente por el Padre Félix Varela al defender la abolición de la esclavitud. También se buscó y luchó por la libertad, desde la óptica descrita por Martí posteriormente, como derecho a ser honrados y a pensar y hablar sin hipocresía.
En aquellos momentos, hace 150 años, la isla de Cuba estaba regida por un Capitán General que ejercía un poder casi absoluto. Este poder favorecía a los grandes propietarios de plantaciones esclavistas de caña de azúcar —la llamada entonces, “sacarocracia”—, hoy día la Isla sigue bajo otro
poder absoluto. Se trata del poder absoluto de un partido único, favorecedor de oligarcas militares verdeolivo, siempre en detrimento del pueblo cubano.
(Restos del Ingenio de La Demajagua)
España en su momento negó al pueblo cubano el derecho de reunión como no fuera bajo la supervisión de un jefe militar. No permitió la libertad de prensa, consideró ilegal formar partidos políticos. El colonialismo español afirmó una marcada división de clases y la existencia de prejuicios de toda índole. Se impusieron frenos para el desarrollo económico de la isla. En la actualidad, son negados todos los derechos y libertades. Se imponen frenos que llegan en la forma de límites a la libertad económica y esto frena no solo los aspectos económicos sino también, marca límites no rebasables sobre las libertades políticas.
Martí nunca simpatizó con el socialismo ni con el comunismo. Amó la libertad y la propiedad privada. Se opuso al totalitarismo y a la arbitrariedad. Martí alertó sobre la concentración del poder político y económico en un grupo de personas que por naturaleza humana tendrían privilegios de los que abusarían al tener en sus manos la distribución de las riquezas y el poder absoluto, como sucede hoy, con el monetariado opulento de las zonas segregadas para el pueblo en Miramar, Siboney, Atabey, etc.
Como hace 150 años, en la actualidad debemos luchar por recuperar nuestros derechos y libertades conculcados por una dictadura dinástica de corte fascista, nacida en la corriente turbia de eso que dan en llamar socialismo.
j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González
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