El Artículo Cinco y la economía: esfera agroalimentaria
*********
Poder absoluto equivale a responsabilidad absoluta: la situación socioeconómica del País es desastrosa, lo admite en partido&gobierno, y ¿quién responde por eso?
*********
Por Germán M. González
Bauta, Artemisa
31/10/2018
En la prensa: importa Cuba azúcar procedente de Francia. Se pierde más del 50 % de las producciones agrícolas sin llegar a los consumidores. Campesino en el noticiero de televisión: no puede haber ganadería porque no hay ganaderos. Otro campesino en el mismo medio: el problema del tabaco es que los jóvenes no quieren ser campesinos. En las tiendas recaudadoras de divisas casi todo lo que se ve es importado, incluyendo la cerveza e inevitablemente la interrogante: ¿hace sesenta años qué cubano tomaba cerveza importada si disponía de Hatuey, Cristal, Polar, Tropical —excelentes— a sólo 20¢ la botella? ¿O malta? Y los refrescos con más de veinte marcas en el País a 5¢. En las carnicerías se distribuye —racionado y por dietas médicas—pollo procedente de EEUU, pescado (jurel u otro similar procedente de Chile) y minúsculas porciones de carne vacuna por dietas médicas y a menores de siete años de edad, ídem para la leche de vaca.
El órgano del partido&gobierno (10 de marzo de 2018) sobre la Industria alimentaria: los cumplimientos y crecimientos que se reflejan son en ítems de nulo o poco interés para los cubanos mencionados: carne de cerdo en bandas, camarones, helados y quesos, todo para exportaciones. Sin embargo, se incumplieron las producciones más asequibles: refrescos, vinagre, vino seco, pastas alimenticias. Todo referido al plan o al año anterior, nunca a cubrir las necesidades.
La calidad, con el 38 % de las producciones no conformes a pesar de normas bajísimas comparando con estándares internacionales para las producciones destinadas al consumo nacional, con malas prácticas higiénico sanitarias, bajos sólidos solubles en lácteos y conservas (aguados), grasa y humedad excesivas en surtidos cárnicos&sóyicos. No menciona la falta de información del etiquetado
habitual destinado al consumo nacional, ni la utilización del envase de un producto en otro diferente.
(Azúcar francesa a la venta por la “libreta” en una bodega de La Habana, el 9 de octubre de 2018.)
Consultado el Anuario Estadístico de Cuba vemos que las ventas en los mercados agropecuarios hasta junio 30 descendieron un 6,8 %, el equivalente a 96 millones de pesos menos, con respecto al mismo período del año anterior. En el primer semestre de este año los cubanos lo han pasado muy mal pues la alimentación es el último renglón cuyas ventas descienden en períodos críticos.
Sobrecoge el consumo de huevos, que desciende 73,8 % en el período. También resultados muy negativos en otros productos, por ejemplo, las frutas no cítricas (mango, guayaba, papaya, piña, aguacate y otras) alcanzaron el 25 % en las ventas físicas. Las ventas de viandas y hortalizas, fundamentales en la dieta habitual, disminuyeron en términos físicos del 18,3 % comparando con el año anterior. El arroz, elemento imprescindible de la comida cubana, disminuye la cantidad comercializada total en un 6,8 %. Tampoco es que el 2017 fuera pródigo, por el contrario, mostró records negativos en varios renglones, como la carne y lecha vacuna, la producción de azúcar semejante a la lograda en 1894, y otros.
Las perspectivas no son halagüeñas: existen 5 millones de cabezas de ganado vacuno menos que hace sesenta años, 105 centrales azucareros menos con sus plantas de subproductos y derivados (refinerías, fábricas de papel, de madera artificial a partir de bagazo, alimento animal y otros) desaparecidas u obsoletas y cuatro millones de hectáreas menos plantadas de cultivos. La superficie plantada de árboles es la mitad de cuando comenzó el quinquenio y las atenciones culturales a la silvicultura resultan ínfimos ¿Nos quedaremos sin árboles?
La tierra agrícola se utiliza menos del 50 %, el resto ociosa y en general llena de plantas espinosas (marabú). El 42 % de los suelos agrícolas contienen muy poca materia orgánica, el 27 % poseen muy poca fertilidad y el 26 % están erosionados. Nos quedaremos sin suelos de no detenerse el deterioro.
La Flota Cubana de Pesca ya no existe y la pesca de plataforma y la acuicultura se encuentran estancadas en niveles que no cubren la demanda y precios excesivos.
Las inversiones representan en comparación con el total el 3 % para la agricultura, ganadería y silvicultura; para la agroindustria azucarera el 2,1 % y para la pesca el 0,1 %, cifras evidentemente insuficientes para la recuperación de estas ramas de la economía —vitales para la población— dentro de un proceso inversionista nacional muy deprimido.
Hasta aquí, en muy apretada síntesis la pésima situación de la esfera agroalimentaria en un país antes exportador neto de alimentos que hoy día importa más de cuatro veces lo exportado en valores, manteniendo la población en niveles mínimos de consumo, cuantitativa y cualitativamente.
© cubaencuentro.com
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home