sábado, diciembre 01, 2018

Juan Gonzalez Febles desde Cuba: La obra de 499 años en La Habana destruida en los peores y últimos 60 años


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Havana in the 1950's



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Tomado de https://primaveradigital.org


La obra de 499 años destruida en los peores y últimos 60 años

 

Por Juan Gonzalez Febles
27 noviembre, 2018

Lawton, La Habana, Juan González, (PD) Más allá de la fanfarria mediática orquestada por la dictadura militar totalitaria castro-fascista con motivo de que el 19 de noviembre se conmemoraron 499 años de la fundación de San Cristóbal de La Habana, hoy La Habana, sería muy justo y positivo destacar que las obras arquitectónicas que hicieron de La Habana un polo turístico de importancia en el pasado siglo XX, fueron erigidas entre el año 1902 y 1958. Desde 1959 hasta nuestros días, bajo la actual dictadura neofascista, no se ha hecho cosa alguna que merezca la pena una mención, excepto claro, la desidia y el abandono que casi han destruido toda la ciudad.

El Capitolio Nacional sede del senado y la Cámara de Representantes fue y aun es, una joya arquitectónica capitalina construida antes que la banda armada verdeolivo se hiciera del poder absoluto en 1959. Lo son el Palacio Presidencial, lo fue el Hospital Infantil del Vedado una joya arquitectónica estilo Art déco, derribada por mandato del régimen para construir un engendro antiestético que habría sido un hotel para turistas que aportaría ganancias al estado proxeneta, desde la explotación de las más cultas, las más sanas (prostitutas-jineteras) pero además, las más míseras y las más baratas del mundo. El hotel, a fin de cuentas no se hizo y todo se quedó en un poco estético parque, muy distante en belleza del edificio derribado.

La ciudad hermosa y acogedora, capital de un país que fue destino migratorio soñado para europeos, muchos españoles entre estos, pero además centro europeos, judíos e incluso chinos, hoy día cuenta con una gran cantidad de sus habitantes, mayoritariamente jóvenes que sueñan con abandonarla y abandonar el país, en los términos y condiciones que aparezcan.

La capital de Cuba, La Habana, está siendo destruida arquitectónica y humanamente. Todos los servicios públicos marcan pautas de ineficiencia e incompetencia. Desde la recogida de basuras y desperdicios, el transporte público, el abastecimiento y todo lo demás. A esto deben sumarse los servicios de salud pública en que los medicamentos están en merma permanente. La Habana que Cuba mostró desde 1902 hasta 1958, es totalmente diferente a la ruina en que se convive hoy día.

Las diferencias de clase que sirvieron a la pandilla armada que se hizo del poder en 1959, como justificación para justificar la pesadilla que impuso, están mucho más dimensionadas en la actualidad. El estado proxeneta y negrero que sufrimos, luego de esclavizar al pueblo cubano, explota no solo al personal de salud. La propaganda oficial niega que quien puso fin a Mais Medicos en Brasil, fue el régimen militar castrista y no el gobierno brasileño. Lo hicieron porque Brasil decidió pagar de forma directa a cada médico y no al gobierno negrero que se apropiaba de toda la ganancia centrada en los salarios de este personal. Los oligarcas que tienen en sus manos el poder y la opulencia, viven en espacios segregados para el resto del pueblo. Estas barriadas excluyentes, ciertamente están más limpias y mejor abastecidas que el resto de la ciudad.

Desde la miseria impuesta se ha promovido una prostitución galopante, encubierta bajo el cliché de ‘jineterismo’.

Para la propaganda oficial jineteo y prostitución son asuntos diferentes y el tema no se toca. Solo que entre los cubanos en el habla y el manierismo popular, son términos equivalentes. Para quienes la ejercen, la palabra ´prostitución´ resulta algo ofensiva, mientras el ‘jineterismo’, no. Para muchos, se trata de la única salida posible. Así es, tanto para las mujeres como para los hombres, (todos jóvenes) que a esto se dedican.

Aunque solo ven una ciudad destruida y sucia, los turistas se ven servidos por bellas y sensuales mujeres que les ofertan el servicio más barato que hayan podido tan siquiera soñar. Entonces regresan cada vez que pueden y dejan ganancias al estado dueño de hoteles establecimientos y de todo lo demás. Solo que lo que les atrae, no es la ciudad sucia y ruinosa que tienen a la vista, sino el servicio barato del que andan en busca.

Esta es La Habana en su 499 aniversario, estará mucho peor en el próximo aniversario en 2019. Así será, si Cuba sigue bajo el mismo régimen y bajo la misma pesadilla.
j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González

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