sábado, enero 05, 2019

Esteban Fernández: YA NOSOTROS VIMOS ESA PELÍCULA

YA NOSOTROS VIMOS ESA PELÍCULA

Por Esteban Fernández
4 de enero de 2019

HAY MUCHOS POLÍTICOS MALOS, aquí, allá y acullá, pero la alternativa de no tenerlos es mucho peor. Disfruto las honestas críticas políticas, pero odio los ataques personales a no ser que existan pruebas irrefutables.

Si usted es cubano, ¿no le parece que está viviendo un “Déjà Vu” ( traducido a “ya nosotros hemos vivido, o visto, eso antes”) con las diatribas brutales, fundadas o infundadas, contra todos los políticos norteamericanos?

En mi humilde opinión el rey de los que barrieron y desprestigiaron con su simbólica escoba a todos nuestros políticos (a pesar de ser él un político más) fue Eduardo R. Chibás.

Por lo tanto, no hay dudas de que nosotros en la Cuba del pasado sufrimos eso, y ya todos conocemos las consecuencias: Primero Fulgencio Batista dio un golpe de estado que fue recibido con resignación y después vino una bestia, Fidel Castro, que fue un millón de veces peor que todos los políticos cubanos de todas las épocas.

Yo me acuerdo, aunque era pequeño, que cubanos ilustres tenían hasta miedo a postularse para cualquier cargo porque inmediatamente les sacaban (o les inventaban) un montón de “trapos sucios” y los desprestigiaban. Es como si nosotros “ya hubiéramos visto esa película”.

Aquí ahora es PEOR, un millón de veces PEOR, que lo que yo recuerdo de Cuba. Aquí, a los 10 minutos de alguien anunciar, o que se sospeche, que va a postularse para algún cargo público hasta le ponen INVESTIGADORES PRIVADOS para buscarle algún pecado, o algún error, que lo haga desechar sus intenciones de llegar a ocupar algún cargo público.

Y si la postulación es para presidente de los Estados Unidos, apaga y vamos, entonces sí que le hacen una verdadera “cacería de brujas” tratando de encontrarle el más mínimo fallo anterior para hacerlo picadillo ante la opinión pública. Les cae “carcoma” encima. Por favor ¡todo el mundo tiene alguna caca!

Vaya, si el hombre se llevó una luz roja cuando tenía 23 años eso es suficiente para que todas las estaciones de radio y televisión, y los periódicos y revistas, lo hagan parecer como un inconsciente, o un borracho, o un loco. Algo así le hicieron a George W. Bush.

Y quieren saber si el político está “a favor o en contra del aborto” y con eso lo único que buscan es (porque el país está dividido en este tema del aborto) que la mitad del país esté en contra del aspirante sea cual sea su opinión al respecto.

Donald Trump era un triunfante empresario y billonario, admirado por el 99 por ciento de la gente, al postularse y salir electo presidente lo han tratado de hacer picadillo y es detestado por muchísimos norteamericanos. No pasa un solo día sin que le saquen mil cagadas porque aquí hay un millón de Eddy Chibás.

Yo me río porque yo me creo que soy una persona decente y de pronto siento, que si me postulara para algo me sacarían a relucir que cuando yo tenía 16 años visité un prostíbulo en la calle Pajarito en el barrio La Victoria de La Habana.

Una cosa tragicómica es que aquí entrevistan en la televisión a un tipo que consume heroína y dice que “¡Hace dos meses que no me inyecto!” y todo el mundo lo aplaude y lo felicita. Sin embargo, un individuo se postula para Senador, y a todas luces es un ciudadano honesto, y le encuentran que “Cuando estaba en High School (algunos de sus compañeros de escuela informan) lo vieron fumándose una marihuana” y ahí se acabó la carrera política del pobre hombre.

Todavía yo escucho o leo críticas contra “los políticos ladrones del pasado cubano”. Y yo digo: “¡Ojalá que esos políticos todavía estuvieran al frente de Cuba y no los bestiales criminales que han dirigido al país después de eliminar a los “corruptos politiqueros”!”

Y (Déjà Vu) a mí me parece que sucedería igualito aquí (un millón de veces PEOR) en U.S.A. si borraran del mapa a los políticos americanos. Van a llorar “lágrimas de sangre” y van a pedir a gritos el regreso de los políticos. Sobre todo, ahora que este país tiene unos enemigos (capaces de volarse ellos mismos, de inmolarse) que harían lucir hasta al peor político de esta nación como un “santo”. Sinceramente a mí me parece estar viviendo (usando una de las frases disparatadas de Yogui Berra): “Déjà Vu all over again”.