martes, mayo 14, 2019

Diario ABC de España: Fidel Castro, el tirano que conspiró para 'matar' a su gran amigo el Che Guevara


 Gary Prado Salmón cuenta detalles sobre la captura del Che Guevara ...

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 Tomado de https://www.abc.es/

Fidel Castro, el tirano que conspiró para 'matar' a su gran amigo el Che Guevara

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En una reciente entrevista, el general que capturó al «Comandante» ha incidido en que el gobierno de Cuba envió al guerrillero a Bolivia para «librarse de él»
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Por Manuel P. Villatoro
@ABC_Historia
12/05/2019

Desde que sus hombres capturaran a Ernesto Guevara (más conocido como el Che) en Bolivia, el general retirado Gary Prado Salmón jamás se ha mordido la lengua al ser preguntado sobre el «Comandante». De hecho, lleva más de dos décadas llenando las tiendas de obras en las que analiza profundamente la figura de este personaje. Sus libros narran sucesos tan controvertidos como la última conversación que mantuvo en vida el líder revolucionario o la batalla final en la que se enfrentó a los «Rangers» que habían sido entrenados de forma específica para acabar con él.

Sabiendo esto, no es de extrañar que el antiguo militar haya aprovechado estas fechas (el próximo 9 octubre se celebra el 50 aniversario de la muerte del Che Guevara) para volver a sacar a colación, en una entrevista concedida a la agencia Efe, la colaboración de Fidel Castro en la captura y asesinato del «Comandante». Una teoría que ya había barajado anteriormente, pero que en este caso se atreve a afirmar de forma tajante. «Después de tantos años, lo que se ha desentrañado es que finalmente al Che lo mandaron a morir aquí. Esa es la realidad», ha señalado desde la ciudad de Santa Cruz (este).

Prado ha afirmado además que «Fidel Castro se libró de él» enviándole a Bolivia a luchar por una causa perdida de antemano. No obstante, también ha señalado que el fallecido tirano no lo hizo «tanto porque él quería, sino porque la cúpula del partido comunista cubano ya no toleraba su carácter y su forma de ser impulsiva».

A sus casi 80 años, el general retirado ha explicado también que argumentará de forma pormenorizada esta aseveración en el prólogo de su libro «La Guerrilla inmolada». Una obra que será editada de nuevo próximamente para conmemorar el medio siglo del asesinato de Guevara y que analiza la debacle en la que se convirtió la guerrilla que el Che dirigió en el país latinoamericano.

La teoría de la traición de Castro, que ya fue analizada por el diario ABC el pasado octubre, ha sido recurrente en las páginas de la Historia desde que el Che fuese capturado el 8 de octubre de 1967 tras enfrentarse a unos 200 «Rangers» bolivianos.

Uno de los que más apoyó el odio de Fidel hacia el «Comandante» fue su antiguo compañero de armas, Dariel Alarcón Ramírez (alias «Benigno»). Fallecido en 2016, el guerrillero cargó contra Castro en una entrevista concedida al diario italiano «Corriere della Sera»: «La muerte se debió a una maquinación de la que son responsables Fidel Castro y la Unión Soviética». En sus palabras, la URSS consideraba al revolucionario un peligro para sus intereses, por lo que lanzó al líder cubano un ultimátum. Y este no lo dudó y eligió la ayuda que iban a prestarles los soviéticos.

Un enfrentamiento oscuro

La relación entre Fidel y el Che comenzó en la década de los 50, cuando ambos se conocieron a través de Raúl Castro. A partir de ese momento, trabaron una amistad que culminaría con la revolución iniciada en 1956. Movimiento mediante el que ambos tomaron de la mano el poder en Cuba.

El líder revolucionario afirmó entonces lo siguiente del «Comandante»: «El Che era de aquellos por quienes todo el mundo sentía inmediatamente afecto a causa de su sencillez, de su carácter, de su naturalidad, de su espíritu de camaradería, de su personalidad, de su originalidad». Los elogios del barbudo no se detuvieron en este punto, sino que -utilizando su don para la palabra- añadió que Guevara contaba «con un gran talento, una gran inteligencia y una gran capacidad teórica».

Por su parte, el guerrillero tampoco evitó los buenos adjetivos a la hora de definir a Fidel en una misiva dirigida a sus padres: «Me impresionó como un hombre extraordinario».

Su amistad, sin embargo, se terminó en 1965. Ese año, el «Comandante» cargó contra la URSS durante un discurso pronunciado en la Conferencia Afroasiática celebrada en Argel. En su alocución, acusó a los soviéticos de ser «cómplices de la explotación imperial» mediante prácticas «inmorales». Para Fidel, que buscaba de forma desesperada el apoyo económico de los rusos, esto fue un verdadero tiro en el pie. Por ello, los Castro marginaron al Che de todas las decisiones políticas y, según afirmó el propio Benigno en una entrevista concedida antes de fallecer, casi le obligaron a marcharse de Cuba. Fue por ello por lo que Guevara hizo el petate y llevó su guerrilla hasta el Congo.

La traición no acabó en este punto, sino que se completó el 3 de octubre de 1965, cuando Fidel leyó públicamente una carta de despedida que le había entregado el Che y que (según sus instrucciones) solo podía ser desvelada tras su muerte. Tal y como ha afirmado Prado en su última entrevista, aquella puñalada fue una «jugada maestra» de Castro, pues así «cerró la puerta» a un posible regreso de Guevara al país. «Benigno decía que al Che le dio un ataque de furia cuando se enteró de la publicación de la carta porque esa carta era solo para el caso de ser capturado o muerto», ha determinado el general retirado.

Incomunicado

Aunque no regresó oficialmente a Cuba, el Che se introdujo de incógnito en el país después de salir derrotado de su aventura africana. Desde allí viajó a Bolivia con el objetivo de dirigir un comando guerrillero que acabara con el poder local. Arribó a la zona el 5 de noviembre de 1966 con la promesa de recibir periódicamente ayuda de Fidel. Sin embargo, y tal y como señala Prado en la entrevista, el líder prefirió olvidarse de él y dejarle morir. De hecho, la frase que más escuchó Guevara a partir de entonces fue «Sin contactos de Manila». Y Manila era, por entonces, el nombre en clave con el que denominaban a Cuba.

Sin ayuda, el revolucionario y sus hombres se vieron obligados a sufrir las penurias del hambre extrema mientras vagaban perdidos por la selva. «Era una guerrilla sin sentido y debilitada», señala Prado.

El general afirma incluso que, tras recabar datos, está seguro de que el grupo «no tenía contacto con Cuba» y que, durante su periplo, no recibió tampoco órdenes a las que atenerse desde la capital. Según señala, esta información la ha obtenido de Humberto Vázquez Viaña, muy cercano a Guevara por haber sido uno de sus compañeros de colegio. A su vez, ha determinado que el gobierno castrista ordenó a los agentes que apoyaban a los guerrilleros en Bolivia desaparecer del teatro de operaciones. Uno de ellos fue Ariel. «Esa salida de escena de Ariel es otra instrucción», añade.

La teoría del veterano coincide con expertos como el periodista cubano Alberto Müller. Este autor ha afirmado en repetidas ocasiones (una de las últimas, en una entrevista concedida en 2015) que el Che fue «traicionado» y «abandonado» en Bolivia por Castro: «La posición del Che corría en contra de los intereses de Fidel. Se convirtió en un apestado para la revolución cubana, una piedra en el zapato».

Este autor es partidario también de que, al volver del Congo, el «Comandante» quería viajar hasta Argentina para «liberarla», pero que «en La Habana le inventaron Bolivia» a pesar de que allí «no tenía condiciones para la guerrilla».

Y tiroteado

Mientras el Che viajaba hambriento y sin un objetivo concreto por la selva, los Estados Unidos enviaron a varios Boinas Verdes a Latinoamérica para entrenar a un grupo de soldados bolivianos en la contraguerrilla. Los futuros «Rangers».

Estos hombres fueron precisamente los que, el domingo 8 de octubre, cercaron y dieron un buen escarmiento a los guerrilleros en la posición de la quebrada del Churo. Y lo hicieron bajo las órdenes (entre otros) de Gary Prado Salmón. Tras varias horas de lucha, Guevara fue capturado cuando intentaba escapar junto a uno de sus compañeros. Sus palabras al ser «cazado» pasarían a la historia: «No disparen. Yo soy el Che Guevara. Valgo más vivo que muerto».

«En el momento de su captura, era un hombre derrotado, que veía el fin de sus sueños. Estaba desmoralizado. Eso en las tres primeras horas bajo mi custodia. Le di agua, café, cigarrillos... vio que lo tratábamos bien, con respeto porque no había necesidad de hacerle nada ni de preguntarle nada. Entonces ahí empezó a cambiar, al ver el buen trato, al ver que estaba tranquilo, seguramente empezó a sentir alguna esperanza porque ya empezó a hablar con un poco más de tranquilidad», explicó posteriormente el general en una entrevista concedida al diario «Los Tiempos».

Prado le explicó al Che que iba a ser juzgado. Pero eso nunca ocurrió. Posteriormente, el guerrillero fue entregado a Félix Ismael Rodríguez, el agente de la CIA que había trabajado durante meses en su captura. El 9 de octubre el espía recibió un mensaje en el que se le ordenaba acabar con el prisionero. Una muerte que se sucedió poco después. En palabras de Müller, Fidel podría haber evitado que el «Comandante» fuese acribillado, pero prefirió que muriera. Y es que, de esta guisa, eliminaba a un enemigo político y ganaba un mártir.

Fue su última traición a un hombre que, antes de su última batalla, instó a sus soldados a morir recordando las bondades de la Cuba dirigida por Castro.
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
 
Dada la importancia de ¨Renán Montero Corrales¨ ¨Moleón¨  (su verdadero nombre era Coronel  Andrés Barahona López)  en el abandono al Che Guevara le mostramos  algunos fragmentos de posts ya publicados en Baracutey Cubano, aunque señalo que en Chile, según oí en un testimonio radial dado en Radio Martí,   había un dispositivo para evacuar al Che y a su guerrilla y este dispositivo fue desactivado y llamado a Cuba. Finalmente: Dariel Alarcón, el ¨Benigno¨de la guerrilla del Che en Bolivia,  plantea  que el Che Guevara  no contaba con ellos  ni oara situar las postas, pese a que en la guerrilla habían experimentados comandantes y capitanes de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra  que hasta ya habían pasado escuelas militares después del triunfo de la Revolución y que él, Dariel Alarcón, demostró  que de Bolivia se podía salir pués él, pese a tener grandes fuerzas militares persigiéndolos,  pudo salir y sacar a cinco guerrilleros más y sólo le hicieron una baja.

Renán Montero Corrales era un terrorista que por eliminar una persona-objetivo  no le importaba los inocentes que murieran; la masacre de La Penca contra el ex comandante sandinista  Edén Pastora (Comandante ¨Cero¨) es un ejemplo el cual pueden leer completamente AQUÍ.

La noche del 30 de mayo de 1984 una bomba destrozó la conferencia de prensa, con todo y periodistas dentro, en la que Pastora daba un parte de guerra. 

Tres periodistas murieron, cinco guerrilleros también, y más de 22 personas, la mayoría periodistas y sus equipos, resultaron heridos por la explosión. El mismo Pastora, objetivo principal del atentado, resultó herido con varios charneles, y fue trasladado raudo del sitio rumbo a un hospital privado, y luego a Caracas. 

(La periodista del Tico Times, Linda Frazier, falleció en el atentado.)

“La bomba salió de la caja fotográfica de Per Ander. Nos habían utilizado como conejillos de indias para hacer un crimen con indescriptible brutalidad y torpeza. Salimos con heridas graves del lugar y mi amigo Fernando Prado regresó a Bolivia porque Borge ordenó no recibirlo en Managua”, relata el periodista sueco, dando por fin, un largo sorbo a su vaso con cerveza caliente. 
En entrevista al ex agente de la Inteligencia Castrista Jorge Masseti  este contesta algunas preguntas sobre Renán Montero_
 
— ¿Por qué desde entonces Renán Montero se perfila como jefe de la inteligencia sandinista y particularmente de la Dirección Quinta de la Seguridad del Estado? ¿Quién es Renán Montero?

Renán Montero era un oficial cubano, había estado en la primera experiencia de Carlos Fonseca en Nicaragua, incluso sale con una herida en la cabeza. O sea, que tenía un vínculo con los sandinistas desde comienzos de los años sesenta, después del triunfo de la revolución cubana en 1959. Luego, es el hombre al que el “Che” Guevara le llama “Iván” en su diario, que es el enlace entre la guerrilla en el monte y las estructuras urbanas de la guerrilla en La Paz, Bolivia, era el contacto con Cuba. Es el hombre al que después se acusa de haber abandonado al “Che”, porque se retira por órdenes de Cuba hacia Francia y deja al “Che” sin comunicaciones en 1967. Luego, es el director de las escuelas especiales para los extranjeros en Cuba, por lo que desde ahí tenía muchos contactos con movimientos guerrilleros. La última vez que conozco de él, antes de la victoria sandinista, él está trabajando en la oficina comercial cubana en San José, Costa Rica. Desde ahí, apoyaba a los sandinistas.

— ¿Es decir, fue un enviado especial del gobierno cubano para asesorar a los sandinistas? Claro, especialmente en el área de inteligencia donde todavía el Frente no tiene experiencia. Ellos le dan una forma legal: lo nacionalizan nicaragüense por haber estado en Nicaragua con Carlos Fonseca. Él también estuvo en el Frente Sur, donde se dedica a organizar la contrainteligencia, llamada Policía Sandinista, organizada para evitar la penetración de la Guardia Nacional al Frente Sur. En ese momento Tony de la Guardia se ocupa del apoyo logístico, garantizando la llegada de armamento, el que venía vía Panamá, otro de Cuba y Venezuela. Sin embargo, no hay relación de subordinación entre ellos. Tony se va inmediatamente después del triunfo sandinista. Renán Montero era un oficial de las tropas especiales y de inteligencia del MININT cubano”.
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Tomado de http://www.lanacion.com.ar/

Alberto Müller: "El Che murió muy consciente de la entrega y traición de Fidel"

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Con un controvertido punto de vista, el periodista cubano exiliado en Miami habla de la investigación detrás de Che Guevara: valgo más vivo que muerto, el libro que lo trajo de visita
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Por Loreley Gaffoglio
LA NACION

"A los emisarios de la embajada les molestaron los postulados de mi libro, en el que expongo los eslabones premeditados de abandono de Fidel al Che, para deshacerse de él. El Che se había convertido en un hereje en la Cuba prosoviética proyectada por Castro. Era un estorbo para su continuidad en el poder y, por eso, Fidel le tiende varias emboscadas: lo enfrenta a seguros fracasos guerrilleros en Congo y luego le inventa una Bolivia suicida", argumenta el autor, de 75 años, abogado y ex profesor de ética periodística en la Universidad de Miami.

-¿La trampa castrista comienza con el envío del Che a Congo?

-No, el punto de inflexión se produce con aquel encendido discurso del Che en Argelia [en la conferencia Afroasiática del 65]. Al regresar, hay una reunión tormentosa y documentada, con Fidel y Raúl Castro. Raúl le recrimina su trotskismo y lo acusa de ser prochino, país con quien Fidel estaba en "guerra". Fidel ya había urdido su traición a los postulados y las promesas de la revolución: tener elecciones a los 18 meses, respetar la Constitución del 40, que defendía el pluripartidismo y la propiedad privada, implementar una reforma agraria que repartía la tierra y le otorgaba la titularidad al campesino y no al Estado, como sucedió. Pero cuando pronuncia ese discurso antisoviético, el Che ya sobraba en Cuba. Y no sólo por Fidel. La KGB no lo quería ver ni en pintura. Eso explica por qué siendo ministro se va a liberar Congo, donde no muere de milagro.

-Pero ¿no hubo un apoyo explícito cubano al movimiento de liberación nacional congoleño?

-Al Che lo convence Fidel de continuar con la revolución que había encarnado [el líder anticolonialista congolés] Lumumba para liberarlos de la opresión belga y norteamericana. Lo iban a matar allá, pero Fidel negocia a sus espaldas con la Unión Soviética, Tanzania, los belgas y norteamericanos el fin de la guerrilla.

-¿Por qué habla de Bolivia como una entelequia para extender la revolución?


-Cuando el Che fracasa en Congo y se va a Praga, medita y plantea hacer la revolución en la Argentina, pero Fidel le dice que ahí no puede hacerse. Luego quiere hacerla en Perú, y le repite lo mismo. Y le inventan el espejismo de Bolivia.

-¿En qué apoya esa afirmación?
(Alberto Müller)

-Fidel se había reunido con Mario Monje, jefe de los comunistas, y le dice: "A mí me da mucha pena porque ustedes, en Bolivia, no tienen las condiciones para la revolución como en otras partes de América latina: no tienen salida al mar y tienen ya resuelta la demanda campesina con la reforma agraria de Paz Estenssoro, que les otorgó la propiedad de las tierras". Eso explica por qué en 10 meses de guerrilla al Che no se le suma ni un campesino. El otro eslabón de la emboscada es que Fidel lo alía con el Partido Comunista boliviano, que se inclinaba por la coexistencia pacífica y rechazaba la línea guerrillera. Y la gran clave es cuando Fidel lo entrega sin disimulos.

-¿De qué forma?

-El Che escribe en varias entradas en su diario desde Bolivia: "Sin contacto con Manila", el nombre en clave de Fidel. Castro tenía a un alto oficial de la inteligencia cubana asentado en La Paz, Renán Montero, alias Iván, casado con una boliviana, muy amiga del presidente Barrientos. Él era su contacto en La Paz, pero Fidel le ordena salir a Francia, deja al Che sin su enlace en La Paz y nunca reanuda ese contacto. Ese abandono es acuciante, condenatorio. ¿Dónde están sus aliados, sus recursos, su apoyo logístico? El Che murió muy consciente de esa traición. Ni siquiera tenía su medicina para el asma.
¿Qué lo lleva a investigar el desenlace del Che?
-Quería conocer las circunstancias de la muerte de un gran amigo mío, Octavio de la Concepción de la Pedraja, ocurrida días antes de la del Che. Y una cosa trajo a la otra. En las biografías escritas por Pacho O'Donnell, el mexicano Jorge Castañeda, el español Paco Taibo y el estadounidense Jon Lee Anderson asoman estas pistas sobre la entrega de Fidel. Durante seis años, yo profundicé esta línea y crucé información con los diarios de Guevara y otros documentos. Lamentablemente, jamás se encontraron sus diarios de Praga. Estoy seguro de que existen y alguien los tiene.
-¿Valió la pena su apoyo revolucionario con el costo que pagó?
-Moralmente, sí. Cuando uno defiende la libertad, no hay límites. Yo defendí la libertad, la democracia y la alfabetización de mi país. Me tocó esa parte de la historia de la cual no me arrepiento. Incluso, las torturas que padecí, como cristiano que soy, ya las perdoné. No soy hombre de rencores y no sería capaz de hacerles a mis enemigos lo que me hicieron a mí. La historia de Cuba ha sido trágica. Pero a Fidel le pasará como a Stalin. ¿Quién le hace hoy una Oda a Stalin, como Neruda?
-¿Qué le pareció el acercamiento de Raúl Castro con Obama?
-Lo aplaudo. Un aislamiento y embargo no encuentran una justificación durante 50 años.
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Guevara Anatomia de un mito



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