Pirro contra SNet
Por Juan Antonio Blanco
Miami
19 de Agosto de 2019
El Estado cubano —léase, el aparato represivo del
MININT, los burócratas del
MINCOM y los eternos ideólogos del Apocalipsis como Iroel Sánchez— acaba de obtener una cuestionable victoria pírrica frente a un grupo de desideologizados, desorganizados y talentosos muchachos que habían construido una burbuja digital en la que refugiarse del mundo gris, aburrido y opresor de la cerrada sociedad cubana.
Ahora, en impúdica exposición de su ignorancia, celebran públicamente haber bloqueado el derecho a expresarse públicamente a la red inalámbrica privada SNet.
El rey Pirro, al percatarse de los miles de soldados que le había costado obtener la victoria sobre los romanos, exclamó: "Otra victoria como esta y volveré solo a casa". Desde entonces se denominan victorias pírricas aquellas batallas que para poder ganarlas suponen un costo tal alto que terminan contribuyendo a la derrota.
Los represores no lo saben, pero ellos fueron los que volvieron solos a casa el pasado sábado, cuando intimidaron e impidieron un "acto de presencia" frente al MINCOM . Los "vencidos" están más acompañados que nunca nacional e internacionalmente.
Los pretendidos ganadores del sábado, van ahora a cosechar sus reconocimientos, felicitaciones y estímulos estatales por haber aplastado a un enemigo inexistente, aunque pronto tendrán que enfrentar las consecuencias de su estupidez y soberbia.
Decenas de miles de muchachos estaban proponiendo conversar serenamente para buscar una salida a un conflicto que les resultaba incomprensible. ¿Por qué estaban esos funcionarios tan enfadados si ellos habían siempre evitado hablar de política o religión y solo querían jugar sus videojuegos?
Su ignorancia de la lógica del sistema no los hacía inocentes ante los ojos del Estado.
Deberían haber sabido que cuando se vive en una sociedad cerrada bajo un régimen totalitario nada es apolítico. Todo es político. Y en esas circunstancias no hay peor pecado que tener autonomía y poder de convocatoria, aunque sea para apoyar a los damnificados del tornado en La Habana.
El MININT, Iroel Sánchez y los demás gendarmes que les amenazaron a ellos y sus familiares para que no fueran a un sitio público a expresarse en forma pacífica les dieron una clase a esos adolescentes sobre la verdadera naturaleza del problema que enfrentan. ¡Felicidades! Nadie desde el exilio pudo haber impartido mejor esa conferencia magistral sobre la realidad cubana.
Cuando los héroes estatales de esa colosal batalla contra adolescentes desconcertados recojan sus diplomas de felicitación en el Comité Central, recuerden al rey Pirro. Hasta el viernes tenían decenas de miles de jóvenes apolíticos que no podían movilizar. Desde el sábado tendrán decenas de miles de muchachos que han radicalizado con su estupidez. ¡Enhorabuena!
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