martes, noviembre 05, 2019

Alberto Roteta Dorado: ARGENTINA Y SU LAMENTABLE RETORNO AL KIRCHNERISMO (Primera parte)


ARGENTINA Y SU LAMENTABLE RETORNO AL KIRCHNERISMO.

Por Dr. Alberto Roteta Dorado
4 de noviembre de 2019


Santa Cruz de Tenerife. España.- Cuando creía que América Latina se desprendía definitivamente del engendro que llamaron Socialismo del siglo XXI triunfan los Fernández en los comicios de Argentina, resulta ¿reelecto? Evo Morales en Bolivia, López Obrador en México intenta centralizar poderes bajo su mando absoluto, sin que olvidemos que por estos días en Ecuador casi expulsan al presidente Lenín Moreno, y que, como en Chile, tuvieron lugar una serie desmedida de actos vandálicos en los que la terrible y enfermiza influencia del comunismo castro-chavista resultó patente. 

¿Qué está pasando con los latinoamericanos? ¿Acaso están bajo los hipnóticos efectos enajenantes de la izquierda y el populismo extremo que se impuso en parte de la región en los últimos años? Todo es posible, y no siempre podemos afirmar que se trata de los sendos fraudes electorales a que nos tienen acostumbrados los desvergonzados desgobiernos de Venezuela, Bolivia y Nicaragua. 

Los argentinos votaron por un dúo de izquierda, y hasta el presente, a diferencia de la dudosa situación de Bolivia, no se ha cuestionado la transparencia de los comicios argentinos, como tampoco pudo dudarse de los conteos porcentuales de los mexicanos, cuando hace unos meses eligieron, por desgracia, al socialista Andrés Manuel López Obrador. 

Grandes sectores poblaciones inmersos en su ignorancia, su fanatismo, o lo que sea, y siendo además desconocedores de los aspectos más elementales de la política social de sus naciones, y del mundo, plasmaron su firma y contribuyeron al inmerecido triunfo de aquellos que, se supone, los “representen” por determinado período de tiempo.  

Después de conocer los resultados de los comicios de Argentina, el domingo 27 de octubre, no puedo dejar de pensar en el polémico asunto, y sobre todas las cosas, tratar de buscar y encontrar el hilo conductor capaz de enlazar los recientes acontecimientos de la región, ya sean los electorales o las manifestaciones populares con su nueva modalidad de actos vandálicos y extrema violencia. 

(Cristina Fernández Vda de Kirchner y Alberto Fernández. Foto de archivo)

No voy a caer en los ataques y especulaciones carentes de sentido en los que muchos ya han incurrido. Creo que un llamado a la reflexión será siempre mucho más útil que un insulto superficial y alguna que otra frase hiriente y despectiva. Ya de eso se encargan los que carecen del poder de analizar con sentido crítico y de opinar con seriedad sobre el fenómeno regional que nos amenaza por estos duros tiempos. Latinoamérica es Latinoamérica, y con sus errores, sus carencias, sus desigualdades contrastantes, sus males, y también sus virtudes – las que algunos pretenden olvidar y ocultar–, es nuestro subcontinente. Recordemos la hermosa idea martiana de “Nuestra América”, bien distante de la despectiva denominación que algunos repiten por estos días. 

Decir que en “Nuestra América” existe una gran desigualdad, pobreza, pobreza extrema, elevados índices de delincuencia, de crímenes y de violencia, así como un enorme grado de subculturización aparejado a una deficiente instrucción – hay multitudes que aún son analfabetos y apenas pueden expresarse o lo hacen de modo muy rudimentario– no es caracterizar de modo despectivo a una gran parte de la región, sino exponer de modo objetivo la dura realidad de la tierra de Sucre, Bolívar y San Martín.  

Esto lo saben los líderes socialistas, de izquierdas, progresistas o como se les quiera llamar, y es justamente esta debilidad subcontinental que utilizan como modus operandi para manipularlos. A los pobres, muy pobres y desposeídos, que al propio tiempo son los menos escolarizados y subculturizados se les promete reformas que luego jamás se cumplen, se les ofrecen gratuidades y ayudas humanitarias, y una inserción dentro de la sociedad con un supuesto mínimo de decoro. Luego se les incita a las protestas, a los mítines, y como es de suponer, se les invita al voto electoral que les garantice su aparente triunfo. Esta debilidad la conoció muy bien Marx cuando estableció sus concepciones teóricas acerca de la dictadura del proletariado, uno de los aspectos más polémicos de su absurda doctrina socialista.  

Fue lo que hizo Hugo Chávez con las multitudes venezolanas, más tarde Evo Morales con los indígenas bolivianos, y Andrés Manuel López Obrador hace poco en México. No obstante, Argentina, junto a Chile y Uruguay se distinguen dentro del contexto regional toda vez que los índices de pobreza, delincuencia, escolaridad, salubridad, etc. son diferentes si les comparara con el resto de las naciones. El estilo de vida de los pobladores del cono sur difiere un tanto del resto de los países de Suramérica y Centroamérica.  

¿Qué pasó entonces con los argentinos que han preferido (tampoco fue una generalidad, sino solo un discreto predominio de votantes a favor del kirchnerismo) al binomio socialista de los Fernández en vez de la continuidad de Mauricio Macri? Nada excepcional. Los comicios tuvieron lugar en medio de un caos económico que desde hace unos meses ha sufrido una agudización extrema, y que ha estado golpeando sobremanera a los argentinos. De ahí que votaran pensando en sus bolsillos y dejados llevar por la emoción más que por el intelecto, lo que, sin duda, los llevó a elegir al cuestionado binomio de Alberto Fernández y Cristina Fernández.  

Mauricio Macri no supo, y no pudo, levantar desde el punto de vista económico a Argentina, y una parte del pueblo (solo una parte, 48,10% de los votos, contra el 40,37% obtenido por Macri, y no una multitud arrolladora como luego difundirán los defensores del socialismo continental) sin pensar en las nefastas consecuencias del retorno al kirchnerismo optó por los Fernández, dejando a un lado la oscura biografía de la señora Fernández de Kirchner. 

A la hora de la “verdad” ante las urnas a mucha gente le da lo mismo la tendencia de derecha, izquierda, centroderecha, centroizquierda, socialdemocracia, o lo que sea, así como el partido que representen, y hasta son capaces de desentenderse de las múltiples acusaciones de aquellos que, se supone, los van a “representar” por un período de tiempo. Recordemos el caso de Brasil, hace relativamente poco, país donde las masas ignorantes preferían, según las encuestas previas a los comicios, a un candidato en prisión por sendos cargos de corrupción.  

De modo que entre Mauricio Macri, a quien le faltó el ímpetu necesario para impulsar su campaña – tal vez se sentía derrotado de antemano– y la pareja de socialistas, un pequeño por ciento por encima de la mitad – suficiente como para no someterse a un balotaje ulterior– se inclinó por el binomio que en breve saqueará lo que queda de Argentina, y que no usurpó Mauricio Macri, sino Néstor Kirchner y luego continuó su pareja en la vida y sucesora en el poder, Cristina Fernández, la política más corrupta del continente y la más acusada por graves delitos de este tipo, algo que el 48,10% de los argentinos prefirió olvidar por estos días.  

Así las cosas, los Fernández asumen el poder de Argentina toda vez que ciertas condiciones socioeconómicas del país favorecieron la inconformidad de un segmento poblacional, no precisamente respecto a Mauricio Macri, sino a la dura situación económica de la nación – que no es comparable a la debacle de Venezuela y Cuba, como tampoco los argentinos actúan siguiendo los cánones del castro-chavismo–, algo que de manera premeditada y con alevosía utilizó el binomio izquierdista, sobre todo Cristina Fernández, de quien fue la idea de utilizar a su antiguo colaborador, devenido luego en adversario y ahora cómplice, para su retorno al poder político de la nación.  
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"Cristina fue instigadora": el día en que Alberto Fernández lapidó el Pacto con Irán
(video del 26 de febrero de 2015 en el programa "El juego limpio" de Nelson Castro)


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Jul 10, 2019

El día en que Alberto Fernández dijo que el Memorándum de Entendimiento que Cristina Kirchner firmó con Irán cuando era presidenta buscó encubrir el atentado a la AMIA: "El acto de encubrimiento es la firma del acuerdo".
Cuando estaba distanciado de Cristina Kirchner, Alberto Fernández había dicho que el Memorándum de Entendimiento con Irán buscaba encubrir el atentado a la AMIA: "Cristina Kirchner hizo dictar dos leyes para protegerse penalmente de dos delitos delitos: Ciccone y el encubrimiento al tratado con Irán. No tengo dudas... El acuerdo tenía un fin de encubrimiento. El delito empezó a ejecutarse con la firma del convenio y no se consumó por circunstancias ajenas a la voluntad de sus autores. El acto de encubrimiento es la firma del acuerdo. Nisman dejaba al descubierto que el gobierno se valía de personajes marginales de la política para vincularse y relacionarse con el gobierno de Irán... La consumación del encubrimiento es el acuerdo, el tratado. Cristina y Timerman son los ideólogos e impulsores. En términos penales hay un instigador, la presidenta, y el autor directo es el que firma ese acuerdo... Si algún día Cristina era citada a declarar, solo tenía que decir que estaba cumpliendo con la ley porque ella hizo dictar una ley que la encubra: en términos penales es casi una autoamnistía que ella se puso... Lo que más le critico a Cristina es el modo en que ha maltratado a la Justicia y a los fiscales. Es difícil creer en Cristina cuando pretendió a Gils Carbó cambiar fiscales a su antojo... Las dudas se mantienen y algunas gestualidades de Cristina las profundizan".
Fue el 26 de febrero de 2015 en el programa "El juego limpio" de Nelson Castro, en TN. 26/2/2015 .