miércoles, agosto 19, 2020

Ernesto Díaz Rodríguez, preso político ¨plantado¨: el film Plantados, la historia de los centros de tortura de la tiranía castrista

 
Tomado de https://www.cubanet.org/



En la foto  se encuentra  de pié: Arquitecto Jesús Permuy, Mario Chanes de Armas, Ernesto Díaz Rodríguez y Julio Ruiz Pitaluga. Sentados: José L. Pujals Mederos (tío de Leopoldo Pujals),  Eusebio Peñalver y Angel De Fana. 
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Plantados, la historia de los centros de tortura de la tiranía castrista

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Las peores y más prolongadas prácticas de ensañamiento degradante y cruel han sido destinadas a los hombres y mujeres del presidio político plantado

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Por Ernesto Díaz Rodríguez

17 de agosto, 2020

MIAMI, Estados Unidos. – A través de los años, en su empeño por doblegar a los prisioneros políticos cubanos, el régimen comunista de Cuba ha venido utilizando diversos métodos de castigo. Para ello se han valido de un sin número de experimentos, donde, por encima de todo, destaca el alto índice de crueldad. Las peores y más prolongadas prácticas de ensañamiento degradante y cruel han sido destinadas a los hombres y mujeres del presidio político plantado. Sin embargo, contrario a lo que las autoridades carcelarias esperaban, la adversidad y los atropellos dieron más fuerza a sus espíritus, a su disposición a mantenerse firmes, intransigentes en sus principios, en la defensa de su dignidad, cualquiera que fuese el precio a pagar.

Muchos son los ejemplos de estos guerreros que ofrendaron lo mejor de sus años en sacrificio heroico por la libertad de la Patria: Mario Chanes de Armas, José Pujals Mederos, Onofre Pérez, Eleno Oviedo Álvarez Eusebio de Jesús Peñalver Mazorra, fallecidos todos en el exilio luego de haber cumplido largos años de condena por su amor a la libertad y su lucha en defensa de las instituciones democráticas bajo un sistema de gobierno abierto al progreso, a la paz y a la felicidad de la familia cubana. A esta breve lista se suman muchos otros, representada en cada uno de ellos la dignidad de todo un pueblo que no se resigna a ser esclavo.

Las gavetas de San Ramón y Tres Macíos

(Lilo Vilaplana, foto de archivo)

Resulta difícil establecer una relación siguiendo un orden determinado, de acuerdo a los niveles de atropellos y al alto grado de deshumanización puestos en práctica por las autoridades carcelarias de la tiranía castrista. Pero si hay dos sitios de confinamiento que por sus aberrantes índices de crueldad han de ocupar los lugares más destacado, son, sin dudas, las Gavetas de San Ramón, ubicadas en la región de Manzanillo, y Tres Macíos, centro de torturas construido en las inmediaciones de Bayamo. Se trata de calabozos experimentales, diseñados para la aplicación de todo género de maldad, ante la impotencia del régimen para doblegar a sus adversarios políticos encarcelados, establecidos en el estatus de Plantados, que no aceptaban disposiciones disciplinarias, ni adoctrinamiento político, ni la humillación de vestir el mismo uniforme de los presos por delitos comunes. Por lo general, estos calabozos eran extremadamente pequeños. Sus dimensiones de fondo y de altura no sobrepasa los 6 pies. El ancho era de unas 20 pulgadas. A pesar de lo reducido del espacio, en cada una de esas denominadas gavetas eran introducidos entre cuatro y seis prisioneros, los cuales se veían obligados a turnarse a fin de disponer, uno a la vez, de un período limitado de sueño, mientras el resto permanecía de pie, en posición incómoda, con las piernas abiertas. Como no disponían ni siquiera de un agujero donde les fuera posible hacer sus necesidades, no tenía otra alternativa que defecar en el piso y con sus manos empujar los excrementos hasta depositarlos junto al enrejado de la puerta, donde también, durante días y días, se acumulaban sus orines, que, mezclados con las heces fecales, daban lugar a una proliferación nauseabunda de gusanos.

Fórmulas de castigos en la prisión de Isla de Pinos

Si por su extrema crueldad se destacaron los calabozos de castigo de San Ramón y Tres Macíos, no menos degradante y cruel era el trato de los carceleros en la prisión de Isla de Pinos. En ese centro de aniquilación humana formaba parte del sufrimiento de los prisioneros políticos el Plan de Trabajo Forzado, donde los reclusos se veían obligados a realizar sus faenas, soportando brutales golpizas.

Una extensa cifra de asesinados tachona de vergüenza estos crímenes de la tiranía. Como si las torturas psicológicas y físicas sufridas por los prisioneros fueran poco, estaban, además, los infernales calabozos de castigo. Allí, a través del enrejado del techo, los confinados, en humillación adicional, recibían, esporádicamente, sobres sus cabezas y sus cuerpos, cubos de pestilente orine. Hacían uso, además, de la inmersión de los presos seleccionados a voluntad de los carceleros, en pestilentes lagunas de aguas albañales, donde los condenados a castigos, a base de golpizas, tenían que soportar largos períodos de tiempo sumergidos entre los excrementos.

Las tapiadas de Boniato

Las celdas tapiadas de Boniato, que destacan entre las más crueles formas de confinamiento en las cárceles de la tiranía comunista de Cuba, eran calabozos también de espacio extremadamente reducido, con unos ocho pies de fondo y una altura aproximadamente similar. El ancho era considerablemente inferior, tanto que los prisioneros podían recostar su espalda sobre una de las paredes y apoyar sus piernas sobre la del extremo opuesto de la celda. Para que el aislamiento y la crueldad fueran aún más enajenantes, las puertas y ventanas estaban recubiertas con sólidas planchas de acero, lo que hacía que en verano el calor se convirtiera en una tortura permanente. Una de sus características era que allí los confinamientos, por lo regular, se extendían por períodos de siete, ocho y hasta más de diez años consecutivos. La alimentación era pésima, prácticamente incomible, ocasionando una degradación física constante. En ocasiones, las golpizas que los prisioneros recibían eran casi a diario. Además, durante todo ese tiempo, como forma adicional de castigo, a los que integraban el grupo de los presos plantados se les prohibía recibir horarios de sol. Y entre otras prohibiciones estaban las de recibir visitas de sus familiares, y la de mantener contacto con ellos a través de correspondencia. Para que la situación de aislamiento fuera todavía más cruel, se les clausuraba el derecho a recibir ningún tipo de asistencia médica, ni siquiera en los casos de enfermos crónicos o de gravedad. Por tal razón, varios prisioneros políticos plantados perdieron la vida por desnutrición o por falta de una oportuna asistencia médica.

A partir de 1970 y hasta los años finales de la década de 1980 a este grupo de presos que se mantenían intransigentes en defensa de su ideal de lucha y de sus sagrados principios, al arribar al término de la sanción inicial que habían recibido, se les mantenía en prisión por un período de tiempo indefinido, en ocasiones hasta más de siete años adicionales. Sólo a aquellos que aceptaban el chantaje de renunciar a su estatus de plantado y a aceptar, muchas veces presionados por necesidades familiares, los planes de trabajo carcelario, incluyendo la incorporación al llamado “Plan de Reeducación”, se les concedía la libertad sin que le fueran impuestos años adicionales de condena, bajo el falso e inexistente delito de “Peligrosidad post Delictiva”.

Muchas son las prisiones y los campos de concentración del régimen comunista de Cuba extendidos a todo lo largo y ancho de la Isla. Esto indica el nivel de un experimento social y político fracasado por su incapacidad de crear riquezas y dar beneficios adecuados a la población, donde quiera que ha sido instaurado.

El régimen de los Castro es el ejemplo más decepcionante para los que confiaron en el malabarismo engañoso, en las demagógicas palabras de un tirano encubierto, el más sanguinario y feroz de cuanto dictador ha existido en la historia de América Latina. No es posible encontrar la felicidad y vivir en armonía con quienes roban a sus pueblos el derecho a ser libres, con quienes imponen leyes arbitrarias, represivas y absurdas, en función de sus intereses dictatoriales y sus propios bolsillos. De quienes hacen del pillaje y la trampa su código de conducta y del enriquecimiento ilícito su prioridad fundamental. El látigo no puede reemplazar a un verdadero orden de justicia, ni a la espontánea conciencia creadora. No puede ser más justo que la transparencia en la sensibilidad humana ni más poderoso que la fuerza del amor y de la razón.

Suman muchos los centros de tortura creados por el régimen comunista de Cuba en inútil intento por doblegar el espíritu de los que no aceptan las imposiciones en función del sostenimiento y prolongación de un sistema político absurdo e inoperante en todos los sentidos. Un régimen de maldad, aniquilador de la paz, del derecho y las libertades. Imposible sería enumerar cada uno de los métodos de ensañamiento utilizados sistemáticamente durante más de 60 años; detallar cada celda, calabozo de castigo donde se ha venido practicando, impunemente, una violencia carcelaria sin límites.

Para quienes se interesen en conocer la verdadera historia que a través de los años se ha empeñado en ocultar la tiranía castrista, será fácil ilustrarse a partir de la descripción de las Gavetas de San Ramón y Tres Macíos, las Fórmulas de Castigo en Prisión de Isla de Pinos y en las tristemente célebres Tapiadas de Boniato.

Esta conmovedora historia ha sido tan magistralmente expuesta en la más reciente creación cinematográfica del prestigioso director Lilo Vilaplana, que no habrá censura ni artificio capaz de encubrir los crímenes y atropellos cometidos a través de los años por la tiranía castrista.

Plantados, que será el título de esta interesante película -de próximo estreno en la pantalla grande-, es una obra maestra de este experimentado director. El filme fue rodado gracias al importante aporte económico del empresario de origen cubano Leopoldo Fernández Pujals, radicado en España. Un largo proyecto acariciado durante más de dos décadas que finalmente se abre paso para hacer que en el mundo libre se conozca, en toda su intensidad y su crudeza, la magnitud de la tragedia que sufre nuestro pueblo y, al mismo tiempo, la voluntad de acero, el histórico heroísmo de ese grupo invencible, que durante muchos años formó parte integral del presidio político de Cuba.

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Cuba y su Historia – José A Albertini entrevista a Lilo Vilaplana





El exilio contraataca: filman en Miami película sobre el horror de las cárceles castristas

Por Sarah Moreno
10 de octubre de  2019

Una película que se inspira en los presos políticos plantados cubanos se filma en Miami con un presupuesto millonario que financia el empresario cubano radicado en España Leopoldo Fernández Pujals. BY PEDRO PORTAL

Hay momentos que un preso nunca olvida: el día que pierde su libertad y aquellas horas nefastas en que es sometido a vejaciones.

Angel de Fana cayó preso el 10 de septiembre de 1962. Lo acusaron de ser el autor intelectual de un acto violento en el que murieron un miliciano y dos de sus compañeros de lucha. Cumplió en las cárceles castristas una condena de 20 años y siete meses, durante los que experimentó y fue testigo de muchos abusos.

“Me llevaban a los interrogatorios con un gorro que me cubría la cabeza. Una vez me sacaron desnudo y me dejaron ahí mucho tiempo”, cuenta De Fana, quien estuvo en las Cabañitas, un lugar de interrogatorios tan secreto que los presos solo imaginaban donde se encontraban por el tiempo que tomaba transportarlos hasta allí, cubiertos con un lona y con la bota de los guardias en la cabeza.

De Fana, de 80 años y de La Habana, es uno de los presos políticos “plantados” que cumplieron condenas de más de 20 años en las cárceles castristas, muchas veces vestidos solo con calzoncillos.

Se les llamó “plantados” porque se negaron a aceptar un Plan de Reeducación impuesto por el gobierno que los forzaba a trabajar y aceptar el adoctrinamiento político con la promesa de rebajas en las condenas.

Hoy la historia de esos hombres toma forma en Plantados, una película que se filma en Miami, en un edificio como una torre que se ve desde la autopista 112, en el que se están replicando algunas de las cárceles más tenebrosas de Cuba.

“Es una historia de ficción de los plantados. No es la vida de ninguno de ellos y a la vez la vida de todos ellos”, adelanta el director Lilo Vilaplana, quien es conocido por su trabajo en Colombia en la serie El Capo y en Miami por dirigir, tambien para la televisión, los episodios de Leyendas del exilio.

“Queremos captar la esencia de los plantados, su espíritu indomable, su resistencia, su persistencia y su valentía ante el castrismo”, explica Vilaplana en una habitación donde un handyman recrea las galeras de La Cabaña, poniendo capas de cemento hasta lograr el efecto de los viejos muros de la fortaleza española que fue una cárcel terrible para los presos políticos cubanos.

Plantados cuenta con un presupuesto millonario que aporta el empresario cubano radicado en España Leopoldo Fernández Pujals, creador de negocios como la cadena Telepizza.

Fernández Pujals hizo el aporte en memoria de los presos políticos cubanos, y en especial de su tío, José Pujals Mederos, que cumplió 27 años de una condena de tres décadas que le impuso el castrismo. Pujals Mederos falleció en marzo en Tallahassee.

De Fana, que comparte para la película sus anécdotas y las de otros presos, recuerda que el proyecto surgió hace varios años, cuando todavía estaban vivos Mario Chanes de Armas —quien participó con Fidel Castro en el ataque al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, y luego fue uno de los presos más antiguos de su régimen— y Eusebio Peñalver Mazorra, que cumplió 28 años de prisión en los que fue objeto de los peores tratos porque era negro.

La misma experiencia tuvo Jorge Luis García Pérez “Antúnez”, que sufrió un cautiverio de 17 años y 38 días por hacer una arenga en una plaza de su pueblo, Placetas, en Villa Clara, durante un discurso de Raúl Castro, en 1990.

“Desde que caí preso fui objeto de una política racista”, afirma Antúnez, que aporta también sus recuerdos para la película.

“Varias escenas de los castings me han conmovido, porque me han regresado a esos atropellos y vejaciones que sufrí en carne propia”, señala, haciendo la acotación de que “la prisión que nosotros vivimos fue totalmente insignificante comparada con los horrores que sufrió el presidio político”.

Por su parte, De Fana rememora entre los momentos más dificiles de su vida en prisión el día que le dijo a un guardia: “No tengo que darle las gracias a la revolución sino a Dios”, un gesto de valor que fue preludio de una avalancha de golpes.

Antúnez y De Fana están sentados en un salón donde la producción ha colocado en las paredes las fotos históricas de las cárceles, que sirven para recrear los espacios y los hechos que cuenta el guión del escritor Angel Santiesteban Prats, quien vive aún en la isla.

La película tiene dos líneas argumentales, una que transcurrre en la actualidad, en Miami, donde un ex preso político se encuentra con el esbirro que lo torturó, y la retrospectiva, que cuenta los abusos del castrismo contra los presos políticos.

El elenco está conformado por actores muy conocidos en Cuba y en Miami, como los experimentados Gilberto Reyes, Alberto Pujols y Carlos Cruz, y un grupo más joven, integrado por Héctor Medina, Ariel Texidó, Adrián Mas, Ricardo Becerra, Frank Egusquiza, Yerandy Basart y Fabián Brando.

En el recorrido por el escenario de la película, Vilaplana muestra a el Nuevo Herald la recreación de las “gavetas”, unas celdas minúsculas en las que a veces confinaban hasta cuatro presos, tres parados y uno acostado.

El filme también reproducirá otros castigos, como la inmersión en las zanjas de excrementos. Entre las zanjas más nefastas estaba una en el presidio de Isla de Pinos que era una laguna donde terminaban los desechos de la prisión, a la que enviaban a los presos después de las golpizas.


Bocetos de las ‘gavetas’, celdas a las que se confinaba a los presos políticos en las cárceles castristas, para la película “Plantados”, que dirige en Miami Lilo Vilaplana. Pedro Portal PPORTAL@MIAMIHERALD.COM

“Es bueno que se sepa que la brutalidad, la saña y las golpizas existen todavía”, dice Antúnez, enfatizando que “en este momento tenemos hombres en las cárceles que están pasando horrores”.

En la actualidad, existen 125 presos políticos por oposición al régimen en Cuba, según la ONG Cuban Prisoners Defenders.

“Lo más terrible de todo es que parece que es cosa del pasado, que estamos haciendo una cosa histórica, y no es así, porque [el filme] tiene una vigencia tremenda”, dice el actor Yerandy Basart.

“Hoy los métodos siguen siendo los mismos, los héroes anónimos siguen siendo los mismos, y se sigue sufriendo, por eso es importante que salga esta película”, concluye.

El estreno de Plantados está planeado para mediados del 2020.

Desde la izquierda, el director Lilo Vilaplana con parte del elenco de ‘Plantados’, Héctor Medina, Ariel Texidó y Yerandy Basart, en el edificio donde se han reconstruido en Miami algunas de las cárceles de Cuba. PEDRO PORTAL PPORTAL@MIAMIHERALD.COM

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Tomado de http://nuevoaccion.com/


¡HONOR A QUIEN HONOR MERECE!

15 de octubre de 2019

Si por años hemos estado criticando a los ricos cubanos exiliados, porque la gran mayoría no les interesa la lucha por la libertad de Cuba, ni aportan nada para ayudar a esa lucha, creo que es lógico y de cubano bien nacido reconocer públicamente cuando uno de esos cubanos ricos, se destaca por su apoyo a un proyecto que haga daño a la tiranía.

Por eso, hoy en Nuevo Acción, queremos destacar, la labor realizada por Leopoldo Fernández Pujals (foto grande que ilustra esta nota)que calladamente en ocasiones anteriores ha contribuido a financiar proyectos dedicados a ayudar a los opositores, tal y como su continuo respaldo a la labor llevada a cabo por Angel de Fana en su organización Plantados, ayudando a los presos y sus familiares en Cuba;  y ahora se ha conocido que es el mecenas que que financia la filmación del largo metraje  “Plantados,” que Lilo Vilaplana está filmando actualmente.


***************** Eso que ha hecho Leopoldo Fernández Pujals, merece la eterna gratitud y el público reconocimiento de todos los que hemos estado enfrascados en combatir en todos los frentes a la tiranía castrista.

(Leopoldo Fernández Pujals)

Si se critica lo malo, es justo que se elogie lo bueno.

Aclaramos, que nunca hemos solicitado nada material, ni lo haremos en el futuro, del señor Fernández Pujals. Esta nota no es el preludio de una picada, ni de ninguna futura solicitud de ayuda. Es el merecido reconocimiento a un empresario cubano, cuyo éxito económico no le ha hecho olvidar su compromiso con la tierra que lo vió nacer. A Leopoldo Fernández Pujals ni siquiera lo conocemos personalmente, pero es de cubano bien nacido hacerle saber que hay compatriotas que reconocemos su patriótico gesto y que sin ningún interés bastardo, le admiramos y le decimos:¡Gracias, en nombre de la patria y de los que se han sacrificado por ella! ¡Ud. señor Fernández Pujals, pertenece a la estirpe de Francisco Vicente Aguilera!
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Feb 17, 2015

El millonario cubano Leopoldo Fernández Pujals en El Espejo

Parte I



Parte II



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DOCUMENTAL RELACIONADO:

La Contra TV
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Durante el castrismo unos pocos presos políticos rechazaron todo compromiso con las autoridades, se opusieron a ser reeducados, a los trabajos forzados y a llevar el uniforme. Eran conocidos en Cuba y en todo el mundo como "Los plantados". Pagaron muy caro su atrevimiento.

Plantados. Documental  de testimonios dados por sus protagonistas


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