La historia del héroe y del traidor: Juan Masó Parra. Entrevista a José Ramón Fernández Álvarez, autor del libro sobre la figura controversial de Juan Masó Parra, General de Brigada mambí que se pasó al final de la guerra a las filas españolas
Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
Me parece recordar que fue en la década de los años 70 del pasado siglo XX que lei por primera vez el nombre de Juan Masó Parra; eso ocurrió cuando leí el libro Apuntes sobre la vida cotidiana en Cuba en 1898, escrito por María Poumier, producto de una Maestría, donde se daba un ejemplo de mambises que se habían acogido al indulto al constituirse el Gobierno Autonomista el 1 de enero de 1898 .
Algunos hechos que hablan negativamente de la persona de Máximo Gómez pese a su inmenso aporte a la independencia de Cuba son:
- El abuso de Máximo Gómez en contra de un negro sirviente (no le llamo ordenanza porque no se si pertenecía al ejército mambí) en la que lo golpeaba salvajemente pese a la fidelidad del sirviente.
- El comportamiento veleidoso de Máximo Gómez en contra de los llamados pacíficos que eran aquellas personas que no participaban en la guerra a favor de alguna de las partes contendientes.
- José Martí narra en su diario de campaña de Cabo Haitiano a Dos Ríos, como un curtido coronel mambí se le acerca insultado para quejarse del trato déspota que había recibido de Máximo Gómez mientras señalaba que ellos, los mambises, peleaban contra España por ese trato.
- Antonio Maceo pide el grado de Lugar Teniente General del Ejército Libertador para no estar subordinado militarmente al Generalísimo Máximo Gómez pese a que Gómez y Maceo habían sido (según escribió José Luciano Franco en uno de los tomos de la biografía de Antonio Maceo) compañeros de correrias con mujeres en uno de los países de Centroamérica. Señalo que Maceo prácticamente expulsó diplomaticamente a Máximo Gómez y a Marti, y al pequeño contigente que lo acompañaba, pese a que habían tropas enemigas por la zona y ya estaba acerándose la noche .
- Máximo Gómez desobedecía en ocasiones lo indicado por el Consejo de Gobierno de la República en Armas encabezado por el General Bartolomé Masó.
- Máximo Gómez como Jefe Militar del Ejército Libertador dió la orden de impedir que todo tipo de víveres entraran a las poblaciones controladas por el Ejército Español, que eran prácticamente todas las poblaciones de Cuba, lo cual junto con la llamada Reconcentración de Valeriano Weyler provocaron una inmensa cantidad de muertes; de esa orden no se habla en Cuba ni fuera de Cuba. Sobre la revocación de esa orden puede leerse el ACTA DEL CONSEJO DE GOBIERNO del primero de septiembre de 1898, fechada en La Viuda.
- En el artículo Mayo 19 (1895) Muerte de Martí, de la autoría del investigador histórico Arnaldo M. Fernández y fechado el 11 de mayo de 2011 se lee: ¨... Según el jefe de día del campamento mambí, coronel Juan Masó Parra, esto no se hizo «y culpa sin duda fue del general Gómez, que dirigió el combate, pues a los otros jefes no le cabe la responsabilidad colectiva de la consulta, que no hubo». Lo que sí hubo, según Enrique Loynaz, fue galopar frenético y retroceso desordenado (Memorias de la guerra, 1989, página 170). ¨
La historia del héroe y del traidor: Juan Masó Parra
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¿Qué fue lo que llevó a Juan Masó Parra a desertar de las filas mambisas con el grado de brigadier?
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Por Jorge Camacho
Columbia
31/08/2020
“Juan Masó Parra es quizás la figura más controversial que produjo el proceso independentista cubano”. Con esta frase comienza el libro de José Ramón Fernández Álvarez: Una historia develada: Juan Masó Parra y las luchas por la independencia de Cuba, que Ediciones Universal acaba de publicar en Miami. El libro de 573 páginas, 24 capítulos y varios apéndices, cuenta la historia de un personaje, en el cual, como en un cuento borgeano, se confunden los atributos del héroe y del traidor, del hombre que se ha sacrificado por todo un pueblo y de la traición que lleva a ese pueblo a repudiarlo.
En el caso de Juan Masó Parra esa traición tiene una fecha: el 20 de enero de 1898, cuando después de combatir en tres guerras independentistas decide entregarse a las autoridades españolas y armar un ejército para combatir a los patriotas cubanos y las tropas norteamericanas.
En su libro, José Ramón Fernández explica qué fue lo que llevó a Juan Masó Parra a desertar de las filas mambisas con el grado de brigadier, da cuenta de las numerosas tareas que le encomendaron los principales héroes de la gesta, como Antonio Maceo y Máximo Gómez, y señala las desavenencias que tuvo con El Viejo, que al parecer, fueron las que llevaron a Masó Parra a pasarse a las filas enemigas.
La bibliografía en la que se basa es extensa y le permite al lector seguir con precisión y pie firme cada paso del héroe /traidor por la historia de Cuba y los países adonde fue a vivir y a servir como hombre de guerra.
(Una historia develada, de José Ramón Fernández Álvarez.)
Desde muchos puntos de vista, la historia que nos cuenta José Ramón Fernández aquí es necesaria, porque no solo habla de un personaje casi desconocido en Cuba, que jugó un papel central en las luchas por la independencia. Es importante también porque rectifica entuertos, nos obliga a aceptar las faltas de los héroes, y no conforme con ello critica a biógrafos reconocidos como José Luciano Franco, quienes borraron su nombre de las páginas nacionales y prefirieron hablar de otras figuras más visibles y heroicas.
Con vistas a que le brinde un adelanto de su libro a los lectores de CUBAENCUENTRO, le he pedido a Pepe, el autor de Una historia develada: Juan Masó Parra y las luchas por la independencia de Cuba (2020), que nos hable brevemente de algunos de los temas que desarrolla en este volumen, lleno de datos y peripecias. Le agradezco a Pepe el haber respondido gentilmente mis preguntas.
¿Quién fue Juan Masó Parra y cómo fue que comenzó este proyecto de libro?
Conocí de la existencia de Juan Masó Parra al leer sobre su arresto acusado de liderar una revuelta armada contra el gobierno interventor americano en 1907 que la prensa llamó “la conspiración de los generales”. El hombre que en la prensa describían como traidor al Ejército Libertador había combatido en las tres guerras independentistas y todavía gozaba de respeto entre los veteranos y entonces quise conocer más sobre este posible Benedict Arnold cubano. Con cada nuevo dato que encontraba se abrían nuevas interrogantes y las repuestas develaron una vida sorprendentemente interesante y relevante para la historia de Cuba.
Dices que estuviste más de veinte años escribiendo este libro ¿Cómo fue ese proceso? ¿Cómo lograste reunir tanta información sobre Juan Masó Parra?
Aquella curiosidad personal sobre Juan Masó Parra quedó insatisfecha después de revisar todo lo que la historiografía había recogido y no quedó otra opción que llevar a cabo una investigación a fondo. Investigar historia es parecido a armar un rompecabezas sin saber cuántas piezas tiene, dónde están y cuál será la imagen que encierra. Siguiendo cada nueva pista la búsqueda alcanzó una docena de países. A los archivos en Cuba logré acceder por medio de intermediarios e investigadores quienes —por interés algunos y por generosidad otros— reprodujeron cartas, diarios, fotos y documentos esenciales para el libro. Los nietos de Juan Masó Parra me facilitaron la información familiar que atesoraban lo que fue un gran aporte para conocer la última etapa de su vida.
¿Cómo crees que conocer la historia de Masó Parra nos ayuda a entender mejor las guerras independentistas de Cuba?
Masó Parra se inició en el esfuerzo independentista aún adolescente; disparó los primeros tiros en la Guerra Chiquita; compartió el exilio con Antonio Maceo y Máximo Gómez; Flor Crombet sirvió de testigo en su boda; tomó Yara el mismo 24 de febrero; hizo la Invasión y fue jefe de brigada en tres ocasiones. Después de veinte años de lucha, Masó Parra abandonó sorpresivamente las filas cubanas pocos días antes que la explosión del Maine resultara en la entrada de Estados Unidos en la guerra. Estos son solo algunos aspectos sobresalientes de la trayectoria de Juan Masó Parra por nuestra historia y esta investigación toma en cuenta datos novedosos, y muchos hasta inéditos, sobre esos hechos y sus protagonistas.
En tu libro, al mismo tiempo que hablas de la vida de Masó Parra criticas algunos historiadores por ocultar datos o borrar esta figura de los aconteceres nacionales. Uno de estos casos es el del supuesto hijo de Antonio Maceo ¿quieres hablar un poco de la relación de este hijo con la historia que cuentas?
Esto es algo que se hizo evidente desde muy temprano en la investigación: parecía existir un acuerdo tácito para omitir el nombre de Juan Masó Parra, aunque esto exigiera en ocasiones torcer los datos y hasta atribuir a otros el protagonismo de Masó Parra. Naturalmente, tales esfuerzos resultaron en distorsiones históricas. Este fue el caso del supuesto hijo hondureño de Antonio Maceo que visitó La Habana en 1951. Para probar que el hombre, nacido en 1871, no podía ser producto de una relación adúltera del general, el autor de la mejor biografía de Antonio Maceo, José Luciano Franco, escribió un folleto para demostrar que Maceo no había estado en Honduras antes de 1881 y en este incluyó una carta de Juan Masó Parra a Maceo cuyo texto evidenciaba la existencia de una relación entre ellos que Franco había ocultado en su biografía. En lugar de explicar que Maceo había hecho escala en Costa Rica en 1881 para reunirse con Masó Parra, Franco había escrito que esa visita a Costa Rica se debió a un error de itinerario cometido por Maceo. Aparentemente, era preferible presentar a un Maceo ignorante que revelar sus relaciones amistosas con Masó Parra.
En Una historia develada le dedicas algunas páginas a José Martí, quien conoció y habló -—no tan bien— de Masó Parra, y críticas a quienes han hablado de su “suicidio” en Dos Ríos. ¿Cómo crees que la relación de Masó Parra con Martí nos ayuda a entender mejor la muerte de este último?
Juan Masó Parra había conocido a Martí durante sus visitas a Port-au-Prince cuando preparaban la nueva guerra y el 19 de enero de 1895 era Jefe de Día del campamento mambí en Dos Ríos. Masó Parra escribió sobre su interesante conversación con Martí la noche del 18 y de los planes que el Delegado llevaría a cabo cuando regresara al exilio. El testimonio de Masó Parra sobre el combate en que murió Martí es también muy revelador, pero, además del informe de Masó Parra, en el análisis sobre la muerte de Martí tomamos en cuenta todos los otros testimonios pertinentes que, en conjunto, demuestran que la teoría de la autoinmolación carece de fundamento.
¿Crees que la historiografía cubana ha sido demasiado benévola con Máximo Gómez?
Creo que sería difícil ser demasiado benévolo con el Generalísimo. La labor desarrollada por este hombre, especialmente durante la guerra del 95, fue extraordinaria y, en mi opinión, lo hace acreedor de un enorme reconocimiento. Pero con Gómez, al igual que con otras de nuestras grandes figuras, sucede que cualquier mención de alguna imperfección en su carácter o de un error de juicio es anatema. En el caso específico de Máximo Gómez esta situación llegó a bordear la idolatría cuando fue seleccionado por el gobierno cubano para representar el ideal del “combatiente internacionalista”. Desde luego, cualquier intento de divorciar a los héroes de su humanidad implica distorsiones historiográficas de las cuales nadie escapa, ni siquiera Máximo Gómez. Obligado a examinar la interacción entre Máximo Gómez y Juan Masó Parra, no pude dejar de señalar cómo el choque de sus personalidades y los errores que cometieron impactaron en nuestra historia. Cosas de humanos.
En tu libro muestras como Masó Parra estuvo envuelto en acontecimientos claves no solo de Cuba, sino también de otros países de Hispanoamérica. ¿Cuál es la clave para entender su personalidad y ese peregrinaje por tantos lugares?
Creo que la explicación tiene que incluir dos elementos importantes: su formación marcial y su antiamericanismo. Después de cada una de las guerras cubanas en que participó, Juan Masó Parra se dedicó a la carrera de las armas, ya fuese en la fuerza uniformada de un país o en algún complot con miras a una acción armada. Aunque dio alguna que otra señal de ambición empresarial, Masó Parra era en esencia un experimentado soldado de probado valor y capacidad de mando y esas cualidades eran muy preciadas en varios países. Tampoco parece ser casual que desde que decidió tomar las armas contra los americanos en 1898, todas sus otros empleos y aventuras armadas chocaron con los deseos de Washington dondequiera que estuvo.
El libro de José Ramón Fernández, puede comprarse en Amazon.
© cubaencuentro.com
Etiquetas: Ejército Libertador, Juan Masó Parra, Máximo Gómez
1 Comments:
Excelente articulo. Felicito al senor Arencibia por traernos parte de la historia de nuestra patria.
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