martes, octubre 27, 2020

Roberto Álvarez Quiñones: Los militares castristas serán más ricos con un cambio de política de EEUU

 Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

La tiranía Castrista aparentará que  dan a Biden como ganador pero sus servicios de Inteligencia  muy probablemente  le hacen saber lo contrario.

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Tomado de https://diariodecuba.com/

Los militares castristas serán más ricos con un cambio de política de EEUU

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'Raúl Castro y su equipo dictatorial están muy contentos porque las encuestas dan alguna ventaja a Biden'.

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Presidente Donald J. Trump y Joe  Biden

Por Roberto Álvarez Quiñones

Los Ángeles

26 octubre 2020

¿Quién triunfará en las elecciones de EEUU dentro de unos días, Donald Trump o Joe Biden?

Nadie lo sabe, pero Raúl Castro y su equipo dictatorial están muy contentos porque las encuestas dan alguna ventaja a Biden, quien ha prometido que si se instala en la Casa Blanca levantará las sanciones impuestas por Trump y volverá a la política de Barack Obama de acercamiento al castrismo.

Castro y su equipo ya dan a Biden por ganador y mueven a sus oficiales de inteligencia y a los "amigos de Cuba" en EEUU para reforzar el lobby procastrista en Washington.

No hay que ser muy suspicaz para advertir que de ser cierta la tesis de que concesiones y dinero para empoderar a los emprendedores privados pueden causar la inestabilidad política, o incluso el fin de la dictadura, la elite castrista  no estaría tan embullada. Incluso felicitó (lo hizo el sitio web oficial Cubadebate) al binomio Joe Biden-Kamala Harris cuando ambos fueron nominados como candidatos del Partido Demócrata.

Biden ignoraría olímpicamente el fracaso de Obama. Los Castro (aún vivía Fidel) recibieron concesiones importantes, incluyendo los cinco espías de la Red Avispa, y a cambio le mordieron la mano al mandatario estadounidense en vez de aprovechar la mejoría de las relaciones bilaterales. Aquel "deshielo" se tradujo en más violaciones de los derechos humanos y el afianzamiento del estamento militar que controla la economía, y un retroceso en el minúsculo espacio abierto a los negocios privados.

Penetración e influencia de la izquierda procastrista

Quienes abogan por regresar a las sonrisas y las concesiones a La Habana se subdividen en dos corrientes: 1) los que —no importa el fracaso anterior— creen que ahora sí va a funcionar; y 2) la izquierda dura y los procastristas que admiran (sin admitirlo) al régimen cubano por enfrentarse a Washington y a los valores democráticos que muchos de ellos rechazan.

Por sus espías en EEUU el liderazgo castrista sabe que una Administración Biden estará más penetrada e influenciada por la izquierda radical socializante y procastrista que lo que estuvo la de Obama, y que ocuparía posiciones en el Departamento de Estado y en agencias del Gobierno.

También el régimen apuesta a que si el Partido Demócrata obtiene la mayoría en ambas cámaras esta vez sí sería levantado el embargo. Kamala Harris insiste en que hay que ponerle fin. Pero ese es un tema para analizar por separado.

No está claro si esta vez una nueva Administración demócrata tampoco pediría nada a cambio a La Habana para hacer concesiones (solo levantar sanciones ya sería una concesión). Pero incluso si debido a la profunda crisis económica y el crecimiento del descontento popular obligasen a la cúpula dictatorial a hacer concesiones (jamás las ha hecho) si se las pidiesen, serían de muy poco alcance y únicamente para evitar de momento un empeoramiento de la crisis actual y un estallido social, nunca para hacer cambios estructurales ni políticos.

Washington (sobre todo el Partido Demócrata)  debe acabar de entender que el general Castro y su claque militar no abandonarán el poder mientras no los presionen y los obliguen a irse.

Los militares no quieren competencia de negocios privados

La romántica "revolución cubana" de la que aún habla la izquierda en el mundo no existe. Nunca fue otra cosa que una maqueta falsa muy bien montada por Fidel Castro con dinero del Kremlin, que se evaporó al desaparecer la URSS.

Actualmente en Cuba ostenta el poder una mafia militar sin escrúpulos, sin ideología alguna, ambiciosa de riqueza y poder, que somete al Estado formal, el burocrático, que administra y da la cara pero no gobierna.

Conforma un modelo de capitalismo militar de Estado encabezado por el pulpo GAESA, que opera con las leyes capitalistas y monopoliza las únicas actividades económicas en Cuba que son rentables. Ese generalato se apodera de las divisas que entran al país, posee boyantes negocios fuera de la Isla y tiene cientos de millones de dólares depositados por testaferros suyos en Europa y Asia.

Esos generales, coroneles y comandantes "históricos", muchos de ellos sancionados por EEUU por ser violadores masivos de los derechos humanos en Cuba y en Venezuela, serán los que más se beneficiarían con un regreso a las concesiones de EEUU. Y ellos no rinden cuentas al Gobierno central, ni al Parlamento, ni al Estado formal.

Ellos prohíben con leyes el progreso de los emprendedores, para que no les hagan competencia a sus negocios capitalistas de Estado. No permiten a ningún cubano invertir capital en su propio país. Si un emprendedor recibe dinero del extranjero y quiere ampliar su tallercito de reparación de calzado para producir zapatos, simplemente no puede.  

Los emprendedores que tienen éxito van a la cárcel

No hay forma de poder empoderar a los emprendedores con esas leyes estalinistas. Incluso la propia Constitución establece: "La concentración de la propiedad en personas naturales (individuos) o jurídicas (negocios privados) no estatales es regulada por el Estado".

Es decir, al cuentapropista se le pone constitucionalmente un techo bajísimo de pura subsistencia familiar. Si sus ingresos rebasan ese tope va a prisión por "enriquecimiento ilícito". Bismar Rodríguez y Yoni Castelló están cumpliendo varios años de prisión porque se convirtieron en los mayores productores privados de carne de cerdo en las provincias de Holguín y Las Tunas, respectivamente. Produjeron demasiada carne y ahora están en la cárcel

También está tras las rejas "El Rey del Queso" (el MININT no reveló su nombre al apresarlo), un campesino ganadero de Artemisa tan emprendedor que montó una pequeña fábrica de tres tipos de quesos de calidad internacional en su finca. Se lo confiscaron todo. La fábrica fue cerrada.

Está preso igualmente otro productor privado que logró montar una pequeña fábrica de embutidos en Villa Clara que daba empleo a 13 trabajadores. Y en Cienfuegos el Gobierno confiscó la tierra y el ganado a un ciudadano porque tenía muchas vacas y puercos.

No se debe apuntalar la dictadura cuando es más débil

Lo que necesitan los cubanos no son turistas estadounidenses, recibir migajas y depender parasitariamente de otros países (URSS, Venezuela, o ahora EEUU), sino tener libertad para producir riquezas ellos mismos en grande, reconstruir el país y despegar hacia el desarrollo que hoy tendría Cuba de no haber existido Fidel Castro.

Un regreso a las concesiones al castrismo eliminaría la única gran presión que tienen Raúl Castro y su Junta Militar desde el extranjero. Ningún otro Gobierno la ejerce. Más bien los miman. La ONU acaba de incluir a la dictadura castrista como miembro del Consejo de Derechos Humanos.

Oponerse a las concesiones no significa impedir las remesas y los paquetes a Cuba. Desde EEUU se pueden enviar a la Isla 1.000 dólares trimestrales por persona, (unos 24.000 pesos), es decir 333 dólares mensuales por persona, casi diez veces el salario promedio de unos 36 dólares mensuales.

De lo que se trata es de no enriquecer más a esa mafia militar dueña del país que hambrea a los cubanos. No es posible erosionar el poder de esa mafia con concesiones y más ganancias, sino con fuerte presión a la cúspide dictatorial (arriba) desde el exterior y gran presión social y política de la población (abajo) y aplicar algo así como la "estrategia del  sandwich". Ambas fuerzas combinadas pueden provocar fracturas en la cúspide del poder que produzcan el cambio.

Pero con concesiones de EEUU la jurásica dictadura recibirá oxígeno político y económico cuando está más débil que nunca. Y los cubanos de a pie seguirán sufriendo hambre, escasez, apagones, falta de transporte y de medicinas.

Porque la angustiosa escasez de todo ahora en Cuba no la causaron las sanciones impuestas por la Administración Trump, como dice la propaganda del PCC, sino la devastación económica del "paganini" venezolano y la descomposición del modelo estalinista. Además, el Covid-19 va para largo y no permitirá la invasión de turistas desde el "imperio" que se imaginan en la Isla.

Si Biden finalmente llegase a la Casa Blanca sería necesario que El Rey del Queso, Bismar y Yoni le escriban desde la cárcel y le cuenten qué les pasó por querer empoderarse.

1 Comments:

At 3:20 p. m., Blogger Carlos said...

Muy buen articulo

 

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