Video de Pepe Forte: ¿Por qué el pueblo cubano no pudo ver EL HOMBRE EN LA LUNA el 20 de julio de 1969?
Pepe Forte
Julio 20, 2021
Por qué CUBA no pudo ver EL HOMBRE EN LA LUNA? La dictadura comunista de Cuba, por orden estricta de Fidel Castro, privó a Cuba de ver el suceso más grande la humanidad, EL HOMBRE EN LA LUNA. De esta manera, del hemisferio occidental, los cubanos fueron los únicos que quedaron fuera de esa emoción. En este programa contamos los detalles de esta política, y hacemos un análisis de los daños de corte emocional que traen a una sociedad aislarla de hechos paralelos a su existencia.
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Por qué CUBA no pudo ver EL HOMBRE EN LA LUNA?
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Tomado de https://www.facebook.com
Por Armando Rodríguez
20 de julio, 2021
Un día como hoy en 1969 se oyó a Niel Armstrong decir “Eagle Touch down” y esto me trajo estas memorias…
Era diciembre de 1968, era entonces alumno ayudante en el laboratorio de Fisica del Estado Sólido en la Escuela de Física de la Universidad de la Habana y pertenecía al grupo que se afanaba en obtener dispositivos semiconductores, proyecto que apadrinaba de cerca el entonces rector Chomi Millar.
Junto con Manuel Hernández Calviño, impartíamos el curso de electrónica a los alumnos del tercer año de Física y nos habíamos aficionado a hacer antenas para la recepción de la TV americana. Ya habíamos hecho varias de distintos diseños, valiéndonos de tubería de desecho de cobre y alguna que otra antena vieja de TV.
En una de sus frecuentes vistas a nuestro laboratorio, el rector conoce de nuestra afición y de como nos proponíamos hacer una para ver las trasmisiones del proyecto Apollo que en breve haría su lanzamiento #8 y orbitaría la luna. Nos propuso apoyarnos en el proyecto de hacer una que podríamos poner en el techo del Rectorado, el punto más alto de la universidad y que su oficina contaba con un moderno televisor en colores.
Ese mismo día nos dimos a la tarea y la antena estuvo lista, para el lanzamiento. El proyecto fue un éxito, el canal 10 de ABC entraba alto y claro. También entraba fuerte el canal 7 de NBC y algún que otro espurio como el 11 que trasmitía desde Fort Myers. Se acercaba el día en que el Apollo 8 orbitaría el lado oculto de la luna y a eso de las 8PM, aquel grupo de Física concurriría, a la oficina del Rector a presenciar el evento.
Yo decidí no irme a la casa, sino que me quedé allí dándole los últimos toques a la dirección de la antena, separar bien el bajante las paredes y dejar el ajuste fino del sintonizador en su posición optima. En eso me afanaba cuando entra nada menos que Fidel Castro a la oficina de su amigo, Chomi Millar. Venía a ver la trasmisión del Apollo que éste le había anunciado que vería en colores gracias a una excelente antena que sus especialistas le habían construido.
A partir de ese momento, el edificio del rectorado quedo tomado por su inmensa escolta y más nadie más podría entrar ni salir del recinto. Yo quedé dentro y el resto del grupo de física, incluyendo a Calviño, mi compañero de proyecto, se quedaron fuera.
El rector rápidamente dispuso de mis servicios como traductor de inglés para el Comandante. Sentado a su diestra, recuerdo que inocentemente le pregunté que, siendo aquello un evento de indiscutible trascendencia científica, por qué no se le retrasmitía al pueblo. Me respondió que no se podían trasmitir los anuncios, que eso enviaba un mensaje de bienestar que podía confundir al pueblo. Iluminado por todos los ángeles de mi guarda, más numerosos que aquella escolta y en contra de mi naturaleza contestataria, no insistí más en el asunto.
Estuve en esas funciones de intérprete simultáneo hasta que la trasmisión terminó pasada ya la media noche. Fue entonces que tomó la palabra y a los pocos presentes en aquella oficina, dos o tres trabajadores del rectorado que habían quedado atrapados por la ocupación y algunos miembros de la escolta, nos explicó algunos de sus planes inmediatos. Entre ellos recuerdo que estaban los del café que proyectaba sembrar en los alrededores de La Habana y de como se proponía arruinar a Brasil, que entonces no era visto con buenos ojos por el Máximo. El monólogo terminó a eso de las tres de la mañana.
Lo peor fue, que para los lanzamientos que se sucedieron, ya dejamos de estar invitados. Desde temprano, el rectorado era ocupado por las tropas de seguridad personal. Tanto Calviño como yo, tuvimos que buscar alternativas, para ver el resto de los Apollo.
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Pedro Pablo Arencibia escribió:
Cuando el Apollo 11 se corrió, entre algunos amigos, en la Escuela de Matemáticas que se iba ver el alunizaje en el Rectorado pero ese día bien pasada la tarde no vimos movimiento alguno; quizás el Fifo y Chomi se fueron a verlo en otro lado. Yo salí esa noche a pasear (algo que me era muy habitual) y en la calle recostado al Hotel Capri por 21 me di cuenta que la Ciencia en Cuba no era nada prioritaria para la dictadura. Años después me enteré que en la Escuela de Geofísica de la CUJAE muchos alumnos vieron el alunizaje.
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Armando Rodrñiguez escribió:
Lo que ocurría dentro la oficina del rector, no necesariamente tenía que verse desde la calle, además las trasmisiones del Apollo 8 (no el Apoolo 11) , fueron varias a lo largo de unos 4 días. Me contaron los otros del grupo que había sido invitado, entre los que estaba Calviño, que bañaditos y vestidos como venían, no los dejaron entrar. Lo de la CUJAE con el Apollo 11, es correcto, fue allí, en el fondo de un aula enorme que tuve que ir a verlo, pero me parece recordar que fue en eldificio de Eléctrica, ese que estaba cerca de la parada de la 84, aunque es posibe que fuera un aula de Geodésica, esa escuela no tenía un edificio completo, si me parece recordar que ertaba en el último piso.
Etiquetas: Aldrich, alunizaje, Amstrong, antena, apollo 11, Chomi Miyar, cuba, dictadura, el hombre en la Luna, fidel castro, Luna, Universidad de La Habana, viaje
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