miércoles, mayo 04, 2022

Roberto Álvarez Quiñones: Por su miedo a 'las masas', el castrismo achica las colas en La Habana

 
Tomado de https://diariodecuba.com

Por su miedo a 'las masas', el castrismo achica las colas en La Habana

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Tanta gente hambrienta e iracunda en un mismo lugar, echando pestes por la desesperante falta de alimentos, es una bomba de tiempo muy peligrosa para toda autocracia.

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Por Roberto Álvarez Quiñones

Los Ángeles

03 Mayo 2022

El dictador Raúl Castro y la mafia millonaria que lo sostiene en el poder se alarmaron tanto con las bombas político-sociales que potencialmente constituyen las colas gigantescas en La Habana para comprar alimentos que decidieron achicarlas.

Ese, y no otro, es el propósito de la medida adoptada por GAESA, mediante la cual desde el 21 de abril de 2022 los habaneros solo pueden comprar en las tiendas en divisas ubicadas en los municipios en los que residen.

El régimen decretó la municipalización de las compras en las tiendas de la cadena Caribe y de la corporación CIMEX para evitar las aglomeraciones de personas en los comercios de la populosa capital. Ya lo dijo el poeta romano Virgilio, "el hambre es mala consejera". Tanta gente hambrienta e iracunda en un mismo lugar, echando pestes por la desesperante falta de alimentos, es una bomba de tiempo muy peligrosa para toda autocracia.

Lo más escandaloso es que se trata de la venta de alimentos en dólares y no en la moneda nacional en que se pagan los salarios y las pensiones a los cubanos.

Tecnología del Big Brother para controlar a los consumidores

Además, los consumidores luego de "zapatear" en el mercado monetario callejero algunos dólares, pagando 110 pesos o más por cada billete verde, al llegar a la shopping son obligados a entregan sus carnet de identidad a un empleado de la tienda o al policía que "cuida" la cola. Se los escanean, registran en un teléfono móvil sus datos privados personales y son enviados a un a base de datos del Ministerio del Interior (MININT).

Con esta tecnología del Big Brother orwelliano, creada en la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana, el tirano Castro II pisotea la Constitución que él mismo hizo aprobar en abril de 2019, y que estableció el derecho de los ciudadanos a la protección de su imagen y datos personales.

Pamplinas, la Seguridad del Estado registra a qué tienda va, qué compra cada consumidor y, de paso, capta si protestó en la cola contra la escasez, o alentó a otros a quejarse.

Ah, y lo que con suerte logra comprar el consumidor en la shopping es anotado en la Libreta de Abastecimiento. O sea, ya hasta los alimentos y artículos de primera necesidad comprados con moneda extranjera, "sangreada" clandestinamente, están racionados.

Encima, se les dice a las familias de cada municipio los días en que pueden comprar, para lo cual se organizan ciclos de "rotación". Es decir, los consumidores solo pueden comprar el día que les toca, no importa si ya no tienen nada que comer. La misma "revolución" de Fidel Castro y el Che Guevara les dice a los habaneros: "si tienes hambre, eso a mí me importa un pito, allá tú".

El verdadero motivo es el pánico a las "masas"

Para colmo, según la cúpula castrista y los medios estatales el propósito de esta medida es que la gente no sufra haciendo colas enormes y que las familias puedan comprar lo que necesitan. Incluso algunos cubanos han saludado ingenuamente esta medida de GAESA porque creen que en las tiendas municipales asignadas harán colas más pequeñas y comprarán más productos.

Falso. Harán colas más cortas, pero no podrán conseguir más productos, por dos razones:

  1. Los consumidores no podrán comprar más en sus municipios por simple aritmética. Si en La Habana hay para vender en un día 1.500 bolsas de muslos de pollo, no importa que las colas en cada municipio sean más pequeñas, son solo 1.500 paquetes para toda la ciudad y punto. Miles de familias se quedarán con las ganas de comer un muslito de "pollo americano", lo mismo en Boyeros, que en Guanabacoa, Arroyo Naranjo, El Cotorro, La Lisa, el Cerro, Habana del Este, Regla, Marianao, Playa, Plaza de la Revolución, y los otros cuatro municipios habaneros.
  2. El motivo verdadero es el miedo de la élite dictatorial a las aglomeraciones de personas, el pánico a "las masas" y "al pueblo" de los que hipócritamente habla el discurso político castrista desde 1959. Se quiere alejar la posibilidad de protestas masivas en colas gigantes que puedan derivar en estallidos sociales.

Se asustaron mucho con los ríos humanos en Cuatro Caminos

Todo indica que la gota que colmó la copa del miedo del dictador Castro II y sus cómplices a mucha gente aglomerada fueron los ríos humanos que se formaban para comprar en el mercado habanero de Cuatro Caminos, el mayor de la capital y de toda Cuba.

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