miércoles, junio 08, 2022

Camilo Loret de Mola: Cumbre de las Américas: vísperas de la pelea. Video Junio 7, 2022: Activistas y opositores cubanos denuncian a la dictadura cubana en la Cumbre de las Américas


Tomado de https://www.youtube.com/

 AmericaTeVeCanal41

Junio 7, 2022

Activistas y opositores cubanos denuncian a la dictadura cubana en la Cumbre de las Américas


Cubanos por el Mundo

Junio 7, 2022

Rosa María Payá y Yotuel responden a voceros de la dictadura cubana en la Cumbre de las Américas

Tomado de https://www.cubanet.org/

La voz democrática de Cuba en la Cumbre de las Américas

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El coloquio sobre el derecho a la manifestación pública en Cuba, desarrollado este martes, tuvo como centro de los análisis los sucesos del 11 de julio de 2021

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Por Roberto Jesús Quiñones

8 de junio, 2022


LOS ÁNGELES, Estados Unidos.- La jornada de este martes 7 de junio, segundo día de la IX Cumbre de las Américas, estuvo signada por las denuncias hechas por varios representantes de la sociedad civil independiente cubana sobre la realidad que se vive en nuestro país.

En horas de la tarde se realizó en el hotel Índigo, de la ciudad de Los Ángeles, un coloquio sobre el derecho de manifestación pública en Cuba. El panel, moderado por la señora Tamara Taraciuk Broner, Directora en funciones para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), fue transmitido en vivo por las redes sociales.

Convocado por el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos, con sede en Washington, tuvo como centro de los análisis los sucesos del 11 de julio y el 15 de noviembre del pasado año.

Participaron en el evento Carolina Barrero, historiadora de arte y defensora de los derechos humanos; Claudia Genlui, curadora de arte y defensora de los derechos humanos; María Andrea García, psicóloga colombiana; Salomé García, activista defensora de los Derechos Humanos; Pedro Vaca, relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para la libertad de expresión; Juan Pablo Albán, miembro del Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas y quien suscribe.

Claudia Genlui, miembro del Movimiento San Isidro, expuso acerca de cómo la interrelación entre los artistas que conforman ese movimiento logró tener impacto en la comunidad de ese humilde barrio habanero, al extremo de que muchos ciudadanos entendieran la importancia de la lucha por el empoderamiento cívico. También se refirió a que la actitud de esos artistas dentro de la comunidad actuó favorablemente en la consolidación de sus vínculos con los ciudadanos, potenciando su liderazgo.

Salomé García analizó la represión ejercida contra los manifestantes del 11 de julio y contra los que intentaron la marcha el 15 de noviembre. Afirmó que con posterioridad a estos sucesos y a la detención de miles de ciudadanos acusados por diferentes delitos, la represión se ha extendido a los familiares de quienes están presos, solo por haberse organizado y exponer en las redes sociales sus consideraciones sobre las injustas sanciones, los abusos sufridos por los acusados y las difíciles condiciones en que se encuentran en las prisiones. Específicamente se refirió al caso de Lisandra Góngora, madre de cinco hijos que ha sido severamente sancionada como autora de un delito de Sedición.

Carolina Barrero se refirió a la significación del 11 de julio en el contexto cubano y latinoamericano. Puso de manifiesto la irresponsable actitud del presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez al convocar a las fuerzas leales a su régimen a la comisión de actos violentos que luego fueron ejecutados con total impunidad.

María Andrea García se refirió de forma pormenorizada a la experiencia que ha alcanzado acompañando a numerosos cubanos que en estos momentos tienen un familiar preso y explicó detalladamente cómo la represión sistemática que ejecuta la dictadura contra quienes se le oponen provoca secuelas psicológicas. Según su opinión, las prácticas ejecutadas cotidianamente por la policía política cubana no solo inciden sobre la dignidad de las personas, sino que están dirigidas a destruirla, a provocarles inseguridad y miedo.

Por su parte Juan Pablo Albán, miembro del Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU, expuso cómo las detenciones poco duraderas constituyen desapariciones forzadas cuando las autoridades actúan quebrantando la ley y se niegan a dar información sobre el paradero de los detenidos. También se refirió a la necesidad de fomentar en los ciudadanos del continente una cultura de la denuncia que permita un trabajo más objetivo de ese comité, concluyendo que las prácticas apreciadas en nuestro continente por parte de estados que coartan los derechos humanos obligan a repensar una nueva definición del concepto de desaparición.

Pedro Vaca se refirió a la necesidad de que cada país del continente establezca pautas efectivas para el respeto al derecho de la libertad de expresión. En tal sentido señaló que esas pautas se edifican cuando los estados permiten la crítica y la discrepancia de los ciudadanos, crean una institucionalidad fuerte y garantizan la libertad de prensa y la pluralidad de la emisión del pensamiento. En el caso de Cuba fue enfático al expresar que allí no se garantiza la libertad de expresión. Se refirió al lenguaje agresivo empleado por altos representantes del sistema judicial cubano al referirse a los acusados por estos hechos y mostró sorpresa al no constatar que la Asamblea Nacional del Poder Popular haya solicitado analizar lo ocurrido ni haya realizado acciones tendentes a establecer un control político sobre las acciones del gobierno. También dijo que el 11 de julio de 2021 fue una expresión ciudadana que ocurrió no gracias a las garantías para el ejercicio del derecho de manifestación sino precisamente por su ausencia. Con relación a la represión desatada por las autoridades cubanas afirmó que no en balde de las 22 medidas cautelares aprobadas por la CIDH en el 2021, nueve recayeron en personas residentes en Cuba.

En nuestra exposición nos referimos a que en Cuba el derecho de manifestación pública solo se corporifica cuando se ejecuta para defender a la dictadura, no existiendo por parte de esta ninguna intención de legitimar el disenso. También expusimos nuestra consideración de que en Cuba no hay un estado de derecho como expresa el artículo 1 de la Constitución, sino que es un país que ha sido secuestrado por una clase política. En tales condiciones aspirar al cumplimiento efectivo de los derechos humanos es pura utopía, resaltando que los sucesos del 11 de julio resultaron una muestra inequívoca de la vocación democrática del pueblo cubano y que la represión ejecutada por la dictadura contra los manifestantes demuestra su naturaleza terrorista.

Una vez terminado el coloquio muchos de los participantes se unieron a la protesta pública a favor de todos los presos políticos cubanos, efectuada en las intersecciones de las calles Figueroa y Olimpic Boulevard, en pleno centro de Los Ángeles.

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Tomado de https://www.diariolasamericas.com/

Cumbre de las Américas: vísperas de la pelea

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Los encargados de entregar las acreditaciones de la cumbre nos advierten sobre la necesidad de mantenerse alertas y atentos ante el posible brote de violencia

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la ciudad de Los Ángeles se ha convertido en la sede de la IX Cumbre de las Américas. AFP

Por Camilo Loret de Mola

07 de junio de 2022

No importa que la Cumbre no comience todavía, ya hay grupos de nicaragüenses con sus banderas y pancartas en piquetes frente al centro de convenciones.

Están muy molestos con lo que pasa en su país y prefieren preservar la zona de mayor visibilidad antes que lleguen otros grupos.

A pocos metros de ellos y en segunda fila hay un grupo de salvadoreños, pero estos son de izquierda, han pagado un camión con enormes pantallas que condenan al presidente Nayib Bukele y su gestión al frente del país.

De repente aparece otro grupo de salvadoreños que los enfrenta y les grita violentamente acusándolo de “Farabundos” y furibundos, ambos bandos se gritan y ofenden. El espacio se convierte en una “probadita” de lo que puede suceder en las próximas horas y de lo que temen las fuerzas de seguridad que suceda en cualquier momento. Por eso hay un enorme despliegue policial alrededor de todos los edificios y unos extraños aviones que adoptan la forma de extraños helicópteros sobrevuelan el centro de convenciones.

Los encargados de entregar las acreditaciones de los diferentes eventos nos advierten constantemente sobre la necesidad de mantenerse alertas y atentos ante el posible brote de violencia que se puede esperar en cualquier momento.

Siempre intimida ver las barreras de metal en las aceras y los policías armados de chalecos antibalas y fusiles m16.

Hay policías a caballo que al costado de la montura llevan un enorme sable de madera con empuñadura tejida al estilo samurái, se mueven por el patio del centro de convenciones vigilando los diferentes grupos que se organizan, pero sin prestar atención a los jóvenes con patinetas que fuman marihuana para ellos y para todos los que se mueven a su alrededor.

En nuestra mentalidad floridana nos sigue impactando que nadie se esconda para prender u cigarro de marihuana y disfrutarlo a todo pulmón.

A eso huele el exterior de la Cumbre de las Américas, a marihuana de laboratorio, fuerte y concentrada. El humo y las ropas de brillos de una reconocida reportera venezolana que se ha instalado muy cerca de nosotros nos hace pensar por momentos que estamos en otra dimensión y no en un evento internacional con trascendencia política.

Hay un ejército de reporteros, cámara en mano, moviéndose en todas direcciones cada vez que alguien levanta la voz. Están a la caza, tratando de llegar primeros a ese desenlace violento que puede reventar en cualquier momento. Nosotros que reportamos en vivo para la televisión de Miami siempre tenemos un ojo en la transmisión y el otro, a lo paparazzi, concentrado en todo lo que se mueve más allá de nuestro improvisado set, atentos para participar en esa competencia y no llegar de últimos a lo que parece ser el momento más atractivo de la cumbre.

La intrascendencia

La mayoría de los residentes en Los Ángeles no tienen la menor idea de lo que pasa en su ciudad. Nos ven con las credenciales, las luces y cámaras y se asombran, alguno ha llegado a decirnos que la final de la NBA no es aquí, que nos equivocamos y debemos viajar a San Francisco.

Tampoco se sienten muy interesados cuando les contamos de la Cumbre de las Américas y de la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

“Pero si no viene nadie, ¿qué tiene de atractivo ese evento?”, nos dice la recepcionista del hotel.

Los Ángeles tiene muchos problemas para estar pensando en cumbres y eventos de libertad, ha subido nuevamente el precio de la gasolina, hay filas para muchas tiendas y para colmo problemas de tránsito provocados por la cumbre. “Ahh, ustedes son los causantes de que cerraran tantas calles”, nos condena una mujer en un restaurante de pollo muy cerca del centro de convenciones donde se espera que sucedan la mayoría de las protestas.

Los turistas no son importantes para los angelinos, son solo un estorbo que se atraviesa en las calles y que incomoda a ciclistas y patinadores que usan las aceras a su antojo.

Quedamos asombrados cuando luego de esperar por veinte minutos un taxi el valet de la puerta del hotel nos recomendó que usáramos un Uber porque no se puede confiar en los taxis, que lo mismo no vienen o aparecen dos horas después.

“Es que sospechan que van para el centro de convenciones y por allá abajo todo está cerrado, así que prefieren no arriesgarse”, los justifica el valet.

Lo increíble pasó cuando el conductor del Uber resultó ser un chino que no hablaba inglés y con el que nos comunicábamos por señas. Hasta el GPS de su teléfono estaba en chino. El chofer pretendía que nos bajáramos enfrente de nuestro destino a riesgo de cruzar entre vehículos de alta velocidad. Y no sé bien si era la barrera idiomática o la comodidad del chofer que se hacía el que no entendía nuestros reclamos y que contrariado sorteó el laberinto de autos hasta dejarnos en la acera que correspondía 15 minutos después de hacernos gestos y hablar cada uno en su lengua.

La Cumbre de las Américas les interesa a muy pocos por estos lares, es un evento más de los miles que recibe esta ciudad. "Que viene el presidente", le decimos a la mujer que nos sirve el café y ella lejos de asombrarse nos replica que también hay un evento de masajes, aquí cerca, al doblar, en el que participan famosos youtubers.

Las cubanas

Llegamos a Los Ángeles seguros de que éramos el eslabón principal de los eventos de la sociedad civil que se realizan en paralelo con la Cumbre de las Américas y de inmediato descubrimos que los cubanos no pasamos de ser una pieza pequeña en el rompecabezas de países latinoamericanos con problemas.

Las próximas elecciones presidenciales en Colombia y la ausencia del presidente mexicano a este evento se roban la atención de todos. Son los protagonistas del momento, tanto entre profesionales de la prensa como entes observadores de todas las tendencias.

Aun así, la realización de conferencias sobre el tema cubano, las denuncias sobre los prisioneros políticos, la falta de libertad religiosa, el fenómeno del 11 de julio y hasta la inauguración de una exposición de artistas reprimidos por las dictaduras, muestran el músculo del exilio y la oposición cubana y su compromiso con imponer la lucha de los cubanos en un evento de magnitud mundial como este.

Dentro de este esfuerzo destacan las mujeres cubanas, ellas llevan la voz cantante, son la punta de la lanza.

Tania, una hermosa habanera que lleva más de cincuenta años residiendo en Los Ángeles, ha dormido solo tres horas en los últimos días, se mueve de un evento a otro en su auto deportivo al que le ha acoplado una enorme bandera cubana que parece frenar el vehículo cuando Tania lo hace correr entre el convulso tránsito de esta ciudad.

Ella misma se define como compositora y “cubanísima hasta la médula” a pesar de haber salido de la isla siendo apenas una niña. Cuando termina de servirnos de chofer, recorre las calles de la ciudad pegando carteles sobre la presentación del documental de Oswaldo Payá o llevando camisetas a diferentes grupos de opositores. Vestida a la moda, sin renunciar a su glamour, la vemos marchando con una pancarta frente al centro de convenciones o asistiendo a un evento sobre libertad religiosa. También se ofrece para cargar los maletines de nuestro camarógrafo y hasta para enfrentar a gritos a un grupo de venezolanos que defienden a Nicolás Maduro.

Se niega a tomar horas libres, aunque se declara preocupada por sus tres perros a quienes ha dejado en manos de una hermana durante estos días.

Anamely es otra voz imprescindible dentro de las filas cubanas, ahora mismo no sabe qué va a pasar con ella, pero sigue fiel en su lucha por regresar a Cuba y por defender a sus compañeros presos en la isla. A la opositora siguen sin dejarla abordar los aviones de la compañía aérea estadounidense que le vendió el pasaje de ida y vuelta entre Miami y La Habana. También está por vencerse su pasaporte cubano y no ve intenciones del régimen de renovárselo, con lo que se complica aun más el limbo legal en que la han sumergido.

Sin embargo, Anamely no pierde tiempo en lamentarse, está en Los Ángeles participando activamente en cada foro, buscando la dirección de donde mañana se presentarán los defensores del régimen para desmentirlos, haciendo valer la voz de los opositores que el régimen no dejó salir de la isla.

Le pregunto qué va a pasar con ella y me dice que no lo tiene claro, pero que no le importa porque tiene claras las razones de su lucha.

La primera apóstol cubana Cristina María Rodríguez Pentón es punto y aparte. La activista de la iglesia de Santa Clara es un huracán de pasión religiosa y feminismo cuando sube a la tribuna del evento sobre libertad religiosa en Cuba.

No duda en exigirle a los presentes que se comprometan más con la causa cubana, que sin ellos no se puede lograr nada. En medio de todas sus denuncias la apóstol irradia optimismo en su lucha, en la defensa de sus derechos, es una combinación de reclamos y alegrías. Consigue que te sientas culpable, comprometido y activista de su causa, todo a la misma vez.

La apóstol además es una voz importante en las denuncias sobre el abuso contra la mujer cubana, un tema que el régimen ha tratado de esconder durante tantos años y que ella destapa con cifras, reportes y testimonios.

Ella ha sido la mejor experiencia hasta el momento, valió la pena llegar hasta aquí para verla, ya entrada la noche, adueñarse de un público que comenzaba a dar signos de cansancio, los despertó y los armó para la próxima batalla, que es la suya.

Yotuel

Yotuel es sin duda la figura más importante de la representación cubana en la Cumbre de las Américas, es además un tipo fácil, coloquial, “que no se cree cosas”, como dicen los cubanos.

Yotuel tiene tiempo para todos, amablemente desfila una y otra vez ante los lentes y los micrófonos de todos los que se le acercan, incluso de los que solo tienen un celular para trasmitir su directa.

Desde que llegamos al aeropuerto era evidente que no tenía competencia, era la combinación perfecta del opositor joven y de buena presencia con el activista político locuaz y centrado.

Su representante argentino además es una especie de extensión de su brazo derecho, en función de que el artista luzca a la altura del desafío y sin interés alguno en aparecer en el recuadro, cosa rara en esos tiempos de redes sociales y figurantes a toda costa.

Debo confesar que lo acorralé un poquito: ante la cámara le interrogué por la reciente controversia en que se vio envuelto al hablar del fin de embargo contra Cuba a cambio de la libertad de los presos políticos en la isla. Algo que le trajo “friendly fire” desde Miami y la extraña solidaridad de uno de los cinco espías del régimen, precisamente del que dirige los Comités de Defensa de la Revolución.

Pero Yotuel no perdió la calma y defendió su punto de vista de manera segura y quizás convincente.

Ante la concurrencia del evento sobre libertad religiosa en Cuba cantó su tema, el tema, nuestro tema, Patria y Vida, acompañado de un coro góspel y nos presentó el dilema de los prisioneros de conciencia en Cuba visto a través de los ojos de los niños, lo que hizo llorar a una representante del Departamento de Estado y emocionó al resto de la audiencia.

No lo calculaba, Yotuel superó todas mis expectativas y se lo reconocí cara a cara.

Sabe además que es el blanco principal de los represores cubanos, que muchos de sus esfuerzos estarán encausados enfrenarlo y desprestigiarlo. Yotuel lo sabe y pacientemente los espera, “tengo respuestas para todos”, me dice.

Le pregunto si no siente que debería hacer variaciones sobre su canción, buscar la forma de que pierda el protagónico para que su nuevo repertorio tenga futuro. Me contesta que no se repara lo que no está roto, que es el momento de Patria y Vida y mientras dure estará al servicio de esa canción, de este himno. Él también se reconoce como uno de los sorprendidos por el arraigo del tema, obligado a interpretar a donde quiera que llega pero, a pesar de todo, sigue terminando con los ojos “aguados” cada vez que lo interpreta.


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