Videos y artículos sobre las batallas alrededor de Bahía de Cochinos entre la Brigada de Asalto 2506 y las tropas Castristas
ota del Bloguista de Baracutey Cubano
El Castrismo se guarda de decir que violando las reglas de la guerra, usó vehículos civiles (oómnibus o guaguas) para transportar tropas a zonas de combate y a camiones pintados con el color de los vehículos militares (Gaz-51) para transportar a civiles, los cuales fueron tiroteados por aviones de la Brigada 2506 y presentar a las víctimas civiles como víctimas, cuando en realidad era la vieja estrategia del Castrismo de provocar la muerte de mártires para usarlos en su propaganda.
(video de archivo con Oscar Haza)
Parte I
Girón: Las conclusiones de la Comisión Taylor
Por Enrique Ros
En abril 21, a los dos días del colapso del desembarco en Bahía de Cochinos, el General Maxwell Taylor, que había sido Jefe del Ejército de los Estados Unidos de 1955 a 1959 y ya estaba retirado, recibió la encomienda del Presidente Kennedy de realizar una investigación sobre la causa de ese fracaso.
De acuerdo a su testimonio, el General Taylor iba a conducir la investigación por sí mismo. No pudo hacerlo. En el transcurso de la conversación con el presidente éste sugirió una comisión presidida por Taylor y compuesta por Bob Kennedy, Alex Dulles y el Almirante Arleigh Burke. Bob Kennedy representando los intereses del presidente, Burke los del Estado Mayor Conjunto y Dulles representando a la Agencia Central de Inteligencia. Las tres instituciones más íntimamente envueltas en la operación.
La integridad del General Taylor nadie la ha puesto, jamás, en duda pues todos coincidían en su honorabilidad como militar y funcionario público.
La designación de una comisión investigadora compuesta por personas que representaban las instituciones más íntimamente comprometidas con las trágicas decisiones que condujeron a la derrota de Girón obedecía a dos propósitos:
a) Calmar a la prensa y a la opinión pública con la investigación que se iniciaba.
b) Ocultar luego por muchos años –como secreto militar- el resultado de la investigación. Tan es así que Bob Kennedy suprimió un informe secreto preparado por Roger Hilsman, del Departamento de Estado.
En la comisión era el General Taylor el único miembro que no tenía responsabilidades que apañar. Fue siempre interés de la Casa Blanca ocultar las torpes decisiones que condujeron al mayor desastre sufrido por los Estados Unidos en lo que iba de siglo.
( General Maxwell Taylor)
El primer paso de la Comisión Taylor fue recoger el testimonio de cerca de 50 testigos o participantes que fueron entrevistados en el transcurso de 21 reuniones. Este grupo de testificantes incluyó los entrenadores norteamericanos en Centroamérica, funcionarios de todos los niveles en la Secretaría de Estado, la Secretaría de Defensa, el Estado Mayor Conjunto y la CIA. Comprendió a varios cubanos que participaron en la preparación de la acción, pero, por supuesto, no incluyó –por el momento en que se realizaba la investigación-, a los brigadistas que se encontraban en ese tiempo en las cárceles de Castro.
El equipo investigador presentó un estudio preliminar al Presidente Kennedy en mayo 15 y el informe definitivo le fue entregado el 13 de junio considerándosele en aquel momento como “estrictamente secreto” que vino a ser parcialmente desclasificado en mayo de 1977.
A cuatro conclusiones llegó la Comisión Taylor:
1) La inadecuada cobertura aérea del desembarco.
2) El fallo de la brigada, al ser derrotada en las playas, en convertirse en fuerza guerrillera.
3) La responsabilidad del Estado Mayor Conjunto por las deficiencias militares.
4) La falta de comprensión e incorrecta actitud de los altos funcionarios envueltos en la operación.
Todos los militares que testificaron ante la Comisión Taylor coincidieron en calificar de grave error los incompletos ataques aéreos realizados dos días antes del desembarco y el General David W. Gray, del EMC, condenó enérgicamente el que se modificase el plan aprobado originalmente de continuos e ininterrumpidos ataques del día de la invasión. Lo afirmaba también el General Lemnitzer: “Los bombardeos de dos días antes se agregaron por razones no militares. Los aprobaron para darle credibilidad a la historia que los ataques del día de la invasión se realizaban desde Cuba”; esto lo afirmaba el General Lemnitzer en la reunión Número Doce de la Comisión Taylor.
La decisión del Presidente Kennedy de suspender los ataques aéreos programados para el mismo día 17 de abril fue condenada por todos los militares que testificaron. El Jefe del Estado Mayor Conjunto afirmaba en la Reunión 17 de la Comisión Taylor que los ataques aéreos del día 17 estaban considerados esenciales. Todos coincidieron en calificar de motivaciones políticas –no militares- las razones que condujeron a la aprobación de los ataques aéreos parciales dos días antes del 17 de abril.
El General Thomas White, Jefe de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, también discrepó de aquella súbita modificación. Afirmó en la Reunión 12 de la Comisión: “La mejor operación hubiera sido lanzar un fuerte ataque aéreo sobre los aeropuertos el mismo día de los desembarcos. El problema fue que hubo cambios en el último minuto de los cuales nosotros no conocíamos. Me refiero, entre otros, a la cancelación del último minuto de los ataques aéreos” y concluía aquel militar que dirigía la fuerza aérea de esta nación con esta durísima afirmación: “Yo creo que se hicieron cosas a niveles superiores al Estado Mayor Conjunto sobre las que no fuimos completamente informados”.
El Presidente de la Comisión, el General Maxwell Taylor al terminar su cometido hizo un paralelo entre dos presidentes norteamericanos: Trumann y Kennedy:
“Trumann demostró que un presidente con poca popularidad pero gran coraje puede lidiar con un héroe militar que se ha excedido. En contraste, al cancelar un importante ataque aéreo en Bahía de Cochinos, el Presidente Kennedy demostró que un presidente puede intervenir personalmente en la conducción de una operación militar pero tendrá que vivir lamentándolo”.
Desafortunadamente no solo lo lamentaría el ya difunto Presidente Kennedy sino aún, todavía, el pueblo cubano en la isla y en el exilio.
Por Jacques Lagas
Chileno
Capitán del Ejército Rebelde
Piloto de Combate de las FAR cubanas
Héroe de Playa Girón
El 19 de abril de 1961, vuelo mi avión de combate sobre el pueblo de Playa Girón. Había despegado por tercera vez en ese día a las 16:50 horas. Recuerdo las instrucciones que he recibido antes de elevarme: "el enemigo se hace fuerte en el mismo pueblo de Playa Girón, y hay que liquidar esa batalla antes de que caiga la noche; de los contrario pueden reembarcar o recibir respuestos al amparo de la oscuridad".
Llamo a mi bombardero: "mire Cuadrado, tome nota tranquilamente. Vamos a bombardear a 6,000 pies de altura. De sur a norte, con una velocidad de 250 millas por hora; el viento es del norte de 15 nudos. No hay deriva. ¿entendido bien? -Sí Capitán, copiado todo correcto- Recuerde- agrego- o pone las cuatro bombas en el pueblo, o le parto la siquitrilla llegando a la base... Cuadrado, lo que ve directamente adelante y pegado a la costa es Girón. Desde aquí ya se puede apreciar el pueblo, la pista y el camino, ¿ lo ve?- Si jefe.......Por el intercomunicador me llega la voz tensa de Cuadrado: "-cuatro bombas fuera, capitán, Cayeron medio a medio en el pueblo-agrega a media voz, a lo mejoer sintiendo lo que habíamos hecho.
Miro hacia Girón.El pueblo no se ve; está envuelto en una inmensa nube blanca que se eleva a más de dos mil pies de altura. Las cuatro bombas de 500 libras cada una hicieron blanco directo. Son las 17:35 horas del miércoles 19 de abril de 1961. Según supe después el enemigo se rindió incondicionalmente a las 17:40 horas de ese mismo día. Exactamente cinco minutos después del bombardeo.
(Pueblo de Playa Girón bombardeado por Jacques Lagas por orden del alto mando Castrista y que después la prensa oficialista se lo adjudicó a los aviones de la Brigada Expedicionaria y de Asalto 2506; mentira que la incipiente tiranía trató de mantener. Comentario del bloguista de Baracutey Cubano)
El 19 de abril de 1962 y a pesar de que ya estaba curado de espanto, casi me caigo del asiento en la cafetería Marakas, al ver las fotografías de los destrozos que yo había ocasionado en Playa Girón, cuando bombardée dicho pueblo por órden de Fidel, el miércoles 19 de abril de 1961, a las 17:35 horas, como producidos por efectos del "brutal bombardeo del imperialismo yanqui". Aparecían las fotografías acompañadas de grandes titulares de la Revista Verde Olivo, en los periódicos Revolución y Hoy. Miraba atónito, incrédulo y asombrado las fotografías. No podía dar crédito a los que estaba viendo. Engañar y mentir de esa manera caía ya en lo ridículo. Miles de hombres habían sido testigos de aquellos trágicos y sangrientos bombardeos.
De repente vino a mi mente la conversación sostenida con el camarada César Escalante, cuando insinuó insistentemente que cortara la parte de mi libro en la cual yo relataba ese hecho. Ahí estaba por fin el verdadero motivo por el cual mi libro había sido censurado totalmente (Nota de Nuevo Acción: Lagas se refiere a su libro "Memorias de un Capitán Rebelde").
Nuevamente la mentira, el engaño y la burla cruel que se hacía al pueblo de Cuba, al permitir que viudas, huérfanos y adoloridas madres, depositaran ofrendas florales en esos falsos monumentos, productos de nuestras propias bombas y que se atribuían al imperialismo yanqui, para exasperar a los pueblos del mundo. El asco y la repugnancia que tal procedimiento me produjo, se transformó en complejo de culpabilidad y complicidad. Decidí de ese instante, hacer lo inhumanamente posible para abandonar Cuba y contar al mundo LA VERDAD HISTÓRICA. (Publicado en la edición del martes 10 de octubre del 2006)
(Un refrito de varios artículos)
¨La inteligencia checa, que desde 1948 era incapaz de tomar una sola decisión sin consultar con Moscú, pidió asesoramiento de los soviéticos y recibió respuesta a través de la decisión del Presidium de Comité Central que hoy puede ser consultada en el Archivo del Presidente de la Federación Rusa (Extracto del Protocolo 198, reunión del Presídium de diciembre 27, 1958, folio 3, lista 65, Fichero 871). En esa resolución (que ya está desclasificada y es pública), el PCUS aprobó “la intención de los amigos checos de ayudar al movimiento de liberación en Cuba”, y dio instrucciones precisas de no dejar ningún rastro escrito diciendo que la armas eran para Cuba, que verificaran exhaustivamente la seriedad de las intenciones de la compañía (léase contacto), y que no enviaran ningún arma que pudiera ser rastreada como perteneciente al bloque soviético.
( ¨Angel Martínez Riosola¨, ¨Angelito¨, felicitado por Fidel y Raúl Castro)
(De izquierda a derecha: ¨Angel Martínez Riosola¨, Comandante Sergio del Valle, Comandante Raúl Castro Ruz y Comandante Raúl Menéndez Tomassevich. ¨Angelito¨ fue el que, siguiendo la costumbre soviética, le dijo a Tomassevich que les llamara bandidos a los alzados contra la naciente dictadura castro-comunista. El tirano Fidel Castro fue el que le puso el nombre de ¨Angelito¨ a Francisco Ciutat de Miguel porque se le parecía a su padre: Ángel María Castro Argiz, el cual sí tenía muchos episodios de bandidaje, y otros peores, en su vida según han contado vecinos de la zona)
A continuación un breve resumen por países de esas invasiones, injerencias y actividades de subversión que desarrolló la incipiente dictadura Castrista antes de la invasión de la Brigada de Asalto 2506 y aún antes que el Presidente Eisenhower firmara “Un programa de acción encubierta contra el régimen de Castro¨; posteriormente las invasiones, injerencias y subversión Castrista continuaron de manera creciente y se extendieron a otros continentes. Los fragmentos fueron tomados del libro Las Guerras Secretas de Fidel Castro de Juan F. Benemelis, ex diplomático Castrista que tuvo vínculos con la Dirección General de Inteligencia.
Ante el fracaso de la expedición, el gobierno de Castro se vió obligado a cooperar con la Organización de Estados Americanos al remitir a dos miembros del departamento de inteligencia del ejército, el capitán Armando Torres y el teniente Fernando Ruiz, para que instasen la rendición de los expedicionarios ante la comisión de la OEA en la zona del Canal.
La invasión fue un fracaso desde el primer instante, al naufragar las barcazas en las marismas y riscos de Nombre de Dios, donde hubo la única baja de la acción, un cubano que se enamoró y caso con una bella panameña del lugar; los invasores, por otra parte, escogieron una zona demasiado desolada para la guerra de guerrillas, y al final tuvieron que ser rescatados por buques de la marina de los Estados Unidos.
El primero de mayo, Vega capitulaba ante una comisión de la OEA. Esta intrusión para derribar al gobierno del presidente Ernesto de la Guardia, fue el fruto de una compleja intriga latinoamericana, donde se complotaron varios personajes, entre ellos el pro castrista Rubén Miró, el doctor Roberto Arias, y un gigoló panameño casado con la bailarina británica Margot Fonteyn.
El régimen de Castro adquirió las armas, clandestinamente, en los Estados Unidos. La intrusión fue lanzada por partes, durante los días 31 de mayo y 1 de junio de 1959, empleando aviones cubanos y el yate Nola. El 28 de mayo de 1959 un transporte de las fuerzas armadas cubanas condujo hacia Centroamérica un importante alijo de armas que fue recibido por el comunista Marcial Eguiluz para las presuntas guerrillas nicaragüenses. En esa oportunidad, Joaquín Chamorro viajó a La Habana para solicitar el sostén de Castro a las incursiones de Olama y Mollejones en mayo-junio de 1959; pero tanto Fidel como el Che Guevara decidieron conceder un amparo menor a este proyecto y fomentar los planes del marxista Fonseca Amador.
En una temprana maniobra planificada en Cuba, Chester Lacayo y otros cabecillas de los que realizaron con Castro el pacto de Méjico fueron detenidos por órdenes del Che Guevara y enviados a la cárcel, a la vez que se anulaba la invasión del comandante César Roca que había logrado reunir 35 hombres. Apoyado por el Che Guevara, Castro había decidido que una invasión de Nicaragua sería efectuada por elementos de izquierda.
El 1 de junio el comando de nicaragüenses zarpaba del sur de La Habana bajo el liderazgo de Joaquín Chamorro consumaba la correría hacia el departamento de Chontales. Tras su captura, Joaquín Chamorro admitiría que se había entrevistado con Castro y el Che para gestionarse la asistencia bélica. En junio, Castro envió un transporte de su fuerza aérea a Punta Llorona, una playa de Costa Rica, con 13,500 libras de armas y municiones a bordo. Los pasajeros del avión eran seis exilados nicaragüenses, un costarricense naturalizado y un grupo de cubanos. El plan era irrumpir en Nicaragua y auxiliar al levantamiento ya en marcha contra el régimen de los Somoza.
La unidad armada que estaba comandada por Fonseca Amador, se introdujo en territorio nicaragüense bajo el nombre de columna Rigoberto López Pérez. En este intento de invasión figuraba también Rafael Somarriba, un teniente de la Guardia Nacional nicaragüense, que se había encargado del entrenamiento en Cuba. Los 75 asaltantes, divididos en 4 columnas, se encaminaron hacia Chontales y Matagalpa.
Los encuentros bélicos se suceden en Matagalpa, Chontales y Blue Fields. Esta operación se malograría en pocos meses ante la sorprendente apatía de la población local. Ya para agosto, la Guardia Nacional del dictador Somoza había dado cuenta de tales cuadrillas. Entre los caídos se encontraban varios soldados cubanos. El refuerzo, que esperaba en Cuba, no se pudo embarcar; asimismo, un grupo cubano que viajaba en el navío Nuevitas fue detenido en el puerto mejicano de Yucatán.
La aventura de Castro en Centroamérica, fue denunciada al consejo de la OEA por Nicaragua. Después, el gobierno nicaragüense indicaría que, de las tres goletas que habían zarpado de Cuba, una navegaba a Cozumel, Méjico, y las otras dos derivaban a Puerto Cortés, Honduras. Otro intento serio de irrupción originado en Cuba tuvo lugar en 1960; esta vez utilizándose el territorio hondureño. Es allí donde Fonseca Amador, Tomás Borge, un puñado de instructores cubanos y 55 reclutas, entre ellos Silvio Mayorga y Humberto Ortega, crearon el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). En la formación de los sandinistas participaron el coronel Santos López, de la guardia de Somoza y ex compañero de Augusto César Sandino. Quintín Pino Machado, el entonces embajador cubano en Managua y hombre de confianza de Fidel y de Raúl Castro, ayudó a la constitución del FSLN y seleccionó personalmente a sus dirigentes.
El 23 de junio, una compañía del ejército de Honduras cercó y destruyó las fuerzas de Fonseca Amador en El Chaparral, capturando documentación que incriminaba directamente a Cuba en la expedición. Fonseca Amador resultó gravemente herido; él y Borge se refugiaron en La Habana donde trabaron relación directa con el Che Guevara y con Castro. A la sazón, Fonseca Amador también contaba con la asesoría del marxista mexicano Víctor Tirado López.
Se conformaron los cuadros militares,y se inició una campaña de reclutamiento en las colonias haitianas de Nueva York,Méjico,Caracas,Barbados y las Bahamas.El cuartel militar se ubicó en el poblado de Jamaica (a pocos kilómetros de la Habana),y la oficina de alistamiento ,funcionaba a pocos metros del centro de ésta última ciudad.
Por ese lugar pasaron más de 500 voluntarios; la organización Triple-A, dirigida por Aureliano Sánchez Arango, que igualmente luchó con sus guerrillas contra Batista, ofreció las embarcaciones necesarias. La emisora cubana, Radio Progreso, comenzó a trasmitir una programación en francés, dirigida a los conspiradores dentro de Haití. Los cubanos aumentaron la parada y el esbozo original incluyó una escala para nuevamente invadir República Dominicana.
Pese a las filtraciones de información y a las denuncias de Francois Duvalier,ni Trujillo,ni Washington,ni los servicios secretos franceses ,tomaron en cuenta esta amenaza. Un contingente de cubanos secundado por varios haitianos, acaudillados por los oficiales del ejército de Castro, comandante Henry Fuentes y el capitán Ringal Guerrero, desembarcó en Les Irois, el 14 de agosto, para derrocar a Duvalier. Fuentes. El primer grupo estaba formado por 18 cubanos, 10 haitianos y 2 venezolanos, el cual debía sumarse a una columna del ejército haitiano, que supuestamente se amotinaría. Tres días después, el canciller haitiano, Louis Maré, acusaba de agresión a Cuba ante una estupefacta conferencia de cancilleres del continente reunida en Chile, que se desayunaba con la noticia asombrosa de la invasión cubana a Haití.
La reacción militar haitiana, encabezada por el general Mercerón fue de íntegro apoyo a Duvalier, quien concentró toda su soldadesca en las montañas de Caracausse y el día 20 de agosto estalló el conflicto que concluyó desfavorablemente para las armas cubanas. Muy pocos de los invasores lograron escapar a esta breve y monstruosa matanza. Los periodistas eran llevados al teatro de los acontecimientos donde apreciaban aterrados la hilera de cadáveres.
El gobierno haitiano denunció la intromisión cubana en la reunión de consulta de cancilleres, en Santiago de Chile, convocada tras la protesta dominicana en junio, reiterada en la comisión interamericana de paz, ante la cual se definió la acción dirigida desde La Habana como un caso típico de intervención, violatorio de la convención sobre deberes y derechos de los estados en caso de luchas civiles, suscrita en la capital de Cuba en 1928.
La subcomisión del organismo regional visitó Haití y entrevistó a cinco prisioneros cubanos supervivientes de la referida expedición, entre ellos, Manuel Rodríguez, Santiago Torres, Antonio Panseca, Osmani Escalante6. Haití rompió relaciones con Cuba, y el líder rebelde haitiano, Louis Dejoie,que fué uno de los que encabezó la intentona, escapó de La Habana hacia Miami, donde fue arrestado.
Castro no se queda tranquilo y decide probar suerte con el otro espadón del continente, el paraguayo Alfredo Stroessner. En noviembre de 1959 lanza hacia Paraguay una insurrección de casi 100 guerrilleros que se habían concentrado en el Brasil, mientras poderosas emisoras clandestinas desde Cuba llenaban las frecuencias de Asunción con su mensaje bélico. Pero las fuerzas militares de Stroessner liquidaron con rapidez este ambicioso proyecto.
El informe detallaba las orientaciones de Raúl Castro sobre la necesidad de proveer instrucción bélica a naturales salvadoreños, el uso de dicho país centroamericano como un puente para los sediciosos nicaragüenses, y el atizar los problemas fronterizos con Guatemala. Uno de los borradores mencionados detallaba cómo los servicios cubanos buscaban afanosamente toda la información posible sobre las familias más poderosas del país.
En agosto de 1960, el gobierno de Idígoras hizo públicas las pruebas acumuladas sobre esta vasta conspiración dirigida por el Che Guevara y Castro. Un mes después, Juan Larcos, agente cubano detenido por los guatemaltecos, ratificó en su confesión el plan que se había delineado en su país. El 3 de octubre, la fuerza aérea guatemalteca atacó la goleta La Cubana mientras ésta trataba de realizar un desembarco en la costa atlántica. Al huir, la embarcación cubana embarrancó en Cozumel, y en Méjico estalló el escándalo.
De nuevo caen informes en manos del gobierno guatemalteco que develaban las intenciones específicas de Castro: desembarcos en Omoa y la Barra (Honduras) combinados con agresiones a Puerto Barrios, Cobán y Mazatenango; episodios de sabotaje en las principales ciudades, y el establecimiento de comunicaciones directas con La Habana mediante una estación de radio que se instalaba en Senahu.
Los cuerpos de vigilancia secretos del área detectaron una actitud inusual en Cuba; fueron los mexicanos quienes dieron la alarma: Castro había prohibido los vuelos internacionales por encima de la provincia occidental de Pinar del Río; era allí, precisamente donde estaba acantonada la fuerza expedicionaria cubano-guatemalteca, lista para entrar en acción.
El 13 de noviembre estalló un complot en el aeródromo militar de Zacapa y en Puerto Barrios, donde figuraron los oficiales del ejército Rafael Sesam, Arturo del Cid y Marco Yong Sosa, quien sostenía los contactos con Cuba. Aparatos de la fuerza aérea cubana sobrevolaron la comarca aprovisionando a los rebeldes. El presidente Idígoras asumió personalmente la conducción de las operaciones militares y todo el continente se levantó indignado contra Castro. En Honduras fue sorprendida una columna capitaneada por oficiales cubanos que pretendía internarse en las montañas para prestar su concurso a los sediciosos. Al verse liquidado el levantamiento, Yong Sosa se encerró en las sierras con una tropilla de seguidores.
El delegado de Guatemala en las Naciones Unidas demandó una sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para debatir la intromisión cubana. Dwight D. Eisenhower, presidente de los Estados Unidos, aprovechó la oportunidad para lanzar una dura advertencia a La Habana, desplazando una flota de guerra cerca de las aguas jurisdiccionales cubanas. La Unión Soviética le pediría a Castro "moderación".
En plena luna de miel, Margarita y Braun desaparecieron de los Estados Unidos y se domiciliaron en Cuba, dejando preparadas para su envió a La Habana, todas sus pertenencias que sumaban 25 cajas y paquetes. En mayo y junio de 1960, el equipaje fue llevado al consulado cubano en West Palm Beach para ser reembarcado hacia Cuba, como rezaba en las franquicias. Durante la carga, uno de los bultos llamó la atención de los oficiales aduaneros e intervino el FBI que retuvo el equipaje pese a las airadas protestas del cónsul y de la cancillería cubana.
.Tras una larga batalla judicial con los representantes cubanos, el 9 de agosto de 1961 se obtuvo la orden legal para realizar la inspección (Era un pequeño laboratorio atómico! Se ocuparon métodos de identificación semejantes a los usados por los Estados Unidos para reconocer aviones en pleno vuelo, un sistema de control para bombarderos B-52, instrumentos para reconocimientos aéreos y planos de equipos clasificados. Más sorprendente fue el hallazgo de documentos que relacionaban a la pareja con el espía de secretos relacionados con la energía nuclear Klaus Fuchs, así como las pruebas de que Braun sostenía contactos regulares en Detroit con el agregado comercial soviético, a través de su esposa.
Miami, Fl
Feb. 21 de 2012
Estimada Ana Veciana-Súarez:
Mi nombre es Nestor Campanería Angel; soy cubano y llevo viviendo en Miami desde 1962. Salí de Cuba en Octubre de 1961 rumbo a Colombia,despues de permanecer asilado en la Embajada de ese país en la Habana por 5 meses.
El 18 de Abril de 1961, el mismo día de la invasión de Girón, mi hermano Virgilio (foto), de 23 años, estudiante de Leyes de la Universidad de La Habana y de la Universidad Católica de Villanueva, fue condenado a muerte y ejecutado en el paredón de fusilamientos de La Cabaña. Desde que lo cogen preso el 27 de marzo a que lo ejecutan, el 18 de Abril, pasó menos de un mes. El juicio duró una hora. La apelación le fue negada después de muerto. Virgilio era 5 años mayor que yo. Su delito, oponerse al régimen tiránico de Cuba.
El cuerpo de Virgilio no le fue entregado a mis padres ni le permitieron verlo, tan solo enterrar el ataud donde supuestamente él estaba. Tiempo después, cuando fallece mi padre, al exhumar los cuerpos de Virgilio y de otro hermano menor que habia muerto muchos años antes, mi madre descubre que lo que habia en el ataud de Virgilio eran... tres grandes piedras. Mi madre estuvo años rezando ante una tumba que solo contenía TRES PIEDRAS!!
La familia (yo ya estaba asilado POLÍTICO en Miami) logró conocer que a los fusilados los enterraban, a todos, en una fosa COMÚN y SIN MARCAR.
Como la mayoria de los cubanos, no se me olvida el día en que abandoné Cuba por última vez... salía en compañía del embajador de Colombia y otros compañeros que se encontraban asilados en la casa del embajador. NO me permitieron despedirme de mis padres!!! Esa fue la última vez que vi a mi padre... delante de los milicianos, que burlándose me gritaban... DILES ADIOS POR QUE NO LOS VOLVERÁS A VER JAMÁS.
Yo sé que te podrás imaginar cuanto deseaba darles un beso, un abrazo ese día!!! Años más tarde, el mismo día que muere mi padre, le permiten a mi madre salir de Cuba. Tan solo por quedarse con la casa de la anciana viuda.
Como verás, mi estimada Ana, no me faltan las razones para ir a Cuba en busca de la tumba de mi hermano. Pero... nada ha cambiado, el cuartico está igualito. Siguen los actos de repudio, sigue la opresión... sigue la dictadura... con diferente nombre quizás, pero lo mismo de siempre.
YO NO voy a Cuba por que soy un EXILIADO POLITICO que sigue con las mismas razones, Ideales y Principios por los que abandoné Cuba hace mas de 50 años.
Si a eso llamas INMADUROS...soy, y seré un "VIEJO INMADURO"
Nestor Campanería Angel.
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Algunos de los fusilados en abril de 1961. En esta foto aparece Rogelio González Corzo.
La Cabaña, Cuba Abril 17 de 1961 A mis compañeros estudiantiles y al pueblo de Cuba en general:
En estos momentos me encuentro esperando la sentencia del tribunal que me juzgo. La muerte no me preocupa, porque tengo fe en Dios y los destinos de mi Patria. Mi muerte será otro paso atrás de los que creen que pueden ahogar con sangre las ansias de libertad del pueblo cubano.
No le temo, que venga la muerte; yo voy feliz porque ya veo libre a mi Patria, ya veo como suben jubilosos mis hermanos la gloriosa Colina, ya no habrá más odio entre hermanos, ya no habrá gargantas que pidan paredón. Todo será amor entre cubanos, amor de hermanos, amor de cristianos.
Pobre Cuba, cuanto has sufrido, pero la Cuba nueva surge del odio para sembrar el amor, de la injusticia para sembrar la justicia, justicia social, no demagogia engañadora de pueblo; una Cuba madura porque ya conoce todos los engaños y a los farsantes; una Cuba para los cubanos y “con todos y para el bien de todos”.
A ti, estudiante, te cabe la gloria de liberar a la Patria y de levantar esa Cuba nueva.
¡VIVA CRISTO REY!
¡VIVA CUBA LIBRE!
¡VIVA EL DIRECTORIO REVOLUCIONARIO ESTUDIANTIL!
Firma: Virgilio Campaneria Ángel
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Queridos viejos:
Acabo de recibir hace unos momentos la ratificación de la Pena de Muerte y es por eso, ahora que estoy en el final, que les escribo estas líneas. No me creerán pero puedo asegurarles que nunca he tenido tanta tranquilidad espiritual como en ese momento: me siento con sinceridad muy contento presintiendo que dentro de poco estaré con Dios , esperando y rezando por Uds.
Hoy en el juicio vi a mis hermanos y padrinos llorando Y eso por que? No y mil veces No. Se que lo de hoy es doloroso para Uds., pero quiero que se sobrepongan y piensen que Dios en su infinita bondad me ha dado esta gracia de ponerme a bien con El, y todos deben de agradecérselo.
Adiós viejucos, tengan mucha fe en la Vida Eterna que yo intercederé por todos Uds.
! VIVA CRISTO REY !
Besos y abrazos, no lágrimas, a todos.
Adiós hermanos, padrinos y familia
FE EN DIOS.
Alberto
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Tomado de http://www.hermanos.org
20 de abril de 1961
Queridos padres y hermanos:
Sé lo que representa para ustedes el momento en que reciban la noticia de mi muerte encontrándose ustedes lejos de donde yo estoy. Quiero decirles que esto fue siempre lo que yo le pedí a Dios. Creo que hubiera sido para ustedes un sufrimiento mayor moral y quizás físico si hubieran estado aquí y hubieran tenido que pasar por todo este tiempo que entre mi prisión y mi muerte duró 32 días.
No tienen en ningún momento que abochornarse de mi prisión y fusilamiento, al contrario, espero que estén orgullosos de su hijo y que sepan adoptar una postura correcta en el momento en que Dios y la Patria pedían el sacrificio de su hijo. Quiero que sepan que era la única postura que podía tener en situaciones como la que está atravesando la patria en estos momentos.
Esto lo estoy escribiendo a las 2 a.m. del día 20 de abril. Estoy en una celda que le dicen capilla, ya que mi muerte es cuestión de minutos. Quiero que de esta manera sepan ustedes que mi último pensamiento en la tierra fue para ustedes y mis queridos hermanos.
Padres, hermanos, sólo tengo una terrible preocupación, pero confío que siendo mi última voluntad esta preocupación deje de serlo y se convierta en una gran alegría, ella es la vida espiritual, la vida religiosa de ustedes. Saben que siempre mi preocupación fue la Religión Católica y tratar de hacer la voluntad de Dios; en estos momentos estoy seguro que la estoy cumpliendo y quiero que esta muerte mía, de la cual deben de estar orgullosos, sirva para que ustedes papá y mamá, me hagan la promesa de ir a misa todos los domingos y de confesar y comulgar los dos y después hacerlo regularmente.
Que mis hermanos Manolito e Isidro hagan ejercicios espirituales, anualmente, que se confiesen y comulguen mensualmente y vayan a misa todos los domingos. Traten de ser buenos esposos con esas dos joyas que tienen, Laurita y Fifí, a las cuales también les pido mejoren su vida espiritual. Para mi sobrín Carlos Manuel que le digan lo mucho que su tío lo quería, que murió para que tuviera una Cuba digna y católica y por favor que vaya a un colegio católico. Recuerden que es más importante salvarse que saber inglés. A mi ahijado y mis dos sobrinas muchos besos. Que vayan a colegio católico y que sean buenos hijos todos.
En estos momentos en que la muerte toca a la puerta sabrán, padres y hermanos, que estoy con gran tranquilidad, lo mismo que todos mis compañeros, ya que ello me abre las puertas del cielo y de la dicha eterna. Además, me lleva al lado de abuelito y de mis abuelos donde, si Dios quiere, los espero a todos.
Recuerden, no lamenten, esto es lo mejor. Recuerden que los espero en el cielo, que tengan fortaleza como yo la tengo en estos momentos y que me voy con una sola preocupación de su vida espiritual. Por favor, no la abandonen, que en ningún momento mi problema vaya a afectar al catolicismo de ustedes, al contrario, lo fortalezca.
Sin más, esperándolos en el cielo, queda su hijo, que nunca los olvida y los espera con los abuelos,
Rogelio
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TESTIGO DEL SACRIFICIO
Por Tomás Fernández-Travieso
El sol se ponía cuando salimos del juicio. Luis Fernández-Caubí fue el único abogado que se atrevió a defender nuestra causa. El juicio demoró sólo 20 minutos; lo interrumpió varias veces el ruido de los tanques de guerra destacados en La Cabaña corriendo hacia Playa Girón: era el 17 de abril de 1961.
Cuando iban a fusilar, dejaban solamente en capilla a los condenados a muerte. El único que sabíamos que ya estaba allí era Carlos Rodríguez Cabo. A su compañero de causa, Efrén Rodríguez López, le pidieron 30 años. Lo habíamos dejado en la galera y cuando vino a despedirse de nosotros, muy apenado, dijo: “Miren, perdonen que les pida esto, pero seguro que ustedes no regresan. Salúdenme a Carlitos allá”. No pudo seguir hablando. Nos abrazó llorando. Caminando esposados cruzamos el puente levadizo. Abajo, en el foso, un palo solitario se alzaba delante de unos sacos de arena. Virgilio Campanería Angel y yo íbamos esposados juntos. Alberto Tapia Ruano venía solo.
Al llegar a la prisión, desde el patio al otro lado del rastrillo, muchos compañeros nos saludaron en silencio. Nos pasaron a través de una galera donde dormían los guardias, hasta llegar a la capilla (galera interior dividida en cuatro celdas con un pasillo central). Continuamos caminando por un largo pasillo. Cuatro guardias nos escoltaban. Atravesamos tres rejas con gruesos candados. Al entrar en la capilla, desde una de las celdas, la voz de Efrén, fuerte y decidida, nos saludó: “Parece que me quieren tronar (fusilar) también. Me elevaron la condena de 30 a paredón. Además, Carlitos estaba muy solo y no podía abandonarlo”, agregó riendo Efrén. Compartimos la información que teníamos del desembarco por Playa Girón que apoyaría el movimiento clandestino. Efrén y Carlitos eran de Rescate Revolucionario; Virgilio, Alberto y yo del Directorio Revolucionario Estudiantil. Nos metieron en una celda iluminada por una lámpara de luz fría con dos literas sin colchón y un hueco en el piso que servía de inodoro.
Al poco rato trajeron a Lázaro Reyes Benítez y a Filiberto Rodríguez Ravelo, ambos de Güines. Filiberto se había ganado el apoyo de “el marciano” ya que desde que llegó a La Cabaña insistía en que él era un extraterrestre y que estaba en contacto permanente con los marcianos. Después llegó José Calderín, quien junto a Lázaro y a Filiberto fueron a otra celda. Por último, Carlos Calvo Martínez; al igual que Virgilio y Tapita tenía 21 años. Lo acusaron de poner la bomba de El Encanto. Lo metieron en nuestra celda.
Ya estábamos todos. Un guardia trajo las sentencias. A mí me conmutaron la pena de muerte por 30 años de prisión “porque esta gente no va a fusilar a un menor de edad”, me explicaron todos. Ya no pude seguir compartiendo los cantos y los chistes de los demás. Me convertí en el depositario de sus recuerdos, el enlace con la vida. Yo sería el testigo de su sacrificio. Pasaron horas. No sé, ahí no existe el tiempo. Rezamos el rosario, todos teníamos rosarios. Por fin las tres cerraduras crujieron y pasos de botas resonaron en la capilla. El sargento Moreno llamó el primer nombre: “Carlos Rodríguez Cabo”. “Presente”, gritó con voz firme. Dos guardias con fusiles lo escoltaron hasta la puerta de nuestra celda. Nos abrazamos a través de los barrotes. Me encomendó a su hija, le dejaba su sortija y dijo: “ánimo, que tengas suerte”. Al rato el sonido de los fusiles FAL llenó la capilla, seguido de un tiro de pistola. “El sargento Moreno es el que da los tiros de gracia”, me habían dicho. Las tres cerraduras se abrieron otra vez, ahora para Efrén. Respondio: “Presente”.Me abrazó entre las rejas, le dejaba su fosforera a la esposa Los FAL sonaron cerca, seguidos de un tiro de gracia. El tercero fue Virgilio. En el último abrazo me dijo: “Tommy, voy a gritar un Viva Crist
El cuarto fue Filiberto, quien, reconociendo su broma, me confesó: “Ya ni los marcianos pueden salvarme del trueno (paredón)”. Salió cantando el Himno Nacional. Le dieron dos tiros de gracia. “Lázaro Reyes Benítez”. “Presente”. Me abrazó y salió. “José Calderín”. “Presente”. El penúltimo abrazo y salió. Carlitos Calvo fue el último. Ya yo conocía toda su vida. Antes de que abrieran las rejas, me pidió: “Cuenta mis tiros de gracia y me lo dices allá arriba”.
Fueron ocho en La Cabaña, hace 50 años.
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TOMÁS FERNÁNDEZ-TRAVIESO, ex miembro del Directorio Revolucionario Estudiantil, fue condenado a 30 años de prisión por el régimen castro-stalinista de Cuba. La publicación en Miami de su obra teatral “Prometeo Desencadenado” le ocasionó una condena adicional. Cumplió 19 años de prisión. Actualmente reside en Miami. Recién publicó la novela, “El Silencio del Ayer”.
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