martes, febrero 14, 2006

EL SAQUEO DEL PATRIMONIO CULTURAL CUBANO

Tomado de: Cuba Liberal.org

El saqueo del patrimonio cultural cubano

Por la Dra. Maritza Beato, Miami
Entre los múltiples crímenes que el dictador vitalicio de Cuba ha cometido impune-mente a lo largo de casi medio siglo de totalitarismo, está incluído el saqueo, contrabando y exportación ilegal de obras de arte, pinturas, antigüedades, adornos decorativos, libros raros y documentos históricos que formaban parte de nuestro patrimonio cultural nacional. El decrépito Comandante y su corrupta pandilla llevan décadas despilfarrando de forma masiva nuestro acervo cultural, enriqueciéndose ilícitamente a costa de la
destrucción de este rico legado, forjado a través de cinco siglos con la creatividad, el talento, y el gran sentido de la estética de nuestros artistas, orfebres, literatos, diseñadores y coleccionistas.
< -- ( Museo Nacional de Bellas Artes, edificio construido durante el régimen de F. Batista, que fue premio de Arquitectura; de sus bóvedas y paredes han sido hurtadas valiosas obras de arte que están desde adornando las mansiones de dirigentes políticos de la Isla, hasta en el exterior, vendidas por el desgobierno y por particulares. Ver en la Sección de Video, el video "Corrupción en las altas esferas del gobierno cubano" )
Este usufructo torticero de nuestro patrimonio comenzó poco después del triunfo de la revolución en 1959, cuando Castro creó el eufemísticamente llamado Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados, que expropió, primero, riquezas de funcionarios del gobierno de Batista y, después, los bienes de los exiliados que se veían forzados a dejar sus pertenencias en Cuba.

Nuestros tesoros nacionales se han vendido impunemente a los turistas que visitan la isla, o han sido exportados ilegalmente a los mercados artísticos de Europa y Latinoamérica, donde se han vendido en casas de subasta internacionales como Christie's y Sotheby's, que se han convertido así en cómplices de este criminal expolio. El saqueo se intensificó durante el llamado período especial de los años 90, cuando la maltrecha economía del régimen sufrió los efectos del fin del subsidio soviético e hizo esfuerzos deseperados por conseguir divisas.

Un estudio hecho por la Fundación Nacional Cubano-Americana calculó que Christie's y Sotheby's vendieron en esa época aproximadamente 900 obras de arte, pinturas, antigüedades y manuscritos históricos de incalculable valor provenientes del Museo Nacional de Arte y del Archivo Nacional de Cuba, despojando así a generaciones venideras de cubanos de gran parte de su herencia cultural. No en balde la revista Forbes le atribuyó al dictador en el 2005 una fortuna personal calculada conser-vadoramente entre los 550 y los dos mil millones de dólares, situándolo entre los hombres más ricos del mundo.

Los enérgicos pronunciamientos de funcionarios del régimen que defienden la conser-vación del legado cultural nacional esconden hipócritamente al expolio al que es sometido nuestro acervo. Así, tenemos a un Eusebio Leal, Historiador castrista de la ciudad de La Habana, celebrando el nombramiento de la capital cubana como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, al mismo tiempo que ordenaba la venta y exportación de tesoros de nuestro Capitolio Nacional y Palacio Presidencial a Europa. Después de inaugurar el nuevo edificio que alberga al Museo Nacional de Arte en el 2004, la Presidenta del Consejo Nacional del Patrimonio Cultural, Marta Arjona, aprobó la venta ilegal y exportación de valiosos objetos decorativos, pinturas, muebles antiguos, y documentos históricos del legado napoleónico de Julio Lobo a un museo francés, por mediación de Antoine Anvil, corrupto funcionario de la Embajada de Francia en Cuba.

Observadores radicados en La Habana reportaron que en 1993, en pleno período especial, un enorme barco mercantil procedente la Unión Soviética permaneció anclado en el puerto de La Habana, siendo cargado con una valiosa colección de objetos de arte provenientes de nuestros palacios, catedrales, y museos. Es en Rusia, España, Méjico y Venezuela donde se encuentra la mayor parte del botín robado por Castro a la nación cubana.

En el año 2005, la prensa internacional se hizo eco de la demanda judicial entablada por miembros de la familia azucarera cubana Fanjul contra los Departamentos de Estado y del Tesoro norteamericanos, acusándolos de violar el Capítulo 4 de la ley Helms-Burton, después de descubrir que el valioso cuadro del pintor impresionista español Joaquín Sorolla titulado "Puerto de Málaga", desde 1936 propiedad de la familia, acababa de ser subastado por la filial de Sotheby's de Nueva York.

El tirano gusta de obsequiar a sus célebres huépedes con tesoros del patrimonio nacional. Así Danielle Mitterand, esposa del entonces Presidente francés y admiradora de las antigüedades y de Castro, recibió una valiosa e histórica vajilla de porcelana de Sévres que había sido usada para cenas de gala en el Palacio Presidencial. El Nóbel Gabriel García Márquez y David Rockefeller han enriquecido sus colecciones de arte con valiosos cuadros de pintores como Wilfredo Lam, Víctor Manuel, Amalia Peláez y otros vanguardistas. El ex-Presidente mejicano Carlos Salinas de Gortari añadió a su importante colección de arte pre-colombinos raros artefactos taínos y siboneyes escogidos por él en el Centro Nacional de Arqueología, y Diego Armando Maradona, astro del fútbol argentino y drogadicto amigo de Castro, fué obsequiado con una valiosa colección de relojes de pulsera de platino incautada a la familia Gómez-Mena.

Asi, cada día, Cuba va perdiendo un nuevo elemento de su herencia cultural. Se nos está yendo una parte integral de la nación, de la historia, y de cada cubano que ha vivido en ella. Nuestro patrimonio cultural pertenece por derecho propio a cada uno de los cubanos, y no podemos ni debemos renunciar a él. Recuperar este legado sería un proceso increíblemente largo, costoso y difícil. Pero si, como dijo André Malraux, la herencia cultural de un pueblo es la prueba más fehaciente de su identidad nacional, de su existencia y de su paso por este mundo, entonces rescatar nuestro patrimonio histórico es rescatarnos a nosotros mismos.


Febrero 13, 2006

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Tomado de : http://www.hoy.com.do/app/article.aspx?id=32303


THE NEW YORK TIMES

La colección de Castro 7:25 PM

POR TIMOTHY L. O´BRIEN
Palm Beach,Florida.-
Descansando junto a una mesa en la mansión de José Fanjul, en Jungle Road hay una caja de plata con una inscripción, un regalo del Rey Juan Carlos de España. Otra mesa tiene una foto enmarcada en plata del señor Fanjul y su novia, saludando al Duque y la Duquesa de Windsor. En otro sitio de la casa, otras fotos en marcos de plata del señor Fanjul y los presidente Ronald Reagan y George H. W. Bush están bien a la vista. Una obra impresionista del pintor español Joaquìn Sorolla y Bastida, “Muchacha en el mar plateado”, cuelga de la pared en una esquina de la sala.

El señor Fanjul abrió un grueso álbum y mostró al visitante fotografías desvanecidas de propiedades carcomidas que él y su extensa familia ocuparon alguna vez en La Habana y sus alrededores. Fidel Castro, después de confiscar los bienes raíces y las propiedades azucareras de la familia Fanjul en 1960, hizo suya una de las ornamentadas residencias.

Pepe, para sus amigos, el señor Fanjul de 60 años abrió otro pesado libro; una hermosa retrospectiva de las obras de Sorolla. Muchas de las pinturas integran una colección que fue propiedad de la familia Fanjul y que todavía están conservadas en La Habana. Paseó su dedo índice sobre las páginas transparentes, recordando en cada caso donde colgaban algunos de estos Sorollas en la casa de sus padres. Una obra menor de Sorolla, Puerto de Málaga”, que una vez ornaba un pasillo en la segunda planta no aparece en el libro. El señor Fanjul dice que no sabe dónde está ese cuadro ahora, aunque casi tiene la certeza de que ya no está en Cuba.

Y aquí está la historia.

Hace seis años, el señor Fanjul se enteró de que “Puerto de Málaga” ha resurgido en las oficinas londinenses de Sotheby´s, la casa de subastas.. Inmediatamente telefoneó a Joseph P. Klock, presidente de Steel, Hector & Davis, una firma de Miami que maneja sus asuntos legales. El señor Klock, un corredor de energía que asesoró a Katherine Harris, la entonces secretaria de Estado en La Florida, durante el controvertido recuento de votos presidenciales en las elecciones de 2000, tenía experiencia en asuntos de capa y cuchillo. Hizo que un abogado creara un equipo para rastrear el cuadro de Sorolla.

El señor Fanjul y su hermano mayor, Alfonso, que se han convertido en dos de los magnates principales del azúcar de Estados Unidos, financiaron entonces una búsqueda global de la pintura. Esa cacería, que continúa hoy, ofrece una rara e infrecuente hoja de ruta del negocio subterráneo, oculto del negocio del contrabando de obras de arte, un delito que se desarrolla en una intersección sórdida del arte y el comercio. La larga búsqueda del Sorolla se ha desarrollado en Cuba, Italia, Suiza, Londres y Nueva York, con algunos giros insólitos en el camino. Como parte de sus esfuerzos por rastrear “Puerto de Málaga”, los abogados de Fanjul hicieron reclamos con el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro el verano pasado. Pedían que las agencias penalizaran a cualquiera que estuviera traficando con la pintura, porque -decían-, hacerlo viola la ley de sanciones federales contra Cuba.

La semana pasada, los abogados de Fanjul le pidieron al Departamento de Estado que se concentrara específicamente en Sotheby´s, al decir que la compañía sabe quién tiene “Puerto de Málaga” y que su rechazo a facilitarle esa información a los Fanjul viola las leyes de comercio con Cuba. Si se encuentra culpable a la subastadora, a los directores de Sotheby´s en el exterior y sus esposas pudieran prohibírseles la entrada a Estados unidos. Cualquiera de los empleados norteamericanos de Shotheby´s implicados con el Sorolla podrían sufrir multas y prisión.

Los departamentos de Estado y del Tesoro declinaron hacer comentarios. Una vocera de Sotheby´s dijo que la subastadora ya no tenía el Sorolla, que nunca lo vendió y que había hecho todo esfuerzo posible por responder a las investigaciones de la familia Fanjul. Dijo que Sotheby´s se comunicó con la familia por última vez hace cuatro años, pero no quiso decir quién le compró la pintura a Sotheby´s, aludiendo a las obligaciones de confidencialidad con el cliente.

Sotheby´s observó que había ajustado la forma de hacer sus negocios después de una serie de escándalos entre 1997 y 2000 que afectaron su reputación, y dijo que si bien confía en que no había violado ninguna sanción comercial a Cuba, cooperaría con el Departamento de Estado, si fuera necesario.

“Sotheby´s toma extremadamente en serio los asuntos de responsabilidad y cumplimiento [con las leyes] en todas partes del mundo donde hacemos negocios, y nos enorgullecemos en ser pioneros en nuestros esfuerzos en esas áreas”, dijo Diana Phillips, la vocera de Sotheby´s. “Asumimos el problema de obras de artes trasladadas, incluyendo el arte cubano, igualmente en serio. Estamos extremadamente conscientes de las leyes de EEUU relacionadas con el comercio con Cuba y los artículos que se originan en Cuba, y hace mucho tiempo implementamos políticas y procedimientos para garantizar su cumplimiento en este área”.

Pero nada de esto satisface a los Fanjul, quienes planean continuar empleando recursos formidables en la búsqueda. Los miembros de la familia están presionando con su caso en momentos en que la administración Bush está ejerciendo una mayor presión diplomática y económica sobre Cuba -un hecho que los Fanjul aplauden- y su proceder es una advertencia para cualquier comerciante de obras de arte tentado de traficar arte cubano cuya propiedad esté en disputa.

“Me desagrada que hayamos tenido que descubrir a través de un tercero que Sotheby´s tuviera la pintura durante varios años”, dijo Pepe Fanjul. “Estoy seguro que ellos tienen su versión de la historia”.

Alfonso Fanjul junior, el canoso empresario de 67 años conocido como “Alfy”, quien reconstruyó el imperio azucarero cubano de los Fanjul en EEUU, fue más directo: “Me ha sorprendido el comportamiento del mundo del arte en general cuando se trata de pinturas que con toda claridad pertenecen a mi familia”, dijo. “Tenía la esperanza de que verían la importancia de que fuéramos notificados de inmediato cuando nuestras obras de arte llegaran a sus manos. En particular, nos gustaría conocer qué saben la casa subastadora y y otros sobre estas pinturas” A partir de la década de 1850, loa antecesores de los Fanjul empezaron a comparar tierras y consolidar su control sobre el negocio del azúcar en Cuba. A finales del siglo, ya estaban entre los productores dominantes del país. Era un negocio sumamente lucrativo, edificado sobre las espaldas de trabajadores agrícolas sin tierra, muy mal pagados.

El dinero proveniente del azúcar facilitó al construcción de una mansión extravagante que el abuelo materno del señor Fanjul, José Gómez-Mena, llenó con arte europeo, incluyendo docenas de Sorollas. En 1936, el padre del señor Fanjul, Alfonso Fanjul, casó con la hija del señor Gómez-Mena, Lillian, y unió las dos más grandes fortunas azucareras de Cuba. Cuando Fidel Castro, cuyo padre era propietario de una modesta plantación de azúcar, dirigió el derrocamiento del gobierno de Fulgencio Batista en 1959, las propiedades de la familia Fanjul se convirtieron en un objetivo. El gobierno del señor Castro re- bautizó la mansión de la familia Gómez-Mena, con todo su mobiliario y obras de arte intactas como el Museo de Artes Decorativas.

Pepe Fanjul recuerda cuando abordó un vuelo de National Airelines en La Habana, siendo un adolescente. Fue subido al avión apresuradamente por un amable “bartedner” del aeropuerto y se sentó del otro lado en el pasillo junto a la estrella de cine Errol Flynn, quien con una amiga, también se marchaba del país. Aún mientras abandonaba La Habana después de la revolución, el señor Fanjul iba rodeado de encanto y elegancia Para la mayor parte de los otros cubanos, los vuelos en avión y las estrellas de cine eran cosas fuera de su alcance, una medida de la crianza privilegiada del señor Fanjul. Cuando Pepe Alfy y sus tres hermanos abandonaron Cuba rumbo a EEUU, se vieron obligados a dejar atrás la mayor parte de las obras de arte de la familia y sus demás riquezas. La familia poseía algunos bienes raíces en Manhattan y tenían otro dinero invertido en el extranjero por sus padres, sin embargo, el exilio marcó un agudo descenso. “La familia estaba en estado de `shock´”, dijo Pepe Fanjul. “Sabíamos que nuestros padres vivirían cómodamente, pero nosotros, no. Por eso nos sentimos desafiados”.

Durante las cuatro décadas siguientes, sin embargo, los Fanjul, bajo la dirección inicial de Alfy, tejieron negocios astutos y arriesgados, mediante algunas conexiones políticas bien engrasadas y la creencia en el futuro económico de La Florida como un nuevo imperio azucarero. Su compañía privada Flo-Sun es un productor de azúcar líder en Estados unidos y República Dominicana; la familia también se ha expandido en el negocio de hoteles y sitios de descanso, y otros negocios de bienes raíces.

Con el paso de los años, Flo Sun también ha sido objeto de las mismas censuras que los Fanjul sufrieron en Cuba, incluyendo críticas de abusar con los trabajadores del azúcar y de dañar el medio ambiente. La familia ha refutado intensamente estas acusaciones. Pepe Fanjul, quien contribuyó generosamente con los candidatos republicanos, y Alfy, quien hizo lo mismo por los demócratas, se describen a sí mismos como hermanos muy cercanos que mantienen sus diferencias políticas. Otros analistas atribuyen sus contribuciones bipartidistas a una calculada estrategia de garantizar que estén cubiertas todas las bases de la política.

En cualquier caso, los hermanos Fanjul han procurado sus objetivos financieros y políticos con una determinación impecable, y están trasladando ese mismo brío al rescate de su Sorolla.

Cuando la tataranieta del señor Sorolla mencionó por casualidad a pepe Fanjul en 1998 que Sotheby´s le había pedido autenticar el cuadro “Puerto de Málaga” tres años antes, quedó estupefacto. “Pensé que estaba equivocada, confundida”, dijo.

Los Fanjul ya habían dado todos los pasos que pueden dar los propietarios de obras de arte cuando creen que alguna de sus obras se ha extraviado. Las obras de arte que han estado fuera del mercado durante muchos años, son difíciles de valorar, aunque algunos expertos dicen que la alta calidad de los Sorollas ahora se venderían en cerca de US$2 millones o US$3 millones en las subastas.

La familia empezó a mantener los ojos abiertos sobre la colección cubana a principios de los años 90.

“Mientras la colección se mantuviera en el Museo de Artes Decorativas, estábamos dispuestos a esperar por el fin del régimen”, dijo Alfy Fanjul. “Después de la caída de la Unión Soviética, nos preocupaba que la colección pudiera ser sacada de Cuba y vendida en divisas por el gobierno cubano”.

Para frustrar esa posibilidad, en 1993 los Fanjul registraron las obras, incluyendo “Puerto de Málaga” en Art Loss Register, un servicio británico-estadounidense que rastrea obras de arte robadas.. Cuando Art Loss empezó a acopiar su base de datos en 1991, registró 20,000 obras. Hoy tiene 145,000.

“No existe el descuido por parte de los comerciantes de arte, y el mercado prospera por su confidencialidad”, dijo David Shillingfor, el director de operaciones de Art Loss. “Cuando aparecimos en escena, estaba claro que no éramos bien recibidos en el mundo del arte porque se pensaba que estábamos creando un problema, más que aportando una solución. Eso ha cambiado por completo”.

La propia Ssotheby´s invirtiò en el registro en 197, como parte de un mayor esfuerzo por recuperar las obras de arte robadas a las víctimas del Holocausto. Otros inversionistas incluyen Christie´s , el principal rival de Sotheby´s en el negocio de las subastas, y un grupo de compañías de seguros. Desde comienzos de los años 90, la base de datos del registro le ha estado ofreciendo a las casas de subastas y comerciantes un sitio conveniente para comprobar la procedencia de las obras de arte.

También los Fanjul enviaron cartas a Sotheby´s, Christie´s y otras casas de subastas en 1993, notificándoles que la familia creía que era el propietario legal de los Sorollas cubanos. Los Fanjul cuentan con amplias pruebas, que incluyen fotografías y catálogos para respaldar su reclamo, aunque valorar la propiedad de obras de arte que hayan sido confiscadas por un gobierno mediante un oficio de Estado, o que simplemente haya desaparecido durante décadas es claramente difícil de lograr en un tribunal.

“Es obvio, que si y cuando el régimen de Castro caiga, se va a producir algún tipo de situaciòn análoga al arte que los nazis confiscaron durante la Segunda Guerra Mundial”, dijo el doctor Marcus Burke, curador de pinturas en la Sociedad Hispana de América, en Nueva York. “Pero no es una analogía directa, porque el arte que los nazis se llevaron se hizo a punta de cuchillo, mientras que Cuba tuvo una guerra civil y se estableció un nuevo gobierno que tuvo derechos a reclamar legitimidad. “En verdad, otros intentos legales por recuperar obras de arte cubano que el gobierno de Castro confiscó mediante un oficio de Estado han fracasado, aún cuando los Fanjul y otros alegan que los funcionarios cubanos han vendido obras de arte expropiadas en el extranjero durante años para llenar sus propios bolsillos. Los Fanjul consideraron iniciar un proceso legal en Italia, en 1965, y en España a mediados de los 90, para recuperar obras de arte de su colección cubana que habían salido a la superficie en esos países. Sin embargo, sus abogados les aconsejaron que las expropiaciones mediante actos de Estado son generalmente insuperables.

En 1995, la Fundación Cintas, un grupo sin fines de lucro que apoya a las artes, sometió a litigio a Sotheby´s en España, defendiendo el criterio de que años atrás había vendido ilegalmente dos Sorollas cubanos que la fundación pensaba que tenía. El tribunal español falló contra Cintas, citando tecnicismos legales que no tenían que ver con oficios de estado

Después, en 1998, supimos que “Puerto de Málaga” había estado en posesión de la oficina de Sotheby´s en Londres entre 1993 y 1995. Durante los años siguientes, los Fanjul y se Sotheby´s se enfrentaron en un debate, en el cual Sotheby´s afirmaba que estaba ayudando a la familia en todo lo posible y los Fanjul alegaban que estaban siendo bloqueados.

“Pusimos a los abogados de la familia Fanjul en contacto con los del dueño del cuadro en 1998 para que pudieran resolver cualquier asunto que tuvieran con ellos directamente”, dijo la señorita Phillips, vocera de Sotheby´s. “Esta es nuestra práctica normal en casos como estos, pues dadas nuestras obligaciones fiduciarias con nuestros clientes no podemos sencillamente darles las identidades de terceras partes. Por lo que sabemos, sin embargo, durante los seis años en que han intervenido, jamás iniciaron un proceso legal para recuperar la pintura, o conocer la identidad del propietario actual”.

Pero los Fanjul mantienen que los tribunales, debido a las protecciones por oficio de estado, no son las mejores vías para recuperar obras de arte en Cuba. Al contrario, la familia está ahora ejercitando sus músculos políticos, al solicitar investigaciones sobre posibles sanciones comerciales por violaciones a Sotheby´s -que implican algunas de las mismas leyes que el Congreso aprobó después de fuertes cabildeos de los Fanjul y otros activistas anticastristas. Los Fanjul dicen, además, que creen que Sotheby´s tiene mucho más por explicar.

“Creemos que tienen muchísima información sobre cómo la pintura llegó desde Cuba a Europa”, dijo Shanker Singhman, un abogado de los Fanjul. “También creemos que probablemente hubo alguna forma de acuerdo para otras pinturas y nos gustaría conocer también sobre eso. Fue una combinación de habilidad y suerte que hayamos rastreado esta pintura, pero sabemos que Sotheby´s tiene mucha más información sobre otras transacciones con Cuba”.

Rastrear pinturas robadas o contrabandeadas que se están moviendo por el bajo mundo del arte nunca resulta fácil. Mucha de la información que rodea este tráfico está salpicada de chisme y mitos. El doctor Burke y otros analistas dicen que piensan que durante años los inversionistas japoneses y otros “aficionados” ricos han sido los compradores primarios de valiosas obras de arte robadas.

Otros están en desacuerdo: “A la gente le gusta salir con la idea de que hay algún multimillonario oculto detrás de estos robos, pero yo creo que eso no es más que Hollywood”, dijo el señor Shillinford, de Art Loss Register. “Es más frecuente que no esté el crimen organizado detrás de estos robos, creo yo”..

“Pero si resulta difícil imaginar quién contrabandea obras de arte, determinar dónde se está comerciando no lo es tanto. Esto se debe a que hay solo unos pocos sitios con la infraestructura necesaria. Los expertos dijeron que la ruta más probable del Sorolla desde Cuba era a través de Europa.

“No me sorprendería que fuera a través de Italia”, dijo Harold J. Smith un investigador de arte que ha trabajado en una serie de caos importantes. “Italia tiene fronteras con suiza y Francia y es fácil mover arte en un camión desde allí. Mucho arte robado se saca de allí2.

En realidad, el señor Singham, el abogado de los Fanjul, siguió la pista del “Puerto de Málaga” después de revisar los documentos del caso Cintas, y la senda lo llevó hasta Italia.

Los documentos que el señor Singham revisó indicaron que un antiguo empleado de Sotheby´s, Alex Apsis, había supervisado obras de arte cubano y latinoamericano para las casas subastadoras en los años 90, y por tanto podría tener algún conocimiento de cómo se estaban manipulando los Sorollas.

El señor Apsis se incorporó a la oficina de Sotheby´s en Londres en 1974 y se desplazó a la sucursal de Nueva York en 1992. A mediados de los 90, la ex presidente de Sotheby´s, Diana D. Brooks lo nombró jefe de la división de arte Impresionista y moderno de la casa. Apsis dejò Sotheby´s en 1999 y ahora es un comerciante independiente.

El señor Apsis no es ajeno a las controversias. En 2002, durante la investigación por fraude fiscal de L. Dennis Kozlowsky, el ex jefe ejecutivo de Tyco realizada por el Fiscal del Distrio de Manhattan, los funcionarios oficiales encontraron pruebas de que el señor Apsis pudo haber ayudado al señor Kozlowsky y otro comprador rico a evitar el pago de cuantiosos impuestos a las ventas de algunas obras de arte. Mientras que el señor Kozlowsky está ahora defendiéndose de fraude fiscal y otros cargos en los tribunales, el señor Apsis no ha sido acusado de delito alguno.

El señor Singhma encontró su siguiente pista en un libro sobre Sotheby´s, escrito por Peter Watson, un periodista británico que también ha escrito recientemente sobre la disputa de los Fanjul para The Times, de Londres. En su libro menciona brevemente al señor Apsis, cuando dice que Bruno Scaiolli, un negociante de arte de Alessnadria, Italia, utilizó la dirección del señor Apsis en Londres para embarcar obras de arte. En 2000, los abogados de los Fanjul contrataron a un investigador privado que visitó al señor Saciolli en Italia, precisamente donde el investigador encontró “Puerto de Málaga”.

De acuerdo con el investigador de los Fanjul, el señor Scaiolli dijo que vendió obras de arte a través de Sotheby´s, que él había obtenido el cuadro “Puerto de Málaga” de un museo cubano hacía más de una década; que la pintura estaba “de alguna forma relacionada con Sotheby´s desde 1998, y que él embarcaba obras de arte, rutinamriamente, a Londres a través de una zona de libre comercio en Suiza, para evitar los impuestos por importación británicos.

El señor Scaiolli no pudo ser localizado para oír sus comentarios, y su abogado en Londres no devolvió la solicitud para estos fines. El señor Apsis, en una breve entrevista telefónica la semana pasada, dijo que él conoce al señor Scaiolli: “Pero no quiero entrar en todo ese asunto”, dijo.

“No sé nada sobre este asunto de los Fanjul”, añadió. Eso ocurrió después que yo dejara el departamento de impresionistas en Sotheby´s”.

Desde que se econtró “Puerto de Málaga” en Italia, los Fanjul han seguido los desplazamientos de la pintura, pero ellos dicen que no están totalmente seguros de si sigue en manos del señor Scaiolli. Siguen considerando las opciones legales para asegurarse la pintura, mientras, continúan presionando con sus intereses en el Congreso y la Casa Blanca. Cuando Cuba está ahora en el tope de la agenda de la administración Bush, dijeron, que ellos creen que ya es tiempo de que el Departamento del Tesoro investigue el asunto.

Los Fanjul reclutaron a un viejo amigo para que los ayude: la señorita Harris, la ex secretaria de Estado de La Florida, que ahora es una congresista. Recientemente, ella le escribió al secretario de Estado, señor Colin Powell, pidiéndoles conocer sobre el estatus de la demanda de los Fanjul de que Sotheby´s y otros han violado las sanciones comerciales a Cuba en sus negocios con los Sorollas.

Un funcionario del departamento de Estado respondió a la señorita Harris hace cerca de diez días que la agencia estaba investigando la petición y que está “comprometida a perseguir agresivamente” los casos que implican a “nacionales extranjeros que trafican con propiedades robadas”.

Por su parte, Pepe Franjul dice que él ha estado tratando de reclamar la bora de arte de su familia desde 1959 y que el desearía tener “45 años más” para lograr ese objetivo. Sin embargo, dice también que no cree que tendrá que esperar tanto tiempo.

“Creo que el gobierno cubano o quien da la cara por Castro y sus secuaces están utilizando este Sorolla para sondear el mercado”, dijo. “No estoy librando esta batalla porque sea el más valioso de los Sorollas que tenemos. Se trata de los derechos de propiedad y la herencia de mi familia”.

Después de una breve pausa, nos ofreció otra reflexión: Cuando veo que están vendiendo esas obras, me siento ultrajado”. (Traducción : Iván Pérez Carrión)