jueves, mayo 11, 2006

JOSE IGNACIO RIVERO NARRA COMO LA TIRANIA SE APROPIO DEL DIARIO DE LA MARINA

Nota del Blogguista

El cuento de Fidel Castro sobre la apropiación de los periódicos o diarios después del triunfo de la Revolución, es que los dueños los abandonaron y los obreros los intervinieron. Eso ocurrió en algunos casos, pero no dice de las amenazasy en general de la hostilidad de que eran objeto sus dueños y directivos por parte del régimen y de sus fanáticos seguidores. Ha mediado de los años 60s, el último diario o periódico cuyo dueño no era el estado revolucionario fue pasto de las llamas .....
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JUEVES DEL RECUERDO

OPINION



Por José Ignacio Rivero

Este jueves 11 de mayo se cumple un aniversario más del asalto a mano armada al "Diario de la Marina" por las hordas comunistas de Fidel Castro. En la edición del día anterior a esa salvajada nuestro diario en primera página publicaba las siguientes líneas bajo el título de "Un rumor absurdo":

"Miente más que la Gaceta. Esta frase hecha, tan popular en los países de habla castellana, indica la desconfianza que siempre le merecen al público los periódicos oficiales. Un periódico oficial publicó ayer, entre otras falsedades, que entre las "maniobras" y "manejos contrarrevolucionarios" que realiza el Director de este periódico, una de las que tienen posibilidades "consiste en llevar a Estados Unidos las matrices ya hechas del DIARIO DE LA MARINA en La Habana, imprimir el periódico en territorio norteamericano y distribuirlo entre la colonia latina.

"La especie es tan absurda que ni siquiera vale la pena desmentirla. Nuestro Diario tiene hoy una tirada mayor que nunca y si más grande fuese aun no sería suficiente para satisfacer la demanda creciente de nuestro periódico en la calle. Si no podemos cubrir el mercado local, ¿cómo vamos a pretender invadir el extranjero? Pero también dice otro refrán que "se coge más fácilmente a un mentiroso que a un cojo". A renglón seguido de la falsedad señalada y para apoyarse en ella se publica un cable de la AP, bajo el título de "El tremendo cable", en que no se dice una palabra de ese pretendido trasiego de matrices del periódico a los Estados Unidos y en cambio se estampan algunas verdades que se pasan por alto, a saber:

"1-Que el señor José Ignacio Rivero va todos los días a su despacho en la Redacción del periódico.

"2-Que el DIARIO DE LA MARINA hace críticas al Gobierno.

"3-Que ha sido distinguido con la recomendación para la medalla de Héroe de la Libertad de Prensa por el Comité Ejecutivo de la SIP.

"4-Que el Primer Ministro Castro y funcionarios del actual Gobierno han atacado al periódico en diversas ocasiones.

"5-Que el señor José I. Rivero no teme por su persona y duda que el periódico sea suprimido.

"6-Que el periódico se edita con pérdida porque está siendo víctima de una campaña de estrangulación económica.

"Todo esto es cierto y no significa ninguna novedad porque lo hemos dicho en nuestra páginas una y mil veces.

"Como hemos dicho también y lo repetimos ahora que no hay nada secreto ni clandestino en las actividades de nuestro Diario y su Director; que todo lo pensamos en alta voz y lo escribimos para la publicidad, y que aquí seguiremos defendiendo nuestros principios, exponiendo nuestras ideas y ejerciendo el derecho a la crítica, contra viento y marea y mientras quede un átomo de libertad de expresión y haya garantía personal para los que la manifiestan en nuestra patria."

Un día después, por la noche, los esbirros del régimen comunista asaltaron el periódico a punta de metralleta publicando el siguiente comunicado en la primera página bajo el título de "A la opinión pública":

"Como es de todos sabido el señor José Ignacio Rivero director de este periódico, está en una franca actitud conspirativa y contrarrevolucionaria. El plan del señor Rivero consiste en provocar al pueblo y de ese modo buscar un falso argumento que haga aparecer que este periódico ha sido agredido por la Revolución. Este plan ha sido urdido en el extranjero. Prueba de ello es la condecoración de la SIP, acreditándolo como héroe de la libertad de prensa; la coincidencia; la coincidencia de los personeros de la Rosa Blanca con los pronunciamientos del señor Rivero; y la campaña de los periódicos norteamericanos que señalan al director de este periódico en plan de hacer vida clandestina. En la prosecución de este plan el señor Rivero preparó un documento, en el que recogió la firma de determinados trabajadores del periódico y le hizo cambios al texto después de estar firmado para hacer aparecer a los obreros, empleados y periodistas como enemigos de la Revolución. Con ese motivo gran cantidad de hombres que trabajan aquí y no comparten el criterio del señor Rivero, sino que, todo lo contrario, están de acuerdo con la Revolución, hicieron un manifiesto en que mantenían sus puntos de vista. Ayer el señor Rivero se negó a sacar el periódico, motivo por el cual los obreros hemos decidido imprimirlo bajo nuestra responsabilidad, aunque sin cambiarle al mismo su status habitual".