jueves, mayo 11, 2006

LA GRAN MENTIRA DE LA REVOLUCION ENERGETICA EN CUBA


La Nueva Cuba
LA GRAN MENTIRA DE LA REVOLUCION ENERGETICA EN CUBA

Por Juan Vives *ColaboraciónEuropa
Mayo 10, 2006

A fuerza de escuchar a propósito de los problemas energéticos en Cuba, me decidí a consultar a dos ingenieros electricos franceses que trabajan para la compañía nacional de electricidad (EDF), que estuvieron como consultantes en la isla a raíz de la crisis de producción del año pasado, después del ciclón que desvastó parte de la isla.
Anteriormente a esta visita, habían estado dos veces en Cuba para aconsejar a los ingenieros cubanos sobre la situación grave en que se encontraba todo el sistema eléctrico y desde el primer viaje sus conclusiones fueron alarmantes.
Primeramente la generalidad de las plantas generadoras de energía del país son de tecnología muy atrasada, obsoletas y poco eficientes. No tienen piezas de repuesto por haber desaparecido los suministradores, por lo común checos y soviéticos. Aunque las termoeléctricas han recibido algunas modernizaciones y mantenimiento técnico programado, suelen presentar roturas con alguna frecuencia. Las más recientes tienen más de un cuarto de siglo y con una tecnología completamente atrasada.
Al desplome del campo socialista y la desintegración de la URSS, se acabó la ayuda masiva, sobre todo el millón de barriles de petróleo de ayuda y la isla se quedó sin energía; el choque fue violento.
A medida que se fué descubriendo petróleo en Cuba, Fidel ordenó que sirviera como combustible en las termoeléctricas nacionales, a pesar de la opinión de los especialistas cubanos que dijeron que era un crudo demasiado pesado y con alto tenor en azufre, que esto daría el golpe de gracias a las plantas existentes. Por otra parte a cada rotura de una pieza, le sucedía un verdadero drama, era imposible conseguir las piezas de respuesto necesarias. Ya no se fabricaban en el ex bloque comunista.
Esta decisión caprichosa de Castro acrecentó los problemas, que un ciclón vino a incrementar y dar al traste con aquellas plantas que funcionaban casi de milagro, con constantes roturas y que no cubrían más del 60% de las necesidades de la población y de la industria.
Un colapso total y la isla se queda sin enegía, el pueblo habla de alumbrones y no de apagones, es mayor el tiempo que se está sin energía que con ella. Las plantas de bombeo de los acueductos se paralizan y el ya casi destruido sistema de distribución suministra apenas un pequeño porcentaje de agua necesitada por la capital y las principales ciudades de Cuba, con el detalle agravante de una sequía histórica y el deplorable estado de las tuberías en donde se pierde hasta el 70% del agua distribuída, a causa de las fugas y el no mantenimiento de las cañerías. ¡Sin agua y sin luz!
La luz se hace escasa y el caso se agrava de día en día; el ministro que se ocupa de la energía eléctrica sale como un tapón de champaña botado del gobierno, a pesar de estar casado con una sobrina de Fidel; alguien tenía que cargar con los platos rotos. Fidel se hizo el ofendido y como siempre las culpas recaen sobre uno que le sirve de fusible; él es como el Papa, infalible, no puede admitir que su responsabilidad en cualquier error. ¡Lo han engañado!
El ciclón deteriora la central termoeléctrica de Matanzas, la Antonio Guiteras, de tecnología francesa, la pricipal del país y de un paro por reparaciones el problema se eterniza y en las otras las cosas no van mejor. Se está al borde del colapso energético.
Sumado a este candente problema, está el estado de los tendidos que distribuyen la energía y los transformadores que están largando el alma. Los cálculos de los especialistas eran que se tenía que invertir en nuevas termoeléctricas y sanear completamente el sistema de distribución.Por lo menos eran necesarias cuatro plantas con una capacidad de más de cien mil kilovatios cada una. La cuenta era elevada, a un precio de más de 600 millones de dólares sin contar la renovación del sitema de distribución. La gravedad de la situación era tal, que de un momento al otro el país se podía quedar sin energía y lo peor, son necesario varios años para construir y poner en marcha esta termoeléctricas.Aquí es donde interviene "el genio " del líder máximo, publicamente declara que los ingenieros no saben nada y que en lugar de construir nuevas plantas, se pondrían en marcha micros generadores para satisfacer la demanda incorporados al sistema nacional. La solución es cxompletamente absurda y descabellada, ningún país del mundo ha cometido tal locura.
Según los ingenieros franceses estos generadores auxiliares son utilizados en el mundo entero en los lugares como hospitales, hoteles, grandes edificios etc.pero jamás pueden sustituir a una red nacional de producción de energía. No es más que solucionar en ciertos sectores vitales la carencia, pero no arregla en nada el problema nacional y cuando las termoeléctricas larguen el alma dentro de poco, será la catástrofe general.
El problema de la energía sólo se ha remediado a medias en ciertos sectores vitales, pero el gran problema de todas las centrales que llegan al final de sus días, sigue latente y cuando explote, solamente 5% de las necesidades nacionales estarán cubiertas.Si desde el punto de vista técnico es una barrabasada el querer incluir en el sistema de distribución nacional los generadores, otro problema mucho más grave es el combustible para su funcionamiento. Hasta ahora las termoelétricas han estado funcionando con el crudo pesado cubano, que las detruyó por el capricho de Fidel. No tienen el combustible necesario, ni las refinerías para producirlo, ni los tarnsportes para distribuirlo ¿Cómo se van a solucionar estos problemas insolubles?Fidel clama en la tribuna el primero de mayo en la Plaza de la Revolución (que fue Batista quien la hizo), que en Cuba se ha realizado una revolución energética y que el problema de la energía pasó a la historia y que se le podría enseñar al mundo entero las realizaciones cubanas.Definitivamente este hombre está loco de remate y mientras tanto sus lacayos callan y aplauden semejantes barbaridades ".El coma andante " que tiene su fin próximo, no verá el desatre que ha creado, cuando se acabe de paralizar una sola de las grandes termoeléctricas de la red nacional, se va a armar una de dónde la mona no cargó al hijo.Sus locuras le han dado por querer cambiar todos los equipos eléctrico domésticos de vieja factura americana por nuevos equipos de fabricación china, que supuestamente tienen bajo consumo, pero que enseguida se rompen, si no los venden ya defectuosos.
No hay energía y se le ocurre meterle por la cabeza al pueblo las ollas arroceras elétricas y las cocinas eléctricas, como si en Cuba se estuviera tan sobrada la electricidad. El gas es siete veces mas barato que la energía eléctrica.
Las brigadas pasan por las casas y te imponen bombillo de bajo consumo, que no alumbra más que una vela y cuidado con los precios de la electricidad, cuando te sales entre apagón y apagón de la miserable cuota de consumo, te cuesta un ojo de la cara.En resumen, dentro de un par de años cuando las termoeléctrica nacionales larguen el piojo, volerán a la época de la colonia con velas y chismosas.La famosa revolución energética no es más que otra de las afabulaciones y elucubraciones del dictador cubano, que quiere tapar el sol con un dedo y como diría el otro "después de mí el caos".