MEDICOS EN CUBA DEJAN MORIR A ADOLESCENTE
Médicos dejan morir a adolescente
Por Dr. Darsi Ferrer Ramírez
14 de junio de 2006
La Habana – www.PayoLibre.com – La insensibilidad de los médicos que asistieron a Henry Rodríguez Castellanos, en estado de shock que pudo ser reversible y sin mayores complicaciones de habérsele ofrecido apoyo vital, le costó la muerte en el hogar sin recibir atención médica adecuada.
De solo dieciocho años de edad, Henry regresó a su casa en horas de la madrugada el pasado 6 de junio en estado de embriaguez, con aliento etílico, incoordinación motora, excitación, confusión mental y lenguaje tropeloso.
A medio día, como continuaba dormido y, además, con frialdad de la piel, respirando con dificultad y no respondía a los estímulos, los familiares buscaron ayuda en el consultorio de la comunidad.
Después de examinar al paciente la doctora explicó a la familia que, debido al estado general de Rodríguez Castellanos, con signos de inconsciencia, hipotensión (cifras de presión arterial en 80/55), pulso débil y bradicárdico (por debajo de 60 latidos por minutos) su criterio profesional era remitirlo para el hospital, ya que sospechó que tenía una intoxicación aguda por la ingestión de bebidas alcohólicas y, quizás, psicofármacos o drogas.
Aunque la doctora llamó inmediatamente al S.I.U.M. (Sistema Integral de Urgencias Médicas), la ambulancia apareció al cabo de varias horas, sobre las tres de la tarde.
Los intensivistas recién llegados volvieron a examinar al paciente, confirmaron el diagnóstico emitido por la médico de familia, pero a diferencia de ella decidieron suministrarle un ámpula de Naxolona vía endovenosa, medicamento que se utiliza para el tratamiento de la depresión respiratoria y no consideraron necesario trasladarlo al hospital.
Pasadas tres horas hubo que acudir nuevamente al consultorio pues Henry se mantenía sin reaccionar, con el pulso imperceptible, frío y coloración cianótica de la piel.
Otra vez la doctora decidió llamar al S.I.U.M. para que trasladaran al paciente con carácter urgente a un hospital. La respuesta recibida de la entidad fue que debía esperar porque casi no tenían carros disponibles para la recogida de enfermos y había más casos que también requerían de ambulancia.
A los pocos minutos el adolescente Henry Rodríguez Castellanos tuvo relajación de esfínter (se orinó y defecó), posteriormente dejó de respirar y no se palparon latidos cardiacos ni los pulsos periféricos.
A pesar de que en el automóvil de un vecino lo llevaron rápido para el cuerpo de guardia del Policlínico “Raúl Gómez García” y, al llegar, le realizaron maniobras de reanimación, no pudieron sacarlo del paro cardiovascular confirmándose finalmente su muerte.
Henry Rodríguez Castellanos, joven fallecido --->
Está descrito en la literatura médica y es de conocimiento elemental para todo médico que cuando un paciente por cualquier causa (ya sea química, séptica, cardiovascular, traumática, vascular, neurológica, u otra) cae en estado de Shock, es porque ese organismo presenta un fallo multisistémico que compromete funciones vitales e implica serios riesgos para su vida.
El diagnóstico del Shock no depende de análisis de laboratorio ni de equipos especiales, sino que puede establecerse con bastante certeza a través del simple examen físico del enfermo. Por tanto, aún fuera del medio hospitalario se logra reconocer en un paciente la instauración del cuadro valorando sus síntomas y signos patológicos.
Un mínimo de responsabilidad profesional y de sensibilidad humana de los médicos, así como de seriedad del gobierno para asumir con dignidad el alarmante índice de alcoholismo y drogadicción de la sociedad cubana, principalmente en la juventud, habría evitado la injustificada pérdida del joven Henry, además del sufrimiento de otras tantas familias.
El Dr. Darsi Ferrer Ramírez es director del Centro de salud y Derechos Humanos “Juan Bruno Zayas”.
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