miércoles, junio 14, 2006

NI DIÁLOGO, NI TRANSICIÓN, NI PERDON

Nota del blogguista.

Recuerdo en mi infancia a un actor cómico de la TV cubana de los anos 50s con su frase : " Por eso estamos como estamos ! ", mientras agitaba la mano al aire, imitando a un pol'itico de esa época y de época anteriores.
"Ni Diálogo".
Primeramente hay que ver ¿ Diálogo con quién ?. Con Fidel Castro y los máximos responsables de la tragedia cubana de medio siglo está claro que NO; además, Fidel Castro ha demostrado reiteradamente que no quiere dialogar. No obstante, soy del criterio que los primeros intentos de entablar un diálogo con el tirano eran necesarios para desacreditar al castrismo cuando este quiera florecer, estando ya Fidel Castro unos cuantos metros bajo tierra, para mostrar fehacientemente que Fidel Castro ha sido el culmen de la intolerancia y la violencia en la Historia cubana. Diálogo Sí entre el pueblo cubano en general, donde hay fidelistas, comunistas, izquierdistas moderados, etc., que en toda verdadera democracia deben tener su espacio por mucho que nos desagrade y hierva la sangre.
" Ni Transición ".
Hay tres caminos: Sucesión, Transición y finalmente: Revolución.
El "revolucionarismo" cubano en nuestra anterior República cubana han sido esos polvos que han traido este lodazal ( realmente es otra cosa pues el lodo no tiene mal olor) que ha sido y es la llamada Revolución cubana.
La Sucesi'on es lo peor que nos puede pasar, aunque quizás ella sea un paso breve e intermedio con una posterior Transición.
La positividad de la Transici'on depende de las características que la misma presente: cómo se hace, hasta donde llegará, etc.. Una transici'on que no llegue a una total Democracia, será una Transición mediatizada que no responderá a los mejores anhelos y esperanzas de la parte del pueblo cubano que desea una Libertad vivida con Responsabilidad y una total Democracia.
" Ni Perdón "
El Perdón realmente corresponde darlo o negarlo a las víctimas y el Perdón no niega a la Justicia ni exime de un pago de una retribución por esos pecados o acciones. El Perdón solamente pide una Justicia con Misericordia, lo cual enaltece a las víctimas. Cristo pidió perdón por sus victimarios, pero muchos que han sido asesinados por la tiranía de Fidel Castro y otros que han sufrido largos años de prisión castrista también han perdonado a sus ejecutores y a sus sádicos carceleros, pues comprendieron que el odio en ellos sería el triunfo de esos victimarios; basten los ejemplos de Virgilio Campanería y de Eusebio Penalver.
Jos'éMartí dijo que se debía amar al adversario que se está derribando en tierra.
Todos hemos sido culpables en esta tragedia cubana y si bien hemos sido víctimas, también hemos sido cómplices. De no ser así, esta tragedia en nuestra Patria no hubiera durado tanto. Nuestros pecados o complicidades han sido de todo tipo: pensamiento, palabra, obra y omisi'on, siendo este último el más frecuente y me refiero tanto al exilio como a la Isla, aunque como dice la vieja guaracha cubana: " unos tienen la culpita y otros tienen la culpona".
Una gran parte del pueblo cubano de la Isla, por no decir todo, ha sido y es corrupto por diferentes razones: desde la necesidad hasta la ambici'on, aunque los mayores corruptos sean Fidel Castro, Raúl Castro y sus cómplices políticos más cercanos.
Reconstruir la nueva República cubana requiere y requerirá de todos nosotros esfuerzos, pero sobre todo sacrificios y madurez ciudadana y el haber aprendido de nuestra historia patria, sobre todo de esta etapa castrista, sin lugar a dudas la más triste y trágica de nuestra historia.
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NI DIÁLOGO, NI TRANSICIÓN, NI PERDON

Por Luis Alberto Ramírez *
Colaboración Puerto Rico
La Nueva CubaJunio 13, 2006

"No hay excusa, pretexto o explicación posible que sean cuerdos y justifiquen a estas alturas y con la evidencia acumulada, ni un diálogo, ni una transición, ni perdón para aquellos que se han manchado las manos de sangre, complicidad y corrupción en nombre de la revolución de la destrucción Castrista".
Durante más de cuarenta años Castro y sus revolucionarios han llevado acabo una suma tan cuantiosa de crímenes, robos y violaciones a los derechos humanos, que enumerarlos sería tarea casi imposible por su magnitud y diversidad de los mismo.
Sin el menor de los escrúpulos esta "mejor gente" ha hecho y deshecho como les ha venido en gana cualquier cosa con tal de conservar su poder absoluto sobre la vida de cada cubano. Con sólo decir cualquier cosa contra cualquier ciudadano, la fuerza de su policía política, de sus turbas fascistas, de sus brigadas de respuesta rápida o de su "justicia revolucionaria", de inmediato arremete con toda su crueldad sin importar en lo más mínimo lo falsa que haya podido ser la acusación.
Curiosamente esto fue lo más odiado de los Nazis, y precisamente es lo que ha caracterizado desde el primer día a Castro y su "mejor gente". Las evidencias de sus crímenes salen a la luz cada día. Evidencias tan terroríficas como para que esta gente sea juzgada llegado el momento bajo los mismos códigos con que se juzgaron a los criminales Nazis en Nuremberg.
¿Por qué? Por sus miles de asesinatos, por sus millones de acusaciones falsas, por hacer oídos sordos a las súplicas por los derechos humanos, por hacer caso omiso de las injusticias debido a la arrogancia o al desprecio. Y debemos tener muy presente que no ha sido por nada que se acuñara la frase "una causa justa". Cosa esta que ha importado muy poco a Castro y a su "mejor gente", quienes jamás han tenido como propósito ninguna causa que de verdad haya incluido justicia para todos los cubanos.
Sería mejor, muchísimo mejor, ser un loco de atar en su celda, que tener que efectuar por la razón que sea, un diálogo, una transición o tener que perdonar ha estos que se pavonean como las almas que son. Resultaría bastante repugnante para cualquier persona con principios y honestidad el que alguien se atreviera ha hacer tan degradado acto con el único propósito de ayudar o proteger ha estos despreciables seres humanos.
Se debería comprender de una vez por todas que los derechos individuales no fueron creados para salvar o proteger a las personas como Castro o su "mejor gente". Si de verdad se quiere ser un buen Cristiano en todo este asunto, me parece que lo que se debería hacer llegado el momento y con honestidad creo que sería el mejor acto de piedad que se pudiera tener con estos hombres malvados, sería el de acelerarles su encuentro con Dios, para que él como el creador de todas las cosas en este universo, fuese quien decidiera si los perdona o los condena al fuego eterno por los siglos de los siglos.
¿Qué opina usted?


* Luis Alberto Ramírez es un cubano exiliado que vive en Puerto Rico. Ramírez es Coordinador General de la Fundación Cuba Nación, radicada en San Juan Puerto Rico.