jueves, agosto 17, 2006

LAS ORACIONES DEL CARDENAL

Nota de El Blogguista


Dios quiere que todos los hombres sean salvos.

Los cristianos debemos orar siempre porque lo anterior se logre, y sobre todo, cuando una persona está cercana a la muerte física. Para que se logre esa salvación, no solamente debemos pedir la misercordia de Dios, que siempre la tenemos disponible, sino también que esa persona se arrepienta sinceramente de sus pecados y así beneficiarse de la acción salvífica de la misericordia de Dios. Ese arrepentimiento es aún más necesario cuando esa persona ha cometido pecados mortales.

Todos somos pecadores y a nuesto arrepentimiento llaman siempre nuestros sacerdotes para ir construyendo en esta vida el Reino de Dios y para salvar nuestras almas.


El Cardenal Ortega y los demás obispos cubanos, debieron pedir primero en su escrito el arrepentimiento de Fidel Castro y de todos aquellos que han llevado a Cuba a esta situación, que ya llega al medio siglo, y posteriormente pedir nuestras oraciones para que esos arrepentimientos se den y obren en beneficio de Cuba. La petición de Jaime Cardenal Ortega, y la de los demás obispos cubanos, de acompañar a Fidel Castro en su enfermedad solamente tendría sentido después que en ese escrito se hubieran hecho esas dos peticiones anteriores aunque las mismas fuesen dichas con ese lenguaje sumamente cuidadoso con el que la COCC acostumbra a decirle al régimen las cosas.

En otras palabras: La Iglesia, todos los bautizados conformamos la Iglesia, debemos desarrollar nuestra misión cristiana para que todos los hombres sean salvos, misión que va mucho más allá que salvar el cuerpo físico; esa misión cristiana debemos llevarla a cabo siendo ¨manso como palomas y , astutos como la serpiente¨
pero nunca dejar de llamar al arrepentimiento a la persona que deseamos que salve su alma.
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Tomado de El Nuevo Herald

Las oraciones del cardenal

El cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino llamó a los feligreses, desde la catedral de La Habana, a orar por la salud del presidente cubano. Es bueno que haya tomado esa iniciativa porque ante Dios todos somos iguales. A su vez, las enseñanzas del Hijo de Dios son tan nobles y universales que hasta en la constitución socialista de Cuba de 1976 se establece que todos los ciudadanos gozan de iguales derechos y tienen los mismos deberes.

El cardenal también es cubano y, al mismo tiempo, pastor, lo que implica, uniendo ambas cosas, que no debe hacer diferencias entre las ovejas de esta isla. Así que, seguramente, en cualquier momento lo escucharemos pidiendo que se ore por la salud de Guillermo Fariñas, un periodista de la raza negra que está realizando una prolongada huelga de hambre para reclamar que todos los cubanos tengamos el derecho de acceder a internet.

Lamentablemente, nunca se ha escuchado decir que el cardenal Ortega haya solicitado orar por las almas de los miles de compatriotas que han muerto en guerras extraterritoriales. Ni solicitar oraciones a favor de los miles de cubanos cuyo sepulcro está en los mares que rodean nuestro país. Entre ellos hay muchos niños. Sólo en el hundimiento del remolcador 13 de Marzo murió más de una docena. Sería grato también que Jaime Ortega pidiera a los feligreses una oración por Gustavo Arcos Bergnes, un católico practicante, secretario general del Comité Cubano pro Derechos Humanos, recién fallecido y que participó junto a Fidel Castro en el asalto al cuartel Moncada en julio de 1953.

José Antonio Fornaris

La Habana, Cuba
Las oraciones del cardenal