LA ONU Y EL DIABLO CON OLOR A AZUFRE // OJO CON EL MONO ROJO
La ONU y el diablo con olor a azufre
Por Carlos Alberto Montaner
Diario de Yucatán / Firmas Press - Hugo Chávez, desde el podio de Naciones Unidas en Nueva York, declaró que Bush era el diablo. Agregó que la tribuna todavía olía a azufre por el paso del presidente norteamericano. Lo acusó de terrorista, de albergar terroristas y de haber fraguado un golpe de Estado contra él en 2002. Además, dijo otras idioteces: Estados Unidos y el capitalismo salvaje explotan a las pobres naciones del sur y agravan su miseria. Insultó a los israelitas, y, muy consecuentemente, respaldó a los iraníes en su denodado esfuerzo científico por dominar la energía nuclear. Si el señor Ahmadinejad desea borrar del mapa a Israel, en su momento necesitará contar con los instrumentos adecuados para efectuar su devastadora carnicería. Arremetió contra la globalización, contra el FMI, contra la estructura de la ONU. Felicitó a su amigo Fidel Castro (que, mágicamente, ya está recuperado del cáncer de colon que lo aquejaba hasta la semana pasada), quien de nuevo viste de verde oliva para presidir triunfalmente el Movimiento de los países no alineados. Cuando terminó, lo aplaudieron largamente. Más que a nadie. Unos cuatro minutos.
No todo lo que Chávez dijo, sin embargo, es desdeñable. Sorprendentemente, en medio de esa catarata de tonterías, propuso una iniciativa luminosa que debe ser inmediatamente tomada en cuenta: sacar a la ONU de Nueva York y trasladarla al tercer mundo. ¡Bravo! El ofreció Caracas como sede, pero dejó abierta la posibilidad de La Habana. Pudiera ser. Se lo merecen. Está en ruinas, pero es una ciudad con un clima que el socialismo todavía no ha conseguido destruir. Otro lugar interesante podía ser Brazzaville, capital de la República del Congo. A fin de cuentas, la mayor parte de las naciones miembros de la ONU está en el tercer mundo y es Africa el continente que cuenta con más países inscritos en esa organización.
La ONU es una burocracia costosa, torpe y corrupta que no cumple con ninguno de los objetivos que le asignaron en el momento de su creación. La idea de extender el principio de la mayoría —cada país un voto— para solventar los choques y encontronazos internacionales fue un disparate. ¿Cómo el voto de Brasil va a valer igual que el de las Islas Sheylles? La ONU no preserva la concordia internacional, ni soluciona pacíficamente los conflictos, ni protege los derechos humanos de los individuos, pese a que todos los países dicen acatar la declaración universal solemnemente suscrita para ese fin. La ONU ni siquiera puede exigirle a su secretario general, el señor Kofi Annan, que explique de manera convincente sus opacas finanzas personales, o las pillerías cometidas por su hijo y otros cómplices europeos durante el programa de “petróleo por comida” puesto en marcha en época de la dictadura iraquí de Sadam Hussein.
Cuando en el mundo se produce una crisis, los actores principales la solucionan, alivian o desvían mediante conversaciones en los pasillos o en negociaciones a puerta cerrada, y luego trasladan el desenlace al pleno de la Asamblea para que sea aprobado. Y, cuando ni siquiera esto se puede lograr, como sucedió durante la guerra civil en los Balcanes, en la antigua Yugoslavia, la ONU es ignorada y se recurre a la más expedita y contundente OTAN.
Objetivamente, ¿para qué sirve la ONU? Para darle una tribuna planetaria a un payaso como Chávez, y para que cien tipos obnubilados por la ignorancia y carcomidos por el odio lo aplaudan con entusiasmo. Tal vez esos espectáculos deban continuar existiendo, porque debe haber algún foro mundial, pero lo sensato es sacarlo del foco noticioso central y situarlo donde merece estar: en un rincón remoto y sudoroso, en el que las palabras del orador se confundan con el zumbido de los mosquitos y la paleta cansada de un viejo ventilador.
¿Y qué se hace con la sede neoyorquina? Acaso darle asiento a una organización que integre a esos 40 países realmente serenos y democráticos gobernados con sensatez. Tal vez albergar al G-8 y ampliarlo a G-20, es decir, las veinte naciones más prósperas del planeta, que son, por casualidad, libres en el terreno político y en el económico. Pero lo importante es trasladar rápidamente al circo fuera de la ciudad. Así Chávez quedaría complacido.— Madrid, España ( © Firmas Press ).
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Por Carlos J. Bringuier
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"...Al oir las estupideces que el mono Chávez profería, su desarticulada manera de hablar, sentí lástima por los Venezolanos pues no me explico cómo puede haber un Venezolano inteligente que hubiera sido capaz de votar por ese energúmeno. Mas que por los Venezolanos en realidad por la que sentí lástima fue por Venezuela. La reacción a las palabras del mono títere ayudaron más al Presidente Bush que las apariciones de éste en televisión...."
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La reciente visita del mono Chávez a las Naciones Unidas y en Harlem a una Iglesia hizo que me recordara algunos dichos de Cuba, cuando ésta era una República. Recordé aquello de "está como el bobo de la yuca" pensando el papel de imbécil que hace este mono, con laringe de cotorra que se presta a convertirse en títere del Tirano Castro Ruz (Fidel o Raúl) lo levantan llevándolo a foros internacionales a pesar de ser más simio que humano haciéndolo creerse un intelectual a cambio de eso este "bobo de la yuca" entrega las riquezas de su país (petróleo por ego).
Recordé aquel otro dicho "le pasó como a Chacumbele, él mismito se mató". Al oir las estupideces que el mono Chávez profería, su desarticulada manera de hablar, sentí lástima por los Venezolanos pues no me explico cómo puede haber un Venezolano inteligente que hubiera sido capaz de votar por ese energúmeno. Mas que por los Venezolanos en realidad por la que sentí lástima fue por Venezuela. La reacción a las palabras del mono títere ayudaron más al Presidente Bush que las apariciones de éste en televisión.
Lo único que me preocupó fue que me hizo recordar el año 1963 cuando el Tirano Fidel Castro Ruz injuriaba continuamente al Presidente John F. Kennedy llamándolo hipócrita, estúpido, desgraciado, destructivo, oportunista, y oligarca. Ahora 43 años después el mono Chávez, lo llama diablo, borracho y 20,000 mil insultos más.
Y me preocupó porque en 1963 después de aquellos insultos Fidel Castro llevó a cabo su macabro plan de asesinar al Presidente de los Estados Unidos.
John F. Kennedy no acabó con el Tirano Castro con lo que le pasó como a aquel Chacumbele cubano y "él mismito se mató". Ahora en el 2006 me da el temor que el mono Chávez esté preparando el camino para llevar a cabo el "ASESINATO DEL PRESIDENTE II". Los insultos de Chávez sólo tienen una razón: justificar el asesinato del Presidente George W. Bush.
Ya deben tener a los nuevos Santos Trafficante, Rolando Cubelas, Lee Harvey Oswald y Sirhan Bishara Sirhan.
Como lo tengo en la mente quiero decirlo para avisar lo que lamentablemente pudiera ocurrir. Hace 43 años, el 21 de Agosto de 1963, cuando pedí una investigación congresional de Lee Harvey Oswald, tres meses antes del asesinato de JFK nadie me hizo caso. Ojalá que ahora esté equivocado pero las señales indican otra cosa. El Tirano Fidel Castro está enfermo, aparentemente muy enfermo y para él sería de una satisfacción enorme ver, antes de cerrar los ojos por última vez, como logró asesinar a 2 Presidentes de los Estados Unidos. Como buen ventrilocuo usa al títere Chávez para repetir sus insultos contra el Presidente norteamericano.
Espero que George W. Bush sea más inteligente que John F. Kennedy.
Fonte: NotiCubaInternacional
http:www.noticubainternacional.com
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