viernes, octubre 20, 2006

JUAN CLARK: CUBA EN LA MÁS DRAMÁTICA ENCRUCIJADA DE SU HISTORIA

Juan Clark: Cuba en la más dramática encrucijada de su historia






Por Ariel Remos
Diario Las Américas, 7 de octubre de 2006.



Con la vida de Fidel Castro tocando a su fin, Cuba se encuentra en la más dramática encrucijada de su historia, y "es probable que se produzca una fuerte pugna de poder entre los grupos que dentro de las Fuerzas Armadas y el Partido lo han ejercido hasta el presente", afirma en entrevista con DIARIO LAS AMERICAS el Dr. Juan Clark, profesor emérito de Sociología del Miami Dade College.

Castro ha sido un gobernante fuera de serie en la historia política contemporánea, afirma el Dr. Clark. Ha jugado con las dos grandes potencias, burlado a 10 presidentes norteamericanos y literalmente ordenado a la URSS, de la cual se dice que extrajo en subsidios el equivalente a 10 planes Marshall para Europa.

"Lamentablemente para el pueblo cubano, y en contraste con Europa que se rehizo con esa ayuda económica, la isla va a quedar devastada materialmente a la salida de escena de este gran sociópata cuyo interés principal ha sido mantenerse en el poder a costa del sacrificio de ese pueblo".

Clark recorrió el daño causado, que es más de lo que puede pensarse: "Tenemos la eliminación del liderazgo político tradicional, de toda la sociedad civil, además de la supresión casi completa de la iniciativa económica privada. Ese pueblo ha estado sometido por medio de una refinada represión directa e indirecta como pocos pueblos en el mundo, incluidos los de los países comunistas de la órbita soviética y los asiáticos. La única institución social que ha quedado más o menos en pie, ha sido la iglesia, sometida y amordazada, pero presente y cada vez más solidaria con su pueblo… A esto hay que sumar la gran destrucción moral propiciada por el sistema, por lo cual las lacras de antaño se han agigantado y multiplicado muchas veces, alcanzando niveles de corrupción increíbles".

Mientras tanto --sigue diciendo el Dr. Clark-- hay una nueva clase privilegiada, la de los "pinchos" o "mayimbes", equivalentes de la Nomenklatura Soviética, que no tienen que padecer las calamidades que en todos los niveles materiales tiene que sufrir ese pueblo, al que se le ha puesto un férreo bloqueo interno, suprimiendo su creatividad e iniciativa. "Paradójicamente, esta ha tenido que florecer y desarrollarse ilegalmente".
Ante cuadro tan desolador como el que describe Clark ¿Qué puede hacerse para promover un cambio?

Señala primero que cabe el peligro de caer en la inmovilidad por parte de los cubanos de intramuros y del exilio. Cree que "la posible acción se asemeja a las cuatro patas de una mesa. Por un lado los cubanos de la isla con la incipiente disidencia y sociedad civil, y, por otro, los de acá, con su gran poder económico y político, especialmente en EE.UU; pero también presentes en muchos países del mundo. Por otra parte este gran país, que de una forma u otra ha sido nuestro amigo constante --aunque a veces errado-- a través del tiempo. Y, finalmente, la gran comunidad mundial, comenzando por Europa y siguiendo en los países de este hemisferio".

Y agrega que con esos 4 factores en mente, no cree que sea posible el cambio deseado hacia la Democracia sin una fuerte presión ejercida desde el exterior y también interna. "Pero para ello es vital que el mundo conozca a cabalidad el enorme desastre promovido por Castro, y del cual él y su mafia de seguidores cercanos están exentos de sus terribles consecuencias. Sin esta exposición a nivel mundial, que tiene que ser masiva, no se motivará a los países democráticos para que ejerzan la debida acción democratizadora".

"Es aquí donde tiene que jugar un rol vital tanto el exilio como EE.UU. Ambos deben coordinar un esfuerzo masivo de divulgación de la verdad sobre Cuba, exponiendo la miseria en que se ha sumido a ese pueblo por un sociopata y su élite, con total impunidad, a los cuales no se les puede subestimar por su capacidad de manipulación, intriga y mentira".

Y sigue diciendo que es indispensable que el exilio tome conciencia de su gran potencial. Recuerda que Castro pudo consolidar su poder porque faltó la formación de un bloque opositor. "Creo que hoy más que nunca juntarse es la palabra de orden. Atomizados poco vamos a realizar efectivamente como ente de presión, en EE.UU. e Internacionalmente. Divididos y subdivididos somos fácilmente manipulables. Ciertamente tenemos que asimilar profundamente que "en la unión está la fuerza". Es vital que haya un ente que legítimamente pueda hablar a nombre de todo el exilio.

En esta coyuntura, vale decir que es crucial que Radio y TV Martí puedan entrar en Cuba para romper el bloqueo informativo interno. Ultimamente se ha hablado de referendo y de desobediencia civil como métodos para lograr cambios. "La sugerencia de un referendo dentro de Cuba, teóricamente puede ser muy plausible; pero no podemos olvidar que el caso de Cuba no es el de Chile. Obviamente ese referendo va a ser rechazado por el régimen castrista, cuya meta fundamentalmente es la permanencia indefinida en el poder. A la vez, sabemos que la disidencia u oposición actual en Cuba es básicamente desconocida en el país. Es por ello de suma importancia que ese movimiento pueda divulgarse y extenderse y hay que buscar todos los medios posibles para ello, incluyendo vehículos fuera de Radio y TV Martí, sufragados por el exilio. Esto promovería que el pueblo pierda el miedo paralizante y se apreste a tomar una acción efectiva.

En cuanto a la desobediencia civil dice Clark que siempre ha pensado que si el pueblo, debidamente orientado, la pusiera en funcionamiento, podría culminar con una Huelga General Nacional, contra la cual el régimen poco podría hacer. "Pero para ello, repito, es vital la cohesión fuera y dentro de la isla, apoyándose mutuamente".

"Ese es el camino tentativo que, como sociólogo, vislumbra a seguir. Tal vez no pueda realizarse; pero de ser así, sería en gran parte por no haber estado a la altura de las circunstancias desde la dimensión de nuestro liderazgo que, de nuevo, no ha podido cohesionarse, deponiendo personalismos estériles. Creo que hay que buscar la integración de una coalición democrática, entre nosotros y con los que en otros países piensen de igual forma. Ciertamente dentro de nosotros hay más que suficientes recursos económicos para llevar adelante esta campaña informativa".

Y termina diciendo el Dr. Clark: "Como ha sugerido el veterano periodista Jack Skelly, un cuarto de página, comprado periódicamente en la Sección Editorial de nuestros más importantes periódicos, sería costoso; pero estaríamos llevando de modo sumamente efectivo nuestro mensaje a las cabezas pensantes del país, y su resultado podría ser fabuloso. Nadie nos puede impedir esta realización, solo nuestra apatía junto con la falta de liderazgo y decisión política".

(El Dr. Clark nos informa que esta al ser publicada al inglés, ampliada y actualizada, su obra "Cuba: mito y realidad").