BARACUTEY CUBANO

"Llevo aquí 14 años, pero siento que sigo preso"
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El presidente de la plataforma Cuba Democracia Ya lleva en España 14 años. Excepto su hija mayor, a la que no pudieron traer desde la isla, el resto de sus vástagos ha nacido y crecido en nuestro país. Sin embargo, Carceller sabe que los bienes y la comodidad de su actual situación son tan sólo transitorios. En cuanto llegue el momento, cogerán sus cosas y volverán a Cuba. La desaparición del régimen castrista es justamente el momento que Carceller y su familia continúan esperando.
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Madrid,2 de febrero de 2007/ Antonio Villarreal/ Menos25.com/

¿Cree que está llegando el momento de la democracia?

Eso nunca se sabe. Los cubanos llevamos muchos años esperando la democracia, no sólo estos últimos 47 años de la dictadura castrista, sino también antes con la dictadura de Batista, por tanto, son ya muchos años los que Cuba lleva anhelando.
¿Cuánto tiempo lleva fuera de Cuba?

14 años. Fui prisionero político, fui deportado por gestiones de Amnistía Internacional junto al gobierno de Felipe González y Javier Solana en aquella época, que estuvieron haciendo gestiones por mi liberación. El Gobierno cubano aceptó la misma pero con la condición de que fuese deportado. Me trajeron preso en un avión de Cubana Aviación, y aquí me entregaron un pasaporte. Pero lo que soy ahora no tiene nada que ver con cómo llegué. Era un cadáver tras más de un año y medio detrás de unas rejas.

Supongo que su calidad de vida habrá mejorado desde entonces

Sigues preso. A veces pienso que la prisión te acompaña porque no puedes liberarte. Creo que esa verdadera liberación se alcanzaría en una Cuba democrática, y sigues preso porque aún recuerdas a la gente que dejaste allí. Uno sabe, porque lo experimentó en propia carne, que la prisión es dura, algo terrible que nunca te planteas en la vida, y cuando te ves día tras día detrás de unos barrotes deseando todo lo que está fuera, que es tu mujer, que son tus hijos, tu familia, tu libertad y además cuando sabes que eres inocente… En mi caso concreto fueron unas octavillas que decían “Abajo Fidel, Únete por tu patria”. Y claro, ese es un delito imperdonable. Es terrible. Sigues preso
¿Cómo se imagina usted ese proceso de transición en Cuba?

Puede pasar de todo. Una cosa es la realidad y otra tus sueños, y cada cosa va por un camino diferente. Hay una represión que está enquistada. Dese cuenta de que los cubanos hemos aprendido a violarnos constantemente como pueblo, y esto nos ha hecho culpables a todos. De vecino a vecino nos tiramos piedras, nos inculpamos. Llevamos casi 47 años viviendo bajo los CDR, que son unos organismos que están en cada calle donde todos nos delatamos, donde todo es delatado. Entonces, todos somos cómplices, y cuando piensas en las barbaridades que como nación hemos hecho, uno presagia lo más terrible. Cualquier cosa puede pasar, porque hay mucho dolor enconado allí. Sería lo peor que nos podría suceder al final del túnel.
¿Cuántos poetas, escritores o periodistas siguen presos hoy día en cárceles cubanas?

En Cuba hay, reconocidos por Amnistía Internacional y otros organismos internacionales, alrededor de unos 300 presos, entre defensores de derechos humanos y periodistas. Se les reconoce como “prisioneros de conciencia”, personas que muy claramente han tenido algún tipo de actividad política o de pensamiento.
¿Cambiaría su cómoda vida en España por volver a una democracia precaria?

Sin duda. Es más, mis hijos están educados para eso. Mi casa ahora es bastante bonita, pero esto es así desde hace cuatro años. Antes me negaba, incluso, a pintar las paredes. Pensaba en volver.