domingo, marzo 11, 2007

JUANA BORRERO: UN ESTRELLA LUMINOSA

Nota del Blogguista.
En http://www.cubaliteraria.cu/autor/juana_borrero/galeria.htm puede profundizarse sobre Juana Borrero y familia.
Esteban Borrero también actuó en la política cubana en los primeros años de la República nacida el 20 de mayo de 1902 y llegó a ocupar un alto cargo en uno de sus primeros gobiernos.

Fina García-Marruz, en prólogo a Poesías, Academia de Ciencias de Cuba, Instituto de Literatura y Linguística, 1966, escribió:

¨Para hablar de ella habrá siempre que referirse primero a "Los Borrero" como a una especie de feudo de la poesía cubana, como a un sello impreso en cada uno de ellos desde la cuna, aún más, desde el ancestro.¨
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Juana Borrero: una estrella luminosa

Por Belkis Cuza Malé

Imaginen Puentes Grandes, ese poblado al suroeste de la entonces floreciente Habana. Marzo y día 10 de 1895. Hace apenas unos días ha estallado en Cuba la guerra de independencia. Será la última para liberar a Cuba de España.

En el tren de las siete de la tarde, que sale de la estación de Villanueva, han llegado los jóvenes poetas Federico y Carlos Pío Uhrbach. Vienen a conocer a Juana Borrero, famosa ya en los medios literarios habaneros. Federico los presenta: ''Juana, éste es mi hermano''. Y a partir de entonces la vida de los dos cambia para siempre. Ella escribirá las cartas y poemas más ardorosos de la literatura cubana y él la amará con alma de poeta.

El encuentro tuvo lugar una noche con eclipse de luna. Sí, noche de presagios, pues ella moriría al año exacto, el 9 de marzo de 1896, sin haber cumplido los 19, víctima de tifoidea, en un cuerpo debilitado por la tuberculosis. Y moriría en Cayo Hueso, desterrada junto a su familia en ese pedazo de tierra americana donde los cubanos de entonces dejaron su impronta. Un siglo después, otros cubanos siguen llegando al punto más cercano entre Cuba y Estados Unidos.

( La familia Borrero )

Ella es poeta y pintora. Es hermosa, genial, precoz. Ha heredado de su padre, el médico y escritor Esteban Borrero Echavarría, el carácter y la sensibilidad. Su familia toda pertenece a ese nuevo abolengo conquistado con la sangre derramada y el quehacer de los que se enfrentan al dominio colonial. Juana es nieta (no importa que no lleve su apellido) de Joaquin Agüero, el patriota fusilado por los españoles, y su propio padre alcanzó el grado de capitán en la guerra. Y como si fuese poco es prima de Gertrudis Gómez de Avellaneda.

Hasta Nueva York han viajado, en 1893, Juana y Esteban Borrero para encontrarse con José Martí. Y para él, Juana ha pintado una palma, que por desgracia no apareció nunca entre su papelería. Julián del Casal, el otro poeta modernista, el de los versos de Hojas al viento, fue su amigo, aunque ha quedado aún por conocerse qué extraño incidente provocó la ruptura de una amistad que se había convertido para ella en amor platónico. Extraños versos de Casal hablan del incidente, y ella a su vez menciona a medias el hecho, en cartas y poema. Cuando él muere de pronto, víctima de un aneurisma cerebral, ella no puede evitar sentirse culpable. ¿De qué? Nunca pude saberlo, no obstante mi profunda amistad con Mercita Borrero, su hermana menor, y a la que le debo muchos de los datos y cartas inéditas que aparecen en mi libro El clavel y la rosa, biografía de Juana Borrero.

Porque los secretos eran parte de la vida del siglo XIX. Secretos, misterios y extrañas concordancias. Quizás en algunas familias más que en otras. Quizás porque fue un siglo minado por las guerras de independencia y el culto al romanticismo tardío, donde las supersticiones hacían olas.

Cuando Juana Borrero nació, el 17 de mayo de 1877, bajo el signo de Tauro, abundaron ciertos fenómenos astronómicos. Tres eclipses totales de luna --uno de ellos visible desde algunas zonas de La Habana-- y dos eclipses parciales de sol, ninguno visible para la isla, pero cuya extraordinaria duración de dos días llegó a inquietar a buena parte del mundo, no dejaron de verse como señales catastróficas.

Juana de Dios de la Santísima Trinidad, bautizada al mismo tiempo que sus abuelos paternos contraían nupcias --en una extraña ceremonia in articolo mortis--, estaba marcada por el signo de ``los que deben morir temprano''.

Cuando fallece en Cayo Hueso, el 9 de marzo de 1896, sin ver la independencia de su patria, había escrito y publicado Rimas y participado en el volumen colectivo Grupo de familia junto con los otros Borrero, todos poetas. También había pintado extraordinarios cuadros, que durante años me deleitaba en contemplar en aquella casa museo de Mercita Borrero.

Carlos Pío Uhrbach, poeta de ''la acera del Louvre'', y su ''amor imposible'', como ella le llamó, tras enterarse de la muerte de su amada escribe desde La Habana: ''Ya se acabaron los Puentes, nuestros viajes, aquellas noches [...] quizás muriendo por una idea noble, con su recuerdo en el alma y su nombre en mis labios me lleve donde esté''. Y sí, así ocurrió. Meses después visita la tumba de Juana en Cayo Hueso y regresa para unirse a los mambises, tras cumplir en Estados Unidos una misión de Antonio Maceo. Había alcanzado el grado de teniente coronel cuando desaparece en la manigua sin que su cuerpo fuese encontrado jamás.

Ahora que se cumplen 111 años de su muerte, Juana Borrero es más que nunca una estrella luminosa, reposando todavía, como los muertos de este exilio, en tumbas que esperan por el retorno. ¡Cuánto amor y cuánta desdicha en medio de un siglo lleno de sueños y conspiraciones!

belkisbell@aol.com
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Crepuscular
( poesía de Juana Borrero)

Todo es quietud y paz... En la penumbra
se respira el olor de los jazmines,
y, más allá, sobre el cristal del río
se escucha el aleteo de los cisnes

que, como grupo de nevadas flores,
resbalan por la tersa superficie.
Los oscuros murciélagos resurgen
de sus mil ignorados escondites,

y vueltas mil, y caprichosos giros
por la tranquila atmósfera describen;
o vuelan luego rastreando el suelo,

rozando apenas con sus alas grises
del agrio cardo el amarillo pétalo,
de humilde malva la corola virgen.

1 Comments:

At 10:39 p. m., Anonymous Anónimo said...

Magnifico que se hable de Juan Borrero y que se divulgue su extraordinario talento. Juana Borrero es la niña genio de cuba. Todos los cubanos debieran conocerla estar orgullosos de su singular personalidad, me atrevería a decir que única en el mundo. Mayda.

 

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