¿ SERÁ POR ESO QUE CAYÓ EL MURO DE BERLÍN
¿Será por eso que cayó el Muro de Berlín?
"..Como trabajan mal, el estado castrista les paga poco. O lo que es lo mismo: como les pagan poco, trabajan mal. Ojalá y ninguno sea acusado de robo y vaya a la cárcel..."
Por Tania Díaz Castro
Cubanet/Noticuba Internacional
La Habana, 23 de marzo del 2007
No es necesario teorizar para explicar qué cosa es el castrismo; comenzar con la consolidación de su poder, los proyectos fracasados, las rectificaciones, su período especial. Nada de eso. Basta con asomarse a mi ventana y observar.
Como van a pintar el edificio que se encuentra al fondo del mío, en la zona 10 del reparto habanero de Alamar, llegó una brigada de trabajadores con todo lo necesario: andamios, cuerdas, envases de pintura.
Al otro día comenzó el escándalo. Conversaba el grupo de hombres sobre pelota, mujeres y sabe Dios qué otra cosa, con la vehemencia que caracteriza al cubano. A toda voz.
Se acabó la paz por el momento, exclamó una vecina y yo me quedé mirando a través de mi ventana ese bello mar del Estrecho de Florida, a lo lejos, que en ocasiones hasta parece que se acerca más. Los trabajadores hablaban, hablaban. O mejor dicho, vociferaban. Así, con aquella algarabía, comenzaron a trabajar.
Imagino que allí estarán mucho tiempo, no sólo por las proporciones del edificio, sino por la manera con que se trabaja en mi país. Lo más interesante de esta historia es que muchos inquilinos podrán pintar el interior de sus apartamentos mediante la compra a escondidas de un poco de la pintura del edificio, mucho más barata que la que se vende en las tiendas estatales en pesos convertibles. Otros harán alguna que otra reparación en sus viviendas, también con materiales destinados sólo al exterior del inmueble y adquiridos de la misma forma.
Como siempre, antes de que termine la obra, los materiales se acabarán. Entonces habrá que esperar por otro envío, porque se ha quedado sin pintar una parte del edificio. Pasarán días y días en espera de lo necesario y mientras, los trabajadores se sentarán en grupos en los canteros de tierra, en las callejuelas, en las aceras. Siempre conversando mientras esperan para continuar el trabajo.
Los fines de semana no trabajarán, pero se verán por ahí, mal vestidos y peor comidos, deambulando, porque en Alamar no hay lugares de esparcimiento para nadie. Como trabajan mal, el estado castrista les paga poco. O lo que es lo mismo: como les pagan poco, trabajan mal. Ojalá y ninguno sea acusado de robo y vaya a la cárcel.
Allí están, sonrientes, como si no se sintieran esclavos. ¿Acaso lo son? Si no lo fueran, por su aspecto lo parecen. Pero sonríen, hablan a toda voz aún con la barriga vacía y esperan, a pesar de estar en horario laboral.
¿Será por eso que hasta el autor soviético de los manuales de Filosofía Marxista, libro que se usara en los años sesenta para estudiar y comprender mejor esa ideología, renegó de sus postulados?
¿Será por eso que cayó el Muro de Berlín?
Pienso todo esto ante mi ventana, mientras escucho el griterío confuso de los trabajadores y veo el mar azul a lo lejos.
Fonte: NotiCubaInternacional
http:www.noticubainternacional.com
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