BARACUTEY CUBANO

LA ISLA ROJA Y EL HORMIGUERO DEL REY FIDEL PRIMERO

Por Juan Vives

Había una vez una isla roja en medio de un mar tropical en donde reinaba una hormiga glotona llamada Batista, que una vez que se llenó la panza y los bolsillos,abandonó su reinado sin combatir a Fidel una hormiga roja con un puñado de combatientes del rebelde, que sin perder tiempo se proclamó monarca absoluto de la isla roja.

Como en todas las monarquías, el poder se ganaba al filo de la espada en duros combates, pero su majestad Fidel primero no tuvo mucho que luchar para apropiarse del poder e implantar una monarquía absoluta y hereditaria, gracias a la pasividad de su enemigo que hizo como otra hormiga famosa llamada Matías Pérez,que infló un globo y se fué al carajo.

En los reinos se dirtribuyen los títulos de nobleza a los más fieles, marqueses, duques, príncipes ....pero en el hormiguero rojo la nobleza se compuso de generales y coroneles,que tenían la mejor comida del hormiguero,vivían en los mejores lugares y eran los cortesanos que reprimían al resto del hormiguero esclavizados.

Fidel primero envió a sus hormigas rojas combatientes para apoyar a otros tiranos en lejanos hormigueros allende de los mares y sus cortesanos victoriosos eran premiados; marqueses duques...A que me equivoqué,generales y coroneles y jefes del partido de las hormigas rojas., directores de las empresas GAESA.

Cada hormiguita no tenía un destino propio e individual, solo contaba la voluntad de Fidel primero y el destino colectivo de un pueblo esclavo.

El hormiguero sufría, obligados a trabajar como esclavos sin jamás ver la menor mejoría en sus vidas de privaciones, ruda labor y hambre.

Mientras tanto “el líder máximo” Fidel primero, acumulaba riquezas enormes él y su familia y dejaba que su corte de hormigas combatiente y del partido rojo también aprovecharon un poco.Como no se conformaba con ser Fidel primero, se autotituló Presidente de la República de hormigas, Presidente del Consejo de Ministros, Presidente del Consejo del hormiguero, Comandante en Jefe y Manda Más de todo cuento sucediera en el reinado de la isla Roja.

Pero como en sus sueños de dictador vitalicio, en su juventud había leído algo que se llamó Mein Kampf de una hormiga loca llamada Adolfo, que quiso montar un Reich que duraría mil años, él tenía que implantar una monarquía hereditaria.Como el nepotismo era una de las bases del hormiguero Rojo, nombró a su hermano menor el Delfín que lo sucedería.

Existía un problema con el sucesor, para dirigir un ejército de soldados rojos, el hermanito Raúl era un degenerado sexual y se tomaba cuanto ron le cayera en mano, pero estos defectos los compensaba con una brutalidad sin igual y sanguinaria. Fidel primero estaba tranquilo y pensaba que su reino duraría mil años como el Tercer Reich.

El tiempo pasaba y la monarquía de la Isla Roja se mantenía destruyendo todos los que simplemente dudaban del bien del reinado.Cada vez que podían muchas hormigas huían como podían para refugiarse en hormigueros más clementes en donde podía llevar una vida de hormigas normal.A veces cuando cogía algunas hormigas que intentaban escapar del hormiguero rojo, eran metidas en prisión o las fusilaban.

Pero la marcha imperecedera del tiempo no se puede detener y el monarca absoluto Fidel primero a fuerza de vivir bien y llemarse la barriga explotó y se convirtió en una hormiga cagona y loca.

El Delfín se apresuró a tomar el trono, pero tenía miedo que el hormiguero se levantara en armas y agudizó la inmensa represión, quiso impedir la debacle con una represión sin precedentes el la isla roja y las hormiga tan dóciles hasta entonces ya no obedecían.

Y sucedió lo que tenía que suceder, el hormiguero explotó y las hormigas trabajadoras mataron a todas las hormigas rojas soldados y a todas las hormigas del partido rojo y aquello se acabó como la Fiesta del Guatao.

Y colorín colorao, este cuento ya está acabao y el tuyo no está empezao

Cualquier parecido con una isla roja, o con algunos personajes existentes es pura coincidencia y completamente ajeno a la voluntad del autor.

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