RELATO SOBRE EL INTENTO DE SECUESTRO DE AVION EN CUBA POR JOVENES MILITARES CUBANOS
Los resultados de las pruebas de balísticas del laboratorio de Criminalística del MINIT de las balas que mataron al custodio Pedro Ortiz Cabrera durante los sucesos ocurridos en la Embajada del Perú nunca se dieron a la publicidad para no desmentir la versión de la tiranía que acusó desde un primer momento que habían sido las personas que entraron con el omnibús embestido contra la puerta de la Embajada los que había matado al combatiente Pedro Luis Cabrera. En el libro Martires del MININT, en lo referente a la muerte de ese militar, muy cuidadosamente ni se afirma ni se niega qué balas mataron a ese militar. Aquí en el exilio de Miami hay personas que trabajaron de técnicos en el Laboratorio Central de Criminalística del MININT; ellos si quisieran podrían hablar y solamente les recuerdo que un casi adolescente familiar de ellos, y poco menos de la misma edad que estos tres jóvenes, murió por balas disparadas por descargas masivas contra objetivo donde habían personas desarmadas. ¿ Verdad B.M. ?
Con el caso del Teniente Coronel Víctor Ibo Acuña Velázquez pasará igual que con el caso de Pedro Ortiz Cabrera y otros casos como la misteriosa muerte de varias personas que habían secuestrado un barco de pesca en elpuerto pesquero de La Coloma hace pocos años atrás.
RELATA REFERIMUS.
COMO ME LO CONTARON LO CUENTO.
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"El teniente coronel Víctor intentaba apaciguar los exaltados ánimos de los reclutas cuando sus propios compañeros de armas iniciaron la descarga de sus armas reglamentarias. Si viviéramos en democracia habría un departamento técnico de investigaciones que al rescatar las balas durante la autopsia en el curso de la debida investigación de los hechos probaría sin ningún género de dudas a quien corresponderían los proyectiles extraídas de su cuerpo y su directa correspondencia con los autores de los disparos"... Oswaldo Yañez.
El Teniente Coronel Víctor Ibo Acuña Velázquez fue víctima de la indiscriminada balacera que se desató para impedir que los reclutas fugados el cuartel de Managua pudieran escapara al extranjero y las balas que acabaron con su vida y la del soldado no fueron disparadas por ningún AK-47.
El Teniente Coronel Víctor intentaba apaciguar los exaltados ánimos de los reclutas cuando sus propios compañeros de armas iniciaron la descarga de sus armas reglamentarias. Si viviéramos en democracia habría un departamento técnico de investigaciones que al rescatar las balas durante la autopsia en el curso de la debida investigación de los hechos probaría sin ningún género de dudas a quien corresponderían los proyectiles extraídas de su cuerpo y su directa correspondencia con los autores de los disparos.
Como en mi patria impera una dictadura verdeolivo los familiares del oficial Acuña nunca sabrán quien disparó los plomos que acabaron con su vida. Sabemos lo que les dirán, que los reclutas se volvieron locos y que la culpa de todo la tienen los "jamericanos" por su criminal Ley de Ajuste, sabemos que recibirá honores pero nunca sabremos todas las razones que impulsaron a los reclutas a obrar con tanta desesperación.
Ruego a quienes lean estas líneas que exijan al desgobierno cubano todas las garantías que expresa la Declaración de los Derechos Humanos para los militares encarcelados y presuntamente responsables del asalto al polvorín del cuartel y de la balacera en el Aeropuerto José Martì, pues temo que para encubrir los hechos se producirá un juicio sumarísimo que los conducirá a ser fusilados al alba del día siguiente; para uno de ellos la sentencia sumarísima se cumplió en la misma terminal desde donde pretendía escapara hacia la libertad.
Acaso los soldados no se enteraron debido al bloqueo informativo que los últimos que secuestraron un avión fueron condenados a más de veinte años de carcel en la yuma; quizás un penal estadounidense les pareciera como unas vacaciones en un hotel para turistas; a lo mejor preferían una cárcel en la yuma al encierro en vida a la que son sometidos en su propia patria; puede ser que sus superiores inmediatos los sometieran a una tensión que ellos no pudieron soportar, nada de esto sería descabellado; al contrario de lo que los castristas piensen cualquiera de las anteriores posibilidades resultará más cierta que las que ellos esgrimen.
Digo esto pues ya se dio a conocer la justificación oficial para esta desesperada acción, no es otra que las leyes migratorias estadounidenses favorecen los ataques a la soberanía cubana. Miren ustedes señores castrocratas, todas las acciones de violencia que surcan mi patria como un desbocado huracán tiene su origen en que el orate que nos desgobierna decidió que el único sistema válido para Cuba era el marxismo y el lejos de rectificar en todos sus errores perseveró en ellos.
Nadie en su sano juicio puede predicar en las escuelas que lo que los niños que hacen turismo en la isla tienen son aberraciones fruto de una insana hambre capitalista y que la mayoría de los infantes en la yuma muere de hambre y no va a la escuela.
Si tuvieran redaños habrían cerrado toda la isla a los turistas pues no puede pretenderse que la población no tome contacto con ellos y siga desinformada, todo el que tiene oportunidad de hablar con un turista y conocer como resuelven en el extranjero ansia tener las mismas posibilidades que ellos y lo intentan por medio de sus encantos o de engaños, todo por escapar de la pesadilla en que han convertido los acólitos del Uno su propia patria. Critican el consumismo y el capitalismo pero ansían poseer las fulas de las que hacen gala los visitantes de nuestra patria, cuantas más mejor.
Permítanme citar a Marco Porcio Catón , que fue llamado el Censor (234-149 a. C.) y que sintetizó la corrupción de Roma con estas palabras:
Habemus luxuriam atque avaritiam, publicem egestatem, privatim opulentiam.
Estamos poseídos del lujo y de la avaricia, en público la pobreza, la opulencia en privado.
En la Cuba actual toda la castrocracia y en especial la nomenclatura está poseída por una fiebre que no es el dengue sino la de situarse en una situación en la que puedan soportar la caída del castrismo subsistiendo con lo atesorado a base de robar y defraudar a todo el pueblo cubano.
Es por ello que nada funciona pues el sistema obliga a delinquir a todos los cubanos pero lo más triste de todo es comprobar como se encarcela al propietario de una res por matarla mientras el jefe de la explotación rellena el colchón con las fulas obtenidas por la venta de la carne del rumiante que llevó a prisión a su amo.
Ya nadie circula en su carro o en su bicitaxi o en su almendrón sin llevar el machete u cualquier otra defensa que este en su mano para impedir la segura agresión a la que se enfrenta en cuanto asoma Selene, la desesperación hace que la sangre de los cubanos riegue la tierra que los vio nacer sin mesura, la decepción ha convertido a los ciudadanos en autenticas alimañas a poco que ruede un poco de "chispaetren".
Nada de esto debería seguir ocurriendo si los desgobernantes fueran capaces de asumir la derrota de la revolución que no ha venido de ninguna invasión o agresión armada sino del fruto de su propia incompetencia para gobernar una nación que fue la más próspera de toda iberoamérica y que ellos han convertido en la cuna de la desilusión.
Es el momento en que los militares hagan caso del llamado* de Erneido A. Oliva, Major Gen (DCNG-Ret.) y pongan freno al inevitable derramamiento de sangre que nos espera y de la mano de la disidencia impongan un gobierno provisional que se encargue de realizar unas elecciones plurales y libres para reunir una asamblea constituyente que permita redactar una nueva constitución refrendada por la mayoría necesaria de los votos de todos los cubanos vía referéndum.
Es mi sincera opinión, para evitar un derramamiento de sangre solo paralelo al que Castro empleó para subir al poder; se que los instrumentos de la contrainteligencia hacen casi imposible esta salida pero no hace falta mover ni un solo AK, simplemente con que los militares expresen su firme decisión de incumplir cualquier orden, si no se articula un gobierno de transición a la democracia y ya la decisión estará en manos del generalato al que no le quedará otra salida que aceptar lo evidente: el castrismo ni puede, ni debe mantenerse ni un solo minuto más en el poder.
Diminuam ego tibi caput nisi habet.
Te romperé la cabeza si no te marchas de ahí.
P.D.
Siento que estas palabras que me salieron del corazón parezcan tan duras pero si alguno de ustedes estuviera en mis propios pantalones les aseguró que mis letras parecerían una canción de cuna en comparación con las suyas. Sin ánimo de ofender.
Oswaldo Yañez.
Ciudad de la Habana.
A cuatro de mayo del año de la inminente Libertad para los Cubanos.
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