viernes, junio 22, 2007

LA TIRANIA DE LA HABANA DICE QUE NO HABRA DIALOGO CON LA UNION EUROPEA MIENTRAS EXISTAN SANCIONES Y EL TIEMPO DEL PROXENETA

La Habana dice que no habrá diálogo con la UE mientras existan sanciones


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'Es a la Unión Europea a quien corresponde rectificar los errores cometidos con Cuba', afirmó la cancillería en un comunicado.
viernes 22 de junio de 2007 14:47:00
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Agencias

El gobierno cubano considera que la propuesta de diálogo de la Unión Europea (UE) es una "rectificación necesaria" del bloque, pero inviable mientras existan sanciones y condicionamientos, según una declaración de la cancillería publicada este viernes por el diario oficialista Granma.

"Cuba ha tomado nota y considera que se trata de una rectificación necesaria", pero "sólo será posible un diálogo entre soberanos e iguales, sin condiciones ni amenazas pendientes", dice el texto, informó la AFP.

Los cancilleres de la UE adoptaron el lunes unas Conclusiones sobre Cuba en las que invitan a La Habana al "diálogo político integral y abierto". El bloque no no mencionó las sanciones diplomáticas impuestas en 2003 y suspendidas temporalmente en 2005, ni la Posición Común de 1996.

Las sanciones —reducción de los contactos de alto nivel y de la colaboración cultural, así como invitación de disidentes a las fiestas por fechas nacionales en las embajadas de la UE en La Habana— fueron adoptadas en protesta por el encarcelamiento de 75 opositores cubanos.

La Posición Común pide al gobierno cubano cambios a favor de la democracia y respeto a los derechos humanos.

El miércoles, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, había calificado de "insuficiente" la oferta de diálogo del bloque.

Tomamos nota de que la UE ha rectificado su posición anterior de cerrarse al diálogo y de pretender adoptar hacia Cuba una posición de presión y de fuerza (...) Han aprendido que no se le puede imponer a Cuba, pero el documento tiene consideraciones que deben ser contestadas oportunamente", dijo en rueda de prensa.

En su declaración de este jueves, la cancillería afiama que la UE debe "eliminar definitivamente" las sanciones de 2003 "que desde entonces resultaron inaplicables e insostenibles".

La Posición Común "debe desaparecer, porque no hubo ni hay razón alguna para que exista y porque impide sostener una relación normal, mutuamente respetuosa y de interés común con nuestro país", añade.

"Es a la Unión Europea a quien corresponde rectificar los errores cometidos con Cuba. Todo paso en la dirección correcta tendrá adecuada acogida. Pero no hay apuro: tenemos todo el tiempo del mundo", concluye la cancillería.
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Tomado del blog El Tono de la Voz, de Jorge Ferrer

El tiempo del proxeneta

viernes 22 de junio de 2007 12:06:24

Por Jorge Ferrer

Levantarse el viernes y leer esa Declaración como escrita por el puñito romo de Pérez Roque. ¿Dialogar? “No reconocemos autoridad moral alguna a la Unión Europea para juzgar ni aconsejar a Cuba”.

La bravuconería del castrismo en su expresión más pulcra y desembozada: “Es a la Unión Europea a quien corresponde rectificar los errores cometidos con Cuba. Todo paso en la dirección correcta tendrá adecuada acogida. Pero no hay apuro: tenemos todo el tiempo del mundo.”

¡Qué magnífica respuesta! ¡Qué claro lo deja todo! ¡Cuán ajena la retórica del MINREX a las florentinas palabras rubricadas por los ministros europeos! Con cuánto gusto la leo: “La UE es vergonzosamente hipócrita…”, dice.

Me molestaba en la Declaración de la UE el que se tratara a Cuba como a un país normal. Pero a La Habana no le basta con esa normalidad reglada con cautela. La Habana quiere que la dictadura cubana sea, dicho a la manera de Baudrillard, más normal que lo normal. Quiere ser hipernormal.

Su apuesta es clara y hay que reconocer que está avalada por la práctica de las relaciones internacionales en el mundo postcapitalista. Basta de singularidades, reclaman. Cierren el cajón de la Guerra Fría e incluyan el “caso Cuba” en expediente con fecha del nuevo milenio.

Y lo van a conseguir. En el Consejo de Derechos Humanos hace unos días. En Europa, mañana. En los Estados Unidos, después. Tengo para mí, y mira como se me tuerce el viernes, que los cubanos hemos avalado que así sea. Todos los cubanos, incluido el exilio.

Soportar diez meses de interinato y aceptar que Castro I desaparezca de la escena y su régimen permanezca inalterable nos incapacita absolutamente para exigir a un sueco, griego o portugués que tenga a la dictadura por algo más que un mercado disponible. Por eso paecen decirnos con toda la elemental y grosera lógica liberal que los dejemos hacer. ¿No querían laissez-faire para la Cuba postcastrista? Coño, pues déjennos hacer ya, nos echan en cara los Moratinos.

Entretanto, incapaces de producir discursos e instituciones políticas que puedan tener un peso real en la Transición, que puedan siquiera impulsarla, los cubanos parecemos prostitutas que, no sabiendo cómo desasirse del proxeneta, piden a cada cliente que se asoma a la esquina que ocupan que sea él quien las redima del falaz contrato. Y cuando éste se niega, corremos -yo mismo- a quejarnos, vituperar, gimotear.

Cuando La Habana termina afirmando que dispone de “todo el tiempo del mundo” nos humilla. También nos retrata.