jueves, septiembre 27, 2007

MENSAJE A LA UNION EUROPEA EEUU NO ADMITIRA UN NUEVO DICTADOR TRAS FIDEL CASTRO

MENSAJE A LA UNION EUROPEA EEUU NO ADMITIRA UN NUEVO DICTADOR TRAS FIDEL CASTRO

Hechos de Hoy
España
Infosearch:
José F. Sánchez
Analista
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Septiembre 27, 2007

Estados Unidos advirtió formalmente a la Unión Europea que será inaceptable que un nuevo dictador recoja en Cuba el legado político de Fidel Castro en el momento en que se produzca su muerte.

En el marco de la LXII Asamblea de las Naciones Unidas, George W. Bush marcó un giro en su presidencia señalando que Estados Unidos quiere que el máximo de países disfrute de la libertad y la democracia. En su mensaje, George W. Bush señaló que apoyar la libertad y la democracia debe ser la misión de la ONU y de los 192 países -sean democracias, dictaduras o regímenes autoritarios- que la componen. Esta vez George W. Bush no habló del eje del mal sino de los pueblos que sufren la tiranía y la violencia. Y enfatizó precisamente, según informó Hechos de Hoy , como ejemplos de dictaduras a derrotar a Birmania, Cuba y Zimbabue.

El mensaje de George W. Bush, según informaciones de Hechos de Hoy, fue aterrizado a un lenguaje más explicito por Condoleezza Rice a los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea. La secretaria de Estado señaló que para Washington no son importantes las desapariciones y reapariciones de Fidel Castro. Lo que Washington considera esencial es el apoyo a una elecciones libres. Y advirtió a la Unión Europea que Estados Unidos considerará inaceptable que un nuevo dictador pretenda asumir el legado de Fidel Castro a la hora de su muerte.

Áspera respuesta de Pérez Roque

La respuesta de Cuba a través de Felipe Pérez Roque fue áspera intrigando a los observadores sobre quien marcó las pautas desde La Habana . Felipe Pérez Roque cuestionó la "autoridad moral" y "credibilidad" de George W. Bush. "El presidente Bush no tiene autoridad moral ni credibilidad para juzgar a nadie" y debería en cambio "responder ante el mundo por sus crímenes", dijo Felipe Pérez Roque ante la Asamblea general de la ONU.

George W. Bush, dijo Felipe Pérez Roque, es "responsable de la muerte de 600.000 civiles en Irak, autorizó la tortura en la base naval de Guantánamo y en Abu Ghraib, y es cómplice del secuestro y la desaparición de personas, los vuelos secretos y las cárceles clandestinas". "Recordamos además cómo apoyó sin ambages el golpe de Estado contra el presidente y la Constitución de Venezuela. George W. Bush es un curioso guerrero que desde la retaguardia manda a matar y morir a los jóvenes de su país, a miles de kilómetros de sus costas", señaló.

Torpeza de La Habana

"Cuba rechaza y condena cada una de las mendaces palabras pronunciadas por el presidente de Estados Unidos", dijo Felipe Pérez Roque, que habló de "la escandalosa y grosera actuación" de George W. Bush. "Empleando un lenguaje soez y un tono arrogante, el presidente Bush insultó y amenazó a una decena de países, impartió órdenes, terminante y autoritario, a la Asamblea general, y distribuyó con una prepotencia jamás vista en esta sala calificaciones y juicios a una veintena de países", señaló. Según el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, "fue un espectáculo bochornoso, el delirium tremens del gendarme mundial, la embriaguez del poder aderezada con toda la mediocridad y el cinismo de los que amenazan con guerras en las que saben que no se juegan su vida".

"Lo que vale no es el poder de los cañones, sino la justeza de las ideas por las que se combate. El presidente belicoso y amenazante ya debería haberlo aprendido a estas alturas", señaló. Felipe Pérez Roque mencionó incluso la cuestionada primera elección de George W. Bush en 2001. "Bush llegó a la presidencia a través del fraude y del engaño. Nos hubiéramos ahorrado ayer su presencia y habríamos escuchado a Albert Gore hablar sobre el cambio climático y los riesgos para nuestra especie", señaló. Para los observadores en Nueva York, Felipe Pérez Roque actuó con torpeza por la lectura que han hecho los precandidatos demócratas de respaldar a George W. Bush y evitar plantear un cambio en la política exterior de EEUU hacia Cuba.