BARACUTEY CUBANO

EL CASO DEL SEÑOR JORGE ALUAR.

Por Alicia Bencomo.


Este es un caso único, de esta persona, que todo en su vida pudiera pasar menos verse en prisión bajo el gobierno infernal de la dictadura. La foto la pueden ver.

El Señor Jorge Aluar llegó a caso extremo con tal de verse libre, y llegar a tierras de libertad. Hace seis meses y dos semanas llegó en balsa. Fue presentado en el programa de Arrebatados, que dirige Maria Larias, en el canal 41, Univision en Miami. A continuación la historia de Jorge Aluar, que todavía no hay otro, con tantas ansias de libertad, que al fin, bajo las más rigurosas formas, se buscó, su sueño mas deseado, estar libre en tierras de libertad.

Este es un caso, para que todo el mundo sepa, cuando hablan de comunismo, que comunismo no es algo para dirigir, ni de ideas, ni de opinión, ni de estar en contra de los Estados Unidos, ni que van a ganar una pelea. Hay que hacerles conciencia aquellos, que piensan que el comunismo es salvación, que una vez implantado en un país, vivirán

sumidos solo al partido, lo que ellos quieran y nada más. Este ejemplo les sirve para cuando oigan decir la palabra comunismo, sepan a que atenerse, a vivir humillados toda la vida, sin voz ni votos, y para más, si alguien se le ocurre ir en contra del partido, ahí está Cuba, que es el espejo de lo que quiere decir comunismo y que no lo pueden ignorar porque ya es mundialmente conocido lo que ha sufrido el cubano que dice no a el imperio de los rojos que no creen en Dios, solo en su partido.

Del señor Jorge Aluar, empezó su tragedia cuando empezó su decisión de salirle adelante a los comunistas de su Isla, en contra del comunismo en su país, Cuba. Debido a sus actos de contra-revolucionario lo metieron en prisión como todos los que como él empiezan a levantarse en contra del estado.

Su caso es que no se rendía y admitía que pudiera estar preso por solo querer libertad.

Viendo que todo lo que hacia era inútil, un día se puso de acuerdo con compañeros de prisión que trabajaban en la cocina, y les pidió petróleo. En estas prisiones los presos se la agencian para tener ciertas cosas como jeringuillas y otras cosas así.

Jorge Aluar el petróleo lo quería par inyectarse en los brazos, lo pudo hacer en uno, pero enseguida al entrar el petróleo, en la sangre se le murió el brazo, y entonces le pidió a un compañero de celda que le inyectara el otro. No sabiendo el efecto que esto tendría. Acto seguido llamó a un teniente de prisión, que se llamaba Segundo, y le dice, mira lo que acabo de hacer, el teniente no le presto atención y lo dejo en la celda. Al otro día con una fiebre altísima y con convulsiones, llaman al feje de prisión de la cárcel de Ciego de Ávila, provincia de Camagüey. Entonces lo recogen de la cárcel y lo llevan para un hospital, para que lo antendiera un médico, que se llamaba Fe. Lo envían para otro hospital en Morón, provincia también de Camagüey. Allí le tienen que amputar ambos brazos para salvarle la vida. Así estuvo en coma, casi un mes. Entonces debido a que ya no tenía brazos, y en realidad no ofrecía peligro pa ra el partido, lo ponen en libertad.

Viéndose libre, con sus ansias de libertad, trata de escaparse tres veces en balsa, pero no pudo lograrlo. Entonces debido a que quiere venir en busca de libertad, lo meten de nuevo preso. Con una condena de nueve meses. Entonces allí, trata de nuevo de que lo saquen de prisión y se toma un liquido, como lubrillante.

Esto le causa en el esófago una lesión, y estuvo un año tratándole una ulcera sangrante, a causa del liquido que se tomo. Cuando ya estaba bien, lo sueltan de nuevo, y se dice para el mismo, según el confiesa, que esta vez, sea como sea, el se busca una balsa y se escapa, para Miami de nuevo. Se pone de acuerdo con los guardias costeros y habiendo reunido cierta cantidad de dinero, les proponen si lo dejan fugarse en balsa, les paga, para que no lo cojan de nuevo. Entonces lo guardias le dicen escóndase en la cienaga, hasta que le hagamos una balsa que aguante la travesía.

Con la balsa hecha de un material mejor, logra llegar a tierras de libertad, su sueños desde que lo coguieron preso la primera vez.

El confiesa que todo lo pasado no le importa, que ya esta haciendo terapia para que le pongan los dos brazos, y cuando todo esto esté completado, empezara a trabajar para traer a su señora y sus dos hijos de Cuba para Miami.

Esta es la historia de un hombre que no se resigno a estar en una celda pudedumbre y a toda costa buscó su libertad, de la que hoy goza, gracias a todos sus esfuerzos de verse libre.