domingo, noviembre 18, 2007

IRA REAL Y ZOOLOGÍA

El Nuevo Herald.com

Ira real y zoología

Por Raúl Rivero

Madrid -- Los doce millones de cubanos, apresados en las talanqueras marítimas y en el enrejado de las aduanas de la dictadura, fueron borrados del mapa de América en un salón de la presidencia unas horas antes de que se abriera en Santiago de Chile la XVII Cumbre Iberoamericana.

Se anunció como se anuncia la suspensión de un artista de perfil bajo. Alguien a quien el empresario le ha prometido un chance después de una desastrosa gira por pueblos de provincia. Un papel deslizado en la riada de notas de prensa, escrito con el aseado lenguaje de la burocracia de las cancillería. Una nota breve que no dejaba entrada al debate, ni daba pábulo a la protesta o a la discusión: el tema de Cuba no estará en la agenda.

Este año la delegación de la isla traía una misión fúnebre. El vicepresidente Carlos Lage y los otros almorzadores caribeños debían llevar flores a la tumba de Salvador Allende y a la de la dirigente comunista Gladys Marín. Y después ir a darle unos abrazos contaminadores al líder Volodia Teitelboim, que espera el turno asombrado bajo una gorrita leninista.

Cumplidos esos encargos lúgubres, los representantes de la clase obrera y del campesinado cubano nada más tenían que limitarse a aplaudir a Hugo Chávez. Hacerle coro en sus actuaciones como charro mexicano y justificar sus torpezas de dictador sin training y maromero sustituto. Estaban autorizados a ser intensos y desbordantes con Evo Morales (que fue a jugar fútbol con unos amigos) y Daniel Ortega, que está muy bravo con los empresarios españoles.

Con la izquierda ligera, cordiales y un poco más distantes. Sin llegar a molestarlos porque en definitiva la presidenta Michelle Bachelet, Luiz Inacio Lula, el matrimonio Kirchner, Tabaré Vázquez y Rafael Correa y, por mandato, desidia, pereza o maldad todos los demás asistentes a la cita, metieron sus cabezas en la tierra santiaguina para no ver lo que pasa en el país de la región que lleva casi medio siglo bajo un régimen totalitario.

Un verdadero homenaje a la avestruz. Aislada y solitaria en los zoológicos americanos. Altas, veloces, de cuello largo como ciertas bailarinas y utilizadas sólo para documentales de Africa y Arabia y como metáfora para describir a quienes no quieren enfrentar una realidad del continente porque unos --ligeros y todo-- se sienten emparentados con el poder en Cuba. Otros son hermanos carnales, alumnos con medalla de oro y sostén.

Mejor es volver a los espacios libres --autorizados y protegidos-- a sacar banderas y a gritar consignas. A quién se le ocurre que allí podían aparecer los nombres de los 257 presos políticos (36 de ellos en estado grave) que están en la cárceles porque quieren libertad y cohesión social para su país.

No, que siga la parranda populista y que cada avestruz (a lo mejor se producen relevos y van otras) sea convocada para el año que viene porque estas funciones continúan y hay interés en que no se mire apara allá, para el Caribe. De aquel país desvalijado y de aquellas personas inquietas y pobres sin salidas es mejor que no se sepa nada allá en sur. Que la gente noble y honrada no pueda conocer por adelantado el mal del que van a morir.

Estrambote con cita monárquica: las cinco palabras del rey Juan Carlos de Borbón le dieron un timbre de dignidad a la reunión.