sábado, noviembre 17, 2007

LA SOBERANA TORPEZA DE PÉREZ ROQUE

Nota del Blogguista


Realmente este blogguista considera que la torpeza ha sido de la cúpula castrista que desgobierna a Cuba, y no de Felipe Pérez Roque. La actitud de fidelidad perruna que ha tenido siempre Felipe Pérez Roque y el que no le haya sucedido nada después de esos planteamientos, todo lo contrario: Ricardo Alarcón en cierto sentido la reafirmo para un futuro lejano afirman que ese quizás termómetro o globo sonda no fue fabricado por Felipito.
*************
La soberana torpeza de Pérez Roque

Por Alberto Muller

Tal vez en la torpeza de Felipe Pérez Roque, el canciller castrista, hubo un acto de cierta sinceridad, cuando espetó en la sede de las Naciones Unidas en días pasados, que “Cuba estaría dispuesta a renunciar a su soberanía y a su bandera”.

No creemos que este funcionario cómplice de la dictadura castrista, que suponemos que no se ha leído ni un solo libro sobre el constitucionalismo moderno ni un solo tratado sobre la soberanía como voluntad del poder ciudadano, se haya percatado de su desliz semántico.

Realmente el error del canciller cubano no fue la frase desafortunada de que “Cuba estaría dispuesta a renunciar a su soberanía”, pues ese régimen totalitario que él representa, desde sus inicios, ha hecho renuncia formal de la soberanía cubana para entregarla al mejor postor que se acerque con subsidios financieros.

Cuando se implanta un régimen de terror en cualquier estado, como lo hicieron Hitler y Stalin, por mencionar sólo dos ejemplos contemporáneos, la voluntad soberana se arrebata o se usurpa de las manos del pueblo. Entonces la soberanía desaparece y comienzan los crímenes en masa contra la voluntad de la comunidad que siempre se opone a cualquier usurpación.

Desde que el nuevo orden democrático se impuso con las revoluciones americanas y francesas durante el siglo XVIII, una vez superados los traumas de despedida del régimen medieval y monárquico, la soberanía se asentó jurídica y moralmente a los pies y en corazón del pueblo.

La democracia consolida admirablemente este poder soberano que reside en el pueblo, porque es el pueblo con su voluntad y con su participación el que valida esta naturaleza de autoridad suprema.

Por esta razón filosófica de la historia, los estamentos institucionales que cohabitan en el territorio común, como el estado y los poderes públicos tienen que supeditarse a esa autoridad suprema de la comunidad, pues es en ella donde reside esencialmente la primacía soberana.

Cuando un caudillo o un grupo fascista o totalitario de cualquier denominación, como ocurrió con el nazismo y el estalinismo, invierten esos valores y arrebatan esa autoridad de manos del pueblo, la soberanía queda absolutamente usurpada y desaparece del escenario o territorio común.

Pero volvamos al desliz del canciller castrista para concluir con la usurpación y el atropello cometido por el régimen comunista cubano. Lo primero que llama poderosamente la atención es que la prensa castrista, experta en ser repetidora de consignas, no se haya hecho eco de las palabras de Felipe Pérez Roque durante su estancia en las Naciones Unidas. Lo que obliga a pensar que el comentario de que Cuba renunciaría a su soberanía, se escuchó con desagrado en los oídos de la cúpula gobernante castrista.

Sin embargo, nos parece oportuno revisar con precisión, como la soberanía cubano ha sido violada y usurpada por la dictadura castrista desde los inicios de su prolongado medio siglo de terror:

Desde el primer momento en que la dictadura castrista llevó a los jóvenes cubanos al paredón de fusilamiento usurpó esa voluntad ciudadana del cubano, que siempre ha visto con suma tristeza el sacrificio de sus hijos por defender ideas propias.

Cuando la dictadura castrista sometió a los presos políticos, que se oponían a sus designios estalinistas, metiéndolos en celdas tapiadas, en zanjas de excrementos, en campos de trabajos forzados, en simulacros de fusilamientos, en piscinas para ahogarlos, en edificios dinamitados de TNT para triturarlos en masa, y los golpeó hasta la saciedad para matarlos sin clemencia en las prisiones, usurpó la soberanía que reside en ese pueblo de naturaleza alegre que siempre ha pretendido la concordia y no la discriminación de la comunidad.

Cuando en la Constitución Comunista cubana de 1976, el castrismo inscribió aquellas loas de fidelidad fraterna a la Unión Soviética y al marxismo leninismo en el preámbulo del texto constitucional, en un acto despreciable de dependencia, usurpó la soberanía de la voluntad ciudadana y se la entregó servilmente a un país extranjero.

Cuando el castrismo envió tropas cubanas a Angola, Congo, Mozambique y Etiopía alrededor de 1980, siguiendo los dictados de los intereses soviéticos, usurpó vilmente la soberanía del pueblo cubano que jamás hubiese enviado a sus hijos a morir en tierras extrañas por causas ajenas.
Y sin ir más lejos, cuando altos dirigentes de la cúpula del gobierno castrista anuncian sin tapujos que Cuba tiene dos presidentes, refiriéndose a Hugo Chávez como un segundo presidente alternativo, usurpan con una falta de vergüenza absoluta la soberanía en manos del pueblo cubano.

Resulta lamentable reconocerlo, pero en la Cuba castrista representada por el canciller Pérez Roque, la soberanía ha pasado a ser, de un asunto de naturaleza de voluntades y de participación ciudadana, a un trapo usurpado lleno de servilismo y de discriminación.

Confiemos que muy pronto Cuba vuelva a ser soberana, libre y democrática. Entonces será la voluntad del pueblo la que decida el rumbo y el destino de la nación cubana, y las torpezas como las de Pérez Roque desaparecerán del territorio nacional.

albmul@bellsouth.net
Fonte: PenhadeCuba
penhadecuba@googlegroups.com