sábado, enero 19, 2008

PARA ELEGIR SER LIBRE

PARA ELEGIR SER LIBRE


Por Oswaldo Payá

Desde hace muchos años hemos impulsado cambios en las leyes para que se respeten los derechos ciudadanos. Especialmente hemos insistido en una nueva ley electoral, porque es clave para que el pueblo pueda ejercer su soberanía, propósito principal del Proyecto Varela. La ley electoral actual y las violaciones sistemáticas ala libertad de expresión y asociación obstaculizan los derechos a elegir y ser elegidos de los ciudadanos cubanos.

Partimos de la propia Ley Electoral o Ley No. 72.

La Nominación: Sólo las Comisiones de Candidaturas, que están integradas por organizaciones incondicionales al Gobierno y cuyos dirigentes nacionales, son también, casi todos, dirigentes del Partido Comunista, pueden hacer propuestas de candidatos a Diputados. Las asambleas municipales del Poder Popular que son órganos de Gobierno, son las que nominan finalmente a los candidatos.

Entonces se viola el derecho establecido en el artículo 133 de la Constitución que dice que "tienen derecho a ser elegidos los ciudadanos cubanos hombres o mujeres que se hallen en el pleno goce de sus derechos políticos."

Entonces, ya no son los ciudadanos cubanos los que pueden ser elegidos, sino sólo los que designen esas Comisiones de Candidatura. Aunque quizás en esto sean coherentes, porque en la práctica ningún ciudadano cubano tiene derechos políticos. Es decir, nominan órganos de gobierno y proponen sus organizaciones a fines y no los ciudadanos ni el pueblo como tales.

La votación:
Tampoco es elección, porque según la Ley 72 se nomina un candidato único por cada asiento de Diputado. Entonces si en una circunscripción los ciudadanos eligieran su diputado correspondiente, tendría que aparecer en la boleta un solo nombre, por que los candidatos son únicos. Por eso, creo, es que se establece el voto unido, para que en la boleta aparezcan los nombres de varios candidatos, con la imagen de variedad, pero siguen siendo el mismo numero de candidatos que de diputados a elegir. El ciudadano puede votar por uno, por todos o por algunos, pero si no quiere a ninguno de los candidatos únicos, su voto no vale. Su voto solo vale si es positivo.

El elector no puede elegir su diputado entre varios candidatos, ni puede rechazar todos los candidatos porque no existe una casilla para decir no. Por lo tanto no es elección, pero ni siquiera es consulta para que los electores puedan rechazar o aceptar a todos los candidatos únicos.

En mi opinión.
En el plano lógico es una verdadera tomadura de pelo.
En el plano legal es una violación de la Constitución.
En el plano político una grave violación de la soberanía popular
En el plano ético y humano es un daño a la dignidad de las personas
y al derecho de nuestro pueblo a definir su vida y su futuro.

Si alguien antes de votar quiere consultar la Ley Electoral quizás la encuentren y quizás encuentre algún ejemplar de la Constitución, donde leería en el artículo 71: "La Asamblea Nacional del Poder Popular se compone de diputados elegidos por el voto libre, directo y secreto de los electores, en la proporción y según el procedimiento que determina la Ley".

En mi opinión, repito, los que hicieron la ley determinaron un procedimiento que viola la Constitución porque no permite que los diputados sean elegidos, ni que sean elegidos por voto directo. Pero hay algo mas grave de parte de las autoridades y de los que ejercen poder por encima de la ley. Si tantas personas han recibido "visitas" o señalamientos por no haber votado, si ha habido en estos días "comisiones" que visitan casa por casa para decir le a los ciudadanos que voten en la casilla del voto unido y también en mucho casos para preguntarle si van a votar, entonces el voto tampoco es libre. Es como si quisieran violar el alma de las personas, imponiéndoles lo que quizás muchos, no quieren hacer. No es nuevo este mecanismo de intimidación, y aunque la ley fuera inmejorable, la cultura del miedo instalada con todos los mecanismos represivos y opresivos en función de las farsas electorales es una penosa tradición no popular.

Nunca antes se había realizado una campaña electoral tan intensa y desproporcionada y al mismo tiempo tan desleal. Se utilizan todos los medios de difusión que paga el pueblo para promover una votación que definitivamente no es una elección. Un verdadero marketin con artistas, deportistas y un desfile de todo lo que les parece popular para condicionar a los electores. A los mismos electores a los que no se les permite escuchar otra opinión, como no se les permite decidir por otra alternativa, como no se les permite elegir. Al parecer los que deciden sólo confían en los ciudadanos si estos no tienen la posibilidad de decidir libremente, pues los electores que apoyan este gobierno ni siquiera pueden elegir entre varios candidatos a los que crean que representarían mejor la continuidad y eficacia de este sistema. Les ofrecen candidatos únicos, sin alternativas.

Los Diputados de la legislatura que termina recibieron la iniciativa de ley del Proyecto Varela, apoyada por más de 25000 electores. En esa petición se pide u Referendo y se propone una nueva ley electoral, que si permitiría a los ciudadanos nominar y elegir a sus diputados y demás representantes a todos los niveles. Muchos de los que impulsan el Proyecto Varela están ahora en prisión injusta, por defender precisamente la soberanía nacional y la soberanía popular, por defender los derechos de los ciudadanos a elegir y a ser elegidos libre y democráticamente.

Nosotros no tenemos la facultad ni la intención de decir a ningún cubano si debe votar o no, ni como votar, pero si la responsabilidad y la misión de llamar a los cubanos, para que actúen libremente, es decir, movidos por su propias consciencias, por el honor, por amor a la Patria, a la libertad, a su prójimo y la dignidad de sus hijos, sin temor, eso es liberación.

Oswaldo José Payá Sardiñas
La Habana, 18 de Enero de 2008
Fonte: Identificada en el texto
http://www.cubalibredigital.com