jueves, enero 10, 2008

SECRETISMO EN TORNO A LA VISITA DE FIDEL CASTRO A EL RINCON EN LA TARDE DE AYER, II

Secretismo en torno a la visita de Fidel Castro a El Rincón en la tarde de ayer, II


Tomado de El Tono de la Voz, de Jorge Ferrer

Una nota que publiqué aquí el pasado 28 de diciembre, Día de los Inocentes, titulada Secretismo en torno a la visita de Fidel Castro a El Rincón en la tarde de ayer, me jugó la mala pasada ayer de verme devuelto a La Habana. La cosa no tendría mayor importancia, si no fuese porque el asunto, de tintes vagamente gogolianos, ilustra los modos en que circula la información en páginas dedicadas a transmitir «la verdad sobre Cuba», desde el amarillismo más imbécil.

La nota, lo recordarán los lectores, informaba de una supuesta visita de Fidel Castro a El Rincón. Respondía a práctica común seguida por la prensa en español los 28 de diciembre y la anglosajona los 1 de abril, el April Fools’ Day. A saber, la generación de noticias falsas, pero verosímiles. Una regla no escrita, pero asumida tanto en la prensa española como en la norteamericana y la inglesa, exige que el texto contenga al menos una referencia que permita al lector atento saber que se trata de una información falsa.

Conocedor del paño, no introduje una en el texto, sino dos, algo que lamenté cuando los lectores detectaron de inmediato la «inocentada». Una era la mención a testimonios de supuestos testigos que se contradecían sobre si Castro llevaba una tela de saco cubriéndole el cuerpo o un traje deportivo de color crema, y sobre si había llegado al templo de rodillas o arrastrándose. Francamente, con esa ya bastaba, pero coloqué otra aún más delirante: una referencia a supuesta nota aparecida esa mañana en la página del CENESEX dirigido por Mariela Castro acerca de la homosexualidad de su padre.

Los lectores copiaron la nota en varios foros y en todos ellos –al menos los que alcanzo a ver ahora- se apreció con claridad que se trataba de una «inocentada». Los lectores cubanos que buscan información en blogs –y lo digo con sobrado conocimiento de causa- son mucho más inteligentes que buena parte de quienes escriben para ellos.

Ya era asunto olvidado esa nota, cuando ayer me avisan de que vea la portada de un diario digital de nombre La Nueva Cuba, lo busco, abro y me topo con esto:

Lo que leen: la «inocentada» convertida en noticia dos semanas después de publicada y con rúbrica de un Jorge Ferrer desde La Habana.

Un rato más tarde, recibo un mensaje desde Telemundo51 pidiéndome confirmara la noticia. El redactor con quien hablé por teléfono, A. T., tuvo el humor y antes la sagacidad de advertir de qué se trataba y reímos juntos el enredo. No era nada difícil, pues, corroborar si se trataba de noticia cierta o de «inocentada», aun ante la duda.

Pero ese no fue el camino que siguió La Nueva Cuba. Reviso su página y me encuentro con otro bien distinto.

Resulta que ya el 6 de enero, La Nueva Cuba se hacía eco del pretendido viaje de Castro I al Rincón. Fue en texto que firmó un cierto Máximo Tomás, que trabaja para el pomposamente llamado Departamento de Investigaciones de LNC:

«Reportes, de varias fuentes, sin confirmar, informan que el estado de salud del dictador Fidel Castro habría comenzado a agravarse desde poco después de mediados del pasado mes de diciembre.
Ninguno de esos reportes han sido avalados por los servicios noticiosos internacionales, ni confirmados por fuentes oficiales del régimen. Igualmente nadie se ha responsabilizados con esos reportes. Por el interés de quienes siguen de cerca los problemas cubanos los reproducimos.
Uno de esos reportes indicaba que la gravedad de Castro habría sido tal el 29 de diciembre que su familiares decidieron transportarle el día 30, al Santuario de Rincón de San Lázaro en las proximidades del pueblo de Santiago de Las Vegas, en las afueras de la capital cubana… Una caravana de lujosos Mercedes habría acompañado al vehículo especial condicionado en que habría sido trasladado el dictador.»

Ese 6 de enero, se trataba, de reportes sin confirmar, ni avalados por «servicios noticiosos internacionales».

Pero apenas tres días después, sin embargo, la magia de la fabricación de noticias ya ha dado carta de crédito al bulo y la encarama a noticia de portada. Ya no es anónima, sino que la firma ese Jorge Ferrer, desde La Habana, y bajo su nombre se consignan como fuentes «Agencias» y «Noticuba Internacional», un Google Group presentado escuetamente como «Un medio informativo al servicio de la verdad».

¿Qué extraña circunstancia convirtió esa visita imposible en noticia a la que dar crédito? ¿Qué hizo que un tal Francisco Díaz, otro empleado del Departamento de Investigaciones de LNC la diera por buena? Y, sobre todo, ¿de dónde sacaron que el Jorge Ferrer que la escribió lo hizo desde La Habana?

Las respuestas posibles son varias. Alguna es tan pueril como que los del Departamento de Investigaciones no tienen acceso a la Internet, porque basta con googlear un par de palabras para asegurarse del origen de la «noticia». Otras, apuntan a la bovina imbecilidad de quienes perpetran tal engendro.

Hay detalle que los delata, sin embargo: La Nueva Cuba insertó la «inocentada» despojándola de las marcas que la delataban como tal. Ni el traje de deporte de color crema, ni la homosexualidad de Raúl Castro anunciada por su hija aparecen en la nota que ocupó su portada durante todo el día de ayer. Recortaron la prueba. Y añadieron topónimo de peso: «La Habana». Esa prueba de origen. Ese marchamo de originalidad: tienen corresponsal en La Habana, que se inventan como aquel personaje de Gógol se inventaba siervos vivos.

No es infrecuente que los textos que firmo en este Tono de la Voz aparezcan republicados en otros blogs o circulen por los foros. Es asunto que me place, porque se escribe para que se lea.

Pero que unos pobres «investigadores» despojados de sentido del humor y de la menor noción de deontología conviertan en «noticia» lo que todos entendieron como «inocentada» y paseen mi nombre como si se tratara de corresponsal desde La Habana que aceita su pobre desempeño en cabecera que llaman «La Nueva Cuba» es más de lo que merecen los lectores de este blog y de cualquiera otra página.

Quiero confiar en que tengan también Departamento de Vergüenza y retiren ese texto de inmediato.

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Nota del Blogguista de Baracutey Cubano.

Había una tercera pista: en las noticias y archivos de http://www.martinoticias.com, no había ningún reporte ni entrevista radial de los testigos de esa supuesta visita a las que se hacia alusión en el escrito de Jorge.