BARACUTEY CUBANO

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'Cuba comenzará a normalizarse como país después de esta decisión', opinó el socialdemócrata Manuel Cuesta Morúa.
martes 19 de febrero de 2008 13:43:00
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* Miembros de los 75 forzados al exilio: el 'cambio real' será la liberación de los presos políticos

Agencias

Los principales dirigentes de la oposición interna en Cuba reaccionaron entre la apatía y la esperanza de cambios frente al anuncio de Fidel Castro de que no aspirará ni aceptará "el cargo de presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe".

"Pienso que ha hecho lo más sensato, puede que esté entrando un poco la razón y la lógica en el gobierno cubano, pero de todas maneras en año y medio sin Fidel no ha habido cambios, y ahora no va a haber cambios tampoco", dijo a la AFP Vladimiro Roca, portavoz del movimiento Todos Unidos.

Roca restó importancia a que Castro conserve el cargo de primer secretario del Partido Comunista.

"El Partido hace mucho tiempo que dejó de ser un órgano del poder, aquí el poder era Fidel Castro, su persona, con todos los cargos (…) era Fidel y su voluntad", dijo.

( Elizardo Sánchez Santa Cruz Pacheco, Oswaldo J. Payá Sardiñas, Miriam Leiva, Martha Beatriz Roque Cabello, Oscar EspinosaChepe y Vladimiro Roque )

Oswaldo Payá, Premio Sajarov-2002 del Parlamento Europeo, dijo que el anuncio de Castro "es algo de mucha importancia, mucha trascendencia y debe mirarse al pueblo".

"El pueblo de Cuba quiere cambios y cambios debe significar derechos, reconciliación y darle la voz al pueblo, una nueva ley electoral, nuevas elecciones y los espacios para que esta nueva etapa pueda ser definida en paz y soberanamente por todos los cubanos sin exclusión", declaró el líder del Movimiento Cristiano Liberación.

"Es la confirmación de su incapacidad física y mental", dijo el médico disidente Darsy Ferrer, quien opinó que "esto debe ser un mensaje para la disidencia de que no se puede permitir sucesión".

"Esto nos obliga a seguir empujando en busca de una transición hacia la libertad y la democracia, tenemos que seguir presionando al régimen", afirmó.

El socialdemócrata Manuel Cuesta calificó de "valiente" la decisión de Castro.

"Cuba comenzará a normalizarse como país después de esta decisión que califico de valiente por parte del ex presidente cubano, de mirar a la realidad y darse cuenta de que Cuba necesita otro rumbo y que Cuba ha cambiado", dijo.

"Esta renuncia responde a esa percepción de que ya Cuba no es la misma (...) es un país distinto, y creo que (Castro) ha tomado la decisión correcta en el momento correcto, para que podamos los cubanos mirar hacia dentro y tratar de enrumbar los cambios que el país necesita y que el país esta demandando", agregó Cuesta.

En otras declaraciones, a la agencia EFE, el disidente socialdemócrata dijo que la decisión de Castro es un "alivio histórico para todos los cubanos".

( Manuel Cuesta Morúa ¨Calule ¨ )

Despeja "las dudas sobre la necesidad de institucionalizar el liderazgo de Cuba" y despeja la "posibilidad de que se abran las reformas que demanda el pueblo", indicó.

"Termina una era épica de Cuba y empieza una época de normalización, de cambios que se acelerarán una vez que Raúl Castro tome el poder", dijo.

En el lado opuesto, Martha Beatriz Roque, líder de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, recordó que la Constitución cubana establece "que la dirección máxima está en el Partido" Comunista de Cuba.

"Él ha renunciado al Consejo de Estado, pero no al Partido", dijo, al opinar que la decisión buscó "legitimar la situación de Raúl Castro, porque eso ha sido criticado en el mundo, eso de ser jefe sin ser jefe".

La disidente consideró que se producirán algunos de los "cambios estructurales" anunciados por Raúl Castro, "porque todo el mundo los está pidiendo", pero expresó sus dudas acerca de la verdadera intención de cambio del menor de los Castro.

Oscar Espinosa Chepe, miembro excarcelado del Grupo de los 75, afirmó que el mensaje de Castro supone "la consolidación de Raúl" y que ahora "hay más posibilidades de que se inicie algún proceso de cambios, sobre todo en lo económico".

"Es un golpe fuerte para los elementos más inmovilistas del gobierno", agregó, y subrayó que aunque Castro siga influyendo en la toma de decisiones, con su alejamiento del poder "el grado de influencia baja considerablemente".

A juicio de Miriam Leiva, co-fundadora de las Damas de Blanco, mujeres familiares de los 75 disidentes condenados en la primavera de 2003, "comienza una nueva etapa que ojalá lleve hacia los cambios y hacia la democracia, y el pueblo cubano pueda ser creativo".

La decisión de Castro "libera a Raúl Castro para poder ejercer y llevar a cabo las reformas y que surjan otras personas en la cúpula del gobierno y del Estado".

Pero "el primer paso debe ser que liberen a nuestros disidentes", dijo.

El controvertido líder de Cambio Cubano, Eloy Gutiérrez Menoyo, consideró que Castro ha adoptado la mejor de las opciones que tenía: "la de renunciar", algo que, en su opinión, "abre una perspectiva de cambio", si no se queda "tras las bambalinas tratando de dirigir todo".

( Eloy Gutiérrez Menoyo )

"Lo que se impone es levantar la creatividad de los cubanos, permitir que los cubanos puedan trabajar y contribuir a levantar el país, y que no todas las cosas sean un delito", dijo.